Investigación à Psicoanálisis |
Contribuciones
de la Epistemología, la Filosofía
y la Semiótica
a la Teoría de la Investigación en Psicoanálisis.
Gestell 1, Ereignis 2, una aproximación
al pensar meditativo de Martin Heidegger.
Mario Martín Gomez 3
Muchos filósofos sugieren que el dominio tecnológico tiene un rol significativo en la actual crisis de la sociedad en general y de la ciencia en particular4. Suelen argumentar que la tecnología divide a la humanidad, la separa de su verdadera esencia, e interfiere cuando no impide la autentica vida comunitaria.
En este sentido, la reflexión sobre los problemas de la técnica ocupa un lugar destacado en los escritos del "ultimo" Heidegger. Pero su pensamiento se mueve en un parámetro distinto al adoptado usualmente sobre este tema. Quienes atacan el desarrollo técnico, sugiere el filosofo alemán, tienen mas puntos en común con sus enemigos de lo que parece5. Heidegger no pretende ser el promotor de la tecnología, ni tampoco su posible vencedor. Su tarea radica, mas bien, en el esclarecimiento de los diversos interrogantes que giran en torno a ella para, de esta forma, alcanzar un "pensamiento no tecnológico de la tecnología y la humanidad"6
En la comprensión que Heidegger tiene de la tecnología distingue entre un pensamiento calculativo (rechnendes Denken) y un pensamiento meditativo o reflexionante (besinnliches Denken). Mientras el primero encuentra su expresión más fuerte en la ciencia moderna orientándose a la planificación, predicción y cuantificación, el segundo pretende describir el sentido de las cosas ante todo, es un preguntar por su significado.
En su escrito Gelassenheit, Heidegger considera que aún los profesionales del pensar son, en nuestra época, pobres de pensamiento (gedankenarm) y faltos de pensamiento (gedanken-loss). Sin embargo, pese a nuestra falta de pensamiento no renunciamos a la capacidad de pensar, ya que "... podemos llegar a ser pobres e incluso faltos de pensamiento porque el hombre, en el fondo de su esencia, posee la capacidad de pensar... esta destinado y determinado a pensar"7
A su juicio la actual falta generalizada de pensamiento expresa "la huida" del hombre contemporáneo ante el pensar. Sin embargo el hombre actual no reconoce esta situación y afirma lo contrario: que nunca como hoy se ha pensado tanto ni la ciencia ha realizado investigaciones tan apasionadas ni estudios tan variados. Heidegger aclara que si bien este pensar tecno-científico, es "imprescindible", es sólo un pensamiento "de tipo peculiar". Su peculiaridad consiste en contar "ya siempre con circunstancias dadas", las cuales tomamos en cuenta "con la calculada intención de unas finalidades determinadas"8 A fin de cuentas "el pensar calculador no es un pensar meditativo; no es un pensar que piense en pos del sentido que impera en todo cuanto es"9 Por lo tanto, cuando Heidegger habla de la "huida ante el pensar" que afecta a nuestra época alude a la significativa ausencia de una reflexión meditativa sobre la misma.
Tenemos entonces dos tipos de pensamiento, el pensar calculador y la reflexión meditativa, "cada uno de los cuales, es a su vez y a su manera justificado y necesario"10
Ahora bien, existe una conexión entre el pensamiento calculativo de la tradición científica moderna y el pensamiento metafísico de la tradición filosófica. El vinculo entre ambos es el pensamiento representacional (vorstellendes Denken). El sujeto por medio de su capacidad representadora trata el mundo y la realidad misma como si fueran una imagen. La aparición del sujeto cómo "subjectum" y del mundo cómo "mundo imagen" son dos eventos interrelacionados que caracterizan el inicio de la filosofía moderna11 y el predominio científico moderno12. El pensamiento calculativo de la ciencia moderna sólo es posible sobre la base del sujeto moderno que puede controlar, manipular y emplazar el mundo delante de sí (vor-gestellt), mundo que es transformado en un objeto de su control y dominio. Por lo tanto, sin el pensamiento filosófico-representacional la ciencia moderna como tal, esto es la investigación13, no sería posible.
Si bien la ciencia moderna se desenvuelve en el contexto del pensamiento calculativo, Heidegger señala que "la ciencia no piensa"14 No piensa porque sus medios y sus procedimientos no le permiten pensar "según el modo de los pensadores"15. Pero de este hecho no se infiere una desventaja para ella se trata más bien de su mérito más importante. "Esta ventaja le asegura a la ciencia la posibilidad de introducirse en cada zona de objetos según el modo de la investigación y de instalarse en aquella"16.
En este contexto argumentativo Heidegger arriba a la siguiente conclusión, si el pensamiento calculativo es la base conceptual de la ciencia en tanto ella no piensa según el modo de los pensadores y la reflexión meditativa es un pensar no-calculativo, y no representacionalista "que piensa en pos del sentido que impera en todo cuanto es", entonces existe una "abismo" entre ambas modalidades de pensamiento17. Heidegger lo afirma claramente:
"... la relación entre la ciencia y el pensar sólo es auténtica y fructífera si el abismo que hay entre las ciencias y el pensar se hace visible... cómo un abismo sobre el que no se puede tender ningún puente. Desde las ciencias al pensar no hay puente alguno sino sólo él salto"18.
El problema, que preocupa a Heidegger, y el contexto en el cual se enmarca su reflexión es el siguiente: que la ciencia no piense en sentido meditativo no es preocupante lo que si constituye una amenaza es que el pensamiento calculativo se vuelva exclusivo generando así la creencia en el Dasein de que éste tipo de pensamiento es el único modo auténtico del que dispone para conducir su vida. La estrategia de Heidegger es socavar la exclusividad del pensamiento calculativo sin rechazarlo, y su primer paso consiste en examinar la esencia de la técnica moderna.
Sin embargo Philip Buckley, pese a suscribir este análisis, considera que presenta el siguiente problema: al ponerse en evidencia la distancia que separa ambas modalidades de pensamiento se intensifica la dificultad para realizar el "salto" desde el pensar científico hacia el meditativo. Buckley afirma:
"This distances becomes even more marked and the dificulty of making the leap into contemplative becomes even more evident when the central notion of Heideggers analysis of modern technology is encoutered... Das Gestell..."19
El resto del apartado discute esta objeción. Básicamente, disiento con ella pues considero que si la descripción de la esencia de la técnica moderna -Das Gestell- se vincula con el concepto de Ere ignis, articulación señalada por Heidegger y no explicitada por el comentador, entonces se encuentra la clave de resolución para el problema del "salto" (Sprung) de una modalidad de pensamiento a la otra.
Ahora bien, cuando en Die Frage nach der Technik, se pregunta por la esencia de la técnica moderna Heidegger quiere "... preparar una relación libre con ella ... [pues] entonces somos capaces de experimentar lo técnico en su limitación."20
Mientras que en la concepción clásica la quidditas , la que-idad, contesta la pregunta por la esencia pensándola cómo "género universal" o "concepto común", Heidegger entiende la esencia de otra forma: como un descubrir, o desocultar, es decir, como aquello que los griegos llamaron aletheia y que él propone traducir por verdad.
La esencia de la técnica fue concebida por los griegos cómo un des-ocultar que es pro-ducción, esto es, un "traer-ahí-delante", o "traer a la presencia lo que estaba oculto". En cambio la esencia de la técnica moderna si bien también es un des-ocultar, no tiene el carácter de la pro-ducción propio de la mentalidad griega. El carácter " novedoso" de la técnica moderna radica en que es una forma especial de des-ocultar. Ella consiste en una imposición por medio de la cual se emplaza -Das Gestell- a la naturaleza a suministrar energías que puedan almacenarse, distribuirse, consumirse y nuevamente transformarse. "La naturaleza se convierte así en una única estación gigantesca de gasolina, en fuente de energía para la técnica y la industria modernas"21. Ella deviene un objeto de solicitud y encargo que Heidegger denomina "existencia" (Bestand). Es entonces el hombre quien provoca a la naturaleza para que lo real y efectivo que se encuentra en ella sea desocultado como "existencia".
El concepto central con el cual Heidegger examina la esencia de la técnica moderna, esto es, el Das Gestell en tanto desocultar, es una forma de verdad, de desvelamiento del Ser, pero también conlleva un peligro: oscurecer el ser. Todas las formas de desocultar a costa de revelar un aspecto de la realidad "... ocultan los otros tal vez los decisivos"22
Cabe aclarar que, en un sentido general, la verdad en cualquiera de sus formas es peligrosa para el hombre, el peligro radica en tomar una forma de desocultamiento cómo definitiva y perder así la posibilidad de acceder a otras.
Si bien todo desocultar implica un peligro, el desocultamiento que toma la forma Das Gestell constituye el mayor de ellos, debido a que: 1) el hombre se toma a sí mismo como una existencia más perdiendo así la posibilidad de encontrarse con su esencia, 2) Das Gestell pone en peligro no sólo al hombre en su sí mismo, sino que también puede ocultar otras formas de desocultamiento e inclusive al desocultamiento como tal. Por lo tanto, el peligro extremo es que al hombre "le sea negado entrar en un hacer salir lo oculto más originario y que de este modo le sea negado experienciar la exhortación de una verdad más inicial"23
Sin embargo, Heidegger considera que das Gestell en tanto es el peligro extremo también contiene en sí "el crecimiento de lo que salva"24 Si bien esta afirmación es significativamente esclarecedora de su posición acerca del pensamiento calculativo y la técnica, Buckley omite interpretarla en su examen del problema. No es extraño, pues la afirmación de Heidegger es incompatible con la mencionada conclusión a la que arriba el comentador inglés: esto es, que el análisis de das Gestell vuelve más difícil el "salto" (leap) de la modalidad de pensamiento calculativa a la contemplativa.
En síntesis: la conclusión de Buckley tiene dos consecuencias, que a mi juicio, son incompatibles con los análisis de Heidegger sobre la técnica: 1) sugiere que das Gestell es "algo último", esto es, considera que el análisis de la técnica moderna en Heidegger se agota en sí mismo y que, por ende, no remite a ningún otro ámbito, 2) debido a esto, desliza subrepticiamente la idea de que la posición de Heidegger sobre la técnica desemboca en una actitud pesimista. Si no podemos abandonar la modalidad de pensamiento calculativo porque no es posible acceder al pensamiento reflexionante, entonces no puede existir una modalidad de pensamiento y de existencia auténtica. De acuerdo a esto, Buckley estaría presuponiendo que el Heidegger ocupado en la pregunta por la técnica invierte el planteo propuesto por el Heidegger ocupado en la analítica del Dasein y la temporalidad en Sein und Zeit. Si en su opus magnun, Heidegger cree que el Dasein inauténtico puede a partir de reconocerse como ser-para-la-muerte asumir sus más propias posibilidades y en este sentido tener, al menos, algún tipo de acceso a la autenticidad, por el contrario el Heidegger preocupado por la esencia de la técnica generaliza la inautenticidad a tal punto que ya nadie puede acceder a una vida auténtica pues la esencia de la técnica moderna es una suerte de destino fatal e inevitable.
Comencemos por el punto 2. Es cierto que, Heidegger no pretende negar la importancia de la tecnología contemporánea pues los hombres del siglo XX no podemos rechazar los adelantados técnicos cómo si fueran "una obra del diablo". Pero así cómo es absolutamente injustificada una actitud antitécnica que predique la vuelta a una suerte de primitivismo idílico al margen de los adelantos técnicos, igualmente inaceptable es considerar que no hay más allá del mundo técnico. Esto es que no se puede ir, ie, "saltar", más allá de él. Heidegger es sumamente claro sobre este punto:
"... menos debemos dejarnos llevar por la opinión (der Meinung) de que el mundo técnico sea de tal manera que impida totalmente separarse de él mediante un salto (eine Absprung). Esta opinión toma lo actual (das Aktuelle), obsesionada por ello, cómo lo único real (allein Wirklich). Esta opinión es en efecto fantástica (phantastich)"25
En virtud de lo dicho podemos considerar que la esencia de la técnica es un destino, pero destino no es igual a fatalidad. "El hombre se libera frente a la técnica inscribiendo su ser en el ámbito de su destino; de este modo se convierte en oyente, no en esclavo, de su destino. Cuando penetramos en la esencia de la técnica nos liberamos frente a ella"26 Esta es nuestra forma humana de apropiar su esencia. Es decir, nos conducimos ante das Gestell de manera análoga a cómo en Sein und Zeit el Dasein auténtico lo hace con la muerte. La libertad frente a ella no consiste en escapar de su fatalidad sino en "apropiarla" humanamente.
Esta forma de apropiación nos precipita, ahora sí, al primer punto. Das Gestell no es una realidad última tiene un carácter "derivado", remite a otro ámbito en el cual tiene lugar aquello que Heidegger llama "la constelación de ser y hombre". Preguntar por la técnica es también hacerlo por esta constelación. La constelación de ser y hombre que experimentamos en das Gestell "es sólo un preludio (Vorspiel) del Ereignis."27 Ahora bien, para que la técnica deje de ser la mera dominadora del hombre y se convierta en su sierva, dicho de otro modo para "saltar" hacia "el pensar de los pensadores", hay que "enraizarla de nuevo en el ámbito originario del Ereignis, donde la constelación de ser y hombre cobran su auténtico sentido"28. Aclaremos esta última afirmación en función de dos aspectos de la relación Ereignis-Sprung.
1) El propio Heidegger señala que el ingreso en el ámbito del Ereignis se produce por un "extraño salto". "Adentrarse" (einzukehren) en el Ereignis, en la mutua pertenencia (zusamengehoren) entre hombre y ser es simultáneo con "saltar" fuera de la representación usual del hombre como animal racional y del ser entendido como fundamento de todo lo ente.
De acuerdo con esta línea argumental, "saltar" tiene al menos dos sentidos antagónicos. O bien significa "caer en un abismo" lo cual implica que "nos limitemos a representar el salto ...en el horizonte del pensar metafísico"29 O bien significa que "saltemos y nos dejemos ir. ¿A dónde? Allí, a donde estamos ya admitidos: la pertenencia al ser. Pero el ser también nos pertenece, pues sólo en nosotros puede presentarse como ser, esto es llegar a la presencia"30
Este último párrafo demuestra dos cosas, la primera, que la noción de "salto" (Sprung) es tematizada por Heidegger pese a que, como correctamente observa Buckley, gran parte de sus análisis se centran en la esencia de la técnica moderna y por lo tanto describen más ampliamente las características del pensamiento calculativo que las del pensar meditativo. La segunda, que mediante este anticipo teórico, esto es, su alusión a los dos sentidos de Sprung, sienta las bases conceptuales para no quedar encerrado en la modalidad calculativa de pensamiento como incorrectamente sugiere la objeción de Buckley.
2) El salto por el cual ingresamos en el Ereignis es extraño (seltsamer) porque "nos hace ver que todavía no nos detenemos lo suficiente en donde en realidad ya estamos"31
Ahora bien, cabe aquí preguntarse, ¿y donde estamos?. Respuesta: la actual constelación de ser y hombre en la cual uno se dirige al otro es el mundo tecno-científico, o como la llama Heidegger, "era atómica" . Pero el filósofo alemán realiza una serie de advertencias fundamentales sobre este punto: a) que no podemos tomar sin más al ser y el mundo técnico cómo si fueran una sola cosa, b) que "todo análisis de la situación se queda corto al interpretar por adelantado el mencionado todo del mundo técnico desde el hombre y como su obra."32, c) tenemos que prestar "atención a la llamada bajo cuyo influjo se encuentran en nuestra época, no sólo el hombre, sino todo ente, naturaleza e historia en relación con su ser."33, es decir, tenemos que prestar atención a la llamada que provoca a nuestro existir a dedicarse a la planificación y el cálculo de todo. El nombre para esta provocación conjunta de hombre y ser es, como sabemos, Das Gestell, d) finalmente señala que en el Gestell vemos "un primer e insistente destello del Ereignis"34
Por lo tanto y en virtud de lo ya dicho queda claro que Das Gestell tiene al menos un doble sentido. Por un lado, constituye la esencia del mundo técnico moderno pero, por el otro, no es algo último como sugiere la objeción de Buckley pues también vemos en él un primer destello del ámbito donde la primacía del mundo técnico puede ser revertida: el Ereignis Esto demuestra que Heidegger vincula el análisis de la técnica y su predominio con el ámbito que permite convertir a ésta en sierva y no en dominadora del hombre, y que dicho enlace se da por el Sprung.
Analizando el principio de identidad, es decir, "la suprema ley del pensar"35 Heidegger señala que hubo un camino que discurrió desde su clásica formulación metafísica- la identidad como un rasgo del ser- hasta que "este principio... se ha convertido en un principio a modo de un salto que se separa del ser cómo fundamento de lo ente y, así, salta al abismo. Pero este abismo no es ni la nada vacía ni una oscura confusión sino el Ereignis... En el camino que va desde el principio entendido como un enunciado sobre la identidad, hasta el principio entendido como un salto al origen de la esencia de la identidad, el pensar se ha transformado"36
Consideramos que las características de este pensar transformado son las propias de un pensar reflexivo y encontramos en Gelassenheit una brillante enunciación de ellas.
Sin embargo, en su objeción, Buckley no pudo reconocer este argumento de Heidegger, pues omitió una serie de aspectos. No considera que para Heidegger, en el texto citado, el pensar reflexivo-meditativo requiere largos entrenamientos y cuidados aún más delicados que los de cualquier otro oficio; y que además debe saber esperar a que brote su semilla y llegue a madurar37
Tampoco parece advertir que para el filósofo teutón cada uno de nosotros puede seguir el camino del pensamiento reflexivo "porque el hombre es el ser pensante, esto es, meditante."38 Por último omite que el propio Heidegger aclara como es posible esta meditación: "es suficiente que nos demoremos junto a lo próximo y que meditemos acerca de lo más próximo: acerca de lo que concierne a cada uno de nosotros aquí y ahora."39 En este sentido, Heidegger utiliza su alocución conmemorativa en la ceremonia que da origen a Gelassenheit, por el 175 aniversario del compositor y paisano suyo Konradín Kreutzer para reflexionar sobre el problema de la técnica.
El "demorarse junto a lo próximo" y el "meditar acerca de lo más próximo" del que habla Heidegger, en su conferencia, para referirse al pensamiento meditativo indudablemente remite y complementa el ámbito del Ereignis, el cual "es sólo lo próximo de aquella proximidad en la que ya estamos"40
De acuerdo a esta última afirmación queda claro que en el Ereignis habla la posibilidad de alcanzar un acontecer más originario, esto es, un modo de sobreponerse a la esencia de la técnica moderna y en este contexto sobreponerse quiere decir: "retroceso eventual esto es imposible de llevar a cabo sólo por el hombre, del mundo técnico desde su papel dominante a la servidumbre"41
En el ámbito del Ereignis se construye la posibilidad de que la técnica deje de ser la dominadora del ente y del hombre y se convierta en su sierva. Pero la posición de Heidegger no peca de voluntarismo ni de ingenuidad, ese retroceso no es una responsabilidad exclusiva del hombre, depende de una situación histórica. Es decir, el ser se manifiesta epocalmente y el hombre no puede condicionar ese proceso. Que el ser se manifieste como tecnología no es un resultado del querer humano sino un destino histórico. Pero la postura de Heidegger tampoco es un resignarse ante los hechos consumados, de allí su esfuerzo por precisar el Ereignis como ese "ámbito en sí mismo oscilante donde el hombre y el ser se alcanzan el uno al otro en su esencia al perder las determinaciones que les prestó la metafísica"42
En este punto la objeción de Buckley ya no tiene asidero pues, como vimos, Heidegger en sus textos demuestra que el salto de una modalidad de pensamiento a la otra es posible y que en dicho salto el vinculo Gestell-Ereignis cumple un papel fundamental.
En este sentido, "la serenidad para con las cosas" y "la apertura al misterio" que menciona en Gelassenheit constituyen dos notas distintivas de un pensar meditativo, o al menos señalan una posible aproximación al mismo. Ambas permiten que nuestra relación con el mundo técnico se vuelva "maravillosamente simple y apacible". Producen un "profundo viraje" en nuestra relación con la naturaleza y el mundo, en definitiva abren la posibilidad para que dejemos de ver las cosas tan sólo desde una perspectiva técnica. Por lo tanto "nos hacen posible residir en el mundo de un modo muy distinto".
El peligro máximo, como señalamos al comienzo, es que la cada vez mayor eficiencia del pensar calculativo coincida con la indiferencia completa hacia el pensar reflexivo, lo cual, en definitiva sería una total ausencia de pensamiento. En este sentido la construcción de un ámbito "oscilante en sí mismo" cómo el Ereignis es un intento de salvaguardar la esencia pensante del hombre, un intento por mantener despierto el pensar reflexivo.
En última instancia, quizá un pensar de este tipo se halle más próximo de lo que creemos, como señala Heidegger, "tan próximo que lo más fácil es no advertirlo, porque para nosotros, los hombres, el camino a lo próximo es siempre el más lejano y por ello el más arduo. Este camino es el camino de la reflexión"43
Notas
1 Gestell, es un caso similar a Ereignis. Literalmente en alemán quiere decir "armazón", "chasis", pero a juicio de Heidegger designa la forma en la cual el ser se des-oculta al hombre contemporáneo. Esa forma contemporánea de desocultamiento es como técnica. El ser al hombre moderno se le revela como un mandato de tratar técnica y tecnológicamente a la naturaleza convirtiendola en objeto de su explotación económica, como si la naturaleza fuera el stock o depósito (Bestand) del cual el hombre se provee. Este proceso en su conjunto Heidegger lo denomina Gestell y, como en el caso del término anterior, por estar obliterado su sentido etimológico usual en su lengua de orígen es mejor no intentar traducirla en castellano.
2 Ereignis, en alemán literalmente quiere decir "acontecimiento", pero a partir de Heidegger se ha vuelto una palabra técnica en filosofía, al menos para la filosofía heideggeriana. El propio Heidegger le da un tratamiento sistemático en uno de los tomos de sus obras completas publicado en forma póstuma y titulado Beiträge zur Philosophie (vom Ereignis) que se podría traducir por Aportaciones a la Filosofía (en torno a la noción de acontecimiento). Lo que sucede es que Heidegger utiliza esta palabra en un sentido distinto a su sentido literal (Ereignis, para Heidegger, designa el lugar de encuentro entre el hombre y el ser) y es por este uso atípico que no se lo traduce. Además no tenemos en nuestra lengua una palabra apropiada para vertir el término alemán en el sentido original que Heidegger pretende asignarle, aunque siguiendo a un traductor de Heidegger, Felix Duque, se la puede vertir por "acaecimiento propicio" o también por "acaecimiento propiciador" (en clara alusión al momento propicio en que el ser se le manifiesta al hombre). El propio Heidegger aclara en Der Satz der Identität (El principio de Identidad) que Ereignis « pensada como palabra conductora se deja traducir tan poco como la palabra conductora griega logos, o la china, Tao. La palabra Ereignis ya no significa aquí lo que en otros lugares denominamos como algún tipo de acontecimento, algo que sucede. La palabra se utiliza ahora como singulare tantum». Gestell, es un caso similar a Ereignis. Literalmente en alemán quiere decir "armazón", "chasis", pero a juicio de Heidegger designa la forma en la cual el ser se des-oculta al hombre contemporáneo. Esa forma contemporánea de desocultamiento es como técnica. El ser al hombre moderno se le revela como un mandato de tratar técnica y tecnológicamente a la naturaleza convirtiendola en objeto de su explotación económica, como si la naturaleza fuera el stock o depósito (Bestand) del cual el hombre se provee. Este proceso en su conjunto Heidegger lo denomina Gestell y, como en el caso del término anterior, por estar obliterado su sentido etimológico usual en su lengua de orígen es mejor no intentar traducirla en castellano.
3 Licenciado en Psicología y Filosofía de la UBA, investigador de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires e investigador-docente de la UBA.
4 Encontramos parcialmente estas ideas en, Marcuse Herbert, One-Dimensional Man, Horkheimer Max, Adorno W. Theodor, Dialektik der Aufklärung. Philosophische Fragmente
5 Buckley Philip, Husserl, Heidegger and the Crisis of Philosopical Responsability, Kluwer Academic Publishers. Dordrecht/Boston/London, p. 134. Tomo 125 de la Phänomenologica. Las traducciones, salvo expresa aclaración en contrario son todas mías. La Phäenomenologica, es una colección que publica desde los años cincuenta artículos sobre autores clásicos de la corriente fenomenologica (Husserl, Heidegger, Merlau Ponty, Sartre, Paul Ricoeur, etc).
6 Ibid.
7 Heidegger, Serenidad, p.17. Desde ahora S
8 Ibid, p.18
9 Ibid.
10 Ibid.
11 "Lo ente se determina por vez primera como objetividad de la representación y la verdad como certeza de la misma en la metafísica de Descartes... Toda la metafísica moderna , incluido Nietzsche, se mantendrá dentro de la interpretación de lo ente y la verdad iniciada por Descartes" (Heidegger, Martin, Gesamausgabe. Band 5: Holzwege, p.80 Traducción castellana La época de la imagen del mundo, p.86)
12 "El conocimiento, en tanto que investigación [esto es ciencia moderna], le pide cuentas a lo ente acerca de cómo y hasta que punto esta a disposición de la representación. La investigación dispone de lo ente cuando consigue calcularlo por adelantado en su futuro transcurso o calcularlo a posteriori como pasado... La ciencia solo llega a ser investigación [ciencia moderna] desde el momento en que se busca el ser de lo ente en dicha objetividad [de la representación]"(Ibid. La época de la imagen del mundo, pp.85,86)
13 "La ciencia en tanto que investigación es una manifestación esencial de la Edad Moderna" (Holzwege, p.80 La época de la imagen del mundo, p.86)
14 Vorträge und Aufsätze, p.128. Desde ahora VA. Traducción castellana Conferencias y Artículos, p.117 Desde ahora CA
15 Ibid.
16 Ibid.
17 Ibid, VA, p.115 CA, p.106
18 Ibid, VA, p.128 CA, p.117
19 CPR, pp. 240, 241.
20 VA, p. 9 CA, p.9
21 S, p.23
22 Olasagasti Manuel, Introducción a Heidegger, p.127
23 VA, p.32 CA, p.30
24 Ibid.
25 ID, p.95
26 Olasagasti Manuel, Introducción a Heidegger, p.126
27 ID, p.85
28 Olasagasti Manuel, Introducción a Heidegger, p.125
29 ID, pp. 77, 79
30 Ibid, p.79
31 Ibid.
32 Ibid, p.81
33 Ibid.
34 Ibid.
35 Ibid, p.61
36 Ibid, p.93
37 S, p.19
38 Ibid, p.19
39 Ibid.
40 ID, p.89
41 Ibid.
42 Ibid.
43 S, p.26