Serge André

Freud tuvo a bien dar el ejemplo constante: no es conveniente que el psicoanalista revele al público nada de su propio inconsciente. El libro de Serge André, psicoanalista reconocido en el mundo entero, puede por eso provocar cierto escándalo. Escrito en circunstancias dramáticas en 1992-1993, cuando los médicos le dijeron que sólo le quedaban tres meses de vida, esta novela atípica es mucho más que una autobiografía. Como lo dice el propio Serge André, se trata de un relato "autobiográfico al mil por ciento": tiene un cien por ciento de autobiografía más un novecientos por ciento que se agregó a ella. Desde la invasión de una madre al borde de la locura hasta el relato alucinatorio de un asesinato tan bárbaro como nunca se haya escrito; desde la captura erótica por una figura de padre totalmente inédita en la literatura hasta la aparición de una tía que parece pintada por Goya, pasando por la hipnótica tiranía de un colegio unido por el suave masoquismo cristiano, por la revelación de un "cadáver luminoso", por la visión paralizante de la violación de la madre por los abuelos y el padre unidos, Flac, héroe de edad incierta, cuenta menos de su vida, sus fantasías y sus recuerdos que su relación compleja y opresiva con la dictadura de las palabras. Las escenas barrocas de este relato feroz son tan sólo pretextos para forzar al lenguaje a plegarse a un ritmo prodigioso insuflándole una música de acordes inauditos. Valiéndose finalmente del anuncio redentor de "una voz de fino silencio", en le profundo ensayo que figura como posfacio, el autor reflexiona de manera insólita sobre la división entre psicoanálisis y literatura y el modo en que se revela esta novela.

Versión en español de Tamara Francés y Néstor A. Braunstein