Vicisitudes de la práctica profesional con aultos mayores
David Zolotow
Si supiésemos que todos, todos, llevamos un viejo encima.
Jean M. Serrat: Llegar a viejoResumen:
Cada vez hay más adultos mayores en todo el mundo, las proyecciones indican un aumento sostenido hasta mediados del siglo XXI, llegando en algunas sociedades en los próximos años, a que la población mayor supere en número a los niños y jóvenes. Situación esta que demanda en todos los casos la formación de personal preparado y la ampliación y creación de nuevos servicios, para afrontar estos cambios demográficos.
Esta situación conlleva a que cada vez más profesionales incursionen en este campo, algunos por elección otros por ser una opción laboral más, en ambos casos deben afrontar los desafíos de trabajar por un mejor vivir, con la muerte presente.
La evidencia empírica, nos muestra que no todo profesional quiere, ni puede, ni desea trabajar con mayores, y aun así aquellos que lo realizan voluntariamente y entusiastamente, muchas veces no tienen presente las dificultades que pueden presentarse en esta tarea, o realizan sus prácticas profesionales sin adecuada preparación ni supervisión.
En el presente trabajo se presentan diferentes obstáculos que pueden surgir en la intervención con adultos mayores y la forma de mejorar dicha situación.
La preparación previa.
En la Segunda Asamblea Internacional del Envejecimiento, realizada en Madrid 2002, organizada por Naciones Unidas y que contó con representaciones de todo el mundo en el documento final se enfatizo la importancia de la formación de los diversos recursos humanos que trabajen con personas mayores.
Desde entonces se incrementaron en forma considerable las ofertas formativas, por diversas instituciones educativas, ministeriales y ong’s.
La oferta es desde cursos cuatrimestrales a formación de grado y pos grado.Se distinguen diferentes paradigmas que abordan la temática del envejecimiento, aquellos que consideran a los mayores un recurso social y que devienen en políticas y programas de promoción e inserción social, favoreciendo “una sociedad para todas las edades”, frente a otros influenciados por ideas estereotipadas o conceptos prejuiciados sobre esta etapa, considerando que es una carga, generando políticas asistencialistas para “atender a la clase pasiva”.
En menor grado la formación es equilibrada entre ganancias, crecimiento y dificultades.Estos profesionales, técnicos, personal auxiliar o voluntarios, formados y capacitados con determinados marcos teóricos metodológicos se relacionaran con los mayores, generando vínculos de aprendizaje y comunicación, que posibilitan el crecimiento y desarrollo de potencialidades o si son portadores de estereotipos, generan vínculos de dependencia que empobrecen a todos.
Aun cuando las intenciones y conocimientos son adecuados, en la práctica concreta se observan contradicciones entre el ser y hacer. Si bien se expresa la importancia de la atención personalizada, la promoción de la independencia y la autonomía, el respeto a la dignidad humana, el favorecimiento de la inclusión y participación social, el mejoramiento de la calidad de vida, en la puesta en practica de estos principios, muchas veces se producen dificultades que impiden la concreción de los mismos
Nuestro crecimiento personal, interrogantes
Siguiendo a J. M. Serrat en su canción: “Llegar a viejo” en una de sus estrofas dice: “ si todos, supiésemos que todos, llevamos un viejo encima” , deberíamos interrogarnos a cerca de que viejo(a) llevamos encima, que imágenes de vejez o vejeces, hemos internalizado en los primeros años de nuestra existencia, ya que el contacto con abuelos, tíos, padres o vecinos mayores o el relato acerca de ellos, han dejado señales, huellas que seguramente aparecerán en la tarea con mayores, favoreciendo o dificultando el desempeño profesional.
Simone de Beauvoir en su libro: “La vejez” refiere en sus primeras páginas que:
Cuando Buda era todavía el príncipe Sidarta, encerrado por su padre en un magnifico palacio, se escapó varias veces para pasearse en coche por los alrededores. “En su primera salida encontró a un hombre achacoso, desdentado, todo lleno de arrugas, canoso, encorvado, apoyado en un bastón, balbuceante y tembloroso. Ante su asombro, el cochero le explico lo que es un viejo. Que desgracia exclamo el príncipe, que los seres débiles e ignorantes, embriagados por el orgullo propio de la juventud, no vean la vejez. Volvamos rápido a casa. De que sirven los juegos y las alegrías si soy la morada de la futura vejez”. Buda reconoció en el anciano su propio destino, porque nacido para salvar a los hombres, quiso asumir su condición total.
¿Que sucede cuando se ha crecido con temores y prejuicios, conscientes e inconscientes
acerca del proceso del envejecer?, ¿Cómo afecta esto el desempeño profesional?Como profesionales podemos elegir determinadas áreas de trabajo, seleccionando problemáticas o grupos o situaciones de nuestro agrado y evitar las desagradables o aquellas difícilmente toleradas debido a nuestras ideas estereotipadas.
Pero si tenemos temores y prejuicios acerca de las personas viejas, como seguramente de no mediar situaciones especiales o accidentes llegaremos a ese período de la existencia, corremos el riesgo de ser víctimas de nuestros propios prejuicios, y que la historia sea escrita por otros y no por nosotros.
La formación y capacitación, ¿es suficiente garantía para el trabajo con adultos mayores?, ¿se tienen en cuenta los aspectos que favorecen un buen desempeño?, ¿el entusiasmo y el espíritu de servicio garantizan una tarea eficiente?, ¿estamos en condiciones de afrontar los desafíos de trabajar con aquellos que cursan el último periodo de la existencia y su finalización?
Estos y otros interrogantes, aparecen al evaluar las formas de intervención que realizan las personas que se desempeñan laboralmente con mayores ya que es frecuente la presencia de dificultades en la realización de la tarea.
Los obstáculos
El diccionario nos informa que la palabra obstáculo, proviene del latín y significa impedimento, dificultad, inconveniente.
John Dewey, expresa: “La función intelectual de las dificultades es la de conducir a hombres y mujeres a pensar”.Las dificultades y los obstáculos, nos interrogan acerca de nuestro trabajo, nos obligan a reflexionar acerca de los problemas y sus probables orígenes, un análisis de los mismos y la consiguiente sistematización permite distinguirlos en :
- epistemológicos,
- epistemofílicos,
- contextuales o del ambiente.
División artificial a los fines explicativos, ya que en las intervenciones aparecen entrelazados y articulados, influyéndose en forma mutua.
Los obstáculos epistemológicos, siguiendo a Gastón Bachelard, se relacionan con los aspectos cognitivos, con el saber adecuado, con el conocer la temática que se está abordando.
Define un obstáculo epistemológico: “Como el impedimento de orden académico que limita o inhibe la progresión en la construcción del conocimiento”. Se manifiesta verbalmente como: “no sé”, “no me sale”, “no lo entiendo” o “no puedo”.Este autor afirma que se aprende en contra de un conocimiento anterior, que en la construcción de nuevos saberes el primer obstáculo es la experiencia básica o el conocimiento previo, las personas tienen ideas propias del cómo y el por qué de las cosas son como son, situación que carga de subjetividad las observaciones y aprendizajes y puede dar lugar a concepciones erróneas, ya que las cosas se ven tal como se quieren ver y no como realmente son.
- Se manifiestan, cuando la intervención está condicionada por los prejuicios.
Los viejos no aprenden
No cambian los hábitos
Son asexuados
Tacaños
Avaros
Rígidos
Con mal carácter
Viven del y en el pasado
Siempre se quejan de su salud.
Etc.
- Cuando usamos la generalización, o el reduccionismo, evitando la complejizacion.
- Cuando los conocimientos científicos no están actualizados, por ejemplo ignoramos sobre la plasticidad cerebral.
- Cuando cualquier olvido, equivale a tener alzhéimer.
- Cuando carecemos de información suficiente sobre los recursos existentes.
- Cuando tenemos temor a conversar sobre la muerte.
- Cuando creemos que las perdidas aparecen en este período del existir, e ignoramos que el transcurso vital implica ganancias y perdidas
- Cuando no podemos diferenciar el duelo normal del patológico.
- Cuando creemos que con el conocimiento de teorías a cerca del ser humano, es suficiente para entender a las personas, y no llegamos a comprender, que esto se produce, cuando dichos saberes forman parte de la experiencia viva, de lo contrario, quedan sin integrarse o son aplicados indiscriminadamente.
Los obstáculos epistemofílicos, mencionados por Enrique Pichón Riviere, siguiendo a Bachelard, aparecen ligados a los aspectos emocionales, a las vivencias de los sujetos.
El obstáculo epistemofílico es un impedimento de orden personal ligado a la afectividad del sujeto. Le impide entender, comprender intelectualmente, pero el origen de la dificultad cognitiva es emocional.
La propia historia, sus creencias, saberes previos, valores y hasta prejuicios inciden en el momento de la apropiación de algo nuevo generando conductas estereotipadas o
actitudes reactivas: enojo, angustia, bloqueo.
- Cuando desempeñamos un rol paternal y no profesional.
- Cuando percibe en la entrevistada, algún aspecto de la propia madre y por consiguiente, pasa a sentirse ella misma una niñita, incapaz de ayudar al adulto que tienen frente a ella.
- Cuando se dan consejos o sugerencias, sin tener los suficientes datos y sin saber como lo recibirá el entrevistado.
- Cuando frente a un grupo de mayores, jugamos el rol del hijo bueno.
- Cuando no podemos establecer un encuadre adecuado.
- Cuando no podemos ejercer la estructura de demora.
- Cuando no respetamos la distancia óptima.
- Cuando permitimos ser usados como tacho de residuos.
- Cuando infantilizamos con nuestras expresiones.
- Cuando maltratamos por negligencia.
- Cuando no dejamos correr las fantasías e ilusiones, aferrándonos a la conciencia y la realidad.
- Cuando pasamos de la impotencia a la omnipotencia y viceversa.
- Cuando no hemos hecho los propios duelos y elaboraciones sobre nuestras propias pérdidas.
- Cuando mencionar el tema de la muerte es tabú.
- Cuando fomentamos la dependencia excesiva.
- Cuando no podemos favorecer las potencialidades de los mayores y vemos solo sus carencias.
- Cuando carecemos del sentido del humor.
En estas últimas situaciones, juegan las ansiedades que despierta esta tarea, fenómenos transferenciales y contra transferenciales, fantasías, miedos, ilusiones que interfieren en el trabajo.
Los obstáculos del contexto, se refieren al medio social y la formación de subjetividad, se manifiestanCuando:
- se carece de una cultura positiva del envejecimiento, aceptada por la sociedad.
- la visión sobre este grupo es negativa.
- las políticas sociales no brindan, diversidad de recursos, bienes y servicios.
- no hay seguridad económica y actualizada, que permitan vivir satisfaciendo las necesidades.
- las personas viejas son considerados una carga.
- el medio sociocultural, ignora y rechaza a los mayores.
- los medios de comunicación se hacen eco de los prejuicios existentes y estereotipan esta temática.
- se piensa en asistir y no en promocionar.
- los problemas de salud, tienen una sola respuesta, la institucionalización.
- no se generan servicios domiciliarios
- las barreras arquitectónicas dificultan el traslado de las personas.
- faltan transportes accesibles y seguros.
- no hay espacios educativos, creativos y de promoción de la salud.
- los mayores son usados con fines clientelares o electorales.
- no se llevan adelante políticas de inclusión.
- la participación es solo nominal.
- no se promueve la participación e integración social activa y autónoma en familias, comunidades, organizaciones e instancias decisorias.
- no se logra que mujeres y hombres, muy mayores, tengan sus necesidades básicas satisfechas, y protección social frente a riesgos de vulnerabilidad.
- faltan políticas de empleo y retiro laboral, con acceso a esquemas flexibles de jubilación y condiciones de trabajo adecuadas a la capacidad funcional.
- no se promueve la participación e integración social activa y autónoma en familias, comunidades, organizaciones e instancias decisorias.
La supervisión
En el trabajo social, así como en otras disciplinas, el ejercicio profesional cuenta con un recurso que nos permite reflexionar acerca del rol que desempeñamos, sus fortalezas y debilidades y también desarrollar diferentes conductas, elaborar estrategias y optimizar potencialidades, se trata de la supervisión, práctica desempeñada generalmente por expertos en la temática y con experiencia en el ejercicio profesional.
La supervisión, similar o equiparable a los ateneos, o evaluaciones o control, o revisión de prácticas, implica acompañamiento y retroalimentación.
Permite compartir la pesada responsabilidad y las ansiedades que se despiertan en el curso del trabajo, permite controlar la distorsión producida por problemas personales, contrarrestar la rutina, seguir aprendiendo y desarrollar las actitudes y aptitudes tendientes a acompañar estos procesos.Práctica que, en el Trabajo Social, es más declamada que llevada a cabo regularmente, pero que bien realizada incide positivamente en el desarrollo de la actividades.
La supervisión es esencial, no para suprimir las ansiedades, sino para verificar si los problemas personales, interfieren o no en el proceso. Favorece la capacidad de comprender, sostener y contener el dolor emocional de los demás, la resolución de problemas y de las capacidades de toma de decisiones. Posibilita el cambio de de concepciones erróneas y expectativas no realistas.
Conclusiones
Se han enfatizado los obstáculos en esta presentación, para dar lugar al desafío de reconocerlos, afrontarlos y superarlos constituyendo logros o resistirlos, negarlos e ignorarlos continuando con las dificultades.Trabajar con mayores es acompañar un proceso, un recorrido en el curso vital de la existencia, es acompañar muchas veces a descubrir nuevos proyectos de vida, es estar con personas que por lo general, tienen más años de vida que quien trabaja con ellas. Tienen historias, vivencias, experiencias, saberes, que constituyen su capital vital con el cual podremos contar en nuestra tarea.
Es establecer un buen vínculo, que según Pichón Riviere es una estructura compleja, que incluye un sujeto, un objeto, su mutua relación con procesos de comunicación y aprendizaje. Adecuada comunicación y aprendizaje para quienes se relacionan, transformándose en sujetos activos, capaces de aprehender de logros y obstáculos, capaces de transformar y transformarse a su vez, estableciendo un inter juego dialéctico con el medio y no una relación rígida, pasiva y estereotipada.
Afrontar los obstáculos, reconocer que existen, a veces puede generar situaciones críticas, crisis, que como expresan los chinos, se convierten en oportunidad para aprender y crecer o se transforman en situaciones paralizantes.
Pero afrontar y reconocer los obstáculos es también un compromiso profesional para
optimizar el trabajo, y es también una muestra de consideración y respeto a los derechos de las personas mayores. Reconocimiento de los derechos en la reflexión y en la acción, no solo en escritos que quedan en letra muerta.Respeto por los derechos es también respeto por uno mismo, implica la construcción constante de conocimientos, un modo diferente de pensar, una actitud creativa de transformación que nos ayuda a encontrar placer y satisfacción, trabajando para un buen vivir.
Referencias y fuentes consultadas.
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Salvarezza Leopoldo. La vejez una mirada gerontológica actual. Paidos 1998.
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Zlotnik Mónica. Fichas de cátedra Psicología Evolutiva. Universidad CAECE . Argentina. 2010.
Zolotow David. Los devenires de la ancianidad. Editorial Humanitas 2002.
Zolotow David. Fichas de cátedra, Trabajo Social y tercera edad. UBA. 2008-2013.
En Red Latinoamericana de Gerontología. www.gerontologia.org
Documentos de la Cepal. 2004- 2010.
Artículos: Elisa Dulcey-Ruiz