Política del Psicoanálisis

La AMP y la crisis de 1998

Primera Carta Abierta al Delegado General de la AMP

Colette Soler

Estimado Jacques-Alain,

Usted me preguntó si yo estaba dispuesta a ayudar a reparar la AMP y yo le conteste que si. Fue un si verídico y yo lo mantengo. Yo debo decir aun como lo entiendo. Me sorprende a mi misma que la pregunta venga tan tarde, suscitada por las peripecias recientes, cuando en realidad esta AMP tiene ya 6 años.

Sin duda seria preferible poder hablar, pero la experiencia mostró mas bien que hay ahí algunas dificultades: cuando nos hablamos no entendemos lo mismo si yo creo a lo que Usted me dijo de nuestra conversación privada luego de Arcachon, y cuando yo hablo en publico, Usted piensa que no es ni el momento ni lo que habría que decir. Yo adopto entonces la forma de la carta abierta, porque a pesar de todo, para hablar, cada uno debe poder elegir su momento como el tema de su propósito.

I/ Porque la AMP

Es extraño que la AMP, que es la innovación institucional de nuestro campo, no haya jamas sido el objeto de una reflexión colectiva en nuestras escuelas. Hemos hablado mucho sobre la escuela heredada de Lacan, sobre su concepto, su realidad, su multiplicación en diversas Escuela hermanas, y en ese debate los textos de Lacan fueron nuestra referencia primera.

Nada de eso para la AMP, quien habría sin embargo merecido largas conversaciones, ella la AMP que representa un tercer modelo histórico, luego de la IPA y de la Escuela de Lacan que fue la EFP.

¿Que es la AMP? No es una Escuela y no pretende serlo, porque ella incluye las Escuelas, y hasta las dirige. No es una IPA bis, y sobre todo apunta a ser el opuesto de esa IPA. En el fondo cual es su concepto?

En el momento del Pacto de París, ella fue en un principio presentada como el significante mas-Uno del conjunto de las cuatro Escuelas del momento, y su consistencia propia en tanto que institución estaba tan poco en cuestión que se le dejo a usted el cuidado de redactar y de hacer conocer ulteriormente sus estatutos. Era la AMP discreta, reducida a su significante, mientras que las Escuelas y también el campo freudiano, ellos, tenían consistencia de comunidad.

Nos estamos mas ahí: la comunidad, la llamamos hoy en relación a la AMP. La AMP engloba en lo sucesivo las diversas comunidades de las Escuelas: las orienta y en parte las dirige, por el intermediario de su Delegado General (1) mientras que el Campo freudiano busca nuevas marcas.

Esta AMP, usted mismo lo dijo, no podrá durar siempre. Yo estoy de acuerdo, ya que es verdad que los modelos institucionales son perecederos, y lo son aun mas que nunca en la época moderna.

En el psicoanálisis, luego de la IPA y de la EFP, nosotros estamos en el tercer modelo, podría haber un cuarto, un quinto y la serie continua. No seria sin embargo un Apocalipsis. Ahí, yo diverjo de las resonancias de su carta a los madrileños que usted ha difundido. Su emoción me toca, siento vibrar en ella una cierta "poignance", con la emoción universal de la fragilidad de las obras.

Pero el tiempo de los profetas de la Apocalipsis no existe mas, hay que habituarse a ello. Tanatos vela, estoy segura, el puede tramarnos muchos desastres, pero no el Apocalipsis, porque para ello, el Otro tendría que existir - Usted sabe sin duda que es uno de mis dada (caballitos de batalla), y hoy nadie es creíble en la cuerda sensible del "después de mi, el caos". Usted no lo ignora, usted que promovió como figura moderna del sujeto, la de aquel "preparado a cualquier eventualidad".

La única pregunta es esta: que vale esta AMP hoy para lo que nos reúne, es decir... el psicoanálisis en la orientación lacaniana y la reconquista de su campo? Porque sin ella, porque cohabitaríamos en esta vasta comunidad que se construyo a partir de la disolución y en la cual y por la cual yo trabajo personalmente desde el origen, mas bien mucho que poco y con la finalidad de lo que en aquel momento llamamos una contraexperiencia?

Yo respondo a mi pregunta. Ella vale a mis ojos lo que vale esta comunidad. En consecuencia: mucho. Lo que importa en esta AMP, no es tanto su extensión mundial, "bis" de la Internacional de enfrente: mas reducida ella valdría del mismo modo ; no es tampoco su funcionamiento actual : el es después de todo de coyuntura, como todos los funcionamientos, y por lo tanto contingente en relación a los objetivos. No, lo que cuenta, es la comunidad en si misma y el hábitat que ella ofrece a cada uno de una transferencia de trabajo sin la cual los psicoanalistas están perdidos para la causa.

Yo sé, cada uno sabe, que la AMP no hubiese podido construirse sin Usted y que ella tiene aun necesidad de usted y que ese aun es sin duda para siempre. Ahí, yo podría decirle como Diderot: "Haga que ese para siempre dure mucho tiempo". Ella no hubiese podido construirse sin usted, yo decía, pero por supuesto, no sin todos aquellos que han contribuido durante años, cada uno desde su lugar, y sin los cuales, por otro lado, ella no tendría ningún sentido. Nadie quiere separarse entonces, lo cual es ya un punto de unanimidad, usted lo remarco en broma, como a usted le gusta hacer, pero porque los motivos para quedarse valdrían mas en algunos que en los otros?

Ahora, ¿que pasa desde hace dos años? Como ningún juicio fundado en la represión es viable, me resulta necesario repasar la secuencia de algunos de los acontecimientos de estos últimos dos años, y decir cual es mi lectura, sabiendo bien que yo hablo como cada uno, con lo que ello implica de inconsciente.

II/ Crónica

1- El "pompage" (el plagio)

El punto de partida de la serie de peripecias recientes, fue la acusación de plagio dirigida a mi, para la sorpresa general, y sobre todo para la sorpresa de aquellos mismos que me leían y me escuchaban tanto como lo leían y lo escuchaban a usted (2).

Una vez pasada la primera sorpresa, ella encontró sin embargo silencios cómplices y es mas, a veces ciertas invenciones justificadoras. Para mi, como no haber visto que ello borraba los antiguos lazos, la solidaridad en los objetivos como en la acción que habían prevalecido durante tanto tiempo, que ello apuntaba a desconsiderar unos 20 años de trabajo? En 1990, en la época de la crisis, en su carta del 9 de febrero, usted ponía esas solidaridades en la cuenta de un pacto, y el termino era noble.

Hoy usted se halaga, según lo que me dicen, que esas solidaridades que se hicieron en el origen de la Escuela hayan sido trituradas. Bravo. Por mí, yo no haré mas sentimientos de los que hice hasta ahora. La ocasión es bonita sin embargo y el vibrato fácil. Que hice yo en la circunstancia? Nada. Me callé. Nadie podrá decir lo contrario. Seguro que si las cosas se hubiesen detenido ahí, yo no hablaría hoy de ello. Yo lo hago, no olvidando que el análisis impone un gran principio del modo: "Tal cosa te ocurre? Tu lo habrás querido".

Yo me considero entonces contable del acontecimiento, pero yo no me callo lo que es evidente: que esta acusación, yo la rechazo, y la considero difamatoria, fuera de las coincidencias, inevitables, además generalizadas y a veces reciprocas en una comunidad de trabajo donde todos tienen la misma referencia en relación al texto de Jacques Lacan y donde cada uno enseña para transmitir.

Usted me dijo recientemente, en la reunión de la Sección Clínica que ello continuaba. El ejemplo que usted me dio me aportó un resplandor a un problema que yo creo es de... atribución y que podría hacerme plagiaria apenas yo hablo de Lacan. Usted me dijo que yo hice una conferencia sobre el psicoanalista como síntoma cuando en realidad es un titulo que usted había utilizado en Buenos Aires. Yo lo ignoraba, pero si lo hubiese sabido yo no habría cambiado mi propósito.

Sin duda es el tema del próximo. Encuentro que lo llevo a mi atención, pero para mi, la tesis es de Lacan, explícita en la lección del 13 de abril de 1976 del Seminario sobre Joyce, y es a él que yo la atribuí en dicha conferencia, como siempre lo hago en una situación similar. Yo la he comentado además hace mucho tiempo, como ya se lo dije. ¿Cuál es la solución para este tipo de problema? Debo cesar de referirme a todo texto de Lacan que Usted haya comentado? O atribuirle a usted las tesis porque usted ya las ha comentado? Pues, no, yo no daré a Miller lo que es de Lacan.

No es necesario además. Hay suficientes formules y expresiones que vienen de Usted, indicaciones y medios de lectura que Usted ha forjado para el uso de todos, incluso desarrollos que son de su cosecha y que legítimamente le pertenecen. Para estos, si me sucede de omitirlos o de mencionarlos, me gustaría que me los señalen y yo estaré siempre lista para rectificarlos en el instante. Me hablan de un dossier (archivo). Si hay uno, que salga. Yo no le temo. Ahora, el no debería reducirse a pedacitos de citación con los cuales se puede todo demostrar, sino que debería comportar los textos integrales.

2- Los dos lados

Arcachon puso el punto de capiton. Usted me dijo que su intención era de terminar el problema y de encontrar lo que a usted le gusta llamar "una salida por arriba". Yo le creo, pero yo observo nada menos que es raro que usted falle hasta ese punto el objetivo. Usted dice, que es porque yo hablé mientras que usted contaba con que yo me calle.

Sin duda. Desde aquel momento el tema se enriqueció y se inflo con una serie de temas complementarios, supuestos, yo imagino, elevar el problema a la dignidad de la teoría - se ve ahí por otro lado que la invención es un tanto corta y bien prisionera de la estructura del bis.

Tuvimos la escuela de la enunciación opuesta a la del enunciado nominalmente estigmatizada en nuestros dos nombres por el presidente de la EEP en el Consejo de la EEP, luego, fue relevada en el extranjero, en todas las Escuelas. Aun el mes pasado el tema estaba al orden del día del Consejo de la EBP del 30 de Mayo, sin contar con otros lugares que yo ignoro.

El espíritu de invención luchando contra el espíritu de la burocracia vino luego. Después fue el reconocimiento o el rechazo de la excepción. Esta ultima resalta por otro lado estos días cuando Usted extrae de la Conversación una oposición entre el Uno nocivo y el Uno benéfico. En fin, la ultima en llegar que yo evoque antes, en la pluma de nuestro colega Jorge Chamorro, quien en una carta que encontré a mi regreso de Brasil y de la cual le hizo llegar una fotocopia me explica que el tema del plagio no es pertinente y que la verdadera dificultad, es una segunda orientación, lacaniana, que yo representaría sin saberlo o quererlo, y que seria un problema para la conducción de la AMP! Yo hago observar que una ortodoxia lacaniana, si ella existiese, no seria la segunda, sino la primera.

No finjamos tampoco que exista el mínimo debate sobre el Uno positivo o negativo. No estamos mas bajo el cielo de las ideas de la metafísica de Plotin. El a-a' de los conceptos (otro bis), no vale mas que el de los semejantes, o el de todas las ranas y todos los bueyes (3) que usted pueda imaginar, y sirve a los mismos fines belicosos, para nada imaginarios, por la vía de las armas de la retórica.

El resultado en todo caso, desde hace un año, es una campaña que no cesa y que toma a veces la forma de un "demarchage" (desviación de pacientes) metódico y de empuje al ostracismo mas patente. Yo prefiero aquí, bajar la cortina de los ejemplos, de los que yo tengo la lista. Usted quizás no tiene nada que ver muchas veces, pero dejar hacer es suficiente.

3- El Colegio, otra lectura

Vino después el Colegio del pase. Y ahí es la esencia misma de la Escuela, su singularidad y su futuro de Escuela - distinto de su destino de asociación - que están en juego. Usted dijo un miércoles por la noche que el Colegio estaba cerrado y que Usted se abstuvo de volver luego de su conclusión. Si, salvo que desde ese momento Usted ha continuado a difundir, a publicar y a hacer comentar sus propósitos y sus textos en el mundo entero, en todas las Escuelas, todas las Secciones, todos los Consejos. Es perfectamente legitimo pero ello quiere decir que lejos de estar cerrado, el debate esta en su apogeo. Yo no lo abro, yo intervengo, y aun tardíamente, usted me lo puede reprochar si quiere, usted a quien le gusta que cada uno en la vasta AMP este siempre a la hora de su reloj.

En este problema del pase, la interpretación de los hechos encuentra una dificultad sorprendente: es el hecho que estamos todos de acuerdo. La unanimidad la más completa se expresa en la necesidad de cultivar con cuidado las condiciones sin las cuales el pase seria comprometido.

Nos recordamos todos que hace falta la confianza y el respeto reciproco a pesar de todas las diferencias y que los clanes, las facciones deben ser excluidos, que la política del psicoanálisis es la del uno por uno, que es la orientación hacia lo real lo que debe guiarnos, y que transformar las diferencias en diferendos es una falta contra el espíritu del pase, etc.

Así cada uno podría firmar parte de lo que otro ha escrito para hacerle una objeción, todos reivindican la pura preocupación del psicoanálisis y de la ética que él comporta y no hay uno o una que no se transforme en lírico para estigmatizar los viles sentimientos, los egoísmos, las bajezas, las cobardías, y demás, del otro. No es de buen augurio por la preocupación de la verdad que nosotros profesamos en la medida que ella depende de lo real. Entonces como reconocerse? Si no es el discurso el que decide, que queda a examinar, sino los actos?

Que decir, del abuso de la primera reunión del Colegio, donde el publico estupefacto supo repentinamente que había una guerra entre los carteles del pase, que estos mismos no sabían, y también una grave divergencia en relación al fin de análisis, además de rumores sobre un supuesto fin de análisis milleriano. Hizo falta esperar la tercera reunión del Colegio para que los dos mas Uno de los carteles quienes se habían reunido en un principio para explicarle a usted por escrito que había un error de análisis, ya que no habían nunca estado en guerra, cedan a la sugestión.

Que pensar de la supuesta divergencia en cuanto al fin de análisis que se pretendió descifrar en el texto que Marc Strauss leyó en Buenos Aires de parte del cartel B, cuando ningún lector con buena fe hubiese podido leer algo similar? Y yo dejo de lado otros puntos. No es desconsiderar la doctrina psicoanalítica el de recubrir teóricamente un problema diferente, que Laurent por otra parte designo a la salida de la primera reunión, y que todo el mundo conoce ahora, el de la no nominación del pasante B? Ese problema tenia toda su dignidad y había que plantearlo.

Pero porque vestirlo de una mentira que desconsidera al otro ? De donde vienen esas costumbres? Psicoanalistas, somos es cierto demasiado enterados de la pulsión para tener la ingenuidad de un estilo l'eau de rose (cándido y soso), pero al tren que van las cosas nuestra epopeya de la reconquista podría dentro de poco entrar en el estilo "arreglo de cuentas en la AMP Corral! Continuemos e iremos derecho a l' afflictio societatis, si Usted me permite de transformar su expresión con dos letras. Yo no soy una purista de la cortesía, de las buenas formas y de la moderación en relación a los modales, pero en esas cuestiones, lo que esta en juego y los modales dependen mutuamente.

Concretamente, esto quiere decir que si el objetivo era verdaderamente como ha sido declarado el de poner el pase en mejores vías, hubiesen hecho falta otros medios ya que las consecuencias efectivas de los medios que se pusieron en marcha iban a otros fines, y nosotros continuamos a soportar las consecuencias deletéreas.

¿Cómo hacia falta tratar el problema del pase en la coyuntura de 1996, justo después de le Encuentro de Buenos Aires? El problema era político, claro, pero hay ahí varios niveles. El alcance político es inmanente al dispositivo del pase, usted tiene razón de ponerlo en valor. De hecho, ello estaba explícito en las intenciones de Lacan, ya que se trataba de introducir como algo nuevo en la selección de los analistas - que hay de mas político? - substrayéndola a la regencia de la opinión de los pares de igual modo que al de la comunidad. Nos acordamos en el "creer en el inconsciente" para recrutarse.

En síntesis, yo no hago nuevamente la demostración, que considero como adquirida. Pero en el caso particular, usted considero que en la no nominación del pasante B, había un alcance político. En efecto, es además siempre el caso, pero yo creo que las consecuencias de la guerra que se llevo a cabo son más desastrosas que un eventual error de un cartel y que todas las enumeraciones de disfuncionamiento que se han podido contabilizar. Y que no me digan que no fue una guerra. Ello seria el triunfo de la denegación.

Hemos asistido a un espectáculo sorprendente: con una mano se ha estigmatizado las corrientes eventuales, las facciones posibles, incompatibles con el pase; del otro que se haya querido o no, se hizo un trabajo de zapa sobre la estima reciproca con golpes asertivos brutalmente polémicos ofensivos y frecuentemente facciosos. La confianza esta hoy en realidad profundamente afectada, y ninguna protestación puede ir contra este hecho.

Alguien me transmitió un propósito referido al Colegio: "Hay que hacer que tengan miedo!". Es sin duda uno de esos rumores que circulan pero sin duda logrado: existen ya pasantes que no podrán ser no recibidos y otros que no podrán mas ser escuchados. Y no es ser maldiciente el decirlo ni tampoco el efecto de un miedo malvado inspirado por el diablo, ya que en esos temas es suficiente que se diga para que funcione de ese modo. Ahora bien, esto se dice y en todas partes, no sin efecto sobre un dispositivo que es muy permeable a la doxa y donde las decisiones no reposan sobre ningún saber predictivo sino que lamente sobre el juicio intimo.

Resultado : el funcionamiento faccionario que nos preocupa tanto esta en una buena medida puesto en marcha. Es el mismo que su carta a los madrileños describe tan bien imputándolo al obscuro Tanatos. Decididamente, este tiene mas de una cara y más que una astucia (pobre Hegel!). Instaurar el pase en todas las Escuelas fue una gran proeza.

Usted lo quiso y ella vale bien llamar a un sobresalto de Eros. Yo estoy lista a llarmarlo también. Pero como vamos a abrirle la puerta - ya que el no se desliza tan fácilmente por los intersticios de la ventanas?

4- Los bis

En el momento mismo en el que Usted lo invoca, Usted produce sus "bis". Un bonito pase de magia. Yo ya conteste en mi carta del 18 de mayo, publicada con la Conversación del 17 y no volveré a ello. Pero de que se trata en realidad? Llamemos las cosas por su nombre: si se sospecha un mal uso de la transferencia de trabajo, es porque se la pretende controlar.

Confiémonos a la estructura de la expresión: olfatear los "bis" en este terreno es pretender a la exclusividad. Pero vigilar las costumbres, y querer dominar las transferencias por medios administrativos, aun en nombre de la causa única, es un error que conduce a prescribir la tuché que vanagloriamos sin embargo, y a reducir el elemento del encuentro de singularidades.

La multiplicidad de lazos, las afinidades de trabajo, los intereses comunes, las simpatías, no constituyen un peligro para el psicoanálisis. Las transferencias son y deben ser tan polimorfas como la pulsión, y tan singulares como el síntoma. A esta condición, ellas hacen del mundo del psicoanálisis un mundo viviente donde el deseo circula, múltiple y contagioso, en una palabra, que inspira.

¿Dónde esta el riesgo, y como seria un buen derecho el de pretender yugular los dinamismos de la libido, cuando estos permanecen fluidos y movibles? La guerra de las transferencias no debería tener lugar en una AMP digna de su nombre. Volveré sobre este punto.

5- Otros reproches

En la reunión en su casa de los enseñantes de la Sección clínica de París, el miércoles 6 de mayo, Usted me hizo algunos reproches: según Usted, yo cometí un error al hablar en la Conferencia institucional del 20 de septiembre consagrada al proyecto de reforma de la secretaria del pase, luego también en el Seminario del Consejo del 15 de marzo.

Hablar de modo critico en un debate ofrecido por una instancia es una falta de solidaridad? Si la respuesta es si, porque fingir de debatir y cual es la concepción que nos hacemos de la participación de los miembros? Usted me recordó mi editorial de la Lettre Mensuelle Nº 143, luego de las Jornadas sobre la Interpretación, que tenia como titulo "Cambio de perspectiva".

Usted había encontrado mal que yo hable de "convergencia" de diversas contribuciones de las Jornadas considerando que el cambio era solo el suyo y que yo no había reconocido. Pero, era desconocer sus méritos al hablar de convergencia, cuando fue Serge Cottet quien introdujo el famoso "ocaso de la interpretación", que usted ha recordado frecuentemente al cual usted le dio todo su alcance y que fue retomado por muchos otros en esas Jornadas, sobretodo por los dos Mas-Uno de los carteles del pase?

6- Conclusión

La serie no es completa, pero yo me detengo ahí. Yo repruebo los procedimientos que yo enumero precedentemente porque los creo poco favorables a que el lazo asociativo reciba las finalidades de la Escuela.

Que yo exprima un desacuerdo con ciertas practicas y tesis significa que yo soy un polo de oposición? Yo digo que no. Yo postulo que en tanto que miembro de una Escuela y de un conjunto de Escuelas, yo puedo y aun yo debo contribuir como una entre tantos, ni más, pero no menos tampoco, sin que ello se acompañe de una retorsión. A quien enseñaré que en la materia hay varios grados, desde la burla, jamas demasiado grave y por lo demás siempre suficientemente reciproca, hasta el ostracismo institucional, que es siempre unilateral?

No hay que equivocarse. Yo se que seria lamentable insistir: si hay ahora la voluntad de dar la mano a Eros para salvar el conjunto, como Usted fuertemente lo dijo, entonces yo digo que si, dejemos aquello detrás de nosotros y miremos hacia las tareas del presente y del futuro.

Todos estos acontecimientos desagradables relevan por una parte de la contingencia, por otra probablemente de factores personales, pero esencialmente, se trata de síntomas de algo bien real, es decir, las aporías propias a la dirección de un conjunto mundial en el psicoanálisis. Recordemos las imposibilidades freudianas. Nosotros conocemos bien la de psicoanalizar, pero no olvidemos la de gobernar, que puede duplicarse cuando se trata de gobernar por el psicoanálisis.

Ahí dos cuestiones se cruzan, anudadas pero distintas: la de la elaboración doctrinal y su transmisión y la de la dirección institucional. La primera concierne el modo de unificación teórico y la vectorializacion del trabajo, la segunda, la gestión propiamente asociativa. La articulación entre ambas debe ser recalculada si no se quiere que entren en oposición.

III/ Orientar

1- Ortodoxia o orientación?

Nosotros hemos tomado en serio el modelo de Escuela y tenemos una orientación: es su termino, y estamos orgullosos. Es nuestra especificidad entro los que se dicen lacanianos. Pero una orientación no es una ortodoxia y no debe degradarse en monolito.

Digo además que no hay ortodoxia lacaniana posible, porque la enseñanza de Lacan esta en relación con el no todo y que transformarlo en sistema seria derogar a... su Decir.

Una orientación supone que todos avancen en la misma dirección sin que las diferencias sean amordazadas y sin que este excluido, al contrario, que Uno se distinga del conjunto y lo vectorialice. Y en una orientación, querrán hacernos creer que el trabajo de cualquiera puede perturbar el consentimiento de la excepción, cuando es justo lo contrario? Que existen en nuestro campo consentimiento y reconocimiento verdadero únicamente sobre el fondo de esta ignorancia dinámica que entretiene una elaboración continua y personalizada? Si ella falta, lo que queda es la idealización débil, tan propicia al psitacismo, siempre pronta a darse vuelta en odio y que no alcanzara jamas a llevar un nombre propio.

No es al pasar, una de las cosas que Lacan tuvo que padecer mas, y que por otro lado, en contraste dio tanto mas de valor al modo que Usted ha sabido leerlo y yo agrego hacerlo leer?

2- Polimorfismo de las transferencias

Orientar es una cosa, unificar la transferencia es otra. Es ello necesario? Nosotros repetimos que la política lacaniana de la transferencia es la del Uno por Uno. En efecto. Ella ha tomado para Lacan la forma de su lucha contra el cuerpo de didactas de la IPA y de su denunciación de un monopolio instituido que permitía controlar las transferencias.

El hecho de ser legitimada por toda una institución, esta practica no es menos abusiva, esta es nuestra tesis. Sin embargo, se puede constatar que ese monopolio una vez abolido en la Escuela de Lacan en primer lugar, todo no es resuelto por ello.

Que el Uno por Uno no excluya las convergencias transferenciales, que el personaje del didacta se reconstituya de hecho, según lo exponía nuestro colega J.-A. Rasante, que la clientela inquiete aun - el tema apareció en las Conversaciones.

Es por otro lado, generalmente, la transferencia del otro la que molesta, este ultimo rasgo podría ya hacernos abrir los ojos. Que es lo que preside a estas concentraciones transferenciales, que se reconstituyen como espontáneamente y que guardan siempre algún misterio? Yo no creo que ellas sean sin ley. Ellas tienen, sin duda, condiciones a la vez institucionales y personales, sintomáticas, diríamos hoy.

Pero es un hecho, que ellas irritan, suscitan cuestiones, envidias, protestaciones, y que contra ellas se llama al Uno por Uno. Es verdad que el ideal seria que la transferencia vaya al mérito, quiero decir al saber confirmado y a la autentica abnegación a la causa analítica. Pero quien se puede poner en juez de estos últimos? Por otra parte, seria mejor soportado en ese caso? Sea lo que fuere, frente a este tipo de problema, hay solo dos caminos.

Ellos son homólogos a la alternativa: liberalismo o control del Estado, que vale en política. Lacan eligió el campo libre dejado a la transferencia, pero corrigiéndolo con la instauración del dispositivo del pase y de la practica de los carteles, ambos dos propicios a la efectividad del uno por uno y a la fluidez de la transferencia de trabajo.

En el otro camino, no es imposible, por supuesto, utilizar el poder político para canalizar las transferencias - es lo que por otra parte lo que se hace inevitablemente cada vez que se deciden los oradores, las publicaciones, el comentario autorizado sobre la vida de la Escuela, etc.

Es por ello que hay una vigilancia dirigida a estas cuestiones, pero entonces, no nos engañemos, volvemos en ese caso, a la solución de las sociedades de la IPA, bajo una forma mas salvaje y mas disimulada. No hay, no habrá jamas igualdad de poderes transferenciales porque por lo esencial, es un asunto de afinidad entre los síntomas.

Por otra parte, no decimos nosotros que el psicoanalista, así como el santo, no es adepto a la justicia distributiva? Pero si se quiere compensar las tensiones competitivas que ello genera, y yo soy favorable, hay solo una buena manera a mi entender. Ello depende de tres palabras: carteles, pase y verdaderamente permutación, aun cuando habría que precisar la extensión de lo que puede permutar. El resto es abuso.

3- La Escuela del pase, y no la opinión de los pares

El caso del pasante B o mas que nada lo que se formulo en relación a su no-nominación en el Colegio del pase tiene un alcance que sobrepasa a mis ojo s la particularidad del caso y que no me parece que se haya completamente esclarecido.

Conocemos el suceso del famoso trío de criterios, clínico, epistémico y político que Lacan imputaba como debiendo ser cumplido por el AE y que usted promovió en la discusión. En efecto, en nombre de que se podría legítimamente poner al examen esta no-nominación, sino en nombre de lo que se sabia de la calidad de las producciones del pasante (rasgo epistémico) y de su lugar institucional así como por su abnegación en las actividades de nuestro campo (rasgo político) ? En el caso preciso, el argumento podría parecer convincente ya que muchos sino todos estaban de acuerdo en efecto a reconocerle esos méritos.

Se hizo además gran caso de la famosa carta escrita por el pasante que es u n alegato sobre su pase, puesta por algunos en la cuenta de los "efectos de pase", lo cual quiere decir aquí, efectos luego de la respuesta, y ciertas personas se sirvieron para documentar contra la no-convicción del cartel.

Pero cuando se invocan criterios políticos y epistémico patentes, cuando se somete esta carta a la evaluación del Colegio del pase, a que nos referimos sino a la doxa publica, dicho de otro modo... a la opinión de los pares juzgando las producciones y las acciones de un colega? Ahora bien, por lo que es la selección de los analistas, es ello mismo, los "mide-personas", que nosotros estigmatizamos como inadmisible en el modo de elección de los didactas de la Sociedad de la IPA y que gracias a Lacan nosotros pretendemos sobrepasar con la instauración del pase.

No es contradictorio de convocar ahí una respuesta de la opinión general quizás no más tonta que otra, que el "realismo" puede invitar a considerar pero que el dispositivo esta precisamente hecho para excluir? Con el rasgo suplementario además, que es que el pase estructurado como un Witz (chiste), no se hace por escrito: sino para que sirven los pasadores ? Ahora, o una cosa o la otra: o bien se habla de rasgos epistémicos y políticos que se dejan leer en el testimonio - y los hay- o bien se los considera a partir de su notoriedad publica.

En el primer caso, solo el cartel tiene voz en el capitulo, porque solo él tiene acceso al testimonio; en el segundo, se vuelve subrepticiamente a lo que se denuncia por otro lado, es decir la prevalencia de la opinión, que no es nunca unánime- imposible aquí de evitar las cuestiones de influencia y de mayoría-minoría.

Si nos dirigimos en esa dirección, terminaremos con un pase con la cabeza para abajo, que lejos de "agujerear" las inercias del grupo y las pretenciones de sus notables, como se dice fácilmente, pondrá simplemente el gradus al servicio de la jerarquía.

Legitimar la jerarquía a través del pase sería lo peor desde el punto de vista del análisis. Volveremos entonces al viejo sistema de la coaptación por los pares... agregando la mentira. No estamos aun ahí, yo lo sé, pero yo vi despuntar el riesgo.

Habría entonces una alternativa: la impunidad de los carteles o la impostura de un Otro del cartel? E n un sentido si, si sus respuestas son sin apelación. Pero porque seria completamente sin apelación? De lo que se trata es de concebir las buenas formas de la apelación.

No solamente, el cartel puede e incluso debe solicitar otros pasadores si piensa que no ha sido suficientemente esclarecido, hasta pedir precisiones si esta en dificultad, sino que el pasante puede el mismo, es su derecho integral, representar su testimonio, y eso se hizo a veces.

Además, las discusiones en el Colegio están para incitar, a través del debate critico, a una practica a la vez vigilante, flexible, no ritualizada y que no se refugie detrás de un reglamento que jamas podrá reglamentar todo, como ya se dijo. Es por ello, además, que yo propongo que su frecuencia cambie y que se reúna mas seguido. De un modo general, los recursos que no contradigan al espíritu del dispositivo deben afinarse. Una reserva sin embargo: que en todo caso hará falta la buena fé y la confianza.

IV / Gobernar

Vengo ahora a lo más importante: la AMP. Lacan nos ha legado el modelo de la Escuela. Las finalidades del pase prevalecen y deben prevalecer sobre la jerarquía gestionaria. Nosotros nos reclamamos de ese modelo en oposición a las Sociedades de la IPA así como en relación a los otros lacanianos que han renunciado a la Escuela.

Durante todos estos años, hemos puesto al estudio el concepto de la Escuela, hemos instaurado la practica efectiva del dispositivo del pase y hemos multiplicado las Escuelas en el mundo. Nada de ello en relación a la AMP: Lacan no nos ha legado un modelo institucional a la dimensión internacional.

La cuestión del modo de organización que convendría a una extensión mundial no fue jamas planteada por Lacan, ni en la practica ni en la teoría. De Lacan, solo tenemos en consecuencia, sobre esas cuestiones, su critica de la organización ipeista y de la centralización que asegura la confusión, incluso el cumulo de dos poderes, el gestionario y el transferencial en la cúspide de sus jerarquías.

Para nosotros, luego de dos decenios, la extensión mundial es un hecho. La carencia en cuanto a una doctrina de la institución que fuese a la altura de esa extensión se presenta de un modo patente. Durante estos años, ningún debate, ningún calculo colectivo sobre este sujeto ha sido abierto en nuestro campo.

Y como ya lo dije, hemos pasado por deslizamiento de una AMP, simple mas una de la Escuelas, a la comunidad de la AMP, sin que la cuestión de su dirección haya sido alguna vez planteada. Ahora bien, que ella sea centralizada tanto como la IPA, es decir poco, ya que una sola persona, usted mismo, asume la dirección política al igual que doctrinal y controla el conjunto tanto a nivel de las instancias de gestión como a nivel del dispositivo del pase.

Este sistema, lo hemos aceptado, y estoy persuadida que usted es la única persona apta a tener la dirección tal como ella fue concebida. Pero esta organización, como cualquier otra, debe estar sujeta al control y releva de una evaluación.

Ahora bien, los síntomas a repetición de estos dos últimos años señalan a mis ojos la fragilidad del sistema e imponen pensar con mucho afán las modalidades de regulación.

1 / El Uno benéfico, no el jefe

Hace falta del Uno para hacer una comunidad y él es positivo, e incluso con mayúscula, si usted quiere: Positivo. Esta convicción es compartida por todos en la AMP. Es gracias a ella que esta pudo ser creada y que los poderes para dirigirla les han sido consentidos a Usted, sin discusión ni reserva, en reconocimiento legitimo de la validez de su acción después de tantos años.

Inútil entonces de inventar los enemigos del Uno. La única cuestión, es de saber como ese Uno esta encarnado, como se pone en marcha, que uso se ha hecho, y por encima de todo, cuales son los mecanismos de control previstos.

A menos, que se quiera sostener que el Uno es tan trascendente que su acción escapa a toda evaluación como al control de las consecuencias de sus acciones. Por lo que yo sé, no es lo que Usted debería sostener, Usted que ha tan bien explicado, en relación a los carteles del pase, que decimos sin embargo soberanos en sus decisiones, que la impunidad de la acción no escapa a nadie y que en la medida que no se puede contar con el Otro que no existe para retribuir los méritos a lo ultimo de lo ultimo del juicio final, nos quedan únicamente los dispositivos de interlocución actuales.

Yo también lo creo. Hace falta entonces mecanismos de control, lo digo y lo voy a repetir, esto se aplica a todos, y no es una recusación de la excepción el hecho de pensarlo. Que Uno hace falta en esta AMP, que como comunidad viviente es bien nueva? Leamos el fin de la Proposición de 1967 sobre El psicoanalista de la Escuela. Lacan estigmatiza ahí la IPA: fijada al padre en el plano simbólico, ella realiza, en el plano imaginario, "el modelo de la unidad", bien manifiesto en su ejecutivo internacional.

Que decir de la AMP nueva, que no es una Escuela en tanto tal, tampoco un campo, no tiene padre y menos aun un ejecutivo internacional, sino... un Delegado general único que controla el conjunto, las Escuelas, las estructuras de desarrollo y las estructuras periféricas del Instituto del Campo freudiano? Es la cuestión que no ha sido nunca debatida. Se escucha decir que la AMP, tan vasta, necesita de un jefe y se hablo de un juramento de fidelidad a su persona.

El juramento de fidelidad fue una cosa bella, y Usted mismo tomo su defensa, pero ella pertenece a otro tiempo. Por otro lado, Lacan, incluso, no hizo jamas valer esta exigencia. Para mi, la cuestión de saber si usted es un padre o un no-padre no se plantea.

En mi opinión, se dijeron muchas tonterías sobre esta cuestión, buscando por tanteo el término que pudiese remplazar al de padre, proscrito por nuestro mas allá del Edito: mas-uno, menos-uno, operador lógico, excepción, nombre propio, ahora el Uno-benéfico. Si me dan a elegir, es este ultimo el que yo prefiero, pero no dice aun en que difiere de los otros.

La multiplicidad de términos ya es sintomática de un debate mal entablado. La cuestión es mucho mas concreta. Su posición de excepción es patente. No solamente usted orienta el trabajo del conjunto de un modo masivo, sino que políticamente usted dispone de un poder total en cuanto a la dirección de la AMP.

No es un elogio, es un hecho, y en ese punto yo hago una pregunta. Es porque ese poder es tan entero que se lo ve siempre a Usted en vilo, siempre dispuesto a anticipar cualquier amenaza, sospechar algún contra-poder y a escrutar los lazos y los intercambios de tal con tal, de aquí y de allá? No confundamos al "Uno benéfico", con el jefe, que es otra cosa.

Para el psicoanálisis este ultimo podría ser su perdida. No es lo mismo para el Ejercito, que tiene otros objetivos y que puede tener grandes jefes militares, y tampoco para la Iglesia, que hace existir al Otro. Pero en un campo como el nuestro, que supone al saber viviente, seria a término la muerte, con el terror conformista y la esterilidad que lo acompaña.

2 / El inverso del Uno

No, la AMP no tiene necesidad de un jefe como no tiene necesidad tampoco de un padre. A toda comunidad se la puede enganchar, por supuesto, por definición, a un significante-amo.

La sociedad de pescadores de línea, en si misma, no se constituye en conjunto que a través del significante de la pesca (sic), y sin embargo cualquiera ve bien que ella no tiene necesidad de un pescador jefe. El significante y su encarnación son diferentes. Es el A,B,C freudiano.

En todas partes, fuera del psicoanálisis, en el reverso entonces, el Uno es colectivizante, es su mérito, pero es tan segregativo de todo lo que no pertenece a la masa... de los hermanos. En nuestro campo, si quiere ser benéfico a nuestro discurso, el debe conseguir excluir el principio de segregación.

Del Uno que reprime las diferencias al Uno que puede reunirlas, la distancia es tan grande que aquella que opone la antigua lógica de clases a la moderna lógica de los conjuntos. No nos contentaremos sin embargo, con esta referencia a la lógica.

Nada le escapa cierto, pero la encarnación del jefe, del padre, del mas-uno, de la excepción, es siempre mas que el significante del jefe del padre, etc. del mismo modo que una comunidad de "parlêtres" (ser-hablantes) es mas que un conjunto inanimado. No olvidemos el misterio... de la encarnación, quiero decir el objeto a. De donde le puede venir a nuestra comunidad, de donde le viene realmente, su principio de agregación? Se sabe que por una forma de clarividencia anticipante de los acontecimientos del siglo, Freud reconoció en el amor, el amor del Uno, el verdadero cimiento de las masas.

Pero, de memoria de Lacan, este modelo no vale para el psicoanálisis, y nosotros preconizamos al contrario el Uno por Uno, a cargo para nosotros de resolver el problema del Uno que unifica sin volver a la masa freudiana. Ese problema no es insoluble.

Lo que funciona como soldador realmente de la comunidad, no es necesariamente el Uno, el cual puede no ser sino el agente aparente de la unidad, su representante, si se quiere. No es el Uno, sino lo que el Uno, mas que otro, tiene a su cargo de cultivar, como una flor preciosa y frágil: nada mas que la misma experiencia del inconsciente y del discurso analítico, como analizante, o como analista, o los dos a la vez. Si no, porque estaríamos reunidos? Cierto, los sujetos que un fin de análisis han identificado a su síntoma residual son menos gregarios que otros, pero no tenemos todos un mismo síntoma, el del psicoanálisis? Ese real prevalece sobre el real del Uno.

Es lo que nos separa del rebaño, como decía Lacan, y que más allá aun de las diferencias institucionales que fraccionan el movimiento analítico, nos hace hermanos o hermanas de experiencia ( y si! ) o mejor aun, congéneres, retomando la expresión de La lettre aux Italiens (carta a los Italianos). A partir de este hecho, la Escuela, las Escuelas, si no tienen necesidad de un jefe, tienen necesidad de analistas que no se descarguen de su poder de juzgar, que osen pensar su experiencia y que asuman sin demasiado temor su enunciación. Dejar la carga del juicio al Otro, cualquiera este sea, es la operación de la religión, no del psicoanálisis (4). Que osen pensar mas que nada, a la vez la experiencia analítica y su época en todos los aspectos culturales y políticos.

Osar pensar nuestra experiencia, quiere decir, evidentemente, tomar el riesgo de un desacuerdo e incluso de la polémica, de extraviarse también, e incluso, de los errores, todo esto es sin duda desagradable, pero un poco de cacofonía es menos grave que la esterilidad clonada que programaría el reino de la enunciación única.

3- La Caza al grupo

Desde hace un tiempo, se habla nuevamente de los efectos de grupo. La cohesión espontáneamente fomentada debe en efecto distinguirse cuidadosamente de las estructuras construidas por las Escuelas. Hoy, parece que no se quiere reconocer que al Uno por Uno de un lado (somos todos una excepción) y el Uno de la excepción mayúscula.

Y entonces, el único agregado que se admite, fuera de las diversas estructuras instituidas, es el conjunto, el vasto conjunto de toda la comunidad. Así se ama Eros, pero a la condición que se quede tranquilo en su cama, que por encima de todo no desborde y que cada uno sepa bien que le es permitido amar. Una verdadera fobia a los agregados intermediarios sopla en nuestra comunidad - yo retomo ahí un término que Usted ha utilizado de otra manera.

Y no existen términos suficientemente peyorativos para estigmatizar esas aglutinaciones sospechosas: corrientes seria todavía demasiado digno, se prefiere el término de facciones, clanes, cuando no el de "boutique" (defensa de intereses particulares), mas propicios a designar las malas intenciones y las finalidades fracciónales que inspira no lo dudemos, Tanatos.

Pero que, se quiere yugular Eros? Con ello se construyen "impasses". Por un lado, por ejemplo se inventa el "gemelar" para entretener la libido asociativa y multiplicar los lazos singularizados. Se hubiese podido tomar otra forma, pero la intención fue buena; y luego por otro lado, hay una preocupación inmediata de los efectos incontrolables del encuentro y de lo que las afinidades podrían sustraer. Sustraer a que? A la causa analítica, me dirán; solo que esta no tiene nada que ver ni con la libido de los grandes conjuntos, ni siquiera con las estructuras contingentes que nosotros le ofrecemos.

No es contradictorio, y también cómico, pero en eso soy caritativa, de llamar a Eros, y de pretender al mismo tiempo dominar los agregados que el fomenta, el, "l'enfant de bohème" (que no conoce leyes impuestas. Cf. Carmen, de Bizet)? Es verdad que para nosotros existen razones para combatir las consistencias grupales, porque ellas objetan a la puesta en marcha del pase. Yo no vuelvo sobre ese punto que es crucial, y yo no hago un alegato por el grupo, sino que denuncio la enunciación de los discursos recientes sobre el tema.

En materia de efectos de grupo, querrán hacernos creer que el conjunto el mas extendido escapa a ello por no sé que milagro? Es todo lo contrario, el gran conjunto de los unos yuxtapuesto frente a la excepción única produce la puesta en masa de individuos sintomáticos y esta no vale mas que la masa freudiana, aun si su mecanismo difiere.

Visto desde ahí, el alegato contra todas las convergencias espontaneas a la cual asistimos en este momento, podría tomar otro sentido y la gran epopeya de la construcción de la AMP que Usted recordaba recientemente, la disolución consentida de los grupos que ella ha supuesto en parte en todo el mundo, podría revelarse equivoca.

4- La confusión sobre la excepción

La cuestión de la excepción es vasta, a la vez lógica y ética, general y psicoanalítica. Pero nosotros no estamos ahí para hacer disertaciones. En primer lugar, este tema fue movilizado para justificar su posición, que es de hecho y que nadie según lo que yo conozco, contesta.

Es la carta de Jorge Chamorro, y yo lo agradezco, quien me hizo darme cuenta que había ahí un riesgo de confusión. No es la misma cosa ser excepción como el al menos-uno a leer Lacan, lo que permite a demás a otros de leerlo mejor, que de serlo a nivel del privilegio político y de la exclusividad en los poderes de dirección.

Uno no implica el otro y los valores no son los mismos en uno u otro eje. A nivel de la orientación, yo decía, la diversidad y las singularidades deben estar admitidas, ya que son las diferencias múltiples y orientadas las que tienen su precio en nuestro campo.

Esta exigencia se desprende de la naturaleza de nuestra experiencia y del saber que se deposita, ella no tiene entonces nada que ver con un llamado a la democracia. A nivel de la dirección de la Asociación, no es lo mismo, y no hay lugar para ironizar sobre la democracia, como algunos lo han hecho este ultimo tiempo.

Se insiste: hace falta una dirección! Seguro. Desde cuando la democracia objeta a la dirección, ella que designa un modo de relación y de control entre dirigentes y dirigidos - modo bien imperfecto sin duda, y sin embargo que constituye el menor mal, como pensaba Churchill? Desde donde se decretara que el debate, la concertación, el calculo colectivo, incluso los equilibrios entre puntos de vista diferentes, son contrarios a la causa analítica? El realismo, a la vez clínico y político, podría decir lo contrario.

Usted invoca una "fobia del significante-amo". Es gracioso, yo veo lo contrario: la aspiración a engancharse al significante-amo, a encontrar en todo caso alguien que asuma el rol, que quiera soportar la carga de las decisiones, aunque no sea para quejarse luego.

A mis ojos, los deberes del analista deberían objetar a esta dimisión, pero del Ideal a la realidad... hay una gran distancia. Yo estoy por mi parte en divergencia con todos los propósitos y los actos que sugerían que el respeto de la excepción exige la aprobación incondicional. Yo creo incluso que se trata de lo inverso.

Yo sé: Usted no demanda nada de tal, al contrario, Usted dice y redice amar las objeciones, aceptar las criticas, estar abierto a todo dialogo. Usted ha iniciado las Disputas, las Tetadas, las Conversaciones, ahora la Lectura, y hablo incluso de democracia directa. Todo eso es verdad, pero el valor de un debate se juzga a las consecuencias que se le da, no solamente al hecho que el debate haya tenido lugar, y la democracia directa, usted no lo ignora, no es la palabra a la base sino la decisión a la base - tema demagógico entre muchos.

Es porque nuestra Asociación - y ahí yo pienso poder decir nosotros - ha consentido a la excepción, que es importante aun mas que los diversos puntos de vista puedan no solamente expresarse, desarrollarse y entrar en contacto, sino que también puedan prestarse a consecuencia.

Es importante, aun y correlativamente, que una objeción no sea considerada y tratada como un ataque político y que las afinidades en las transferencias de trabajo no sean vigiladas y traducidas en términos de una oposición que se busca. Castigar ( hay que leer "ig" y no "r" en ese lugar) las costumbres asociativas no es un proyecto para el psicoanálisis, y la AMP no puede ser el Panopticon de Bentham.

Los dos ejes de la orientación y de la dirección son distintos y aunque no sean completamente disyuntos, lejos de ello, no deben ser totalmente confundidos. Hay que dejar ahí un cierto juego, sin el cual si se superponen los poderes que se ejercen, el político y el transferencial, ese cumulo tendrá consecuencias bien previsibles a nivel... del discurso. Inventando el pase, Lacan penso que el tocaría también el paro teórico del psicoanálisis del cual el fue el único a exceptuarse, esperando que los analistas que lleguen automáticamente al fin de sus análisis, los A E, estarían menos prisioneros de "l'état délirant de déference" (5) ( estado de deferencia delirante) con el que el estigmatizaba la IPA de su tiempo.

Confiarles la dirección de la Escuela quería decir confiarles el relanzamiento de la doctrina (ver el &3 , p. 19 Discours à l'EFP) distinto de la gestión de la asociación, e incluyendo el problema de la Escuela misma. Se trataba de apuntar a la producción de Uno por Uno sobre las singularidades en función del síntoma, rompiendo así con la repetición estéril.

El paro de doctrina, Lacan lo imputaba menos a las personas que a la estructura misma de la institución a la cual el tuvo que enfrentar en un principio, es decir, la IPA.

Ella era según Lacan solidaria de un modo de organización que aseguraba la confusión en un mismo punto, en la cúspide de la pirámide, del saber institucional y del poder epistémico o transferencia, para decirlo en los términos de la época, la confusión de la jerarquía y de los grados.

El pase fue concebido precisamente para disociar esos dos registros. ~ En la antigua EFP, esta disociación fue un éxito que fue mas allá de toda esperanza hasta crear una especie de fractura: los AE nunca pretendieron ocuparse de las tareas administrativas (ay, que asco !) pero no se emplearon tampoco mucho a hacer brillar la pertinencia del gradus.

Es conocido, no vuelvo sobre ello. ¿En donde estamos en relación a esta cuestión? Nuestros AE trabajan en sus tareas de AE - la contraexperiencia es en eso efectiva -, y ellos consienten también a la incitación que nuestra Escuela sostiene de participar a la gestión de la asociación, incitación que permite evitar la fractura que yo vengo de mencionar, sin restaurar la confusión denunciada.

Pero la cuestión no se juega a nivel solamente de los AE. Todo lo que restaura esa confusión entre los dos poderes, el institucional y el transferencial, aun bajo formas diferentes, aportara efectos idénticos de embolia doctrinal. Si ese fuese el caso, a quien se podría hablar, si solo se debiese hablar a aquellos que dicen lo mismo?

V / Por la reconquista

Hace falta una dirección, hace falta una autoridad. Lo pensé siempre y no cambié de idea. Hay que tener también en cuenta la experiencia de estos últimos años y de los errores.

Ahora una de dos: en la medida que a nivel del psicoanálisis el Uno por Uno no se puede sobrepasar, o bien inventamos un régimen del Uno representativo de la unidad de esta experiencia, o bien renunciamos en lo que concierne a lo colectivo y lo dejamos volver a las formas tradicionales del poder centraliza do. El destino de la AMP se va a jugar en esta frontera. Su estructura deberá ser puesta nuevamente al estudio. Hasta ahora, el único punto que se relevo es la permutación del Delegado General.

Ello ha sido evocado en el Colegio, y según lo que se me dijo, usted mismo planteo la pregunta en Brasil. Yo no creo que la pregunta sea tan pertinente. Se ganara sin duda de hacer entrar el Delegado General en la regla común, ello podría satisfacer aquellos que aspiran a la igualdad de todos parecidos, si existen, pero seria falacias, porque de hecho, todos no son parecidos y Usted especialmente no es parecido a todos.

En la estructura actual, la dirección reposa en uno solo, Usted mismo, en tanto que Delegado General. Hay un Consejo y una Asamblea, pero estando obligados a reunirse solamente una vez cada dos años, su incidencia es mínima.

Esta situación no es sana y quizás no es viable si el conjunto crece. Una pirámide reposando sobre su punta donde uno solo sostiene al mundo, es equilibrismo mas que arquitectura, y es muy arriesgado por la continuación de la reconquista del Campo freudiano, que no esta terminado, lejos de ello, y para afrontar las nuevas perspectivas del siglo XXI, que yo no olvido.

El síntoma tiene estructura de excepción y la excepción es síntoma, se ha suficientemente repetido. Pero si la Escuela no fuese el home donde hacer cohabitar los síntomas, ello no haría ni siquiera una SAMCDA: mas bien un hogar de ancianos, y aun bien agitado.

En 1980, la contraexperiencia, la hemos querido y la hemos sostenido contra viento y marea, rechazando la dimisión para que las finalidades de la Escuela sobrepasen las del hogar de ancianos, y para que la reconquista del campo freudiano, iniciada por Lacan, continúe. Este objetivo continúa siendo prioritario para mí. Simplemente hay una dificultad, es que la reconquista, para ser la del Campo freudiano no puede ser solamente geográfica o lingüística.

Mundial, ella lo es como Asociación Internacional a la cual ella se contrapone, pero ella se debe también de operar en cada Escuela y... en cada uno. Ahí, los divanes y los sillones no alcanzan para que haya... psicoanalista, como decía Lacan.

El pase es siempre a recomenzar, y a ese nivel, no hay orden de batalla posible - toda comparación con el ejercito o la Iglesia seria fuera de propósito, incluso antimonio. Existe únicamente el trabajo singular de todos aquellos que se orientan con el objetivo común.

Sacrifiquemos uno de esos dos aspectos de la reconquista y perderemos el todo: ya sea a beneficio de la extensión sin el psicoanálisis, o de un psicoanálisis tan confinado que seria borrado de la Historia. En el momento de la crisis de 1990 yo dije: la crisis es ética, para indicar que ella comprometía la apuesta de la Escuela. La apuesta del momento actual también lo es: casi diez años después, que queremos todos juntos? Se deplora la agitación y la violencia.

Para mi, la paz asociativa, no es una finalidad en si misma, ella puede ser a veces mortal. La única cuestión, si combatimos, es de combatir por lo que valga la pena y en las formas que no contradigan los objetivos.

Yo creo que la obra de la reestructuración de la AMP, que yo distingo de las Escuelas, debería ser abierta. Mucho, ahí, depende de Usted, según Usted sepa ser mas, menos, o para nada el Uno flexible a lo real, al real que él, no es uno, sino estallado y múltiple.

Desde este punto de vista, estamos en uno de esos muy preciados momentos de la verdad que la historia nos reserva. A veces el velo se rasga dejando emerger lo que no tenía la necesidad de los espejismos del velo para existir, de veras: el real, como se dice.

Colette Soler - París, el 20 de junio de 1998

 

Notas

1- Las intervenciones de este son múltiples. Los estatutos precisan los limites, y la practica de los últimos dos años permitió medir que no era una palabra vana. El Delegado ratifica la elección de los miembros, las nominaciones, elige los extimos del cartel del pase, difunde los textos y crea todas las instancias o grupos que le parecen necesario.

2- Algunas líneas

en una revista de Provincia, decía usted recientemente, luego nada mas, yo me abstuve. Uno cree soñar: algunas líneas! Y que hace usted de su declaración publica en una sala de alrededor de 400 personas en Buenos Aires, en el momento de una intervención, - que yo me procuré, por supuesto - que me citaba sobre un punto por el cual usted reivindicaba la prioridad, y también de vuestros alegatos intensivos y apasionados en todas las noches de los diez días del mismo Encuentro, y de todos aquel los que han seguido en pequeño comité durante dos años?

3- Traduccion de "la grenouille et le boeuf", que J.-A. Miller evoco en la Conversación del 17 de mayo y que corresponde a una citación de la fábula de La Fontaine : "La grenouille qui voulait se faire aussi grosse que le buf."

4-Jacques Lacan, "La science et la vérité, Ecrits, éd. du Seuil, 1966, p. 872.

5-Jacques Lacan, "Raison d'un échec", Scilicet 1, éd. du Seuil, Paris, 1968, p.49.

Traducción: Luis Izcovich

Volver al menu general de capítulos del foro

Colabore con una Membresía Solidaria y obtenga sus contraseñas únicas de acceso a todas las áreas de PsicoMundo (revistas, seminarios, etc.)

PsicoMundo - La red psi en Internet