Se expresan los adultos
mayores
Nadie hace lo que yo quiero...
Alicia
Mi hija es mala, no me quiere llevar a vivir a su casa yo que la mande a los mejores colegios, que le di todo dice que no tiene lugar, al igual que mi yerno.
Tengo tres nietos: el más grande, me da un beso y sigue con sus cosas. El otro día le dije: ¿querés que la abuela venga a vivir a tu casa?, el contesto: - ¡no se puede abuela, que va hacer!
La del medio, una señorita de 24 años, tampoco me quiere en su casa.
La de 22 años, más cariñosa, se transforma y dice: - ¡No hay lugar abu! Como no va a haber lugar si tienen cuatro dormitorios y hasta fondo para hacerme una "piecita".
Le pedí a mi hermano que me lleve con él, pero a los tres días me trajo de vuelta.
Siempre dije a mi hija que me tenía que llevar a vivir a su casa Al principio me dijeron que tenía que cuidar a mi esposo, cuando yo ya no podía más nos llevaron a un geriátrico. Yo no quería compartir la habitación con él porque estaba cansada de atenderlo.
Pero me llevaron al médico, a la psiquiatra y nadie hacía lo que yo quería Ah! ¡Mi esposo terminó en una silla de ruedas!
Llame a todos muy enojada y les dije: - ¡Aquí no me quedo más! y nos cambiaron otra vez.
A los cuatro meses tuvimos que volar de allí, con la esperanza de ir a vivir con mi única hija, pero nos llevaron a una residencia y ellos decidieron que debía compartir con mi marido un departamento. Nos llevaban el desayuno a la cama pero la dueña era una misionera que le gustaba hacer chistes a los hombres.
¡No aguanto más!, ya les dije que me voy a ir a Punta Lara y me voy a matar ¡Quiero estar con mujeres!
Hice todo lo posible por llamar la atención, pero me internaron. Un día un hermano se enojó con mi hija: - ¿Cómo trajiste a tu mamá aquí? ¿Por qué no te la llevas a tu casa? No tiene nada
El día que me dieron el alta internaron a mi marido, y a los cuarenta días falleció "voy a aprovechar a salir que me hace falta, ¡pobre de mi!"
Ahora que estoy sola no entiendo porque no me quieren
¡"No me gustan los geriátricos"!. Una vez por mes me cambian de lugar. Ya recorrí nueve hogares, solo de mujeres, pero me aburro, hay viejas antipáticas, y engreídas
"No quiero estar con gente enferma. ¡Sáquenme de aquí!... Me voy a morir.
Hice tanto llamados de atención que me llevaron a una pensión. Ya le dije a mi hija que me ponía mal, que la extrañaba muchísimo
Le confié en secreto a las chicas que me cuidan que voy hacer lío para que me saquen de aquí.
Le digo a mi hija: "No estudies tanto que te vas a olvidar todo" "Vos escuchas a todos, pero no me escuchas a mí".
Ahora se consiguió un trabajo. Ya no viene tan seguido a verme, vienen las nenas.
Yo que me desviví por ella, que le di una buena educación y hace más de un año que me tiene aquí "no aguanto más" tengo noventa y dos años y estoy triste
¡No quiero fiesta de cumpleaños!...