Número 17 - Noviembre 2005

Las redes sociales y el apoyo social en la prevención y
abordaje de la violencia hacia las personas mayores
Programa Progeter. Dirección General de Tercera Eada GCBA

Laura Bottini
lbottini@interar.com.ar

INTRODUCCIÓN

Se trata de un programa de orientación, evaluación y asistencia a los adultos mayores de 60 años, vecinos de la Ciudad de Buenos Aires que sean víctimas de maltrato o se encuentren en situaciones de soledad y/o abandono.

Los ejes del programa son la promoción a través de la difusión de su accionar y de los derechos del adulto mayor, la prevención mediante la detección de maltrato y la asistencia brindando atención profesional para evaluar la situación y realizar la correspondiente orientación, derivación y seguimiento.

Los objetivos del Programa son:

• Garantizar el ejercicio de los derechos de los adultos mayores que se encuentran en situación de maltrato o abandono.
• Favorecer al fortalecimiento de las redes y sociales y la reinserción dentro de las mismas propiciando el rearmado de las redes sociales y vinculares de los adultos mayores en situaciones de riesgo.

Está integrado por un equipo interdisciplinario el que realiza el abordaje de las denuncias y consultas efectuadas.

Para dar solución a las problemáticas planteadas el programa cuenta con una guía de recursos que incluye diferentes O.G y O.N.G de Ciudad de Buenos Aires y otras partes del país. Asimismo forma parte activa de las redes que funcionan en la Ciudad, lo que le permite cumplir con los objetivos que se propone.

ABORDAJE DESDE LA PERSPECTIVA DE LAS INTERVENCIONES EN RED

El abordaje de la problemática del abuso y la violencia contra las personas mayores en todas sus formas desde la perspectiva de las redes nos permite por un lado constituir al Proteger en un elemento más de las redes existentes en la Ciudad de Buenos Aires, al que los vecinos pueden recurrir en caso de necesidad. Por el otro, permite optimizar los recursos existentes, ya que el Programa en su accionar ha ido acumulando un reservorio de información y procedimientos, a disposición de todas aquellas personas que padecen abuso y maltrato en todas sus formas, en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires o que quieran denunciar el maltrato de otro.

Cuando hablamos de red hacemos referencia, siguiendo a M. Elkaïm, a tres tipos de fenómenos:

1. La red relacional en sentido amplio o red social
2. La red centrada sobre una familia, o red primaria
3. La red institucional o asistencial también llamada red secundaria, las que paradójicamente muchas veces son creadas porque se destruyeron las familiares por efectos de la exclusión social.

Detecta este autor la necesidad de afianzar las redes en instituciones barriales para que no se pierda el esfuerzo, el Programa rescata el sentido de este trabajo desde la óptica de conocer y afianzar la identidad que cada barrio posee como modalidad válida por excelencia para el tratamiento de los casos que se presentan.

Se constituyen así las redes en reservorios de información a los que se puede recurrir cada vez que sea necesario: la red se ilumina y optimiza los recursos existentes: no es necesario empezar de nuevo cada vez que hay que abordar una problemática. Se cuenta con recursos que se han ido capitalizando en el accionar y estos se potencian y se ponen a disposición de la comunidad.

En cuanto al apoyo social podemos afirmar que es uno de los mejores predictores de la salud y el bienestar de las personas mayores, las diferentes modalidades adoptadas desde las políticas públicas tendientes a fortalecer el mismo, contribuyen directamente al bienestar del adulto mayor en la medida en la que satisfacen sus necesidades sociales básicas.

El apoyo social redunda en un efecto amortiguador o modulador ante los acontecimientos que experimenta el adulto mayor ante las crisis vitales y accidentales que acontecen en esta etapa de la vida (jubilación, muerte del cónyuge, alejamiento de pares, etc); actúa a modo de filtro ya que contribuye a reducir los efectos de los acontecimientos negativos de la persona y colabora como mecanismo para afrontar dificultades.

Se hace necesaria también una adaptación activa a la realidad, es decir una reestructuración de los vínculos de los adultos mayores, la que necesariamente requiere de un aprendizaje en donde hay que ubicarse en un aquí y ahora en relación con un pasado y un proyecto que incluye un ajuste de los vínculos que se reeditan en la presente trama vincular.

La comunicación, la posibilidad de intercambio que se genera en los grupos es en donde se encuentra el "capital" de los mayores, es donde se encuentra el recurso organizador de sus vidas, en donde satisfacer algunas de sus necesidades afectivo-emocionales, se posibilita transmitir algo, estar en relación con, como el reconocimiento inmediato de algo a través de los sentidos y la experiencia de vida, desde la identidad que les permite el reconocimiento de sus vivencias y la de los otros.

Las redes de apoyo son fundamentales, e incumben a la trama vincular formada, siguiendo a Sluzki, no solo por la familia, sino por los amigos, los vecinos, los grupos de pares y otros apoyos institucionales, en los cuales la mirada del otro es vivenciada como la propia.

Esta tarea implica un profundo compromiso que tiene como primer objetivo garantizar el ejercicio de los derechos del adulto mayor que se encuentra en situación de riesgo o maltrato como macro –desafío.

Con relación a la prevención y promoción de los adultos mayores en situación de riesgo es importante considerar:

1-Identificada la capital importancia que reviste el apoyo social a la flia. toda, cabe centrarse en los esfuerzos legislativos a efectos de obtener adecuadas políticas que operen preventivamente.

2-A su vez, corresponde establecer estándares institucionales de trabajo interdisciplinario, incluyendo una categorización de contactos, reuniones, evaluaciones y supervisiones.

3-Debe propiciarse para el equipo de salud, un trabajo dinámico acerca de adquirir capacidades para tolerar las frustraciones que la tarea demanda y resolver problemas, a la vez que incrementar, como parte de esta dinámica, en número y calidad, los contactos de apoyo instrumental de los que dispongan las flias.

4-Es importante incluir técnicas de indagación activa, que se centren en la transparencia de la comunicación frente a la flia., intervenciones de apoyo informativo y apoyo social (participación en grupos comunitarios, hogares de día), o informal (visitas a fliares. y vecinos)

5-La comunidad y el vecindario, como entorno social inmediato de la flia. debe ser la instancia prioritaria, en la cual apoyarse de la mano de otras iniciativas institucionales, para constituir una primera línea en la prevención y detección de la violencia doméstica.

6- Es prioritario el acercamiento a la comunidad para tener impacto en la totalidad del entorno social, incluyendo así individuos, flias. y otros grupos sociales. Las iniciativas basadas en la comunidad permiten a sus miembros identificarse y hacer suyos los objetivos de los programas desarrollando un sentido de compromiso y corresponsabilidad no solo de las actividades, sino también de la continuidad y éxito de los programas.

7-La adecuada formación de los profesionales es una necesidad particularmente importante, fundada prioritariamente en la promoción de la colaboración interprofesional, la cual produce notables mejoras en los resultados de protección y promoción de la calidad de vida de los adultos mayores.

MODALIDAD DE EJECUCIÓN - EXPERIENCIA QUE DESARROLLAMOS

El programa consta de un registro estadístico desde el año 1999, se informa en forma semanal y mensual, mediante la elaboración de planillas de recepción y seguimientos de los casos. Las prestaciones son brindadas en todos los centros Proteger.

El trabajo de Proteger se inicia con la recepción de la demanda, la cual puede entrar por dos vías:

De manera telefónica a través de la línea 0-800-333-4300 o por medio de la presentación espontánea en alguno de los centros Proteger.

En ambos casos se brinda la contención adecuada de acuerdo a la situación.

Cabe aclarar que la demanda puede ser hecha por cualquiera, esto es: un vecino, un familiar, un profesional de cualquier institución, y por su puesto por el damnificado.

En el caso de que la demanda ingrese por el 0-800 y sea pertinente al programa las operadoras telefónicas derivan los casos al Centro Proteger que le resulte más accesible al que consulta. A partir de esta derivación el psicólogo de dicho Centro se comunica con la persona con el fin de concretar una entrevista personal.

Es a partir de este momento que ateniéndose al diagnóstico psicológico y social realizado en cada caso particular se comienza a delinear la estrategia a seguir. Se trabaja con entrevistas semidirigidas, focalizadas en la problemática que nos ocupa.

Desde el área psicológica se brinda contención, se intenta la revinculación familiar (si fuera posible) y se ofrece un espacio de reflexión donde el Adulto Mayor y sus allegados puedan pensar sobre la situación en que se encuentran, acompañados por un profesional. No se realizan tratamientos psicoterapéuticos.

Desde lo Jurídico, si el caso lo requiere, se asesora y orienta para que el demandante realice la denuncia judicial correspondiente, en el caso que esto le resulte imposible, Proteger reúne los elementos necesarios y posibles para presentar un escrito judicial.

Una vez que el caso entra en el sistema jurídico, la Abogada realiza el seguimiento del mismo, trabajando siempre interdisciplinariamente.

La intervención desde el área de Trabajo Social surge, también del trabajo en equipo, desde donde se define dicha intervención, ya sea por medio de un informe que se desprenda de una visita socio-ambiental como así también la contribución para el rearmado de las redes sociales y vinculares del Adulto Mayor en riesgo.

Proteger está, también, integrado por un equipo de Operadoras Comunitarias y Operadoras Telefónicas.

Las Operadoras Telefónicas atienden el 0-800 desde donde se brinda el primer espacio de escucha y contención para el pedido de ayuda que se recibe, evaluando la pertinencia al programa y en caso contrario la apropiada derivación, para lo cual cuentan de una guía de recursos que incluye diferentes O.G y O.N.G de Capital Federal y otras partes del país.

El equipo de Operadoras Comunitarias tiene como funciones: la difusión y promoción barrial de Proteger, la búsqueda de recursos barriales para posibles derivaciones, recursos que engrosarán la guía que tiene el programa, también recepcionan casos en el Centro al que pertenezcan, si fuera necesario acompañan en gestiones al Adulto Mayor y colaboran en la revinculación de los mismos a la comunidad. Desde la convocatoria efectuada como marco de este encuentro es que nos pareció importante destacar este rol por lo cual profundizará la experiencia la OC Claudia Binelli.

Como representante del Programa y antes de conceder la palabra a la OC, deseo expresarles que nos abocamos a que el desafío para el nuevo milenio, será por lo expresado, pensar en nuevas representaciones sociales de la vejez, y en el compromiso ineludible de los actores sociales de la mano de las políticas públicas, ejerciendo una auténtica democracia social.

 

 

Área de salida a la comunidad

Claudia Binelli

El área de salida a la comunidad del programa, de la cual formo parte, se encuentra integrada por un grupo de ocho operadoras comunitarias, desempeñando tareas cada una en un centro proteger.

Las operadoras nos caracterizamos por ser conocedoras en profundidad del barrio en que nos desempeñamos, a la vez que contamos con una trayectoria en el trabajo comunitario.

Muchas veces es ese barrio el sitio en que el adulto mayor que se acerca, ha pasado la mayor parte de su vida y por ello, es fundamental para nosotros, el conocimiento del mismo, sus singularidades, su historia, su población, sus recursos propios.

Sabemos que nuestra ciudad, cosmopolita sin lugar a dudas, se divide en distintos barrios y cada uno de ellos tiene una identidad diferente. Intentamos trabajar e incluir esas identidades y especificidades como parte de nuestra tarea, rescatando las experiencias de vida de los mayores como protagonistas del pasado, del presente y el futuro, hacia ellos mismos empoderados de su deseo y brindando sus experiencias a los más jóvenes. Creemos en la importancia de reconocerse a sí mismos como parte de su comunidad, mantener y respetar sus costumbres, cultura, leyendas.

Dentro de cada uno de estos barrios conviven sectores de mayores ingresos con segmentos mas pobres, lo cual genera una constante diversidad de demandas. A tal efecto realizamos relevamientos permanentes localizando las áreas mas vulnerables con el fin de orientar nuestro trabajo preventivo. Este conocimiento nos permite trazar el perfil de la población de tercera edad de cada barrio. En la puesta en común del trabajo de cada zona hemos detectado que una misma problemática puede transformarse en distintos motivos de demanda con marcadas diferencias según los barrios. Podríamos citar como ejemplo la grave crisis económica que afectó a todos los sectores de la sociedad a fines del 2001: ante una misma situación, la importante reducción de los recursos económicos familiares, observamos que en las zonas ubicadas hacia el sur de la ciudad las familias tendieron a aglutinarse lo que aumentó la demanda por problemas de convivencia de varias generaciones en espacios reducidos, apropiación de la vivienda de los adultos mayores, abuso económico. En cambio, la demanda en zona norte se reflejó mas altamente en el ítem de soledad y abandono, situación que atraviesan muchos ancianos cuyos hijos en busca del progreso económico, emigraron hacia otros países, muchas veces desvinculándose absolutamente de sus padres.

La tarea descentralizada nos permite avanzar y profundizar los vínculos con los vecinos y de esta forma detectar las distintas necesidades, ubicar, localizar y optimizar los recursos existentes, mantener activas las redes, y crear nuevas si es necesario.

De esta manera, y mediante esta constante presencia en los barrios, consideramos que se acortan las distancias con los potenciales usuarios del programa quienes ven en el operador comunitario alguien en quien puede confiar, creándose un marco de confianza y seguridad, convirtiéndose en un nexo importante entre la detección de problemas y la primera aproximación a ellos ya que las operadoras comunitarias solemos ser el primer contacto entre adulto mayor y el Programa.

Con el objetivo de ayudar al adulto mayor, dentro de sus posibilidades, a reinsertarse dentro de las redes familiares y sociales, se intenta detectar las situaciones de violencia y abandono y se colabora con la prevención de las mismas. Allí es que se encuentra el potencial mayor de la labor de las operadoras comunitarias, en el aspecto considerado de nivel primario de atención, o sea el preventivo.

Las operadoras estamos especialmente capacitadas para dar respuesta a la demanda cuando se limita a orientación y/o asesoramiento.

Cuando se trata de una demanda encuadrada específicamente dentro de los parámetros del Programa (distintos tipos de maltrato, abandono, soledad), realizamos entonces los enlaces necesarios, concertando la entrevista con el psicólogo a cargo del centro, quien evaluará los pasos a seguir, pudiendo los operadores colaborar con el mismo en los contactos con familiares, amigos, vecinos y/o allegados del adulto mayor como en la búsqueda de recursos necesarios para la resolución de los problemas.

Para llevar adelante estos objetivos, realizamos a diario distintas tareas, pero me gustaría profundizar en la fundamental importancia que otorgamos al concepto del trabajo en redes.

Hay muchas definiciones sobre redes. Podemos decir que si hablamos de red nos estamos refiriendo a "sistema por el cual se relacionan diferentes actores sociales de una comunidad particular, sean estos instituciones, organizaciones o personas que se reúnen en función de un interés común. "

Aquí podemos hacer una diferenciación respecto a nuestro desempeño. Por un lado, trabajamos en la reconstrucción de las propias redes del adulto mayor (familiares, amigos, vecinos, instituciones de las que recibe servicios o prestaciones o es pasible de recibirlos) y por otro lado, como operadoras nos insertamos en las redes interinstitucionales de las que formamos parte como programa del gobierno de la ciudad. Por Ej. Redes de salud, redes de tercera edad, y otras, permitiéndonos este trabajo engrosar el campo de las posibilidades ante las situaciones problemáticas que se nos presentan.

Cabe reiterar que muchos de los adultos mayores que se acercan a nosotros atraviesan una crisis provocada por la ruptura de las redes familiares y/o sociales de pertenencia. Estos ancianos suelen ser víctimas del distanciamiento afectivo, ven limitado su acceso a los alimentos y a otras necesidades básicas, a su participación en la vida familiar y comunitaria, en reiteradas ocasiones se les niega la libertad al quitarle la administración de sus bienes o institucionalizarlos en contra de su voluntad. Algunas familias abandonan a sus adultos mayores y ello los lleva a la necesidad de ser institucionalizados, situación en la que también con gran frecuencia, sufren maltrato y negligencia.

En estos casos, comenzar a pensar en términos de red nos ayuda a intentar reconstruir la trama social dañada. Sostenemos que el fortalecimiento de las redes familiares y sociales constituye un importante soporte y apoyo para los adultos mayores. Tanto los miembros de la familia, como vecinos, amigos y otros allegados son capaces de aportar ayuda en situaciones de riesgo. Por ello intentamos mediante la activación de las redes promover la participación de la familia nuclear y la familia extensa en la protección de los Adultos Mayores, modificando de alguna manera las pautas de relación basadas en cualquier tipo de maltrato.

Para llevar adelante con el mejor resultados posible los objetivos expuestos, las operadoras comunitarios recibimos capacitación en forma permanente considerando la misma como instancia calificadora del trabajo comunitario. La misma se lleva a cabo mediante:

• - Participación en talleres y jornadas interdisciplinarias
• - Organización y/o participación en jornadas específicas de la tercera . edad
• - Participación en cursos de capacitación interna y externa.

Nuestra tarea se planifica y coordina mediante reuniones periódicas de los integrantes del área, supervisadas por la coordinadora general del programa.

Para finalizar y como ejemplo explícito de parte del trabajo realizado como miembros activos del equipo interdisciplinario del Programa Proteger comentaré alguna de las intervenciones que tienden a la prevención, promoción y fortalecimiento de la identidad de los AM, respetando y transmitiendo la dignidad y el derecho humano básico que poseen como seres humanos en igualdad de condiciones con toda la ciudadanía:

Comenzaré sintéticamente comentando un caso que consideramos ejemplificador de la importancia del trabajo interdisciplinario y la activación de redes en la resolución del mismo.

PRESENTACIÓN DE UN CASO.

Otra de las actividades desarrolladas por el Programa que se enlaza con el objetivo de preservar la identidad de nuestros AM es el trabajo en talleres, que llevamos a cabo en distintas instituciones, tendiente a vencer mitos y prejuicios, a generar espacios de intercambio generacional, y fomentar el respeto y reconocimiento de los jóvenes frente a los mayores.

PRESENTACIÓN DEL TALLER "CHISTES MAYORES"

Este taller lo dirigimos generalmente a población de tercera edad, y lo llevamos a cabo en centros de jubilados, hogares de día, y otras instituciones.

Luego de una breve introducción en que explicamos los objetivos del programa, trabajamos dividiendo a los participantes en pequeños grupos. Cada uno de ellos analiza un chiste y/o historieta que refleja situaciones que suelen atravesar los adultos mayores.

Finalmente se realiza una puesta en común surgiendo riquísimas conclusiones.

Este espacio permite mediante un momento agradable reflexionar en forma conjunta y debatir acerca de las distintas problemáticas.

(Se ejemplificará mostrando la imagen de un chiste y las preguntas)

 

PRESENTACIÓN DE TALLERES PERMANENTES EN ESCUELAS PRIMARIAS.

Los talleres en escuelas primarias los venimos realizando desde el año pasado, fundamentalmente en la zona de Lugano, con óptimos resultados.

Consiste en trabajar con niños a partir de 8 años de edad en adelante a quienes solicitamos que en forma individual o en pequeños grupos escriban un breve relato e ilustren sobre cómo se ven cuando sean abuelos.

En la puesta en común surgen por lo general muchos de prejuicios y estereotipos respecto a la vejez y también se puede observa el lugar que ocupan los mayores dentro de la familia.

Se genera la reflexión entre los niños a través de la charla y el debate.

(Se expondrán algunas historias escritas por los chicos y dibujos surgidos de los talleres)