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Historias que hacen Historia

Churchill

Dr. Benito Mario Guerstein
bubi@terranet.com.ar

Fue un personaje controvertido. Churchill dejó un enorme saldo favorable y el agradecimiento de la humanidad, por su enfrentamiento al nazifascismo, al principio prácticamente sólo, cuando la horda parda se extendió sobre los países de la Europa toda. Sedimentadas las cosas, y a sesenta años de los acontecimientos, creo que Churchill nos salvó a todos. Quizá es exagerado decirlo, pero... Busquemos otra figura: Roosevelt, Stalin, De Gaulle. Ninguno de ellos tiene la dimensión de Churchill, ya que Roosevelt declaró la guerra al Eje a fines del 41, cuando Inglaterra y el resto de Europa soportaban dos años de lucha en desventaja; Stalin fue aliado de Hitler al principio..., hasta que Rusia fue invadida; De Gaulle se refugió en Inglaterra, desde donde organizó la resistencia. Solamente Churchill estuvo en todo momento y en todas partes, cubriendo todos los frentes de defensa ante los bombardeos a Londres, y organizando personalmente los ataques, a veces desde el mismo campo de batalla. Cuesta reconocerlo pero es así. Cuesta reconocer que un conservador de toda la vista, imperialista, sea objeto de tanta admiración y gratitud. Cuesta "pelear con Churchill" y denostarlo, porque aparecen facetas y argumentos en su favor, que nos llevan a la alegría de ser derrotados en esa "pelea". Y es mejor que así sea: Churchill es una de las gigantescas figuras del siglo que terminó.

La abuela materna de Churchill, Clara Hull, era a su vez nieta de Mehitabel Beach, india piel roja de la tribu de los iroqueses. Quizá ese seis y cuarto porciento de sangre indoamericana haya sido importante para determinar ese particular carácter invencible en el tataranieto...

Hasta los sesenta años, Churchill había sido un estadista sólido (mezcla de un buen gobernante con un buen administrador); fue soldado en diferentes frentes donde estuvo; fue un aventurero toda vez que su curiosidad y su intrepidez se lo permitieron; fue periodista desde lugares donde le tocó actuar, para los medios de Londres y otros; fue orador en cualquier esquina o plaza en los que le tocara estar; fue historiador, como en "La crisis mundial 1914-1918"; fue biógrafo como en la biografía de su padre "Lord Randolph Churchill" y en "Grandes contemporáneos"; fue pintor en sus horas de ocio o de necesidad de pintar, y su obra se caracteriza por los motivos atrevidos y los colores fuertes; fue deportista.

En el 33, al borde de los sesenta años, Churchill previno a los ingleses acerca del peligro que había en el rearme de Alemania.

En el 35 fue reelegido diputado, e insistió sobre el punto anterior.

En el 36 propuso inquirir sobre las defensas de su país y criticó la actitud descuidada de los ingleses, en ese aspecto. Asesoró a Eduardo VIII en su alejamiento del trono.

En el 37 publicó su libro "Grandes contemporáneos".

En el 38 se reunió con franceses y criticó como peligroso el Acuerdo de Munich.

En el 39 integró el gabinete de Guerra, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, con la invasión de Polonia por Alemania el 1 de septiembre y la declaración de guerra por Inglaterra y Francia, dos días más tarde.

En mayo del 40 pasó a ocupar los cargos de primer ministro y ministro de Defensa, el 11 de mayo, y dos días más tarde pronunció el famoso discurso a los ingleses, que contiene aquello de "vengo a ofreceros solamente sangre, sudor y lágrimas". A partir de entonces, se movió estratégicamente en varios frentes, para sus tratos con los franceses y

norteamericanos. La batalla de Inglaterra, que consistió en el bombardeo continuado de Londres por los alemanes, las famosas "blitzkrieg", frente a una defensa y ataque muchas veces inferior de los aviadores ingleses, inclinó la balanza para estos últimos, e hizo decir a Churchill "Nunca tantos debieron tanto a tan pocos". En realidad esos "pocos" estuvieron incentivados por un jefe que se llamaba Churchill.

En el 41, Churchill envió tropas a Grecia y tuvo importantes contactos con Rusia, ante la inminencia de ser atacada por Alemania. Asimismo, se encontró en alta mar con

Roosevelt para firmar la "Carta del Atlántico". En diciembre, frente al ataque a Pearl Harbor, viajó a Canadá y Estados Unidos, donde habló ante los respectivos parlamentos.

En el 42 firmó en Washingron el Pacto de las Naciones Unidas, y en mayo se entrevistó con dirigentes rusos. Ese mismo año realizó viajes a Estados Unidos, Egipto y Rusia.

En el 43 se reunió con Roosevelt en Casablanca, con Eisenhover en Malta, con Roosevelt y Chiang Kai Shek en El Cairo, y con Roosevelt y Stalin en Teherán.

En el 44, tuvo encuentros con Montgomery, Tito, el Papa, Roosevelt, Stalin y De Gaulle.

En el 45, participó en febrero de la Conferencia de Yalta, con Roosevelt y Stalin;

anunció en mayo la terminación de la guerra en Europa; integró en julio la Conferencia

de Potsdam, con Truman y Stalin. Hacia fin del año, y después de elecciones, fue reemplazado por Attle.

En el 46 propuso la creación de los Estados Unidos de Europa, lo que con el correr de muchos años, y por "transposición de jugadas", se transformó en lo que es hoy el Mercado Común Europeo: "Churchill, el visionario".

En el 48, inauguró el Congreso de Europa, y se publicó la primera parte de su obra "La II Guerra Mundial".

En el 50 fue reelegido diputado, y al año siguiente nuevamente primer ministro.

En el 52, fue invitado a Canadá y realizó múltiples contactos políticos a nivel internacional.

En el 53 se le otorgó el Premio Nobel de Literatura.

En el 54 visitó a Eisenhover y firmó el Tratado de Potomac.

En el 55 renunció como primer ministro, y Eden lo reemplazó.

En el 56 publicó "Historia de los pueblos de habla inglesa".

En el 59 recibió reconocimientos y homenajes en diferentes países.

En el 62, a los ochenta y ocho años, sufrió la fractura de fémur.

En el 63, Kennedy lo proclamó ciudadano de honor de los Estados Unidos.

En el 64, recibió un homenaje en su país, donde consta la "ilimitada admiración y gratitud por sus servicios a la nación y al mundo".

En el 65, Churchill murió el 24 de enero, a los noventa años.

Lector: transcribo solamente dos testimonios sobre Churchill. De Wickham Steed: "Aunque le tocara vivir una situación que no pudiera desdramatizar, sería el mejor primer ministro que hayamos tenido nunca". De Charles de Gaulle: "Desde el principio al fin del drama, Winston Churchill fue para mí el gran Maestro de una gran Obra, y el gran artista de una gran Historia".

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