Número 18 - Abril 2006
Número 18 - Abril 2006
Silencios y desarrollos frente al Hiv-Sida y la sexualidad
Graciela Beascoechea
¿Qué diferencia habría si este panel comunicara sobre sexualidad y cáncer, sexualidad y enfermedad cardiovascular, sexualidad y diabetes?
Que estas enfermedades no tienen la carga prejuiciosa que posee el hablar sobre la sexualidad y el sida. Porque aquellas aparecen connotadas como un cuerpo que ha sido trasgredido Y atacado por la enfermedad, en cambio al SIDA se lo vincula prejuiciosamente al cuerpo trasgresor y pervertido, al uso que se hace del cuerpo.
En relación a la sexualidad y Sida, sí se puede decir que como toda enfermedad, impacta en las relaciones eróticas, afectivas, sociales, de relación y también en la calidad de vida.
Hablar del Hiv- SIDA va más allá de la genitalidad, dado que hay otras vías de contagio. Sabemos que la sexualidad abarca a la genitalidad.
La sexualidad se construye y se constituye desde una perspectiva histórica y los discursos que la describen también, como por ejemplo lo esperado socialmente para el género masculino y femenino.
Cada época dará efectos sobre los modos de vincularse sexual y sociológicamente.
En la década del 80 cuando las primeras investigaciones hacen una relación casi directa entre enfermedad de transmisión sexual y homosexualidad se comienza a hablar de los grupos de riesgo discriminando a un grupo: los homosexuales.
La variable "grupos de riesgo"es utilizada por la sociedad, la cultura y el tiempo histórico de cada época.
La epidemia en África refiere miles de casos de mujeres y niños. Ya no son sólo los homosexuales. Se amplia la información sobre las vías de contagio. Pero no obstante, el grupo de riesgo sigue discriminado, en este caso como "pobres, ignorantes y negros y además están muy lejos.
El silenciamiento y el pensarse por fuera del grupo de riesgo permitieron que la enfermedad aumentara insospechadamente. "hoy me llevan a mí, pero ya es tarde "de Bretch se convirtió en un drama para muchas personas.
Es que si la sexualidad se vincula con Eros, con la Pulsión sexual, con la vida, cómo compatibilizarla con la muerte, con la Pulsión de muerte, con Thanatos?
Esta es una paradoja. Es el semáforo en verde y rojo al mismo tiempo. Frente a esta paradoja, el hombre de la reflexión, el hombre cartesiano del yo como centro del universo y del pensamiento, lo resuelve con un esquema disociado.
La defensa es: Todo aquello que no soy yo es no yo y si es no yo, a mí no me pasa.
La creencia de que si se es buena persona, culto, persona de edad avanzada, honesta, solvente económicamente, profesional, no se contagia ni contagia, permite al imaginario pasar una variable científica (grupos de riesgo) al sistema de valores y creencias populares.
La supresión de la conciencia de riesgo de parte de los Adultos Mayores, obedece justamente al sistema de valores y prejuicios que el imaginario social proporciona sobre la sexualidad en la vejez, en una unión de aspectos sociales e individuales. Los mitos son muchos: viejos asexuados, sin interés por la vida amorosa, que no utilizan drogas, etc.
Las instituciones, los profesionales también callan sobre la sexualidad, no preguntamos, (salvo que se pida un análisis para una operación, o sospechando alguna enfermedad oportunista) lo que refuerza los mecanismos mencionados.
Este cono de silencio fue en parte superado por los medios de comunicación, los que alteraron el orden convencional de lo que "está bien y lo que está mal".
Hoy, Rock Hudson, el prototipo de galán varonil de los años 50 sería un viejo conviviendo con el hiv, (gracias a los retrovirales) mediatizado por la prensa, y no causaría el estupor, la sorpresa que provocó su orientación sexual entre sus admiradoras. En los 90 Freddy Mercury, Asher, Jorge Donn, la esperanza puesta en Magic Jhonson, el basketbolista,
Lo informado es a menudo anecdótico y exhibicionista. Provoca un estado de conciencia espasmódica, emotiva, que se pierde rápidamente.
Con los diferentes medios de divulgación sobre el HIV-SIDA el cuerpo del pecado, el cuerpo trasgresor pasa a otro estatus.
Se crea así una "legalidad transgresiva", se legaliza lo que trasgrede la norma. Se habla o escribe o se muestran en imágenes temas vedados. Sexo oral, anal, jeringas, etc. Es decir se prescriben las medidas para transgredir.
Y aun así sigue aumentando la tasa de infección.
Porqué?
Porque lo que queda oculto, velado y vedado es el cuerpo del placer, el encuentro erótico entre dos cuerpos vivos y queda oculto pues, el goce, porque aun pesa la moral victoriana, aquella moral que le permitió a Freud, elaborar sus escandalosas teorías aunque igualmente funcionales a mandatos para el género femenino, especialmente.
Y es tan cultural, que para los aymara, en Bolivia, el contexto natural prevalece sobre lo particular y por ello los viejos indígenas, custodios de su cultura, entienden el comportamiento sexual como parte de la gran cosmovisión natural, no lo entienden como un fenómeno estrictamente privado, no tienen prejuicios negativos hacia quienes hasta muy avanzada edad siguen practicando la sexualidad.
Los silencios
Qué pasa con las campañas o qué silencios, qué prejuicios debería sortear una divulgación que incluya a toda la población, incluyendo a los Adultos Mayores?
Porque he destacado que lo que se comprende racionalmente puede ser superado por vivencias y creencias muy arraigadas.
- Nuestra sociedad con tradición judío cristiana espera de las personas de edad avanzada matrimonios de convivencia duradera, estable y de monogamia.
- La dificultad para incorporar nuevas conductas (como prácticas sin riesgo) como desviadas de la norma.
- El omitir el tema de los cuidados con su partenaire, evita la vergüenza, la humillación, la sospecha, de qué clase de mujer u hombre será y que no es"decente" hablar del tema.
- Pensar la sexualidad, de la cintura para abajo
- El supuesto saber que se le atribuye al sexo masculino en cuestiones de sexo deja a la mujer en una posición de sometimiento frente a la decisión de cómo cuidarse.
- En la mujer, por un lado refuerza la obediencia a la figura patriarcal y por otro desestima la importancia del "obedecer" en función de las campañas o de la información.
- Con respecto al uso del preservativo, la creencia de que son los hombres los que tienen que conocerlos, saber usarlos y llevarlos.
- El binomio SIDA - preservativo puede estar asociado a goce – muerte y se desestima su uso como mágico método de alejar la enfermedad.
- Aquellas personas a las que por distintos motivos le es dificultoso el uso del preservativo, desestiman las otras medidas de cuidado al no explicitarse que sexualidad no es sólo el coito.
- La asociación que se hace de preservativo-prostitución y otras enfermedades de transmisión sexual, para ambos sexos.
- En el hombre puede ser una práctica que fastidia y lo regresa a los tiempos de las venéreas o de las historias que contaban padres y abuelos.
- El "póntelo- pónselo "ubica a la mujer en una posición activa que no responde al mandato social y de género.
- La vinculación de: preservativo- anticoncepción, asociado a los años fértiles.
- Las personas mayores recurren a muchos de estos prejuicios para no vincularse sexualmente.
Los desarrollos posibles
Informar y educar, escuchar y aprender para decidir, es decir posicionar al hombre no como mero receptor, sino también activo en relación al mundo de las cosas, de los otros y de la naturaleza.
Incorporar en la subjetividad los cuidados en función del cuerpo placer, el cuerpo erótico constituye una subversión una transformación.
Es necesario un profundo cambio.
Esta subversión, esta transformación es lo que permite incorporar nuevos procesos cognitivos y perceptivos frente a la novedad, frente a lo impensado, a lo desestimado.
Hay un tiempo psíquico para incorporar los cambios.
Hay un tiempo social para incluir lo nuevo.
Un cambio no significa "no tener más alternativa" sino que es arraigar lo nuevo como convicción elaborada social y subjetivamente
El derecho a la educación sexual, a toda edad, a hacerse dueño de su libertad y de su cuerpo, debería ser un derecho humano vigente en todo el país.
Crear nuevas representaciones que permitan sostener como buenos, aquellos actos, pensamientos y discursos que se consideraban como malos en lo psicológico y en lo social, lo que modificaría el imaginario social.
Conjugando el placer y el goce con la vida.
Preservando el goce, preservando la vida.
Bibliografía consultada:
Conferencias y seminarios dictados por la Lic Eva Giverti y otros- Revista Argentina de Psicología Nº42-1992.
Foro de psicoanálisis y Género-Asociación de Psicólogos de Buenos Aires.
