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Número 17 - Noviembre 2005

Propuesta lúdica para la educación del adulto mayor

Estela Guadalupe Moro
estelamoro@yahoo.com.ar

Resumen

Propongo un ensayo que, basado en una propuesta lúdica nos permite reconocer al Adulto Mayor como hacedor cultural, y al juego como una herramienta simple, eficaz y propiciadora de experiencias enriquecedoras para él.

Este trabajo encuentra su fundamento en la necesidad del Adulto Mayor de poder expresarse libremente y sin ataduras, de autoexpresarse; ya que sin darnos cuenta los seres humanos vamos desarrollando diferentes capacidades de comunicación, quedando algunas tan olvidadas como latentes.

Como objetivo principal, este trabajo apunta a promover en el AM un espacio de expresión total, que refiere a la autonomía que debe lograr y mantener a lo largo de la vida; el juego con su carácter cultural, facilita ésta conexión y por ende se lo emplea con objetivos desde las formas jugadas.

Se pueden utilizar juegos grupales, cooperativos, de inteligencia, expresión, creatividad, destrezas, generando un abanico de posibilidades que promueva en él un trabajo integrador, que lo lleven a aceptar los límites y a descubrir nuevas potencialidades y posibilidades, propias y características de esta edad. Las formas jugadas, son acciones que empleadas con un sentido didáctico de juego, retoman elementos que el ser humano adquiere durante su desarrollo; al plantearlas, ponemos al jugador en un dilema que debe resolver mediante una elaboración interior, apelando entonces a la participación creadora y activa del AM.

El ensayo presentado nos muestra elementos que permiten observar y desarrollar nuestras prácticas educativas con mayores desde un campo diferente como lo son los juegos; tomando en cuenta que el hombre crece y va perdiendo o negando al juego a medida que toma responsabilidades y que su capacidad natural de expresión se pierde con el juego que se va. El docente tiene en este trabajo factores que le servirán de apoyo para su tarea, cualquiera sea su disciplina.

 

Fundamentación

"Observar el rostro de un niño mientras juega, puede convertirse en un momento excelso para quien comprende el lenguaje de los gestos y las expresiones; en él pueden leerse significados que surgen de lo más profundo de la esencia humana y que en ese acto simple, transparente y cotidiano se resumen en forma totalizadora".

GOMEZ J.R. e INCARBONE O.: Juegos y movimientos en el jardín de infantes, p. XX, Impreco gráfica, Buenos Aires, 1989.

 

Las palabras antes mencionadas nos llevan al interior de una de las facetas culturales que con el tiempo los adultos hemos ido perdiendo: el juego, como lo define Huizinga: "Es una acción libre o una actividad voluntaria, realizada en ciertos límites fijados de tiempo y lugar, según una regla libremente aceptada, pero totalmente imperiosa y provista de un fin en sí, acompañada de un sentimiento de tensión y de alegría y de una conciencia de ser de otra manera que en la vida ordinaria ".

Este trabajo encuentra su fundamento en la necesidad del adulto mayor de poder expresarse libremente y sin ataduras, de autoexpresarse; sin darnos cuenta los seres humanos vamos desarrollando diferentes capacidades de comunicación, quedando algunas tan olvidadas como latentes. El área lúdica no es sino un fragmento del espacio sociocultural y el lugar en que se encuentran fuerzas de diverso origen para generar ese centro de fusión creadora que es la personalidad.

El adulto mayor necesita jugar, liberarse y divertirse.....es hombre; Hombre íntegro que muchas veces se encuentra ligado a prejuicios banales y normas absurdas del deber ser.

Propongo un ensayo, que basado en una propuesta lúdica nos permite reconocer al adulto mayor como hacedor cultural y al juego, como una herramienta sana, eficaz y propiciadora de experiencias enriquecedoras para él.

Objetivos y metodología

Como objetivo principal, este trabajo, apunta a promover en el AM un espacio de expresión total, que refiere a la autonomía la que debe lograr y mantenerla lo largo de la vida; el juego facilita ésta autonomía y por ende se lo emplea con objetivos desde las formas jugadas.

Para lograr un adulto autónomo, es necesario proyectarle la posibilidad de una tregua personal, en sus obligaciones habituales o tareas cotidianas, objetivo difícil si se tiene en cuenta que el juego de éste reside en el autopermiso; es necesario entonces, emplear estrategias adecuadas al desarrollo psicofísico-social de esta etapa.

Las estrategias empleadas, surgen desde un seguimiento continuo de los destinatarios de las actividades. Se pueden utilizar juegos individuales, grupales, cooperativos, de inteligencia, expresión, creatividad, destrezas, generando un abanico de posibilidades que promueva en él un trabajo integrador, que lo lleven a aceptar los límites y a descubrir nuevas potencialidades y posibilidades, propias y características de esta edad. Las formas jugadas, son acciones que empleadas con un sentido didáctico de juego, retoman elementos que el ser humano adquiere durante su desarrollo; al plantearlas, ponemos al jugador en un dilema que debe resolver mediante una elaboración interior, apelando a la participación creadora y activa del AM.

El trabajo (el juego, en realidad) se puede realizar, en pequeños grupos, en dúos, individualmente o con todos los participantes, pero requiere por parte del animador una adecuada preparación, que permita una dinámica activa facilitando consignas claras y precisas para el desarrollo de las tareas. Dando a los participantes en la presentación de la tares los Objetivos a lograr – La Metodología – El Reglamento – y la Evaluación si la hubiere.

Para llevar a cabo este trabajo, hay que tener presente el factor competencia, tan enquistado en nuestros quehaceres cotidianos y que conlleva -mal empleado- a la pérdida del sentido de la actividad y por ende al fracaso en el alcance de los objetivos buscados; sin embargo se puede tomar la competencia como un factor motivador, pero con los recaudos necesarios para evitar la aparición de dosis de violencia y rivalidad que sólo logran las desarmonías personales y grupales generando en el adulto mayor más que algarabía, desconcierto o inquietud por un lado, hasta una represión de sí mismo, por el otro coartando y o distorsionando su saludable capacidad de espontaneidad.-

Esta metodología de trabajo es utilizada desde hace ocho años, en el Instituto CREDEHUM (Inst. para el Crecimiento y Desarrollo Humano) y en el PUAM (Programa Universitario para Adultos Mayores) Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba, desde el año 2003, con una creciente evolución en las actividades propuestas, como puede observarse más abajo, siguiendo los puntos antes mencionados.

Propuesta Lúdica: alcances

El trabajo realizado con AM desde esta propuesta, ha dado como fruto sensaciones por parte de los participantes que ellos mismos se encargaron de descifrar como de libertad, gozo, rabia, alegría, tristeza, orgullo y, por sobre todas las cosas, satisfacción en la superación personal. El adulto mayor está precedido de prejuicios, límites, normas y hasta autoencierro, elementos éstos que generan en él una especie de celda que no les permite moverse más allá del: "dejá vos no podés, te vas a golpear...", no, que vas a ir solo, mirá si te caes o te perdés...", expresiones muy comunes en el ámbito que lo rodea y que impiden avanzar en la conquista de la total autonomía.

Los adultos participantes descubrieron que muy dentro de ellos había necesidad de expresión y comunicación que estaban dormidas o latentes, mientras que en otros esa sensación pudo transformarse en acción pura, evidenciándose en su participación entusiasta en las actividades; se observó también cómo la competencia, las trampas o engaños se hacían presentes dentro del juego mismo. Estos brotes, si los hay, se despiertan en los primeros encuentros, pero con la práctica y precisando la metodología, los participantes vivencian y comprenden que se disfruta cuando se juega con y no contra.

Por ende se hace necesario trabajar junto con el AM sobre el respeto a las reglas y su conveniencia para alcanzar los objetivos; este aspecto ha sido trabajado con muy buenos resultados a tal punto que las trampas no son sinónimo de maldad sino de llevar el juego de la transgresión a su máxima expresión, pero al cabo del tiempo logramos que se tomara conciencia de los beneficios y lo saludable que resulta estar dentro de las normas, respetarlas, aceptarlas, y en consecuencia alcanzar un mejor convivir.

Dentro de lo desarrollado se pudo observar cómo el logro de una autonomía personal va generando en la persona mayor confianza y libertad que no tenía al comienzo, y que las muestra con cambios estructurales de pensamiento, sobre sí misma y sobre los pares, realmente asombrosos; la didáctica del juego generó en ellos un espacio de confianza para que cada uno se permitiese una tregua entre lo que quiso ser, lo que quiere y lo que es, que motivó más de un conflicto en aquellos en que el juego estaba gobernado por mitos tales como: "el juego quita seriedad", "los hombres no juegan", "yo ya pasé esa etapa","lo importante es serio", reprimiendo así la necesidad, las ganas de divertirse, de expresarse, de exteriorizar la alegría, de gritar de determinada forma. Esas contradicciones entre los deseos insatisfechos, la voluntad actual y lo que verdaderamente uno es, común a toda la sociedad, se plasma en el juego de los Adultos Mayores con una fuerza pocas veces esperada, denotando transparentemente el modo en que cada uno ha elaborado sus límites sus necesidades y aspiraciones postergadas, la asunción adecuada de los aciertos, también despierta a la dinámica del pensamiento no dando por terminado su tiempo, sino por el contrario se abre a la revisión de sus conceptos, al cuestionamiento, dándole una apertura comprensiva a otras vivencias de sí y de su entorno.-

Se pudo notar desde las formas jugadas empleadas, como la mayor vivencia, lo que a los 6 años adormeció dentro de él y que lo motivaba a crear, y cómo jugando se revivían esos recuerdos que partían hacia el exterior en forma de creación y expresión únicas de cada uno de ellos.

Este trabajo-juego- les abrió el horizonte a aquellas personas que vivían dentro de una propia visión muy recortada de sus posibilidades de desarrollarse en la vida. Y les permitió descubrir que esta etapa de la vida tiene capacidades nuevas que hay que desarrollas, como por ejemplo, una de ellas es la capacidad de observación.

No se pretende cambiar al AM, sino que éste encuentre mediante un simple juego potencialidades que se hallan latentes en él y que las desarrolle de la mejor manera para generar una autonomía real. Es decir, mientras que por un lado el juego obra poco menos que como una radiografía de sus actitudes y aptitudes, de sus conquistas personales y sus zonas de error, al mismo tiempo es un puente dinámico y eficaz para ayudar al conocimiento de sí mismo, para contribuir a los aportes terapéuticos y pragmáticos que el individuo puede producir en sí mismo.

Contribuciones a la práctica Educativa

El ensayo presentado nos muestra elementos que permiten observar y desarrollar nuestras prácticas educativas con mayores desde un campo diferente como lo son los juegos; tomando en cuenta que el hombre crece y va perdiendo o negando al juego a medida que toma responsabilidades y que su capacidad natural de expresión se pierde con el juego que se va, el docente tiene en este trabajo factores que le servirán de apoyo para su tarea. El jugar nos pone no en ridículos, sino en presencia del acto más natural del hombre, entonces, si comenzamos a emplear lo lúdico en nuestras actividades, estaremos trabajando la esencia de nuestros educandos.

Todos los mitos sobre el juego, no hacen más que alimentar la cultura antilúdica y coartar a nuestros mayores de un placer inmenso cercenando sus riquezas y las posibilidades de disfrutar plenamente de esta etapa de la vida; cuántas veces hemos visto a nuestros abuelos remontar junto al nieto un barrilete observando que él es quien se divierte plenamente. Esto es porque algunos mitos hacen mella negativamente en nuestra cultura.

Lo presentado aquí nos pone ante un desafío que será resuelto en la medida en que el educador conozca, comprenda, acepte y promueva el jugar como una instancia de aprendizaje y construcción de la autonomía crecimiento y desarrollo por parte del AM.

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Práctica

Juego: ROMPECABEZA

Objetivos

Metodología

Reglamento

Reconocer la capacidad de observación como:

Aplicación

 

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