Edipo
Filósofo
Jean-Joseph
Goux
La revancha de lo sagrado Paula
Pico Estrada Según La odisea, Ulises se lo encontró en el Hades. Sófocles escribó dos tragedias sobre su vida. Hegel lo llamó el primer filósofo y Nietzsche entendión por qué, en un pasaje famosamente discutido, el coro trágico lo acusa de desmesura. Y, sin embargo, quienes hoy decimos Eidpo, decimos "complejo de Edipo", refiriéndonos a una hipótesis central a la doctrina psicoanalítica que dice que entre los dos y los seis años el niño varón padece un intenso amor hacia la madre y, consiguientemente, rivalidad y odio hacia el padre. Una vez que el chico, por miedo a la castración, seidentifica con el padre, estos sentimientos desaparecen. La prohibición del incesto se interioriza como superyó, representación psíquica de la autoridad, y la sexualidad entra en un período de latencia hasta la pubertad. Esta explicación, así resumida, ha pasado a formar parte de nuestro sentido común semi-ilustrado, que la acepta como si se tratara de una verdad natural - o quizás revelada - indiscutible. Si hasta los griegos lo sabían !! |
En Edifo Filósofo Jean-Joseph Gouz se propone desmantelar la herencia freudiana que quiere que el complejo explique el mito y demostrar, en cambio que es el mito el que explica el complejo. Solo en el marco de una cierta institución histórica de la subjetividad, sostiene, ha podido ser concebido y tam ampliamente aceptado el "complejo de Edipo", afirmación que fundamenta lanzándose a un recorrido admirable por su erudición, claridad y agilidad. Cada capítulo retoma las conclusiones de los anteriores para desarrollarlas y ampliarlas desde la perspectiva de una disciplina diferente. ¿Habrá algún área que le sea ajena a este profesor de la Rice University de Houston, también autor de algunos trabajos críticos sobre la simbólica de la economía? El destino de Edipo es revisado a partir del psicoanálisis, de la mitología comparada, de la antropología, de la iniciación de los textos trágicos, de la iconografía de los vasos griegos, de la historia política de las ciudades-estado, de la arquitectura y la pintura y del pensamiento filosófico occidental.
En mito de Edipo, razona Goux comparando la secuencia lógica de sus motivos con la de tres mitos culturalmente emparentados con él, cuenta la hisotira de una iniciación en la virilidad (o investidura real) fallida. El héroe tipo sólo puede acceder al casamiento con la princesa y a la soberanía del reino si vence un cierto número de pruebas, correspondientes a los tres dominios funcionales indoeuropeos que distingió Georges Dumézil: lo sagrado, la guerra y la fecundidad. Edipo que en lugar de vencer a la Esfinge con la ayuda de los dioses lo hizo solo, que en lugar de matarla en combate sangruento la derrotó con una palabra (y mató, en vez, a un pobre viejo que resultó ser su padre) y que en lugar de casarse con la princesa se casó con su propia madre, no ha cumplido la investidura tradicional. No es un rey, sino, como el título puesto por Sófocles lo dice, un tirano, o sea aquel cuya legitimidad es dudosa.
¿Cual es ntonces la razón de su predicamento a través de los siglos? ¿Por qué Freud vio en él al prototipo del deseo masculino cuando su historia es, en comparación co otras, una desviación? En efecto, el deseo profundo del héroe, parecerían querter decirnos los relatos mitológicos regulares, no es poseer a la madre y matar al padre sino mas bien matar al principio materno (el mosntruohembra que en un momento de la lucha lo devora) y así amputarse a si mismo de esa indiferenciación oscura para acceder a la virilidad y desposar a lo femenino no maternal (la princesa custodiada por la dragona). La razón por la que Freud se encuentra con Edipo, y no con un héroe mas típico para la antiguedad, es que un largo itinerario ha ido llevando a la construcción de lo que Gouz llama "sujeto edípico", un sujeto signado por la voluntad de autonomia racional e individual, un sujeto cuya conciencia de sí crece a expensas de la supresión de la Esfinge. Edipo es quien marca las pautas del modelo antropológico con el que Freud inevitablemente se topa, incluido el corte entre consciente e inconsciente. Ya no queda vuelta atrás a una supuesta verdad del mito. Edipo inició en Conona su propia cadena de transmisión de conocimiento y sea cual fuera el secreto que le transmitió a Teseo, sin duda hoy ya forma parte constitutiva nuestra. En un último capítulo, que deja con ganas de más, Goux, como camino de salida de la unilateralidad reflexiva, propone un pensamiento que oscile entre los dos Edipos, el joven tirano de Tebas y el anciano desposeido de Conona, que encuentra sabiduría en el umbral de la muerte. Ojalá que en algún libro posterior desarrolle lo que, en comparación con el detallado resto del texto, queda casi como insinuación.