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Número 24 - Junio 2009

Hablemos de Sexo
¿Porqué ya no me excito?

Dra. Sonia Blasco
dsb@doctorasoniablasco.com

(publicado en el Nuevo Herald.)

Esa es la pregunta que me hacen las mujeres a partir de los 45 años. Algunas se lamentan de que sus genitales no se humedecen como antes y concluyen, equivocadamente, que ya no se excitan. Otras guardan silencio creyendo que al acercarse a la menopausia su sexualidad termina.

El equívoco nace de que desconocen que la lentitud, disminución o ausencia de lubricación vaginal es un cambio que puede aparecer en la premenopausia, cambio que tiene fácil alivio, más cuando consideras que sí puedes gozar plenamente esta etapa de tu vida.

Cuando el nivel de estrógenos es suficiente, el primer signo de la excitación es la lubricación vaginal; cuando las hormonas disminuyen, también disminuye la lubricación y tarda más en producirse. Este cambio no necesariamente afecta la excitación, lo que sí puede ocurrir es que, con menos estrógenos, el clítoris pierda sensibilidad y requiera más estímulos para lograr el goce.

``La penetración empezó a ser dolorosa pero se lo oculté a mi compañero. Cuando leí Menopausia, una etapa vital, donde hablas de la importancia de los lubricantes para evitar la sequedad vaginal, probamos y mis dolores desaparecieron''.

Algunas mujeres desestiman la importancia de una buena lubricación para que el coito sea placentero; ocultan su sequedad vaginal e intentan un coito ''seco'' que resulta doloroso y puede lastimar la pared convirtiéndose en una puerta de posibles infecciones.

¿Imaginas el dolor que ocasiona la penetración sin la adecuada lubricación y dañando las finas paredes vaginales?

El dolor impide el placer. Cuando el coito es doloroso aparece la falta de deseo. Esta falta, atribuida a la menopausia, se origina también en el temor a sufrir la penetración.

Como la disminución de la lubricación vaginal es paulatina, la mujer no la relaciona con el dolor del coito, tampoco con sus cambios hormonales. Como consecuencia, puede creer que su pareja ya no la excita como antes; y ésta, que ella no se siente más atraída por su persona.

Cuando a la sequedad vaginal se le suma un juego erótico breve o ausente --debido a la inseguridad acerca del propio cuerpo, o a alguna otra dificultad propia o del compañero-- el deseo desaparece, y no es raro que los prejuicios de que ya no están en edad para gozar del sexo amenacen a la pareja.

¿Qué hacer? Existen varias cremas o jaleas que reemplazan muy eficazmente la lubricación genital y que no requieren receta médica. Solubles en agua, tiene la consistencia deseada por la mayoría de las mujeres y se presentan en diferentes versiones de consistencia, temperatura y uso. Aunque las cremas vaginales con estrógenos pueden ser más efectivas, requieren la consulta médica, ya que llegan a la sangre atravesando la mucosa vaginal. Ninguno de estos productos es espermicida, por lo que no evitan el embarazo. Los geles aceitosos derivados del petróleo no son recomendables ya que irritan la mucosa vaginal y dañan los condones.

Con o sin estrógenos, ésta es una efectiva solución para disfrutar del sexo. Y entonces ambos compartirán goces mutuos, húmedos y apasionados.

Como la sexualidad se puede disfrutar toda la vida, y como la menopausia y la andropausia pueden ser etapas plenas de vitalidad erótica, compartiremos este tema en otra columna.• 

(La autora es médica, psicoanalista y sexóloga.)

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