Jacques
Lacan y el debate posmoderno
Jorge
Aleman
La orientación general de esta recopilación no podría agotarse en situar a Jacques Lacan en el campo de la posmodernidad; Alemán nos lo advierte de entrada, el psicoanálisis supone «una experiencia subjetiva antinómica con los ideales de la modernidad» que, más allá de sus propósitos, entraña un cuestionamiento radical de los relatos de progreso y emancipación inherentes a la razón iluminista. La inconsistencia del Otro, la vertiente siempre mortífera de la pulsión, el goce como «hueso» irreductible de una cura conducida hasta sus confines, constituyen, antes bien, los parámetros que deberían permitirnos esclarecer muchas de las limitaciones con las que nos confronta esa forma peculiar en que se anuda la subjetividad en nuestra época y que llamamos posmodernidad; vale decir, no tanto presentar a Lacan como exponente de una «razón posmoderna» en la que, por su propio desenvolvimiento el psicoanálisis se encuentra en cierto sentido desde siempre sino más bien, intentar remontar algunos de los extravíos de sus expresiones a partir del horizonte que despeja la experiencia analítica consumada, tal como puede concebirse a partir de Freud y propone formalizarla Lacan. |