Volver a la página principal
Historias que hacen Historia

EINSTEIN

Dr Benito Mario Guerstein *

bubi@terranet.com.ar

A principios de agosto del 39, Einstein, que vivía en Princeton desde hacía un tiempo, escapando a la horda nazi que ya asolaba Europa escribió una carta a Roosevelt, comunicándole los adelantos de Joliot en Francia y de Fermi y Szilard en América, sobre reacciones nucleares. Al mismo tiempo, le advertía sobre experiencias similares que realizaba Alemania, conducentes a la producción de la proyectada bomba atómica, y el peligro que ello signiicaba para el mundo.

La respuesta de Roosevelt está fechada a mediados de octubre, dos meses y medio más tarde, cuando ya Hitler había invadido Polonia hacía un mes y medio, hecho que constituyó el comienzo de le Segunda Guerra Mundial: le agradecía tibiamente "su alegato" y le anunciaba que "había reunido una junta" para tratar el tema.

Einstein entonces, a los sesenta años de edad, inició una lucha despareja y desesperada que duró dieciséis años, entre el 39 y el 55.

Por ese entonces Leopold Infeld, en cierto modo uno de sus biógrafos, discípulo y coautor de "La evolución de la física", lo describe como "la figura de un hombre que no va a la peluquería, que no usa corbata ni medias, cuyos ojos parecen mirar apartados de las pequeñeces de nuestro mundo. No brega por su comodidad personal. Se preocupa poco por todas las cosas que tanto significan en nuestras vidas. Si habla en defensa de una causa no lo hace en forma personal. Es alentador saber que un hombre así aún existe, un hombre cuyos pensamientos están dirigidos hacia las estrellas..."

Nadie luchó como Einstein durante esos dieciséis años por la paz, desde diferentes tribunas: cuando el 16 de julio del 45 se hizo explotar la primera bomba atómica experimental en el desierto de Almogordo (Nuevo México) Einstein se estremeció; cuando, el 16 de agosto del 45 la primera bomba atómica no experimental (irónicamente se llamaba "Muchachito") destruyó Hiroshima, Einstein lloró y exclamó: -"Si lo hubiera sabido... no hubiera escrito jamás esa carta".

Quedaban diez años más de lucha en la vida de Einstein de la razón contra la sinrazón; lucha que continúa con nosotros. El pico máximo de angustia mundial se dio cuando Truman autorizó, en enero del 50, la construcción de la bomba de hidrógeno, que significaba el peligro de destrucción de la vida en el planeta. Nuevos discursos de Einstein, nuevas tribunas, ahora por la televisión, al mundo; nuevas urgencias inapelables.

Una decena de científicos firmó una declaración, una vez más, advirtiendo a la Humanidad, sobre la destrucción de la vida en el planeta, por el uso de la nueva bomba, en abril del 55. Pocos días después, el 18 de abril, Einstein murió en el hospital de Princeton.

Traduzco las últimas palabras de Eistein para ti, lector. Fueron en alemán, idioma que no conozco. No fueron comprendidas tampoco por la enfermera que estaba a su lado, ya que tampoco entendía el alemán. ¿Qué te parece proponer que las últimas palabras de Einstein fueron: "si lo hubiera sabido...?"

Dr Benito Mario Guerstein.

Volver al Indice del número 2 de Tiempo

PsicoMundo - La red psi en Internet