Editorial
Virginia Viguera
virginiaviguera@gmail.com - tiempo@psicomundo.com
Acá escribiendo el Editorial para que en este mes de mayo esté on-line un nuevo número de la Revista Tiempo.
Sé que muchos la esperan, sé que muchos la consultan, la veo referenciada en muchos libros y artículos que se publican y eso me alegra a la vez que me hace sentir responsable cuando se atrasa su salida.
Los que trabajamos con Adultos Mayores nos encontramos asistiendo a una extraña, ¿extraña? contradicción. Un siglo XX cargado de cambios aceleradísimos y productores de elementos de mayor confort y mejor salud, a la vez que presenciamos la violencia más cruel y despiadada en nombre de la religión, del poder, de los que se creen siempre dueños de “la verdad”.Los artículos de la Revista reflejan estos cambios y la repercusión que tienen, cambios tan significativos que lograron cumplir un viejo anhelo de la Humanidad: vivir más años. Y si, la esperanza de vida para estas generaciones aumentó y se habla de más longevidad para los que vienen. La ciencia , desde todas sus ramas ha aportado causales que unidos a la revolución tecnológica y su aplicación a la vida del hombre, determinan que haya aumentado tanto la cantidad de mayores y que mejor aún, lo hagan con una mejor calidad de vida.
La mayor demanda entonces se hace sentir: mayor inclusión, más Programas de Educación, controles de la salud, adaptación del hábitat, jubilaciones acordes, desterrar prejuicios que los discriminan, los rechazan, los invisibilizan.
Cuan ha sido la repercusión de este fenómeno que empezó en el Siglo XX y se acentuó en el XXI, que se le ha empezado a llamar al Siglo XXI, “ La Era del Envejecimiento” y es precisamente un economista como Georges Magnus que así titula su libro y muestra como este hecho demográfico incide e incidirá más aun en la economía en su conjunto.Estas generaciones de Adultos Mayores han sabido de luchas y sin duda son resilientes pero supieron ser jóvenes y por tanto más fuertes y vitales para hacer frente. Ahora siguen en la lucha por vivir mejor pero ya entran en una franja que llamamos de Vulnerables y aclaramos, no quiere decir débiles, sino más frágiles, su cuerpo, sus reflejos, su salud se han ido desgastando con el envejecimiento aunque su experiencia los torna vigentes. Es por eso que la violencia , la inseguridad, lamentable sello de este tiempo, los atemoriza tornándolos más indefensos y faltos de cuidados. La Sociedad toda, pero sin duda los Estados, deben preocuparse y ocuparse de ellos.
Gracias a lectores y colaboradores, siempre están invitados a enviar sus trabajos, sus experiencias trabajando con Adultos Mayores y con Viejos, para publicar en Revista Tiempo.
Virginia ,
Otoño de 2015.