Internet es una herramienta muy particular. En "Le Monde Diplomatique" de julio del 97, en un artículo titulado "Un monde surexposé", Paul Virilio señalaba que a falta del tan mentado fin de la historia, a lo que asistiriamos sería a un fin de la geografia.
En la antiguedad, la distancia mas que la división del trabajo, dictaba los costes relativos de la producción. Esto definió el carácter costero de la civilización clásica: el comercio interlocal que la unía se realizaba principalmente por mar (P. Anderson nos recuerda que en tiempos de Diocleciano era mas barato enviar trigo por barco desde Siria a España que transportarlo 120 Km por carretas). En otras palabras, una ciudad, al otro extremo del Mediterráneo podía considerarse mas "cercana" que otra ubicada a apenas unas decenas de kilómetros por tierra. La "distancia" quedaba definida no solo por los kilómetros sino por la potencia del medio de transporte.
El desarrollo del modo de producción capitalista fue acompañado por una revolución en los medios de transporte y comunicación jamas conocida hasta entonces. El desarrollo de las fuerzas productivas iba indisociablemente ligado al desarrollo del mercado. Y este solo era posible en un mundo "unificado", un mundo "cercano". Por ejemplo, no era posible desarrollar una gran industria textil si la misma solo está detinada a cubrir las necesidades de la poblacion "cercana". La manera de ampliar esa "poblacion", es decir, el mercado, fue "acercar" otras poblaciones. El desarrollo de los medios de transporte y comunicación "acortó" aún mas las distancias geográficas.
Y lo que subraya Virilio en su artículo, es el punto extremo al que se ha llegado en esta abolición de las distancias geográficas, con la nueva revolución de las comunicaciones. Por eso dice que lo que no es tanto al fin de la historia a lo que asistimos sino al fin de la geografía, a la abolición de las distancias.
Las direcciones políticas de las potencias económicas son conscientes de ello. No en vano declaraba el presidente Clinton hace poco que "por primera vez, ya no hay diferencia entre la política interior y la política exterior". Virilio lo dice de esta manera : "la ciudad real, localizada, situalizable, que daba su nombre a la política de las naciones, cede su prioridad a la ciudad virtual, esa 'megaciudad' deterritorializada que devendría así el asiento de esta metropolítica cuyo carácter totalitario, o mas bien, globalizante, no escapa a ninguno".En un excelente artículo publicado en el número 3 de la revista Acheronta, titulado "El carácter de las nuevas tecnologías de la información", Claudio Katz ilustraba este impresionante desarrollo con ejemplos como el que reproducimos a continuación:
"El carácter básico del cambio tecnológico liderado por las N.T.I. [Nuevas tecnologias de la Información] se evidencia en primer lugar, en la intensidad de la innovación que protagonizan, en comparación a cualquier otro sector industrial. Si la industria automotriz se hubiera desarrollado al mismo ritmo que la informática, actualmente un Roll-Royce costaría 2,75 dólares, y gastaría un galón de combustible para recorrer 3 millones de millas. Con un dólar podría comprarse el Cadillac, que en 1968 se vendía a 10.000 dólares.
Estableciendo la misma comparación con la industria aeronáutica: un Boeing 767 debería costar 500 dólares, y circunvalaría el globo en 20 segundos con 5 galones de combustible. Obviamente se trata de estimaciones lineales y extrapoladas, pero sirven para ilustrar la velocidad de la innovación en la informática, frente al resto de las actividades industriales."Ambos autores, cada uno desde perspectivas políticas muy diferentes (el primero es militante católico y el segundo es de formación marxista), no dejan de subrayar también que todo esto está lejos de acercarnos, forzosamente, sea al paraíso o al socialismo.
Para Virilio " ahí donde las antiguas distancias temporales producían, hasta la revolución del transporte del siglo pasado, el alejamiento rpropicio de las diversas sociedades, la era de la revolución de las transmisiones que inicia el contínuo feedback de las actividades humanas engendra la invible amenaza de un accidente de esta interactividad generalizada, donde el crack bursátil podría ser el síntoma".
Y Claudio Katz nos recuerda también, en una capítulo titulado "NTI en Wall Street y no en Detroit", lo siguiente: "La misma crisis económica, que obliga a sub-utilizar los robots en la industria provoca la sobre-utilización de la informática en operaciones financieras. El temor a fabricar en exceso, que limita la automatización, no existe en el mundo de la banca. Al contrario, cuanto mayor es la incertidumbre en el campo de la producción, más aguda es la emigración de capitales a los circuitos especulativos; y más intensa es la aplicación de las nuevas tecnologías de la información a las transacciones ficticias de la órbita financiera.
Forester describe este proceso con una frase: 'En Wall Street, y no en Detroit se encuentra siempre la última generación de computadoras'. Esta aplicabilidad financiera no surge de la espontánea compatibilidad de tecnologías que procesan información, con actividades que requieren esta cualidad. La convergencia se explica por la extraordinaria autonomía que detenta actualmente el ciclo del crédito del ciclo industrial, y por el consiguiente sobre-dimensionamiento general de la liquidez internacional. La demanda informática es ilimitada en las actividades financieras porque las operaciones con divisas, bonos, títulos, o documentos de toda especie se encuentran totalmente divorciadas del proceso productivo."Internet es la expresión material de todas estas potencialidades y también de todos estos problemas.
Es, por un lado, esta magnífica herramienta que nos permite abolir practicamente las distancias y hacer posible un conjunto de experiencias como las que reseñamos en nuestro listado de secciones.
Para graficar de un modo mas intuitivo lo que hacemos en PsicoMundo, podríamos decir que sumando el conjunto de nuestras diveras áreas, hemos desarrollado y reunido, en estos primeros 4 años de existencia, contenidos (disponibles gratuitamente) por el equivalente de entre 50 o 60 libros de unas 250 páginas cada uno. Y si hacemos un promedio de la cantidad de visitas que hemos tenido, podríamos decir que de cada uno de estos "libros" hemos hecho una tirada internacional de varios millares.
En síntesis, PsicoMundo se ha transformado en la principal editora de contenidos sobre salud mental, en lenguas latinas, en internet.Por otro lado, Internet es también el centro de la atención mundial como herramienta comercial. En los diferentes medios de comunicación se da cuenta de los grandes debates que se estan llevando a cabo a nivel de los gobiernos de las grandes potencias económicas sobre diferentes cuestiones :
- cómo considerar la propiedad al nivel de los productos electrónicos
- cómo organizar el comercio electrónico
- como manejar la cuestión impositiva
- cómo manejar la seguridad
- etc.
En PsicoMundo no creemos que Internet sea la panacea que resuelva los problemas de la humanidad. De última, las máquinas y la tecnología no son sujetos. Los únicos sujetos son los hombres. Y no hay nada que los exima de la responsabilidad de sus actos.
Internet forma parte de la realidad de este momento histórico.
Pero dentro de lo caótico y crítico que el mismo se nos presenta (desocupación, crisis financiera, etc.), Internet no deja de ofrecernos grandes posibilidades para apostar y desarrollar acciones en un sentido, podríamos decir, "constructivo".Lo invitamos a participar de este espacio, a sumarse a nuestro trabajo, a desarrollar en él sus propias inquietudes y potencialidades. Esperamos que lo disfrute tanto como lo disfrutamos quienes lo sostenemos con nuestro esfuerzo, con nuestro trabajo, y con nuestro deseo.
Julio 1997
Michel Sauval
Director de PsicoMundo