Abarcar la vida completa
Prof. Dra. Adriana María Adela Alfano
Todo ser humano nace, crece, puede o no desarrollar sus potencialidades, puede o no trabajar y/o formar un hogar, puede enfermarse o no, pero, inexorablemente va a morir. El hombre vive y muere y la muerte, la última etapa de la vida lleva implícita un proceso (actitudes y vivencias)que como tal forma parte también de la vida y al cual el hombre se enfrenta.
Hoy día el prejuicio de hablar sobre la muerte sigue vigente. Pareciera que silenciar la muerte da más vida a la vida cuando, en realidad, la concepción que tengamos sobre la muerte dará más vida a la vida, es decir, dará sentido a la vida.
Aunque cada vez se conocen con más detalle las circunstancias y procesos en los que se desarrolla la vida, definir la vida humana o saber precisar cuándo empieza o cuándo acaba realmente, son cuestiones todavía sin resolver. Y la dificultad radica en que nos encontramos frente a lo que consideramos un continuum, tanto en su origen como en su acabamiento existencial y por otro lado, no sólo compete a lo biológico sino también a lo biográfico.
Cuándo termina? Cuando se da el último suspiro es la verdadera muerte de la persona? Lo sabemos? Muchos son los estudiosos en el campo de la filosofía y de las ciencias sociales y jurídicas que han pensado y piensan sobre el tema.
A diferencia de muerte, morir es una categoría existencial, espiritual y psicosocial de un alto componente subjetivo y se encuentra mediado por componentes culturales. Ante la muerte hay tantas reacciones posibles como pacientes moribundos y su entorno familiar. La muerte es más un proceso que un evento. Proceso que transcurre en el marco de una historia personal.
Quiere referirme a un trabajo de investigación realizado en mi consultorio sobre las actitudes y vivencias del adulto mayor ante la muerte y el morir. Les administré un cuestionario y a continuación resumí algunas conclusiones
ACTITUDES Y VIVENCIASDEL ADULTO MAYOR ANTE LA MUERTE Y EL MORIR
- -El 100% de los adultos mayores no se disgustaron y estuvieron dispuestos a hablar del tema
- -El 85% no piensa nunca o casi nunca en la muerte
- -El 87% no tiene miedo a morirse, sí al sufrimiento y a la invalidez
- -Ante la muerte el 40% la acepta, el 50% la pospondría
- -En cuanto al modo de morir: el 99% quisiera morir "de golpe" y en cuanto al lugar el 84% desea morir en su casa
- -Quién/enes les gustaría que lo acompañen? El 90% afirma la familia y el resto alguien cercano. Ninguno mencionó el Hospital o acompañado por médicos
Esta investigación me resultó de mucha utilidad, por un lado para poder evaluar que los prejuicios sobre la muerte eran míos y no de los adultos mayores y por otro lado percibir la naturalidad con la que ellos hablan del tema.
Abordar el tema de la muerte con los viejos nos descubre dimensiones insospechadas. La muerte para él es algo natural, muy próxima, es el fin de "algo que se ha cumplido", algo que se ha hecho bien o mal (la vida transcurrida) pero es el fin al fin. Los adultos mayores no tienen miedo a morir, no les disgusta hablar del tema, más aún, aceptan la muerte y con ella completan esta vida terrenal.
Hemos hablado del proceso. Quiero decir dos palabras sobre los derechos
LOS PACIENTES Y SUS DERECHOS
Cómo quiero morir? Con quién a mi lado? Tengo derecho a morir como yo quiero? A veces los médicos se empecinan en extender la vida aún más allá de las posibilidades fisiológicas y del deseo de sus pacientes y a esto se lo llama " encarnizamiento terapéutico". Esto se debe al avance tecnológico que permite hoy prolongar la vida a través de instrumentos (respidarora artificial, diálisis, alimentación artificial, etc) olvidando que la muerte es siempre el fin de la vida
Como contrapartida al avance que la sociedad hace sobre libertades individuales, surge la soberanía de la propia vida que tiende a proteger la intimidad, y que se conoce como el principio de autonomía.
Desde el campo de la Bioética se vienen desarrollado doctrinas para facilitar el desempeño de los profesionales médicos y la sociedad frente a los problemas éticos que se instalan en el escenario profesional e institucional y si bien se van plasmando en diferentes normas, aún así no contemplan los problemas reales entre los enfermos y el equipo de salud.
Las instrucciones previas no deberían considerarse como un proceso jurídico, sino como un proceso de comunicación integral que comprende a profesionales médicos y su equipo, pacientes, familiares y en última instancia la sociedad en su conjunto.
Actualmente se ve la necesidad de replantear estrategias de implantación de las voluntades anticipadas, dejando un poco de lado los documentos en sí, y buscar procesos comunicativos más amplios entre profesionales, pacientes y familiares que ayudaran a mejorar la calidad moral de las decisiones al final de la vida. La relación médico-paciente es el lugar apropiado para desarrollarlo.
Un trabajo de mi autoría sobre los deseos de los adultos mayores mostró
- La población encuestada tenía un promedio de 75,4 años predominando la población femenina (73,8%) sobre la masculina (26,2%),
- Son argentinos en su amplia mayoría (83,8%),de religión católica
- Más de la mitad de la población (62,6%) no superó el nivel educativo primario
- El estado civil revela que el 50% está en pareja (44,4% casado, 5,6% en pareja). En el 50% restante predomina la viudez (36,3%).
- El 75,7% ha tenido hijos. El 24,3% no ha tenido ninguno.El 95% asegura recibir otros ingresos.
- NO se sienten deprimidos.(80%) NO sienten miedo a la muerte (77,5%)
La satisfacción con respecto a su vida es significativamente alta (88,8)
- El 65,6% convive con alguien. El 34,4% está sólo
- La gran mayoría se comunica en forma cotidiana con alguna persona (93,7%), primordialmente con familiares (65,6%) o amigos (21,3%).
En relación a la utilización de Técnicas invasivas ( respirador artificial, diálisis, traqueostomía, alimentación artificial, hidratación por suero) se encontró una tendencia generalizada entre los involucrados a la NO aceptación de recursos artificiales para prolongar la vida
¿Quién debería decidir? El mismo paciente (48,8%). Un 35,6% piensa que lo deberían hacer sus familiares directos, el 11,9% los médicos y el 3,8% deposita en Dios tal decisión.
¿Conviene hablar del tema antes de padecer una enfermedad terminal?, ¿Con quiénes hablar?. Casi la totalidad (94,4%) opina conveniente hablar del tema antes de que se presente la situación: el 84,1% con la familia , el 7,9% con el médico y el 8% con amigos
La necesidad de escribir anticipadamente - es aceptada por el 36, 3% de la población. Es decir, que la mayoría (63,8%) no lo cree necesario. Delega en su familia la decisión
Sobre el destino de los bienes , la totalidad (95,8%) asegura que sí hablaría y el 55,6% NO lo escribiría "porque todo va a sus herederos".
Sobre destino del cuerpo el 93,1% dicen que sí que hablaría del tema y más de la mitad de ellos lo dejaría escrito.
MORIR CON DIGNIDAD
Morir rodeado de cariño y apoyo de los seres queridos - Con la asistencia médica adecuada: del curar al cuidar - Eliminando en lo posible el sufrimiento y el dolor - De muerte natural, a su tiempo, no provocada (eutanasia), ni irracionalmente prolongada (distanasia) - Sin manipulaciones médicas innecesarias - Aceptando la muerte como parte de la condición humana
Dentro de dignificar el proceso de morir se encuentran las Voluntades Anticipadas , son un instrumento más para garantizar cierto control al final de vida ,son una prolongación de la autonomía del paciente por ello se debe favorecer su implantación y desarrollo, así también aclarar sus limitaciones, las confusiones con la eutanasia , y sobre todo la preparación de todos los actores para su utilización y puesta en marcha.
Las Voluntades Anticipadas permiten desmitificar el proceso de morir ( tema tabú), e implicar en él al propio actor ( el paciente), sus familiares, el médico y/ o equipo , debiendo ser consideradas como un componente más de los cuidados que faciliten al paciente con una enfermedad terminal , terminar sus días con dignidad y confort , de acuerdo a su voluntad.