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Número 7 - Abril 2001

Destruyendo prejuicios sobre el aprendizaje de los adultos mayores: la experiencia de un taller de inglés

Elmira Estela Brúnner
evargas@unse.edu.ar

Silvia del Valle Zuain
szuain@unse.edu.ar

INTRODUCCION

Nuestra sociedad posee una percepción estereotipada y a menudo negativa respecto a los adultos mayores. Esta percepción negativa se hace más evidente en los medios de comunicación, tiras y programas humorísticos y en la forma que se imita su modo de hablar. Así, la misma definición de "ageism" como ancianismo, (Traxler, 1980) como "cualquier actitud, acción o estructura institucional que discrimina a una persona o grupo por su edad, o cualquier asignación de roles en la sociedad basada pura y exclusivamente en el parámetro edad" , ya refleja un prejuicio en la sociedad respecto a los adultos mayores.

La misma terminación "ISMO" denota negatividad y discriminación, por ejemplo en los términos "racismo, sexismo" No obstante "ageism" (ancianismo) es diferente de otros "ismos" fundamentalmente por dos razones: en primer lugar la clasificación o discriminación por edades no es estática ya que varía a medida que el individuo avanza en el ciclo vital. Se caracteriza entonces por continuos cambios, contrario a lo que sucede con los demás sistemas de clasificación, tales como los de raza, que permanecen constantes y estáticos a través del tiempo. Segundo, nadie está exento de llegar a la vejez, a menos que muera joven, y así todos experimentan esta etapa de la vida.

La vejez puede entonces afectar al individuo en dos niveles. 1) La persona puede ser vieja en relación con otros. 2) puede ser vieja en relación a sí mismo.

Traxler (1980) hace referencia a cuatro factores que han contribuido a esta imagen negativa de la vejez:

El miedo a la muerte en las sociedades occidentales: la muerte es considerada como una afrenta a la vida y fuera del ciclo vital, a diferencia de la filosofía oriental que considera la vida y la muerte como partes del mismo ciclo. En consecuencia, de la misma manera que se teme a la muerte, se teme a la vejez; muerte y vejez son considerados como sinónimos en el mundo occidental (Kastenbaum, 1979). Este autor sostiene que las actitudes y estereotipos de la vejez sirven para aislar al joven y al adulto joven del adulto mayor, justamente por considerarlo como representativo del envejecimiento y la muerte.

El énfasis de la sociedad occidental en el culto a la juventud y a la belleza: Los medios de comunicación enfatizan la juventud, la belleza y el sexo. Los adultos mayores son ignorados o se los describe negativamente. Esto afecta no sólo a cómo los demás perciben a los adultos mayores sino a cómo ellos se perciben a sí mismos.

El énfasis de la sociedad en la productividad: representa otro factor que contribuye a esta visión negativa de la vejez, ya que se define a la productividad únicamente en términos de potencial económico. Ambos extremos del ciclo vital, niñez y vejez, únicamente son considerados como ciclos improductivos que los adultos jóvenes deben cargar y compensar. La niñez, no obstante, es considerada como que tiene un futuro potencial económico, como una inversión a largo plazo; los adultos mayores, en cambio, como improductivos, pasivos financieros carecientes de valor económico alguno.

La forma en la que originalmente se estudió a los adultos mayores: los primeros estudios gerontológicos, pobremente controlados, han reforzado la imagen negativa del adulto mayor, ya que se realizaban en instituciones geriátricas en las que era muy fácil encontrar los sujetos de estudio. Sin embargo sólo un 5 % de la población de adultos mayores se encuentra en esas instituciones y en consecuencia no es representativa de la totalidad de esa población.

Según la Asociación Psicológica y Psiquiátrica Americana (American Psychiatric Association (1994) Diagnostic and statistical manual of mental disorders (4º edit.) Washington, DC) algunos de los mitos más comunes acerca de los Adultos Mayores son:

La mayoría de los adultos mayores se parecen mucho. (En la realidad constituyen un grupo etareo muy diverso.)

Generalmente están solos y se sienten solos (Por el contrario, la mayoría mantiene una relación muy estrecha con su familia)

Son enfermos, frágiles y dependientes. (La mayoría son independientes)

Frecuentemente sufren deterioro cognitivo. (En realidad, si bien hay una disminución en algunas de las capacidades intelectuales, no son lo suficientemente graves para afectar su vida diaria)

En general sufren de depresión. (En realidad la depresión se da más en adultos jóvenes que en los ancianos, quienes evidencian menor índice de desórdenes psiquiátricos que las personas más jóvenes).

Con la edad las personas se vuelven más inflexibles y más difíciles de tratar. (Una variedad de estudios demuestra que la personalidad se mantiene más estable durante la segunda mitad de la vida adulta que en la primera. En realidad la personalidad de cada uno sigue siendo casi la misma a través de toda su existencia.)

La mayoría encuentra muy difícil adaptarse a los cambios inevitables asociados con el envejecimiento. (A pesar de los posibles deterioros físicos o cognitivos que los AM pueden sufrir, la mayoría desarrolla mecanismos efectivos de adaptación, ya sea en forma espontánea o a través de un aprendizaje. Los AM, en general, se adaptan con éxito a los desafíos y cambios que se presentan con la edad).

En el capítulo The Tragedy of Old Age in America, Robert N. Butler, también hace referencia a mitos y estereotipos que rodean a la tercera edad.

El Mito del "Envejecimiento": La idea del envejecimiento cronológico (medir la edad de uno según el número de años vividos) es una clase de mito. Hay, en efecto, grandes diferencias respecto a la velocidad de envejecimiento fisiológico, psicológico, cronológico, y social en cada persona y de persona a persona. A medida que avanzan en edad, los AM se diferencian más entre ellos en lugar de parecerse más. La edad cronológica, por lo tanto, es un indicador práctico pero impreciso del estado físico, mental y emocional de una persona. La mayoría de las personas no sufren graves daños cerebrales o discapacidades mentales durante gran parte de su tercera edad.

El Mito de la "Improductividad": Muchos creen que los ancianos son improductivos, pero ante la ausencia de enfermedades o problemas sociales, la gente mayor tiende a ser más creativa y a mantenerse activa y productivamente involucrada en la vida. Muchos se vuelven inusualmente creativos en esta etapa, al poder descubrir y expresar talentos innatos y excepcionales. Muchos de ellos continúan contribuyendo con su familia y su comunidad en una variedad de formas incluyendo un empleo activo. Es obvio que de haber disponibilidad de empleos y otra concepción a nivel social, económico y político , respecto de la vejez, mayor sería el número de AM en los mismos.

El Mito del "Retraimiento": Según este mito la gente mayor prefiere desengancharse de la vida, retraerse sobre sí misma, eligiendo vivir solos o tal vez con sus pares. Irónicamente, algunos gerontólogos sostienen esta idea. Un estudio, "Growing old: the process of disengagement (Envejeciendo: el proceso de retraimiento)" presenta la teoría de que la separación de los ancianos de la sociedad y ésta de los ancianos es parte natural de la experiencia de envejecer. Sin embargo no hay evidencia que sustente esta teoría, y el retraimiento sería solo uno de los muchos patrones de reaccionar a la vejez.

El Mito de la "Inflexibilidad": La habilidad de cambiar y adaptarse tiene poco que ver con la edad y mucho con el carácter de cada uno. Las personas cambian o se mantienen abiertas al cambio hasta el final de sus vidas. El cambio es el sello o marca de la vida, y la noción de que los mayores se vuelven menos sensibles a las innovaciones y a los cambios como consecuencia de la edad, no está avalada ni por los estudios científicos, ni por las observaciones diarias, ni por las experiencias clínicas psiquiátricas.

El Mito de la "Senilidad": Parte de lo que se denomina senilidad es el resultado de daños cerebrales. Pero la ansiedad y la depresión son frecuentemente incluidos en la misma categoría de senilidad, aún cuando son tratables y a menudo reversibles. Los adultos mayores al igual que los jóvenes experimentan una gama completa de emociones, incluyendo ansiedad, pena, depresión y estados paranoicos.

El daño cerebral real e irreversible no es un mito, por supuesto, y dos condiciones principales crean desórdenes mentales: una es la arterioesclerosis y la otra se conoce como enfermedad cerebral senil.

El Mito de la "Serenidad": A diferencia del mito anterior que considera a los adultos mayores desde una perspectiva negativa, el mito de la serenidad describe a la vejez como una época de paz y serenidad relativa, cuando se puede relajar y disfrutar los frutos de años de trabajo. Pero, en realidad, las personas mayores experimentan más tensiones que cualquier otro grupo de edad, tensiones creadas por la necesidad de responder a los cambios y a las circunstancias de esta etapa de la vida. Estas tensiones muchas veces se manifiestan en enfermedades psicosomáticas, ansiedad, depresión e irritabilidad al tener que enfrentar pobreza, soledad y posiblemente una autoestima inevitablemente disminuida a consecuencia de un estado personal y social inferior.

Enrique Fernández Lópiz, en "Ideas y Actitudes improductivas en la enseñanza con AM" dice que la educación constituye uno de los recursos básicos a implementar para mejorar la vida de los AM al permitirles evolucionar, continuar creciendo y mejorar su calidad de vida y bienestar. Pero fundamentalmente hace hincapié en las argumentaciones científicas que descubren lo falaz de los prejuicios y actitudes negativas en torno a la vejez, y recalca la necesidad de brindar a los docentes de los programas de AM una formación psicogerontológica y psicosocial que les posibilite una cosmovisión teórica y experimental de la vejez, a los efectos de evitar que esas actitudes y prejuicios contaminen la tarea educativa. Así, por ejemplo, un docente de AM que muestra una actitud hiperproteccionista y paternalista impide el progreso del alumno, alienta la dependencia y la inutilidad y por ende lo mantiene impotente, frenado, incapaz de evolucionar.

Experiencia con el Taller de Inglés

A partir de la experiencia de nuestras colegas con los AM en los talleres de Inglés del Programa Educativo de Adultos Mayores (PEAM) en nuestra universidad, pudimos observar que, si bien los resultados obtenidos eran buenos, el ritmo de la clase era lento y los contenidos cubiertos escasos. Se nos planteó la duda si ésto se debía a limitaciones en la capacidad de aprendizaje de los alumnos o al hecho de que los docentes estuviesen influenciados por los prejuicios ya mencionados.

Tal observación nos llevó a decidir incorporamos como profesoras en los talleres de Inglés del PEAM y así lograr, a través de una experiencia de primera mano, dar una respuesta a nuestros interrogantes. En el año 2000 se experimentó con dos grupos del PEAM conformados por mujeres de entre 60 y 75 años, clase media, en su mayoría jubiladas docentes, con uno o dos talleres previos de inglés de dos horas semanales. Algunas de ellas habían iniciado sus estudios del idioma en su juventud y los deseaban retomar, otras lo hacían por primera vez y por diversos motivos. De todos modos, al ser una elección propia y voluntaria, estaban muy motivadas. Sin embargo, el entusiasmo generado por su motivación interna se veía disminuído por los temores y prejuicios de pensar que a "esa edad" resulta muy difícil, casi imposible, aprender una lengua extranjera.

Los dos Talleres anteriores (1998-1999), Inglés I y II, a nuestro criterio desarrollados a un ritmo lento, les proporcionaron los rudimentos del idioma como, por ejemplo, proporcionar y solicitar información personal, describir la rutina diaria, hablar de la familia, su casa y pasatiempos.

Por el contrario, en el 2000, fieles a nuestra hipótesis respecto a los prejuicios, desde un primer momento imprimimos a las clases un ritmo exigente, desprovisto de todo preconcepto negativo, con variedad de actividades tendientes a desarrollar las cuatro habilidades del idioma (hablar, leer, escuchar comprensivamente y escribir). Se reforzaron aquel las actividades destinadas a lograr una mejor pronunciación y aquellas orientadas a mejorar la comprensión auditiva, dos de las dificultades más comunes entre los mayores. Las alumnas respondieron con entusiasmo y dedicación. Se observó mucha camaradería y solidaridad en los grupos. Las más avanzadas ayudaban a las rezagadas. En general, a pesar del ritmo exigente, siempre expresaron su complacencia de ser tratadas como personas normales y no como minusválidas.

Se utilizaron recursos didácticos variados, material impreso, cassettes de audio y video, juegos de roles, multimedia, y otros. Todas participaban activamente. Cada clase relataban a sus compañeras sus actividades del fin de semana, leían cuentos o historias breves y las reproducían con la ayuda de viñetas. Fueron capaces de relatar y escibir sus autobiografías, hablar de sus familias y de su pasado, usar estructuras complejas para expresar sus deseos sobre el presente y el futuro y comentar sobre lo que hicieron o dejaron de hacer en el pasado.

El desafío mayor fue reforzar sus aprendizaje mediante el uso de un programa de Inglés en CD en la computadora. Si bien al principio se mostraron temerosas y algo escépticas de poder aprender a usar ese "pequeño monstruo", se las alentó y se les trasmitió confianza. Una vez frente la computadora, se les enseñó los rudimentos de su uso en forma simple. Después de la primera clase, el entusiasmo fue inmenso, porque pudieron compartir sus conocimientos con sus nietos e hijos y no sentirse ajenas a los avances de la tecnología de este mundo moderno. En general, sienten que son capaces de hacerlo y lo logran. Consideraban un premio ir al laboratorio y trabajar con la computadora. Realizaron actividades de comprensión auditiva, ejercicios gramaticales, y las más rápidas enseñaban a las más temerosas o lentas o, al terminar la tarea asignada antes del tiempo previsto, navegaban por el programa y elegían la actividad que deseaban realizar.

Alguna de sus expresiones el primer día de experiencia con la computadora fueron: "En mi vida he visto una computadora", "Con razón se apasionan los chicos", "Es una experiencia única", "No te puedes morir sin conocer", " ..."es increíble, nunca pensé que iba a estar frente a una computadora y trabajar como he trabajado."

Hoy, la reflexión sobre la práctica reallizada nos permite afirmar que los mitos y estereotipos que rodean a la vejez pueden ser explicados, en parte por la falta de conocimiento, y en parte por un insuficiente contacto con los adultos mayores. Además, estos mitos y prejuicios, inconscientemente, nos llevan muchas veces a ignorar la crisis económica y social de los AM, como así también a evitar a aquellos que nos recuerdan la realidad personal de nuestro propio envejecimiento. Desafortunadamente, todavía existe la tendencia a esterotiparlos respecto a sus capacidades y disposición al aprendizaje. Si trasladamos esos prejuicios a la aptitud para aprender un idioma extranjero, ellos parecen acentuarse aún más. En consecuencia, todo programa educativo de AM debiera tener en cuenta aquellas características particulares de este grupo etareo que los distinguen de los niños, jóvenes y adultos. Una de ellas y quizá la más importante, es el riquísimo bagaje de conocimientos y experiencias que ellos traen al aula, lo cual puede y debe ser explorado y explotado en la situación de aprendizaje.

Una vez despojado de los prejuicios y mitos que afectan negativamente la tarea educativa, no debemos olvidar que sean cuales fueren las circunstancias individuales de los AM, éstos tienen el potencial de continuar aprendiendo hasta el final de sus vidas.

Bibliografía:

Administration on Aging Fact Sheet." Age Discrimination: A Pervasive and Damiging Influence". Washington, DC. Estados Unidos. Página de Internet.

Butler, Robert N. M.D. "Why Survive? Being Old in America". Harper- Collins Publishers Inc. 1975.

Friedan, Betty. "My Quest for the Fountain of Age", de la obra "The Fountain of Age". New York: Simon and Schuster, 1993.

Fernández Lópiz, Enrique. "Ideas y Actitudes Improductivas en la Enseñanza con Adultos Mayores", artículo de la obra " Propuestas".

Plett Peter C., Lester B. "Capacitación de las Personas de Edad: Manual de Orientación". (Traducción de "Training for Older people, A handbook". 1991) Ginebra, Oficina Internacional del Trabajo. 1993.

Stadelhofer Carmen. "´LiLL´ as an information and communication platform on the Internet for people in the third age and younger who are interested in continuing education". LiLL:Learning in Later Life. Universidad de Ulm, Alemania.

Tamer, Norma. El envejecimiento humano. Sus derivaciones pedagógicas. Interamer 51-Serie Educativa. OEA, 1995.

Woolf, Linda M Ph.D. "Theoretical Basis of Ageism" Webster University. Pág. de Internet.

Woolf, Linda M. Ph.D."Test your knowledge about Aging". Webster University. Pág. de Internet.

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