¿Es posible un lugar social para el viejo?
Graciela
Rosconi
grarosconi@yahoo.com.ar
"La vejez ( tal es el nombre que los otros le dan )
puede ser el tiempo de nuestra dicha"
BorgesA través de mi pasaje por diferentes niveles de atención al adulto mayor, he visto y quiero puntuar en este trabajo algunas de las dificultades que transita esta franja poblacional, tan amplia y en progresivo crecimiento, en donde los adelantos en el campo científico - técnico de la biología han logrado que se prolongue la expectativa de vida, mientras que en el plano de lo social y psicológico la problemática no está resuelta.
Tomo el Geriátrico como referente de análisis , éste intenta diferenciarse del gerontocomio pero sigue pareciéndose a un " depósito de viejos", emerge como paradigma de la situación del viejo de hoy, en un momento social caracterizado por la creciente fractura de los vínculos sociales y la consecuente producción de marginalidad.
Esta situación se asemeja a la de la institución psiquiátrica manicomial o asilar, planteando desafíos análogos en la vertiente psíquica, donde todo está a resolverse; ya que la vertiente corporal generalmente es cubierta por controles médicos periódicos, y sabemos que con esto no alcanza.
Aquí se delimita un espacio, y los principales obstáculos son:
- la muerte
- la muerte social, entendida como marginación, como exilio, condenándolos a una espera triste y solitaria
- la muerte mental, despojando a los sujetos de su condición de sujeto deseante.
Entonces me interrogo ¿ está el Geriátrico al servicio de la vida o de la muerte?
Parto de pensar a las Instituciones como espacios de condensación social, porque en sus singularidades se conjugan y anudan prácticas y discursos económicos, sociales, políticos, jurídicos, técnicos ..
Considero que la vejez no está pensada socialmente, negándosele así un lugar, pareciera ser que la familia y las otras estructuras sociales por las que transitan estos sujetos, se articulan y los entrampan dejándolos sin salida, encerrados en geriátricos o psiquiátricos, los que en su mayoría reproducen el modelo social de marginación, sostenido por un entramado de múltiples necesidades como son : la social ( el depósito del viejo), la familiar ( la depositación del viejo) , la propia ( la búsqueda de un refugio) todas ellas atravesadas por el discurso económico, discurso de poder.
El envejecimiento es evidenciado como el internarse en el desamparo afectivo y social, la exageración de la pasividad, la disminución de la capacidad física y el bloqueo de los deseos personales; suele acusarse a los ancianos de egocéntricos, narcisistas , desinteresados, sin capacidad de recepcionar estímulos, respondiendo con la inmovilidad casi absoluta o con conductas repetitivas, tales como pasar largas horas jugando a las cartas sin cruzar más que las palabras requeridas por el juego.
¿Qué tendrán que ver estas conductas manifiestas con sus demandas?
Demandas de amor acrecentadas a través de lo expuesto, sus quejas, peleas, hipocondrías, el reproche hacia sus pares y familiares.
Se debe aceptar este modo de envejecer que los sume en el silencio y en su consecutiva angustia?.Este envejecer como ser negado de palabra y escucha? Como receptor pasivo de los problemas individuales, familiares y sociales?
¿Envejever es llegar a ser un " sujeto paquete" , un objeto de contemplación?
Este es un lugar ideológico, en un ámbito social en donde salud es sinónimo de productividad y esta se limita a lo que ha producir bienes de consumo se refiere.
Pensemos en la JUBILACIÓN, significante que connota a un individuo marginado del circuito de producción y que lo lleva a una serie de pérdidas sociales, porque el trabajo es el que opera una fuerte ligazón a la comunidad, y lo que les queda ahora son las largas y humillantes colas en las puertas de los bancos para cobrar su "haber " y no ya su sueldo.
O en el significante ABUELO , socialmente generalizado, que no se refiere ya a su filiación familiar sino a las características desvalorizadas del viejo, al borramiento de las diferencias, a la pérdida de su identidad.
El objetivo primordial es pensar a la vejez como parte de nuestra vida ," atrevernos a meternos en la cuestión del deseo de un sujeto que envejece -sexualidad y muerte- deseo del viejo, de uno viejo, del viejo de uno, de un viejo deseo". 1
Es por todo lo expuesto que pienso y propongo un perfil de atención diferente para los geriátricos, más del lado de la vida, que sea un espacio para seguir viviendo.
Pensar en la creación de lugares más abiertos a la palabra , así como generar condiciones donde se puedan reconocer y estimular las potencialidades del sujeto que envejece, sin llegar en aquellos casos de personas con mayor grado de deterioro a institucionalizarlos, aunque sea su necesidad habitar en instituciones especializadas.
Priorizar en todos los niveles de esta organización lo que sea rescatable de la memoria social e individual, las oportunidades para trasmitir lo realizado en el transcurso de sus vidas, la valorización del pasado, su historia, la que le permitirá revalorizar su presente, teniendo en cuenta esta dialéctica del futuro como pasado-presente.
Ya desde la admisión , realizar un trabajo interdisciplinario desde donde se escuche al paciente y a su familia y se dilucide el lugar que ocupa en ella, con la idea de posicionarlo desde aquí en un lugar de vida y no de depósito, huérfano ante la angustia de la muerte.
Plantear y actuar un desafío: el de respetar su vínculo social o el de re- vincularlo si éste está quebrado, que la separación de la familia no sea ruptura de lazos tradicionales, que no se transforme en un abismo de vida o muerte.
Propongo ofrecer una sutura a un lugar nuevo y a nuevas relaciones libidinales. Ir trabajando para que pueda insertarse en esta nueva situación, sin confirmar en ella la fantasía que suele despertarse ya en el momento de la jubilación, donde como " sujeto productivo" muere socialmente.
No permitir que se cubra este lugar de imposibilidad, de prejuicio, esta nueva instancia que marca la profundización de esta etapa final y sin perspectivas.
Lo importante a trabajar junto con la familia es el acceso a aquellas necesidades y demandas, dejando un márgen de no respuesta directa, que le permita realizar su elección, dándole así lugar como sujeto.
Cuidar de las falencias características de la edad, respetándosele un espacio que le permita movimiento y participación en la vida cotidiana.
Como ya lo enunciara, la mayor resistencia para el logro de estos objetivos está en el campo socio- económico, desde donde surjen y se profundizan grandes dificultades.
Para hacer factible y armónica esta propuesta propongo la necesidad de :
Personal adecuado para la tarea: no agentes de limpieza que se limiten sólo a la alimentación y al aseo, sino que su accionar trascienda esta tarea.
Trabajo grupal institucional con el personal: tomando como eje la conflictiva de los residentes, saliéndose de la vejez como un lugar del "otro", trabajando sobre la aceptación del envejecimiento como el " nuestro", de la misma forma que para un trabajo psicoanalítico tenemos que asumir nuestros propios conflictos neuróticos.
Trabajo grupal con los huéspedes: en relación a distintas actividades cuyos objetivos particulares contemplen a los generales ya explicitados ; asambleas generales, talleres de re- creación, que apunten a la movilización tanto de los sentimintos como del cuerpo, no como resultantes sino como estructurantes.
Centrar el trabajo en la revelación y estructuración de lo que se descubre a través de las distintas instancias de expresión, desde donde se puede indagar, resumir, ofrecer, dar cuenta de lo que sean posibilidades de producir, seguir produciendo en armonía con su pasado, lo cual significa no adherir a moldes rígidos, como por ejemplo laborterapias instituciomnales que estereotipìan o automatizan al sujeto, despojándolo de sus potencialidades creativas.
De acuerdo a las posibilidades de los sujetos y a sus singularidades, contemplar como necesarios: acompañantes terapéuticos, salidas programadas y elegidas por ellos, y el concierto de estas últimas con las propuestas que la sociedad ofrece, lo fundamental radica en el re- trabajo de estas instancias desde grupos psicoterapeuticos.
EN OTROS NIVELES:
Entiendo como prioritario y urgente indagar en los lugares de producción alrededor de la trama fantasmática y la repercusión en lo social respecto del momento de la jubilación.
Sería importante sistematizar desde las las empresas ( privadas y/o estatales ) un trabajo para acceder a la jubilación evitando un no posicionamiento como pasivo del sujeto.
Con los pacientes ambulatorios implementar las instancias terapéuticas adecuadas a cada sujeto, ya sean individuales y/o grupales, si se trata dela incorporación a un grupo terapeutico realizar previamente entrevistas individuales.
Considero valioso el trabajo en talleres en donde la consigna que pauta el accionar es el aporte personal de ideas, expresiones culturales, actividades re- creativas, reconocidas como propias por quién las sugiere, y como tal ofrecidas, valoradas , compartidas, enriquecidas y aceptadas, ayudando así a que surjan esos constituyentes velados por las experiencias negativas personales y sociales.
A través del dispositivo de taller se logra la emergencia del deseo, previniendo o actuando sobre la inmovilidad, la depresión u otro síntomas neuróticos; es el objetivo estimular potencialidades que lleven a la búsqueda de un proyecto, de un lugar.
RESUMIENDO
El axioma es pensar al viejo en nuestra sociedad, sólo por el camino del reconocimiento de las diferencias.
Tanto en las instituciones geriátricas, como en el domicilio o en la consulta ambulatoria, priorizar la libertad del sujeto, fundada ésta en el respeto a sus deseos, su tiempo y espacio, por el hecho ineludible e inviolable de la condición humana.
No puedo dejar de subrayar la importancia del estado de pobreza de millones de personas que atraviesan esta etapa en nuestro país, situación agravante de trastornos psíquicos, esto demanda un accionar urgente en materia de políticas de salud.
Según Castel " se trata de actuar en los sectores del tejido social donde se producen las fracturas de la relación humana, para ayudar a recuperar lo que entendemos como condición necesaria de un desarrollo subjetivo más pleno: el lazo social, la solidaridad grupal, la sunción colectiva de los problemas".
Notas
1 Graciela Zarebski- " Lectura teórica cómica de la vejez"-Tekne 1990.