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Número 11 - Octubre 2002

Segunda Asamblea Mundial sobre el Envejecimiento

Discurso de inicio

Silvia E. Gascón
gasconsilvia@desarrollosocial.gov.ar

Envejecimiento y desarrollo

A 20 años de Viena, esta Asamblea nos encuentra con la mirada puesta en el sur, en los países en desarrollo, con economías en transición y con una gran parte de sus gentes sumidas en la pobreza y la exclusión social. Cuando se celebró la Asamblea Mundial del Envejecimiento en 1982, la mayoría de las personas de edad vivían en el mundo desarrollado, en menos de tres decenios, tres cuartas partes de ellas estarán viviendo en países en desarrollo.

El proceso de envejecimiento poblacional, que se produjo en los países desarrollados, se está dando ahora en los países en desarrollo, en condiciones muy diferentes a las que se desenvolvió en los primeros.

Mientras aquellos envejecieron gradualmente durante todo un siglo; los que se encuentran en desarrollo lo están haciendo en menos de 30 años. El mundo desarrollado era rico cuando envejeció, en cambio, nuestros países están envejeciendo en pobreza.

 

El imperativo de la equidad

Entre estos países se encuentra el mío, Argentina, que hoy, está atravesando el momento más crítico de su historia. Argentina es un país desigual. Una nación donde en forma simultánea, durante la última década, aumentaron los indicadores de crecimiento económico y los de pobreza y exclusión social. La teoría del derrame, nunca funcionó en los hechos. Es que para entender la pobreza, es preciso comprender su contracara: la riqueza.

Por ello la equidad y la solidaridad adquieren entre nosotros, nuevas dimensiones. La existencia de una sociedad más justa, con mayor igualdad de oportunidades y mejor capacidad de integración, así como una ciudadanía eficaz en lo económico y en lo social, resultan necesarias para lograr una sociedad para todas las edades. Esto constituye además un imperativo ético y una condición necesaria para la paz social y la estabilidad democrática. "La mundialización debe ser guiada, para convertirse en fuerza inclusiva", nos alerta el Secretario General Kofi Annan. Este llamado a un desarrollo centrado en la gente, también nos refiere a la solidaridad entre naciones, que postulamos sea una de las metas explícitas de esta Asamblea.

 

Los nuevos pobres

En la Argentina, los adultos mayores fueron protagonistas del proceso de movilidad ascendente que se produjo en los años 50, y devinieron pobres en la vejez. La creciente pauperización que han vivido la mayoría de ellos en los últimos años, les provoca un inesperado padecimiento, al ver disminuidas sus posibilidades de acceso a los bienes y servicios a los que ya habían accedido.

La cobertura previsional está disminuyendo progresivamente, con una fuerte amenaza a la seguridad económica de los futuros colectivos de mayores. Las instituciones creadas para la atención sociosanitaria, atraviesan hoy crisis de financiamiento, nunca vistas en años anteriores.

 

El Estado enraizado en la sociedad civil

En los últimos 40 años, el Estado pasó gradualmente de ser el principal solucionador de problemas a ser percibido como su principal obstáculo. Hemos pasado de una concepción de Estado, que todo lo puede y lo hace, a un Estado ausente, débil y fragmentado.

La Argentina está empeñada hoy en refundar el Estado. Un Estado moderno, ágil, eficiente, garante de la totalidad de las funciones indelegables, en especial la realización del bien común y la satisfacción de las necesidades esenciales.

Pero el tema no es sólo cuánto puede hacer el Estado, sino cómo lo hace. Y esto tiene que ver con reforzar la capacidad e iniciativa de las personas dentro de sus organizaciones y comunidades, en lugar de reducirlas a la categoría de beneficiarios, pacientes, o clientes.

En tal sentido, el Presidente Duhalde ha iniciado un proceso de búsqueda de acuerdos y consensos a través del denominado Diálogo Argentino. Con el auspicio del Programa de Naciones Unidas y la Iglesia Católica han sido convocados todos los actores sociales. Representantes del campo político, económico, privado y público, del Estado y la sociedad civil están participando activamente en la formulación de propuestas que orienten y controlen la acción del Gobierno.

Porque un estado moderno, es un estado abierto, flexible, un estado enraizado. Que ponga su mano visible y que contemple a la sociedad civil como parte de la solución, aumentando su capacidad de dar respuesta, de descubrir con todos los actores sociales problemas y soluciones, de fortalecer redes para diseñar, evaluar y controlar las políticas de acuerdo a las necesidades y expectativas de los interesados.

Frente al discurso de la globalización y del mercado como único actor, las organizaciones de la gente y la acumulación de capital social, representan el poder hacer de los grupos al interior de la sociedad.

Entre la multiplicidad de organizaciones de la sociedad civil, las instituciones que agrupan a las personas mayores cobran significativa importancia a la hora de satisfacer sus necesidades esenciales, y representan una base importante para ejercer sus derechos a la participación ciudadana.

 

Participación y poder

En la Argentina el grado de participación social ha ido creciendo y puede reflejarse en los más de 4.000 Centros de Jubilados y de Tercera Edad existentes. Estos son espacios institucionales donde se desarrollan actividades solidarias, productivas, sociales y reivindicativas de los derechos de las personas mayores.

Quiero reafirmar la posición de mi Gobierno ante esta Asamblea: la participación de las personas de edad es fundamental para lograr una mayor calidad de vida para este grupo, las familias y la sociedad.

Para ello se ha resuelto en mi país, la conformación de un "Consejo Federal de Mayores", que está constituido por representantes de las Organizaciones que los agrupan y del que participan las máximas autoridades ministeriales de las áreas vinculadas y además organizaciones científicas y gremiales, representantes de universidades y de los cultos. En consonancia con este lineamiento ha sido elegida como actual Subsecretaria de la Tercera Edad, una representante de estas organizaciones.

El objetivo de este organismo es que las personas de la tercera edad intervengan activamente en la definición de las políticas públicas específicas y en la defensa de sus intereses sectoriales, ejerciendo su protagonismo en las decisiones que se tomen y asegurando que sus voces sean escuchadas.

Implica también instalar en la Agenda Social el impacto que el envejecimiento poblacional tiene en los sistemas sociales, para construir respuestas en conjunto, que conviertan este proceso en un éxito de la nueva era y no en un fracaso social.

Implica fortalecer a los adultos mayores y sus organizaciones con el fin de incrementar sus posibilidades de actuar sobre su propio destino y sobre el de las sociedades en que viven. Quizás el desafío de los Estados y de las propias organizaciones en el nuevo milenio sea, conjuntamente, promover el empoderamiento de los adultos mayores.

Juntos

En resumen:

El resto será reestablecer una relación de Estado y ciudadano, que facilite a las personas mayores el pasaje, del clásico rol de "beneficiario" al de activo protagonista. Verdadero ciudadano integrado.

Finalmente, quiero en nombre de mi Gobierno proponer que se puedan concertar, tanto a nivel regional como mundial, instancias que nos permitan evaluar y ser evaluados periódicamente, en relación al grado de cumplimiento de los acuerdos que propongamos en esta Asamblea.

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