Investigación à Psicoanálisis |
Trabajos
de Investigación Clínica y de Inserción del Psicoanálisis en
diversas Áreas Temáticas
Psicoanálisis <>
Niños
Presentación
Federico Manson - Oscar Zelis
Abrimos aquí un espacio en el que nos proponemos ocuparnos de un área, dentro del vasto territorio psicoanalítico, que desde sus inicios ha invitado a la investigación. Un claro ejemplo de ello es la intervención de Freud en el caso Juanito, que de algún modo consideramos un acto fundacional respecto de aquello que nos ocupa, lo mismo que la observación que hace posteriormente del juego del Fort da.
La relación Psicoanálisis<>Niños nos ofrece la posibilidad de interrogarnos respecto de los desarrollos en la clínica, como de la relación que ésta establece con la teoría, en tanto y en cuanto las preguntas de los analistas no dejan de insistir.
¿Qué se puede esperar de la intervención de un analista respecto del tratamiento de un niño, cuál es su especificidad?
¿Qué se le demanda a un analista y quién lo hace, cuando se le pide que trate a un niño?
¿Qué objetivos espera alcanzar un analista cuando interviene en un tratamiento cuya estrategia, táctica y política son esencialmente singulares, en tanto se trata al decir de Freud, de un infantil sujeto?
Es necesario, creemos, realizar un breve recorrido a través de las distintas posturas teóricas, que en algún sentido podemos relacionar con variados enfoque investigativos respecto del tema, más allá de las coincidencias o diferencias que con cada una de ellas podamos tener.
Una de las primeras es la que encabeza Anna Freud1, que en relación al tratamiento con niños postula que el psicoanálisis debe ser pedagógico.- Al decir de ésta autora:
«La terapéutica analítica tiene grandes perspectivas de éxito, inclusive en el análisis infantil donde la defensa ha sido motivada por la angustia real u objetiva. Aún cuando esté menos de acuerdo con los principios del análisis, el método más simple para el analista consiste en que una vez anulados los procesos defensivos en el psiquismo del niño proceda a influir sobre la realidad, verbigracia, modificando la actitud de los educadores, a fin de que al disminuir la angustia objetiva, el yo del niño pueda asumir una actitud menos severa contra el instinto y requiera menos la defensa instintiva. En otros casos, durante el análisis se observa que las diversas angustias que han conducida a la defensa pertenecen a una situación real ya pasada...» ("El yo y los Mecanismos de Defensa" Planeta Agostini 1984 Barcelona España)
Otros importantes desarrollos tanto teóricos como clínicos en éste área fueron producidos por Melanie Klein, más allá de su ya clásica polémica con Anna Freud, que sin duda produjo efectos de importancia singular. Respecto de la técnica, Melanie Klein2 establecerá, con respecto a sus predecesores, que, es posible, y no solo posible sino indispensable el conducir el análisis de niños por la vía de profundizar todo lo posible en la situación edípica. Trabaja con las imagos y fantasías más primarias como causantes de la angustia en los niños. Sostiene que se debe interpretar apuntando al inconciente del niño; En relación a ésta tarea aporta una herramienta fundamental: la técnica de juego. En íntima relación con estos planteos técnicos están sus desarrollos teóricos respecto de la existencia de un Super Yo temprano, ya constituido en el niño pequeño y su posición en relación a que el analista de niños no debe tomar en su labor una dirección pedagógica - lo que le sirve para sostener su crítica y su polémica respecto de la posición de Anna Freud -, sino una decididamente analítica, a la manera en que lo hace un analista de adultos con sus analizantes.
Dice Melanie Klein:
« Si emprendemos el análisis de niños con la mente abierta, podemos descubrir caminos y medios para explorar las profundidades más recónditas y por los resultados de estos procedimientos podemos darnos cuenta de cuál es la verdadera naturaleza del niño, y vemos que no es necesario imponer restricción alguna al análisis tanto en lo que respecta a la profundidad como en lo que respecta al método con el que trabajemos...» ("Simposium sobre análisis infantil" 1927 Ver página web de Melanie Klein)
Una tercera corriente es la que representa D. W. Winnicott3. Este autor aborda la temática del juego de un modo singular, situándolo como herramienta fundamental en el psicoanálisis con niños. Dentro de ésta línea teórico-investigativa podemos nombrar como ejemplo dos ítems situados por él, a saber: por una parte, el "juego de garabatos" que él mismo ubica más en el rango de entrevista o entrevistas preliminares que como formando parte del tratamiento mismo o como un modo de intervenir en él; y por otra parte en lo referido al juego, acentúa enfáticamente la necesariedad de la existencia de reglas en el mismo, aún cuando pareciera que el niño se halla entregado a "una pura actividad lúdica" - es decir, que parezca estar "haciendo cualquier cosa"-, esto no quiere decir en absoluto que no esté construyendo una regla por medio de su juego, el Fort-Da freudiano constituye en si mismo una prueba de ello.
Winnicott considera fundamental el diferenciar el juego estrictamente definido por reglas que ordenan su desarrollo (game), de aquel que se desarrolla libremente ( play). Sus teorizaciones nos llevan a descubrir en ese juego que se lleva a cabo libremente - «con todo lo que conlleva de organización y voluntad de dominio» -, un intento de evitar lo que la ausencia de reglas en el juego tiene de enloquecedor. Podemos situar la propia experiencia analítica de Winnicott como aquello que le permite fundamentar y desarrollar la doble diferencia entre "play" y "game" por un lado y entre "play" y "playing" por el otro. Sitúa que no se trata - a su entender -, de simples matices de lenguaje. Podemos decir, coincidiendo con J. B. Pontalis: «Si el psicoanálisis no fuera más que un "game", no le hubiera interesado nunca, y si pudiera reducirse a un "play" entonces él hubiera sido un kleiniano...»(En el Prólogo a "Realidad y Juego" Ed. Gedisa Barcelona España).
Otro importante aporte de éste autor, es lo que denomina "el objeto transicional", del que dice que no es otra cosa sino el signo tangible de la transición entre el yo y el no-yo, la pérdida y la presencia, el niño y su madre; jugadas éstas situaciones en el campo de lo que él llama «fenómenos transicionales», remarcando finalmente que lo que más le interesaba era su utilidad en la clínica y los resultados a los que permite arribar en lo que denomina « el área intermedia» . J. B. Pontalis nos dice: «Toda la investigación teórica de Winnicott ha estado marcada por el "encuentro" con eso que en psicoanálisis nos sitúa frente a "los límites de lo analizable", casos limite, situados entre la neurosis y la psicosis que desafían al analista en sus poderes y en su ser, pero también, los límites de toda organización, ya sea neurótica o psicótica...».
Como ya hemos dicho, se producen preguntas que, sin duda, se traducirán en trabajos e investigaciones que intentaran dar respuesta a algunas de ellas. Encontraremos hoy en día, entonces, quienes afirmen su especificidad, otros que la cuestionen y quienes sostengan que solo existe un psicoanálisis y que sitúan como punto que marca la diferencia una clínica del caso por caso. ¿De qué se tratará entonces: de un problema de los analistas o de una problemática de la clínica con niños? Podemos citar a A. Hartman y M. Silveyra cuando dicen: «El sujeto del inconciente y la posibilidad de la transferencia en los niños no debieran ya ser tema de debate, sí merecen un especial detenimiento la psicosis y la debilidad mental para estudiar e investigar, añadiremos-, la particular constitución de la estructura...»
«El niño nos invita con su demanda a ocupar un lugar en su ventana abierta y seremos espectadores de una escena. La condición será participar de la escena cuando se nos conceda una intervención. Lo que el psicoanálisis nos enseña es que no hay un texto único y aunque seguramente no se darán todas las versiones de la obra que se pone en cartel, tendremos la oportunidad, si la impaciencia de la curación no nos apremia, de presenciar y escuchar textos diferentes. Y también nos enseña que " la obra del escritor termina en el mismo momento en que termina de escribir la última palabra.. " (L. Pirandello; "Esta noche de Improviso"; Acto I)».(A. Hartmann y M. L. Silveyra: Introducción al libro Niños en Psicoanálisis Ed. Manatial Bs.As. 1989.)
Notas
1 Para acceder al material sobre Anna Freud en la red, consultar en Psicomundo, la sección Vidas y Obras: www.psiconet.org/annafreud/
2 Para material de Melanie Klein: www.psiconet.org/klein
3 Para material sobre Winnicott: www.psiconet.org/winnicott/