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Curso Virtual:
Educación para el envejecimiento

Clases 6 y 7:
Cambios psicologógicos y sociales
Dra. Virginia Viguera

 

Cambios Psicológicos y sociales.

El envejecimiento es un proceso gradual, natural, universal, inexorable, estructurado en torno al tiempo y evidenciado por cambios a nivel biológico, psicológico y social.

Los cambios psicológicos , a los que los Adultos Mayores se enfrentan tienen que ver en primer lugar con la idea de tiempo.

El tiempo es inexorable, no se detiene, nos muestra

La muerte está significada por la vida y desde muy chicos sabemos de su existencia, pero al entrar en la etapa del envejecimiento ya no se nos aparece como la muerte de los otros sino que se nos hace presente como propia. Sabemos que la muerte no es propiedad de ninguna edad, llega en cualquier momento, pero es sin duda más esperable en la vejez.

El tiempo es una dimensión en la que transcurre nuestra vida pero durante la juventud, el tiempo es algo que no tiene límites, uno se maneja con el "algún día", pareciera que fuera algo eterno.

En esta etapa del envejecimiento tomamos conciencia del tiempo nuestro, que es finito, acotado y tiene un fin. La toma de conciencia también tiene que ver con la identidad, el mirar a los amigos en sus cambios, encontrarse con alguien después de varios años, los cumpleaños también se encargan de recordar los años que cumplimos nosotros y nuestros hijos.

La crisis de identidad, ya la veremos en otra clase, está ligada a una suerte de balance vital que se hace, se mira para atrás, se mira para adentro, uno se introspecciona para tratar de reconocerse.

Junto al encuentro del tiempo aparece la vivencia de pérdidas, que marcan profundamente el proceso del envejecer.

¿ a que llamamos pérdida? (Pérdidas y Duelo son temas de otra clase )

Decimos que pérdida es la vivencia por la cual se siente que ya no se tiene algo significativo, real o no. Un ser querido, un objeto importante, una actividad relevante, un rol( laboral, parental), el cuerpo joven, habilidades, disminución de algunas funciones sensoriales, un accidente, una mudanza, el casamiento o salida del hogar de un hijo, etc.

El proceso del envejecimiento está marcado por las pérdidas, especialmente al comienzo del mismo.

Algunas veces una pérdida aparentemente menor, desencadena un aparecer de pérdidas anteriores significativas que quedaron sin elaborar.

La pérdidas se elaboran a través del proceso de duelo.

Decimos brevemente acá que el duelo es un trabajo psíquico natural, normal, que no está exclusivamente vinculado a una pérdida por muerte, y que lleva un período para su elaboración. Rabia, desesperación, impotencia, negación, acompañados por tristeza son sentimientos que siempre acompañan a este proceso que siempre lleva un tiempo hasta su resolución.

Una crisis de identidad es lo que acontece en mayor o menor medida.

Preguntas como:

¿ quién soy? Qué hice hasta ahora? Y ahora qué? Porqué no hice tal cosa?

Que haré de ahora en adelante... Las crisis producen inquietud, angustia, desconcierto, a veces repercuten en el cuerpo con distintas dolencias. Aparece el aguijón de la soledad, el aburrimiento, la rutina, la temida depresión.

Es útil recordar que la depresión como enfermedad aunque muchas veces diagnosticada, no es tal, ya que no es tan frecuente.

Lo que aparece es un estado depresivo con síntomas como tristeza, sensación de vacío, desgano, falta de motivación.

En la gran mayoría de los casos todo esto es producto de esa crisis de identidad, propia del encuentro con las pérdidas y los cambios.

A veces se hace necesario la intervención del especialista pero otras se puede actuar a través de lo que insistimos como Promoción de salud y Educación para el envejecimiento previniendo un mal envejecer.

Es importante poder posicionarse en el proceso del envejecer.

Y qué es posicionarse en el proceso del envejecer?

Ya habíamos dicho que uno de los objetivos de la Educación para el Envejecimiento era conocer, elaborar y asumir este proceso.

Esto significa tomar conciencia de que se está accediendo a una etapa de la vida en que la que se registran pérdidas y ganancias, y facilitar a través de esta toma de conciencia nuevos roles a desempeñar, nuevas formas de vida o actitudes frente a la misma, y con esto una inserción activa, participativa en la sociedad.

Y en esto es cuando aparece la necesidad de conectarse con su mundo interno, la interioridad al decir de Salvarezza o la subjetividad como lo apunta Conde.

De todos modos es lo que nosotros llamamos toma de conciencia de su situación de envejescentes, con limitaciones y posibilidades y el posicionarse frente a esto.

Se podrá decir y desde luego que se dice, que resulta doloroso mirarse y reconocer los cambios, lo que uno ya no puede o lo que los otros ya no les permiten, enfrentarse con dos ideas que sin duda inquietan: la idea de vejez , equiparada en el estereotipo cultural solamente a deterioro y pérdidas y la idea de muerte propia. Además como hacerlo y al mismo tiempo ubicarse en un mundo tan rápidamente cambiante!!!

No consiste en hacer una alabanza de las pérdidas, aprendamos a decir: esto ya no puedo, pero sin quedarse ahí, porque tomar conciencia significa al mismo tiempo aprender a comunicarse con uno mismo y registrar los deseos, las posibilidades, las motivaciones, lo que si se puede, que no es poco, es diferente del antes pero se puede ser pleno, creativo, placentero y rico en intercambios y aportes que solamente lo da la experiencia, la vida vivida.

Tomar conciencia significa además reconstruir la propia historia reforzando así la identidad y logrando la integración del pasado con el presente.

Tener acceso a la educación se hace entonces muy importante, tomándolo como proyecto, aprendizaje, formación, reflexión, no meras actividades , sino actividades con sentido, facilitando lo creativo en sus distintas formas e insertándose en la corriente de la sociedad que les signifique pertenencia.

Otro aspecto significativo en relación a los cambios psicológicos es el relativo a los miedos. (También los miedos serán vistos en una clase especial).

Miedo a la vejez, al deterioro, a la dependencia, a la muerte, a la soledad.

Si bien están ligados entre sí, tiene siempre el sello de lo singular, de lo diferente en cada individuo.

 

Cuáles son los cambios sociales?

La mayor parte de estos cambios tienen que ver con la situación que se plantea con la jubilación, que generalmente sin preparación previa, obliga a un cambio muy grande en la forma de vida, al parecer con mayor incidencia en el hombre que en la mujer, pero esto según el lugar central o no que el trabajo ocupa para ellos.

Los Adultos Mayores no están acostumbrados a usar el tiempo libre y al jubilarse, con un gran tiempo libre en disponibilidad.... se enfrenta con un factor que impregna la crisis de identidad que aqueja a muchos Adultos Mayores.

Hugonot, gerontólogo francés dice: " se relaciona la jubilación con la soledad, con una vivencia de inutilidad, un encontrarse con un tiempo libre para el que no se está preparado".

Muchas veces la jubilación es el detonante del envejecimiento, hasta se ha dicho que uno no se jubila porque es viejo, sino que se vuelve viejo porque se jubila.

La jubilación se da por ley a determinada edad y deviene un cambio brusco en el modo de vida del sujeto. La jubilación , cuyo nombre refiere a "júbilo", estaba determinada en función de una recompensa por los años de trabajo y la necesidad de liberar puestos de trabajo. Merecido logro, sin duda, no siempre es vivido así por todos en la misma forma y en la misma edad, así algunos profesionales, artistas, algunos docentes y todos aquellos a los que el trabajo satisface están en condiciones de seguir unos años más.

Además , el monto de las jubilaciones, en la mayoria de los paises, es inferior a los sueldos de los activos y es insuficiente para que el jubilado , que dispone del tiempo libre para poder hacer salidas, viajes, reuniones, se ve impedido porque sus ingresos solo le permiten sobrevivir. Por supuesto que esto no es asi en algunos paises de los llamados desarrollados.

La inserción laboral siempre otorga un rol social generalmente unido a otras personas con las que se interactúa cotidianamente. La pérdida de este rol puede crear una sensación de vacío, de desvalorización, de inquietud frente a todo este tiempo libre del que se dispone abruptamente.

Para ampliar esta clase consultar: ref. 4,5,12,13,14,34, ver Indice de Revista Tiempo .


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