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Número 14 - Abril 2004

De la vulnerabilidad a la exclusión social
Una experiencia de abordaje clínico desde un efector comunitario

Graciela Rosconi
sdsd

El título de convocatoria a este congreso me llevó a pensar en la intensificación del proceso que va de la vulnerabilidad a la exclusión social como producto de la actual crisis política y económica, la que atraviesa a las instituciones globales ( salud, educación, trabajo…) como a las particulares ( familia, vejez, maginalidad..) y vincularlo a la franja etaria que comprende a los Adultos Mayores, para luego dar cuenta de una experiencia de abordaje clínico desde un efector comunitario.

En la Argentina de los años 80 se comenzó a poner de manifiesto que los viejos no tenían lugar, la modalidad del neoliberalismo fue organizar un proceso de desmantelamiento y aniquilación para poder desprenderse del lastre: locos, viejos y pobres, es decir de esta población que en términos de mercado consume mucho y cotiza poco y que conocemos como "vulnerable" , integrada por individuos precarizados en las esferas laborales y relacionales; parafraseando a Castel, propongo ubicar a las situaciones de "exclusión" al final de este doble proceso de desvinculación, en relación al trabajo y en relación a la inserción relacional.

El trabajo ocupa un lugar importante en la vida , a través de él el individuo produce e instala vínculos, se socializa, se realiza a sí mismo, es decir que el trabajo opera como organizador , es importante tanto si se lo tiene como si no se lo tiene; el creciente desmoronamiento del trabajo engrosó los sectores marginados, quedando sus integrantes por fuera de algo tan esencial como es la participación.

La categoría socio-económica "jubilado" posición en que queda el individuo al salirse del circuito de producción, que lo lleva a una serie de pérdidas y que lo destituye de la categoría de ciudadano y por qué no también decir de la de sujeto.

Los viejos no sólo están des-empleados suelen también encontrarse des-ocupados, problematizándose aún más su situación, quedando más desprotegidos al estar corridos del circuito laboral y relacional.

Si no es tarea fácil pensar en la relación trabajo- salud , cuánto más complejo es pensar en la salud si no hay trabajo, escribe Freud en el Malestar en la Cultura:

"Cuando falta una vocación especial que imponga una orientación imperativa a los intereses vitales , el simple trabajo de los oficios manuales, accesible a todo el mundo, puede desempeñar la función que tan sabiamente aconseja Voltaire. Es imposible considerar en una exposición concisa la importancia del trabajo en la economía libidinal. Ninguna otra técnica de orientación vital liga al individuo tan fuertemente a la realidad como la acentuación del trabajo, que por lo menos lo incorpora tan sólidamente a una parte de la realidad, a la comunidad humana. La posibilidad de desplazar al trabajo y a las relaciones humanas con él vinculadas una parte muy considerable de los componentes narcisistas, agresivos y aún eróticos de la libido, confiere a aquellas actividades un valor que nada cede en importancia al que tienen como condiciones imprescindibles para mantener y justificar la existencia social…………..". 1

La actual crisis económica deja sus huellas en la pobreza, aumentando y profundizando situaciones de marginalidad y de sufrimiento mental, producido éste por la insolvencia económica del país y por la crisis moral de sus dirigentes, quienes deciden sobre las vidas de las personas, deciden acerca de su alimentación, de su medicación, de su vida social, situaciones generadoras de mucho malestar y que ponen a los sujetos cotidianamente ante hechos de degradación llevándolos a la absoluta "desidentidad" .

Sus efectos sociales son devastadores, se rompen vínculos amistosos, laborales, institucionales y de grupos sociales , situación agravada por la desarticulación de los grupos sociales naturales, que generalmente han sido los espacios de inserción y de vinculación de los viejos actuales , hechos que modifican y obturan las posibilidades de hacer "lazos sociales" repercutiendo en su Salud Mental.

A través del proceso de subjetivacion el individuo va adquiriendo los recursos mentales y las significaciones que le van a posibilitar actuar sobre la vida social y cultural.

ACERCA DE LA SALUD MENTAL

Las distintas conceptualizaciones que viene haciendo la OMS acerca de la salud llevan a pensarla como algo más que "un estado de completo bienestar bio-psico-social".

Hablar de Salud Mental es ir más allá de la ausencia de síntomas desadaptativos, en su base se encuentra la vinculación dialéctica del sujeto con el medio, el "lazo social" que es el investimento que se hace al "semejante" , al "otro social" desde alguna de las instancias psíquicas, posibilitándose así la inclusión a la red social, a los vínculos, a la creatividad , al aprendizaje, al crecimiento integral del individuo y de su entorno, aunque esté en juego la singularidad de cada sujeto.

En la actual situación Argentina de desintegración social no alcanza con los cuidados de la Salud Mental sólo desde este lugar, cobran importancia las relaciones que permiten pensar al individuo y a la comunidad; resulta esencial la participación comunitaria pues se trata de potenciar las capacidades de las personas a fin de que puedan enfrentar y actuar en las situaciones sociales que aumentan su malestar.

Si desde una perspectiva psicoanalítica el psiquismo se constituye en el interjuego entre lo personal y lo social, interviniendo así las relaciones vinculares y el contexto social en la determinación de las posibilidades de salud o enfermedad, en la medida en que los Adultos Mayores establezcan vínculos afectivos significativos podrán permanecer en el universo de la simbolización, posibilitándosele el tránsito por un envejecimiento con bienestar psicológico, con Salud Mental.

Las aciones en este campo están vinculadas a las estrategias de Atención Primaria de la Salud, desde donde se instala un modo de abordaje ligado a criterios preventivos.

 

TRABAJAR EN GRUPO CON ADULTOS MAYORES

Entiendo que el trabajo grupal posibilita hacer un proceso de re-subjetivación, doblemente importante por tratarse de este momento de la vida y por las actuales situaciones sociales de desligadura.

La posición del analista debe ser un no ejercicio del poder, un no ejercicio del saber, siendo ésto lo que posibilita que el otro ponga en juego su deseo y su palabra, democratizándose de este modo el saber y el poder .

Algunas herramientas de trabajo son :

- la participación en tanto estrategia que expresa la distribución del poder y se encuentra relacionado con lo creativo , tomaremos a ésta como valor de salud ya que participando el sujeto desarrolla sus afectos y su autonomía, la acción de participar remite a "hacerse parte de" pone a jugar el "nosotros" estrategia que rompe con la exclusión, los viejos suelen estar excluídos hasta en sus propios espacios de referencia o de pertenencia ya que quedan por fuera de cualquier tipo de decisión, quedan "sin voz".

- la intervencion desde un abordaje psicoanalítico debe pensarse como un modo de actuar sobre los elementos que hacen patógeno a un grupo o a una comunidad, siendo el objetivo partir del síntoma para analizar la estructura que lo produce , es parte de nuestro trabajo abordar al sujeto desde un lugar que privilegie la palabra poniendo en juego su subjetividad y rescatando su protagonismo en el proceso de envejecer, se trata de potenciar las capacidades de las personas a fin de que puedan enfrentar y actuar en las situaciones sociales generadoras de mal-estar.

UNA EXPERIENCIA DE ABORDAJE CLÍNICO

Este trabajo se desarrolla dentro del marco de la comunidad, en un Centro de Salud, estando la supervisión del mismo a mi cargo .

Luego de algo más de 1 año que se cerró el "espacio de reflexión " con este grupo, continuado ellos con las reuniones semanales y algunas actividades autogestionadas , en su decir "nos juntamos para pasarla bien" se acercan a plantear "necesitamos una psicóloga que nos coordine" dejando entrever que ellos no lo podían hacer.

Dado que no pude tomar el pedido les sugerí la posibilidad de contactarse con otra colega , la encontraron accedió al pedido y tienen un acercamiento, pero no es aceptada alegando que estaban acostumbrados a otra modalidad de trabajo "que no nos impongan ideas " , volvieron nuevamente y entendí que algo del órden de lo transferencial se jugaba allí obstaculizando el pasaje., ellos rechazan el ejercicio de un poder , que los dirija otra persona, pude analizar que lo que no aceptaban era esta repetición de lo social , de quedar también allí en una posición de objeto , sin participación.

Es aquí que les hago la propuesta de que alumnos míos podrían ser quienes lleven adelante el trabajo; acceden y es interesante lo que enuncian "ellos deben ser jóvenes, pueden ser nuestros nietos" qué me estaban diciendo? que nada pueden esperar de un jóven en relación al saber si ellos pueden ser sus abuelos? o se jugaba la relación mis alumnos- mis hijos? y de ésto estaban hablando, fue así que desde este lugar los aceptaron .

Es claro que lo transferencial operó aquí como posibilitador , fue entonces realizada la coordinación por mis alumnos- los residentes, ellos se posicionaron en un lugar que les permitió a los viejos no sentirse dirijidos sino ser protagonistas, se sintieron requeridos, pasaron a tener un lugar, a sentirse incluídos, hecho que posibilitó hacer ligazón con los otros, se dieron cuenta que tenían cosas para dar e incluso a los más jovenes, posibilitándose así un intercambio.

Desde dónde abordarlo fue el interrogante inicial, la posición fue correrse del lugar de completamiento , de cerrar con un sentido al grupo, correrse del lugar del saber, pensando que de este modo se iba a poder escuchar el "saber grupal".

El objetivo era permitir que los distintos discursos circulen dentro del grupo, hacerlo hablar al grupo , haciendo intervenciones con el objetivo de que se produzca un saber que los ayude a desocultar lo que estaba generando angustia.

Debo decirles que para algunas de estas personas este espacio era muy significativo, lo planteaban como su única ocupación, como el único lugar para construir relaciones, allí ponían en juego su deseo de hacer y re-conocerse.

El grupo en la primera reunión se definió como "grupo terapéutico", y sus integrantes dijeron que ellos necesitaban "una coordinación" porque sentían que el grupo se "estaba agotando", quería decir ésto que algunos de sus integrantes se estaban yendo , que otros nuevos no ingresaban y que no tenían recursos para hacer su propia coordinación.

Si bien desde nuestro lugar de Psicólogos no podemos prevenir enfermedades, nuestra tarea preventiva consiste en abrir espacios de interrogación subjetiva que permitan una búsqueda y no dar soluciones que obturen la posible demanda del sujeto.

Poner en juego la palabra no es más que hacer surgir al sujeto del deseo, ésto lleva a crear mejores condiciones de vida , que el grupo pueda sostenerse por sí mismo , que funcione como un espacio de producción, de aprendizaje.

Ante la interrogación acerca de que entendían por coordinación, hablaron de que necesitaban que les dieran materiales, ejercicios para la memoria, test, lectura , etc., se pensó que haciéndonos eco de este pedido obturábamos la demanda , no creimos que se tratara sólo de pedir un estímulo, nos estaban diciendo algo más, que les demos qué?

Estos sujetos estaban connotados por un notable rasgo de pasividad, donde la nominación de "jubilados " tomaba peso. Se leyó esta pasividad como un "no sé, no puedo" con esta misma pasividad el grupo se posicionaba respecto a la institución, sosteniendo que el centro no influía en ellos, sólo estaban allí porque encontraron un lugar para reunirse.

Ahora bien, la pregunta fue ¿cómo dirigir la intervención en relación a este pedido?, se consideró que responder a la solicitud era enmascarar la demanda, ¿demanda de qué? de acallar la angustia de ese grupo que se estaba agotando? angustia de disolución, de pérdida?, significantes éstos muy relacionados con la vejez.

Se comenzó a trabajar sobre el nombre que el grupo se daba "terapéutico" y a su vez sobre el pedido de que "no se trataran temas que generaran angustia" ya que recordaban que al inicio todos hablaron y se escucharon los recuerdos oscuros de sus vidas.

A MODO DE CONCLUSIÓN

Al inicio el grupo estaba formado por un hombre y diez mujeres. El era quién se encargaba de informar acerca de las diferentes actividades del centro (cumple también una función administrativa dentro del mismo), de organizar las actividades diarias, de presentar a las visitas y a los nuevos integrantes del grupo, "es la voz del grupo", es quién acompaña, quien "da la respuesta" pero también es sobre quien el grupo pone las espectativas de coordinación y sobre quien descansa., hechos éstos que refuerzan su posición.

Las intervenciones apuntaron a poner en movimiento este lugar cristalizado, lugar de saber-poder que obturaba la producción; el grupo comenzó a hablar, a decir lo que les sucedía, a marcar diferencias. Fue éste un momento muy importante del trabajo porque desde allí comenzaron a destrabarse cuestiones que obstaculizaban y generaban mucha angustia.

Una de ellas era una ley establecida entre ellos que "prohibía hablar de ciertos temas", tales como religión, política, edad, enfermedades, etc. habían acordado que se iba al grupo para divertirse, porque de sus problemas ya habían hablado.

Quedó claro que el grupo se sostenía desde un fantasma que impedía marcar diferencias, singularidades, este fantasma se hacía insostenible y lo estaba llevando a su disolución ya que no se abría a la incorporación de nuevas personas aunque algunas se acercaban

Se produjeron efectos, "el grupo no se agotó" y además "creció", hubo lugar para nuevos integrantes y algunos de ellos hombres, pudieron escuchar-se nuevas historias de vida.y no todas ellas muy coloridas.

Para finalizar quiero decirles que se realizó una práctica clínica, una intervención psicoanalítica desde un espacio comunitario, hubo un accionar preventivo en Salud Mental .

Parafraseando a Castel " el psicoanálisis mantiene su valor transformador en la apertura del síntoma, en la no respuesta directa a las demandas que recibe, en la cualidad interrogativa de su escucha ".

Notas

1 Freud, S- Obras completas- Tomo III- El Malestar en la Cultura – Biblioteca Nueva- 1693 pie de página- pág 3027-

 

Bibliografía

Freud, S - Obras completas- Tomo III - El Malestar en la Cultura – Biblioteca Nueva

Moise, C – Prevencion en Psicoanálisis- Propuestas en Salud Comunitaria- Paidós

Autores Varios - Saúde, equidade e género: Un desafío para as políticas públicas- Conselho

Galende,E - Psicoanálisis y Salud Mental.Para una crítica de la razón psiquiátrica- Paidós

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