Tiempo Numero 9 - Diciembre 2001 - Las nuevas tecnologías y los adultos mayores

Las autoras pertenecen al Programa de Educación Permanente de Adultos Mayores (P.E.P.A.M. - pepam@way.com.ar), dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, y dirigido por la Psic. Graciela Petriz (petriz@way.com.ar).

La constante aparición de nuevas tecnologías, cuyo protagonismo es cada vez mayor en la vida cotidiana, y la proliferación de la información ponen de manifiesto la necesidad de ver, conocer y aceptar las distintas maneras de hacer las tareas que hasta ahora se desarrollaban. Este suceso involucra no sólo al sector activo de la población, sino a aquellos que ya habiendo ingresado al sector de pasivos, no cumplen al pie de la letra con las implicancias de dicho término.

Aprender es un proceso continuo que se realiza durante toda la vida... como bien se menciona en numerosas referencias bibliográficas. Siguiendo esta expresión, cada vez más adultos mayores se vuelcan a una educación no formal, que les permita sentirse útiles, bien consigo mismos (emocional, mental y físicamente hablando) y parte del mundo que los rodea.

A raíz del interés particular de varios alumnos que ya asistían a otros talleres dictados por el Programa de Educación Permanente de Adultos Mayores (P.E.P.A.M.), y de la iniciativa y supervisión de la Psic. Graciela Petriz —Directora del Programa— surge, en 1997, la propuesta de dictar el primero de los Seminarios–Talleres orientado a la introducción a la operación y conceptos de PC.

Desde esa fecha y hasta la actualidad se han incorporado a la currícula del P.E.P.A.M. tres seminarios-talleres más de computación, a raíz de la exigencia planteada y los progresos observados por los propios alumnos. Se trata de cursos cuatrimestrales que abordan temas con progresivos niveles de complejidad.

El presente trabajo relata y reflexiona sobre la experiencia en el dictado de cursos de computación para adultos mayores siguiendo una metodología grupal, coordinado por un equipo compuesto por un profesor y un psicólogo con la función de observador no participante. Para ello, se plantea en primera instancia el perfil del alumnado con el que se trabaja, detallando aspectos característicos de los mismos, y las motivaciones que los acercan al Programa —como así también las resistencias que los alejan— y puntualmente a los cursos de computación. Por otro lado se aborda el proceso de enseñanza-aprendizaje, analizando los objetivos propuestos, la metodología empleada, las relaciones interpersonales, deteniéndonos en los obstáculos y puntualizando en los logros obtenidos, espacios en los que se despliega la función del observador recogiendo y analizando los emergentes registrados en el transcurso del proceso.

Adulto mayor - Cursos de computación - Educación no formal - Motivaciones - Nuevas tecnologías - Observador no participante - P.E.P.A.M. - Proceso de enseñanza-aprendizaje - Relaciones interpersonales - Resistencias

El incremento de la población adulta mayor en nuestras sociedades, fruto de transformaciones sociales y demográficas y avances de la propia tecnología, pone de manifiesto la necesidad de implementar acciones tendientes a mejorar la integración personal y el desempeño cotidiano del individuo en el ámbito comunitario. En este sentido, uno de los recursos con que se cuenta es la educación permanente, que en el caso particular de este grupo etáreo, no sólo constituye un proceso de formación intelectual sino que aporta una contención afectiva y cognitiva que opera como recurso preventivo colaborando en el mejoramiento de la calidad de vida.

Somos conscientes que el mundo de hoy exige a cada uno de los miembros de la sociedad una actualización permanente, no solo en lo que a conocimientos se refiere, sino en la manera de vivir, de hacer las tareas, de pensar. Entre esas exigencias está el manejo autónomo de la tecnología, que se supera a si misma cada día. Y es ante esta situación que surge, en el Programa de Educación Permanente de Adultos Mayores (P.E.P.A.M.) dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, el primer curso de computación, orientado a ofrecer a los adultos mayores un espacio donde acercarse a la informática. Este ambicioso proyecto da origen posteriormente a nuevos cursos de computación cuatrimestrales —que abordan temas con progresivos niveles de complejidad—, gracias a la exigencia planteada por los propios adultos mayores, y a la iniciativa de personas que no solo procuran ofrecer ambientes de estudio aptos para la apropiación de conocimientos sino que fomentan la generación de relaciones personales favorables.

Pensar en el uso de tecnología informática por adultos mayores nos lleva a reflexionar acerca de cuestiones relacionadas con la enseñanza y el aprendizaje de la informática y las connotaciones personales que se desprenden del reposicionamiento social que opera ese individuo a partir de la incorporación de estos conocimientos y habilidades. Por ello, el presente trabajo relata y reflexiona sobre la experiencia en el dictado de cursos de computación para envejescentes siguiendo una metodología grupal, coordinado por un equipo compuesto por un profesor y un psicólogo con la función de observador no participante. Se plantea en primera instancia el perfil del alumnado con el que se trabaja, detallando aspectos característicos de los mismos, y las motivaciones que los acercan al Programa —como así también las resistencias que los alejan— y puntualmente a los cursos de computación. Por otro lado se aborda el proceso de enseñanza-aprendizaje, analizando los objetivos propuestos, la metodología empleada, las relaciones interpersonales, deteniéndonos en los obstáculos y puntualizando en los logros obtenidos, espacios en los que se despliega la función del observador recogiendo y analizando los emergentes registrados en el transcurso del proceso.

Partiendo de la posición teórica que plantea al envejecimiento no como un estado sino como un proceso inscripto dentro del desarrollo evolutivo de un sujeto, en donde todo cambio pone en jaque sus capacidades adaptativas y su plasticidad psíquica, diremos que cuando el envejecente llega al PEPAM se despliega un proceso que comienza con un sujeto en una situación de NO SABER que le genera interrogante, que se manifiesta en el deseo de aprender, comunicar, cuestionar, participar, etc.

El trabajo constante, la capacidad de espera, de tolerancia a la frustración y la autoexigencia permanente, aportan los elementos necesarios para que el sujeto en grupo cumpla con los objetivos planteados (por el profesor y por ellos mismos) y produzca efectos propios, posibilitando la aparición de nuevas inquietudes en el campo del conocimiento y en otros que lo exceden.

Se presenta a continuación una tabla en la que se detallan, según diversos ítemes preestablecidos, las características fundamentales del grupo de alumnos.

*Características generales*
Edad	Adultos comprendidos en el rango de edad que va desde los 50 hasta los 90 años.
Sexo	Predominio del sexo femenino. Nota: Según lo perciben las propias alumnas del Seminario, el predominio de mujeres en los cursos se debe a que la mujer presenta mayor predisposición y adaptación más rápida a los cambios.
Ocupación anterior	Hombres: 70 % profesionales; 30 % no profesionales. Mujeres: 50 % profesionales; 50 % amas de casa. Ambos: Hasta hace 2 años, la ocupación principal radicaba en el cuidado de nietos o de la pareja enferma, relegando su profesión en pos de constituirse como centro-eje de familia.
Ocupación actual	Trabajan, cuidan de los nietos o pareja, realizan actividades recreativas, asisten a varios talleres del programa de forma simultánea. Es significativa la cantidad y diversidad de actividades que despliegan.
Condiciones físicas	Por lo general, los alumnos presentan buena salud. Las manifestaciones de malestar se refieren a los sentidos de la vista y oído (detección de varios casos con disminución importante en estas capacidades). Nota: El alumnado asume los malestares como algo común de su edad. No obstante, se sienten frustrados por no poder observar/escuchar claramente las clases. Los alumnos que presentan deficiencia auditiva suelen solicitar —en forma privada — que las explicaciones en clase se realicen en tono más elevado.
Particularidades del alumnado (percepción de sí mismos)	Miedo (a fracasar, a darse cuenta que son ignorantes, a abandonar lo que se empezó). Temor a equivocarse (y a que los demás se enteren que uno se equivoca). Temor a la burla. Vergüenza (ante la solicitud de repetición de temas y de aclaraciones ya entendidas por otros compañeros). Desconfianza respecto de sus propias aptitudes. Tristeza por no entender el lenguaje con el que se expresan con tanta familiaridad sus hijos y nietos. Necesidad de ser parte de este mundo. Necesidad de saber que están vivos (y que los demás también se den cuenta). Necesidad de conocer aquello que su medio circundante conoce y maneja con tanta libertad y soltura. Manifestación explícita de sentimiento (alegría, angustia, frustración, agradecimiento). Son personas muy agradecidas por lo que reciben y saben demostrarlo.
Uso previo de electrodomésticos	La mayor parte de los alumnos: no ha tenido contacto con la computadora, o la ha usado "guiados por hijos y nietos", incluso llegan al extremo de no manejar (también por temor) otros electrodomésticos de la casa, como la videocasetera, el contestador telefónico, el radiograbador, etc. Algunos pocos manejan electrodomésticos. Nota: Pudo observarse que aquellas personas que manejaban electrodomésticos se hallaban en mejores condiciones para enfrentar el aprendizaje que aquellos que no lo hacían.
Exigencias	El alumnado presenta alto nivel de exigencia: hacia su persona: se autoexige en la entrega de trabajos prácticos, la presentación prolija de los mismos, la asistencia a clases, etc. hacia otros: Docente: requiere atención única y personalizada, desarrollándose cierta dependencia hacia el docente. Compañeros: no tolera necesidades o superioridades de otros compañeros. Institución: exige mayores condiciones de comodidad, así como consideraciones especiales por ser adulto mayor.
Percepción de las capacidades propias (circunscriptas a su edad)	Poco más del 50 % del alumnado: Llegan con la idea de que no son capaces de aprender nada a esta altura de la vida. Inician el curso con la idea de probarse a sí mismo si es capaz de aprender. Estos alumnos son los que deben monitorearse para evitar su deserción y requieren de constante apoyo y aliento por parte del docente. El porcentaje restante del alumnado: Llega al Seminario por recomendación de un compañero que ya lo ha aprobado. Esto les permite ingresar con cierta confianza en el aprendizaje de la informática, pensando que si alguien de su misma edad logró aprender computación por qué no van a poder ellos. Estos son los que en general completan la cursada, puesto que su terquedad y su decisión a no ser vencidos son un aliciente muy fuerte para llegar hasta el final.
Prejuicio a la vejez	Propio: "Ya no se está en edad de aprender". "No somos capaces", "No se tienen neuronas". "Hace mucho que se dejó de estudiar". Nota: Durante las primeras clases del seminario-taller era frecuente en los alumnos la sensación de "no poder aprender algo nuevo". Algunos expresaban su falta de capacidad mental para incorporar nuevos contenidos a su acervo cultural, viéndose claramente asombrados, al concluir el curso, que eran capaces de volver a estudiar. Del entorno: Por qué y para qué aprender computación, si no trabajan? Ya no están en edad de aprender, solo deben disfrutar de la vida... Resistencia de la familia ante la propuesta de cambiar la idea de "viejo".

También debe resaltarse en este apartado que la asistencia y pertenencia a un lugar como es el P.E.P.A.M. ayuda a los adultos mayores en su decisión de enfrentarse con algo nuevo.

Se ha considerado oportuno analizar los aspectos involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje de la informática en adultos mayores, tomándolo como objeto de estudio en el marco del Programa de Educación Permanente de Adultos Mayores (P.E.P.A.M.). Se parte de la definición que presenta al proceso de enseñanza-aprendizaje como un complejo de situaciones que emergen de la interacción profesor-alumno alrededor de un contenido a ser apropiado. Para que dicha situación de interacción sea comprendida en términos totalizantes y no como un hecho aislado, es ineludible considerar las variables que surgen y afectan a este proceso.

A fines de la década de 1990 surge en el P.E.P.A.M. el primer curso de computación cuatrimestral, Introducción a la operación y conceptos de PC, a raíz del interés que manifestaron varios alumnos que ya asistían a otros talleres dictados por el Programa, y de la iniciativa de la Psic. Graciela Petriz, directora del P.E.P.A.M. Un año más tarde, surge el Seminario-Taller Acercamiento a Windows I : Aplicaciones e Introducción a Word que vino a reforzar conceptos y a ofrecer nuevos conocimientos. En 1999 surge el tercer Seminario-Taller de computación, Acercamiento a Windows II : Word y Excel, pretendiendo profundizar los conocimientos de los alumnos en el manejo de la informática personal. Para finalizar, se ha agregado este año el último de los niveles planificados de cursos de computación, Internet y correo electrónico, Seminario-Taller que los alumnos consideran como el broche de oro de graduación en lo que a conocimientos informáticos se refiere.

El P.E.P.A.M. apunta a la prevención de la salud y al desarrollo social de los adultos mayores, ofreciéndoles un espacio de actividades (cursos, seminarios, talleres, charlas, reuniones, etc.) donde los participantes desplieguen su potencial intelectual, su creatividad, sus características personales, a fin de favorecer su reinserción y protagonismo social, elementos vehiculizadores de la salud física, mental y emocional. La institución aporta, soporta, explicita y organiza: a) las normas inconscientes de funcionamiento, b) el contrato grupal explícito, c) el estilo de la coordinación y su objetivo, d) el intercambio simbólico entre los miembros.

La labor docente con este grupo etáreo requiere de una postura frente a la problemática del adulto mayor y las actitudes y prejuicios que se sostienen a nivel cultural acerca de la vejez y el envejecimiento y un desafío de contextualización que implica la implementación de argumentos y herramientas pedagógicas específicas para estructurar los contenidos a las necesidades y demandas de este grupo. El docente debe cohesionar el grupo, sosteniendo la posibilidad de cambio, desde la perspectiva de lo que ya se ha logrado proyectarse en nuevos desafíos y mantener el nivel de actividad, la constante motivación, propuestas de innovación y reconocimiento de las habilidades y aptitudes desarrolladas. Asimismo, no deben descuidarse las condiciones situacionales en relación al clima del aula, el respeto por los tiempos de la demanda y el nivel de exigencia, la familiaridad que debe trabajarse a diario en relación con el grupo, el docente y la tarea propuesta. En este sentido, pueden regularse y controlarse los deterioros o modificaciones a nivel cognitivo como pueden ser los déficits sensoriales que entorpecen la recepción de la información o la rapidez de respuesta, aceptar el cambio de la incorporación inmediata del concepto por una construcción más lenta pero más intelectiva del mismo. La valoración de los mecanismos creativos y la facilidad de contextualización y relativización en el campo del aprendizaje como fruto de la experiencia previa, el autoconocimiento, la capacidad de introspección y el manejo de la problemática de la realidad, resulta de una importancia fundamental a la hora de minimizar las resistencias y ampliar la participación y la proyección de las metas del proceso de enseñanza-aprendizaje.

Por último, cabe aclarar que el presente estudio tiene en cuenta los tres primeros cursos de computación señalados, debido a que los mismos han estado dictándose durante varios cuatrimestres, no así el de Internet, cuya reciente introducción no permite evaluar aún los resultados obtenidos.

Mediante un aprendizaje grupal con personas de su mismo rango de edad, se trata de:

Se trata de un curso de computación estructurado en cuatro Seminario–talleres, según orden creciente de complejidad, con una duración cuatrimestral cada uno, en el que se dictan clases teórico-prácticas con ejercitación en PC.

El curso de iniciación está coordinado por un equipo docente compuesto de : un docente a cargo y un psicólogo con la función de observador no participante.

La información consignada vuelve a ingresar explícitamente al grupo en el momento de la evaluación final del curso. Es una "lectura de emergentes" que permite al grupo tomar distancia de lo realizado y lo no realizado, y poder interrogarse acerca de ello.

La hipótesis que se maneja se apoya en la idea de que las dificultades del alumno adulto mayor no sólo tienen que ver con la tarea en sí; se asocian al prejuicio que se tiene en relación a que la edad interfiere en la adquisición de nuevos conocimientos, y a los temores que esto moviliza.

La observación básicamente se orientó a escuchar, registrar y trabajar aquellas verbalizaciones del alumnado en las que se pusieran en juego la expresión de lo emocional, los prejuicios relacionados con la vejez, los temores, las ideas erróneas que indican que el adulto mayor ya no tiene posibilidades de aprender; que si lo hace, será a un ritmo muy lento; que el deterioro físico hace imposible la tarea; que "las neuronas no están como antes". El objetivo del observador es detectar si estos conceptos son válidos o solo se inscriben en concepciones culturales que pueden operar como obstáculo a la hora de aprender.

De acuerdo a la política de la Institución en la que se hallan enmarcados los cursos de computación, se ha establecido la realización de trabajos prácticos y un trabajo final para la aprobación de cada uno de los niveles de los Seminario-talleres. Se ha considerado que la experiencia de enfrentar una evaluación es, en algunos casos, muy positiva porque pone al individuo frente a una situación que debe resolver, y además le obliga a reflexionar sobre lo hecho.

Es rutina de los docentes de los cursos de computación fomentar en el alumno la toma de apuntes, para que estos, junto con la bibliografía que recomienda el docente, le permita reforzar conceptos, aclarar dudas, sobre todo en los momentos de ejercitación en su domicilio.

El PEPAM ha centrado su atención en el estudio de los intercambios en los cursos que se dictan. Esta es una de las razones por las cuales se ha inclinado hacia la metodología en grupo y sus particularidades, acentuando la importancia del logro de la autonomía a través del interjuego con el otro.

Se sostiene la hipótesis de que existe un efecto facilitador en la situación de grupo para la resolución de problemas. Ahora bien, qué se entiende por grupo. Un grupo es un espacio táctico donde se da la producción de efectos singulares e inéditos.

Uno de los fenómenos preponderantes en los grupos es el de la identificación, tomada en su doble dimensión constitutiva: a) fundante del sujeto y posibilitadora de su identidad personal, b) como lazo colectivo, puente que conecta al sujeto con los otros. En el grupo, cada sujeto se presenta con un cuerpo ante el cuerpo del otro: algo hace nudo. El contacto con el otro permite un tipo particular de intercambio. Todos están expuestos a la visión del otro y también pueden ver. Esto genera condiciones de mirada que se desliza entre las tensiones del reconocimiento-desconocimiento; amenaza-sostén; apatía-empatía. Esto establece las condiciones para la organización de redes identificatorias. Tal peculiaridad identificatoria en red hace del pequeño grupo un nudo. Nudo que se constituye en las alternancias de enlaces y descenlaces de subjetividades. Se propician, de tal modo, singulares anudamientos y desanudamientos que orientan al pequeño grupo por los avatares de sus producciones.

Una característica de los cursos de computación del PEPAM, resaltada constantemente por los alumnos, es el abordaje de los conocimientos informáticos mediante un aprendizaje grupal. Quizá esto suene ilógico cuando existen numerosas instituciones que ofrecen cursos para grupos, pero la particularidad que se señala radica en la generación de un ámbito de estudio singular basado en dos principios fundamentales:

La importancia que se da al factor social, a las relaciones humanas generadas durante y después del dictado de los cursos, que son fomentadas por la institución en la que se enmarcan los Seminario-Talleres.

La formación de grupos de estudio con personas comprendidas en un rango de edad limitado entre los 50 y los 90 años, personas consideradas por si mismas y por el medio que las rodea como adultos mayores, con experiencias, frustraciones y miedos similares, que se relacionan mejor con personas de su misma edad, que se enfrentan a los mismos obstáculos de aprendizaje y que se sienten presionados cuando comparten un aprendizaje con estudiantes jóvenes o niños.

Se sienten personas. Y creemos que es ahí donde radica el éxito del PEPAM, una institución donde docentes y psicólogos brindan un apoyo permanente, generando y elaborando actividades pensando en adultos mayores, considerando sus tiempos de aprendizaje, sus problemas y dificultades físicas, sus cuestiones emocionales, etc.

El apoyo entre compañeros ha resultado ser un verdadero aliado en el proceso de enseñanza - aprendizaje, convirtiéndose el factor humano en una de las principales herramientas para adquirir conocimientos informáticos. Al pasar por los distintos niveles, los alumnos desarrollan y manejan códigos comunes, conocen las habilidades o dificultades de cada uno de los integrantes, son solidarios entre ellos.

Asimismo, el hecho de trabajar con personas de su misma edad, que vivieron experiencias y frustraciones similares les permite brindarse más fácilmente, favoreciendo el nacimiento de amistades y de grupos que se autoapoyan.

El adulto mayor se aproxima a este tipo de aprendizaje con un sentimiento claro: " miedo a lo desconocido, a no poder aprender", siendo éste uno de los obstáculos más importantes a superar durante el dictado de los cursos de computación.

Esta situación genera, en numerosos casos, una relación de dependencia afectiva de los alumnos respecto del docente, mostrando una actitud negativa por el cambio de profesor de un curso a otro, por la pérdida que sienten. No obstante, es imprescindible inculcar en el alumno la idea de que el cambio es algo natural, que es necesario adaptarse a él, ya que la tecnología que hoy aprendan no será la misma de mañana, y serán ellos mismos quienes deban reaprender el uso y manejo de las herramientas informáticas.

El adulto mayor tiene la capacidad de aprender, aunque debe enfrentarse a una serie de factores que juegan en contra en este tipo de aprendizaje. No obstante, con la ayuda del docente, de los compañeros que brindan un apoyo incondicional, la contención familiar que los guía y alienta en la mayoría de los casos, salen adelante apropiándose de los contenidos.

Según observaciones realizadas a la fecha, los principales factores perjudiciales para el aprendizaje informático han sido:

Asimismo, pueden mencionarse obstáculos de otra índole, más relacionados a los hábitos de estudio de los alumnos, tales como:

Toma y organización de apuntes de clase: Se pretende que los alumnos tomen nota de la explicación brindada por el docente de manera que puedan recurrir a ella cuando practican en sus domicilios.
No obstante, en cuanto a los apuntes, pueden decirse dos cosas:

Respecto de este tema, la propuesta docente ha sido ayudarlos desde el pizarrón a mantener cierto orden en sus apuntes, remarcándoles los temas más importantes a recordar, entregando apuntes elaborados por el docente que muestran formas diferentes de registrar los contenidos en sus cuadernos y complementando la bibliografía dada.

Constancia en la asistencia a clases: El aprendizaje informático implica una constancia en la asistencia a las clases y una práctica permanente en la máquina. Es común observar que aquellos alumnos que faltan a algunas clases resuelvan de tres maneras sus dificultades:

Es política de los docentes de los cursos de computación del PEPAM alentar en todo momento al alumnado para que no abandone el curso, ayudándolo a integrarse al grupo, puesto que éste ha resultado ser el método más eficaz para brindar contención al adulto mayor y disminuir el porcentaje de desertores.

Aquí surge varias preguntas: ¿cómo es que un grupo identifica lo problemático e implementa los recursos necesarios para superarlos?, ¿cómo es que el obstáculo no impide la tarea?

A través de la experiencia, se ha visto como los grupos van posicionándose frente a las dificultades "tomando la palabra". Se entiende así al grupo sujeto: grupo que enuncia y denuncia, que influye sobre su propia conducta, que es oído pero también es oyente.

Por lo general, los alumnos que tenían en su medio una computadora no la manejaban, desconocían sus características y cuando pedían ayuda se encontraban con alguien que en vez de explicarles qué hacer y por qué, les hacía la tarea o les explicaba qué teclas tocar y nada más.

Ante esta sensación de inutilidad e impotencia, los individuos han manifestado que el PEPAM les ha permitido superar esa sensación al lograr:

Es muy notorio y altamente satisfactorio escuchar al alumnado cuando comienza a eliminar el "no puedo" o el "no me sale" del vocabulario corriente, reemplazándolo por el "¿cómo puedo hacer...?

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** Trabajo presentado al Congreso Infoger ( Informática en Gerontolog ía) Cuba. Setiembre de 2001.