Se expresan los adultos
mayores
Confiteria "El teclado"
Martha Susana Olivero
Allá en la frontera entre dos mundos, el de los límites y el de los sueños, estabas tú confitería "El Teclado", cual equilibrista en su peor prueba sin saber hacia donde ir, tan solo por temor y desconocimiento de cuánto eras capaz.
Te encontrabas frente a un espacio concreto material y descubrías gente bailando y riendo, cantando a viva voz tomados de la mano y vestidos de cualquier forma con cabellos revueltos... Una esfera de cristalitos te iluminaba y un niño les tendía una flor de siete tonalidades con una tarjetita con tu leyenda; hasta me parece verlos sonreir como sonreíamos los que buscando la llave mágica que abre la puerta de lo que creíamos tan difícil, casi irreal... "La felicidad".
Esta historia, la mía, comienza en el año 1963, es de amor y está ligada totalmente a vos, confitería "El Teclado". Su dueño y pianista Coco Bach nos invitaba a amar con sus melodías desgranadas en su piano. Aún lo veo como una especie de calma fluyendo de mi mente; se me está escapando...!
A medida que las obligaciones mundanas van tomando posiciones en mi consciente, la paz del sueño las va disipando.
Mientras caminaba en una tibia tarde soleada de estos agitados días, pensaba en vos, confitería "El Teclado", y en cómo eras antes. Te miré y me di cuenta que ya no tienes la majestuosidad del firmamento y no te colma el aroma de las flores... Guardaste los sueños y proyectos en el arcón de los recuerdos. Cambiaste el brillo y la ausencia de la alegría, y ni la sonrisa de un niño alcanza para arrancarte de este estado como del letargo al que te has entregado por la mano del hombre. Después observé el cielo y vi las aves surcando el azul espléndido, desplegando su pequeñez en la inmensidad del mundo y viví plenamente el instante... Pensé en el momento en que hasta mí llegó tu soplo de vida en un suave trino de primavera. Allí me comprometí a ser feliz eternamente.
Por un minuto sentí deseos de volar junto a los pájaros de la calle 50 casi 5, para comprender su secreto y poder traerlos de nuevo a tí, que estabas ahí como durmiendo y de pronto vi tu entrada que está intacta, surgir fervorosa de entre la misma nada que hasta este instante te había congelado. Es maravilloso como estabas perdida pareciendo vacía, en realidad pensaba la manera de que viviéramos nuevamente; pero nada es casual, todo tiene su razón.
Jamás te olvidaré y tampoco dejaré de recordarte buscando el lugar adecuado y dándole el tamaño y forma correctos en mis pensamientos.
Los adultos debemos tomarnos de las cosas y afectos que hoy tenemos y ser también felices para poder andar en el mañana.
Tu presente es parte de tu destino, el que el hombre decidió y te dio, y el mío te lo debo a vos, confitería "El Teclado".