Número 5 - Junio 2000

Editorial

Virginia G. de Viguera
tiempo@psicomundo.com

Estamos transitando el año 2000 y Tiempo sale al espacio con nuevos trabajos, viejos y nuevos colaboradores, nuevo diseño en su presentación, invitaciones de participación y también...algunas distinciones. Eso muestra que crecemos .

Crecemos porque estamos cumpliendo con aquel objetivo planteado en la primavera del 98 cuando balbuceábamos que Tiempo nacía abriendo un espacio para la Psicogerontología donde el intercambio se desplegara fructífero y enriquecedor.

Crecemos a la par que crece la esperanza de vida y los Adultos Mayores demandan su merecido lugar en la sociedad.

Crecemos al incorporar los adelantos que la tecnología, que con la celeridad de su desarrollo, nos permite implementar nuevas formas de comunicación.

Crecemos mientras difundimos eventos, congresos, encuentros, proyectos, experiencias, intercambios, conclusiones acerca de todo lo que atañe a la Psicogerontología.

Crecemos al llegar a miles de lectores en todo el mundo, profesionales, docentes, alumnos, adultos mayores; ya contábamos al cerrar este Editorial con 7921 personas que llegaron a la Revista desde 43 países.

Crecemos al ampliar la lista de colaboradores.

Crecemos al estimular y participar de nuevos proyectos.

Tiempo fue invitada y participó del I Encuentro Iberoamericano de Programas Universitarios de Adultos Mayores realizado en Sevilla , España, del 6 al 8 de Abril./2000.

Tiempo participará también en el Encuentro de Programas Universitarios a realizarse en Paraná, Entre Ríos, en Octubre /2000.

Y Tiempo fue distinguida en las Jornadas de Informática 2000, como difusora de la Gerontología en Internet. Estas Jornadas se realizaron recientemente en Cuba.

Con todo esto ingresamos al 5to número de la Revista, agradeciendo a todos los que que algo tienen que ver con su permanencia y crecimiento: a Michel Sauval y el equipo de Psiconet, a los colaboradores de las tres secciones, a los profesores que utilizan el material aportado por Tiempo como referencias bibliográficas en sus programas, a los lectores, muchos de los cuales nos hacen llegar sus estímulos.

Reiterando la invitación a enviar sus trabajos, experiencias y aportes, me despido hasta el próximo número.

Dra. Virginia Viguera. Junio de 2000.