Crimen y castigo. El lado de la madre
Los Hermanos Karamosov. El lado del padre

Sonia Cruz
Psicoanalista

 

Abstract: El parricidio es para Freud el crimen capital y primordial tanto de la humanidad como del individuo. Esto queda de manera clara y contundente en los hermanos Karamazov, el crimen para desaparecer al padre absoluto, que todo lo puede, y dar lugar a un padre que nombra, un padre que orienta pero que no es destino, no es meta, un padre que no se sostiene y del cual surge el deseo. El otro texto fundamental es Crimen y Castigo, otra demostración contundente de lo que se juega en el sujeto en esa relación necesaria, definitiva y peligrosa con la madre. La deuda a partir de esa inscripción. El crimen necesario para inscribir la falta, la isuficiencia de la madre.

 

Consideradas las dos grandes novelas de Fiodor Dostoievsky, estos textos nos remiten al sujeto, a su malestar estructural en la cultura. Ambos textos revisten carácter universal.

Entre la impotencia y la imposibilidad, entre la falta y la Cosa . El debate subjetivo deja su marca en eso que nos hace, hace a la cultura: la ley única, la de la prohibición del incesto.

A partir de lo prohibido la pulsión encuentra sus avatares, su recorrido. A partir de lo prohibido la decepción y la inscripción significante.

Solo se podrá ser significado mediante una renuncia. Eso que a todo neurótico resulta tan costoso y incómodo.

Asociamos el incesto al otro primordial, la madre en primer lugar. Esa letalidad materna de la que habla Lacan y a partir del la cual el infans deberá forjar un yo , con ella y a pesar de ella.

La necesidad de la madre, la provocación del incesto. El incesto insiste, insistirá mientras estemos vivos. Es nuestro lado siniestro.

Pulsión de muerte e incesto otean un horizonte similar : aniquilar al sujeto, convertirlo a la nada, como quien lo convierte a una religión solipsista.

El incesto como aquello que de la real del sujeto deviene goce, goce autoerótico que se observa en especial en la psicosis y en las somáticas, un goce sin otro que subjetive la falta.

La madre puede nombrar la falta y de ahí deviene para el sujeto una deuda impagable, debe su vida, y en esa factura impagable las fantasías incestuosas cobran sentido a manera de pago.

Entendemos lo incestuoso como ese goce autoerótico donde rebota la ley, donde el significante se atora, donde la Cosa muestra sus dominios. Todo sujeto cualquiera sea su estructura mostrará siempre la marca de su pasaje por el incesto como aquello que del Otro asume como deuda en la real de su padecer.

Contra el incesto, contra el encierro, contra el ahogo, surge la cultura, el existir deteniendo el horror, produciendo en contra de él.

Todo sujeto tiene la fantasía de que el vientre materno fue el supremo bien, y al mismo tiempo el supremo horror, la asfixia más total. Hay en el sujeto un intento de significar como glorioso esa oscuridad incestuosa del vientre materno.

El sujeto se debate entre la exclusividad incestuosa, la ausencia de pérdida y el perder la exclusividad para que el sujeto no quede ausente.

Todo neurótico guarda trazas incestuosas que tienen que ver con su letargia, su sufrimiento y desazón. Donde más evidente es la marca del incesto es en la psicosis con su pose frente a un Otro que lo engloba.

Se sabe que la ley en su intento de ingresar el sujeto a la cultura siempre falla y estas fallas por un lado marcan todas las posibilidades del sujeto y por el otro dejan entrever el dominio de las fantasías incestuosas en cada sujeto.

Pareciera que la vida en ese ir y venir entre el freno al incesto y la coquetería con él constituyera nuestro goce primordial del cual no queremos desprendernos y del que no queremos saber nada. En ese ir y venir puede introducirse un elemento significante que haga que algo ahí se produzca, en ese ascender y descender de Sísifo.

Porque desde el afán del incesto ese ir y venir se puede convertir en una pura sobrevivencia, haciendo una teatro sin auditorio, sin que nadie lo mire.

El incesto amenaza a cada sujeto desde su gestación y por el resto de su vida. Resto que hará la diferencia si el sujeto acepta su crimen e introduce el castigo convertido en ley significante, o sea sin que resulte atroz, reduciendo la ferocidad.

El incesto es aquello que de lo primordial no se acaba. El goce cada día renovado de la nada.Y ante tal desolación el arma del entusiasmo, el empuje de la ley, el advenimiento de los otros. El saber-hacer.

El incesto plantea la falta de salida objetal y hunde al sujeto en un goce, desdicha, enfermedades y traiciones, ahí donde el sujeto muestra su fragilidad, ahí donde la ley muestra sus quebrantos.

Nuestra vida neurótica siempre tiene estos componentes, este real del goce, goce incestuoso, restos de nuestro sometimiento al Otro , amo de nuestra vida, de nuestro cuerpo.

La castración abre las vías de un Otro al otro, a los otros. Por eso si la madre se completa con el infans no habrá ex-istencia. Tener existencia es estar en el mundo significante como uno más, que cuenta, que es contado como un otro entre los otros, con su diferencia a cuestas.

Dice Freud que en un principio ante el horror del incesto surge el tótem, espíritu protector. Y con él la exogamia, el sexo fuera del clan. Origen posterior de las religiones y de la moral, que a su vez se convierten en imperativos superyoicos. Por un lado la atracción fatal, el regreso a la nada, de donde se partió, ese lado de fidelidad al costado materno como pago por la deuda con la vida. Por otro, como contrapartida, lo vociferante del amo obsceno que manda a renunciar para seguir un sendero de moral y castigo. Esta amenaza desde la real viene a ser pacificada por el significante, por la castración.

Es cierto que el no comer carne, no comerse al animal totémico, no comer ciertas plantas en los pueblos primitivos, servían de escudo protector contra el incesto y al mismo tiempo preservaba una moral que resultaba represora y de alta contribución a la inhibición, síntoma y angustia del quehacer neurótico.

Por un lado la ley de la cultura nombra y saca del anonimato incestuoso, pero a la vez sujeta a una vida de renuncias y malestares.

Algunos de los ejemplos que da Freud son muy llamativos: en Melanesia los hermanos se rehuyen mutuamente al llegar a la adolescencia. En Delangoa, Africa, la cuñada es intocable En Wacamba, este africano, jóvenes solteras eluden a su padre. En las islas Bango están prohibidas las relaciones yerno-suegra. En las islas Salomón ven a la suegra y se echan a correr. Los zulués se averguenzan de su suegra.

Nuestro primer objeto de amor es incestuoso. Dice Freud que las fijaciones incestuosas nos atormentarán siempre Considera que este es el complejo central de las neurosis.

Frente al incesto, el tabú , lo sagrado, lo inquietante, lo prohibido. La moral como medida de protección y a su vez como renuncia. El tabú surge para prohibir precisamente aquello que se desea. El temor debe ser más fuerte que el deseo. A su vez el tabú incita a la infracción. La tendencia a la transgresión nos acompañará siempre.

El tabú legista porque implica renuncia. Es atracción y repulsión. El totem, representante del padre es a su vez atracción y repulsión.

En Crimen y castigo tenemos al hijo frente a la deuda con su madre. Así como Hamlet es el drama frente al deseo, Raskolnikov es igualmente el drama del hijo ante la madre lo cual le impide desear. Para su conveniencia el varón divide a la mujer: por un lado una anciana- bruja, prestamista y usurera. Por el otro una madre excelsa,víctima, empobrecida, , inolvidable, digna de toda lástima y misericordia. La otra, bruja, digna del mayor desprecio. Este clivaje de la mujer hace que Raskolnikov pueda enfrentar lo femenino . Nuestro personaje pretende una vida normal, con alegrías juveniles, con estudio, trabajo, diversión, amigos.Todo este panorama se ensombrece por su deuda incestuosa. No se siente digno de vivir su vida sino en función de la falta de la madre, la cual él se presta a compensar. Conforme pasan las días se empieza a despertar en él la necesidad de acabar mediante un mandato superyoico, con esa deuda. Empieza a ser abrumado por la tentación del asesinato, de matar a la vieja usurera, para acceder a la ley de la cultura, para crear, estudiar y trabajar. La tortura se le hace cada vez más insostenible como si supusiera que solo mediante un asesinato puede liberarse. Quiere librarse de la mujer-demonio para conservar y rendir tributo a la mujer-ángel. Desde lo real de una madre feroz, sin límites, hacia una mujer virginal, débil, digna de amor y admiración. Ruta de todo neurótico, pero que en el caso de Raskolnikov , no pasa por la ley significante, sino que procede desde lo real del goce, asesinato literal.

Raskolnikov se debate entre el ser y no ser, cómo librarse de la madre para poder ser y a su vez, la falla de la ley, no puede valerse de ella para inscribir su diferencia. De ahí que procede al pasaje al acto como único recurso.

El joven se viene para la ciudad buscando una salida a esa endogamia que lo envuelve. No lo logra, lo reprimido retorna. Está obsesionado y atormentado por no poderle cumplir a la madre.

Asesinar, hacha mediante, a la usurera, la que no suelta prenda, la que lo quiere todo para sí, para alimentar su insaciable narcisismo. Con esa es la que hay que acabar. Este asesinato viene a ser un equivalente del incesto, apoderarse del cuerpo de la usurera, usurparlo, dominarlo, controlarlo, ponerle fin.

Raskolnikov legitima la ley paterna mediante el asesinato, introduce en su vida la ley social en el mismo acto .

Nuestro héroe hace todo lo posible para evadir el asesinato, lo pospone de manera indefinida, tratando de buscar otra salida,pero la retaliación desde lo real lo inunda y lo deja sin alternativa.

Dostoievski habla de la extrema miseria . Quizá se trate de la miseria del sujeto parlante, de los miserables, del sometimiento a la palabra y a la vez, cuando esta falla se impone la acción en el horror. La usurera está llena de tesoros, representa la tentación, lo oculto, el deseo de apoderarse de eso que aparece como la Cosa. Frente a esta tentación , todo lo demás queda aniquilado: el estudio, el trabajo, las novias, la diversión. Raskolnikov tiene una deuda que le ha quitado hasta el deseo de vivir, no sabe cómo pagar esa deuda por la criba significante, por lo tanto retrocede hacia el acto de terror. La vieja usurera es miserable pero a su vez tiene tesoros, que ha robado a otros, que han quedado arrimados a los avatares y caprichos de esta mujer.

La madre da acceso a la ley. En el caso de la usurera el precio a pagar será muy alto, pero nuestro joven dice no tener alternativa. Sus angustias lo traban cada vez más hasta que realiza la explosión gozosa que lo inserta a la ley , inicialmente a una ley atroz, la ley de la justicia, de la cárcel.

De qué tesoro se trata? La madre puede dar la salida si ella quiere. Raskolnikov debe forzar la salida por el único lado que conoce: la muerte. Con la muerte se propone darse vida, vida en la social. Con el asesinato él convoca su propia muerte Sabe que puede ser condenado de por vida. Se corre el riesgo en medio de la desesperanza. Sabe que no tiene alternativa. Asumir la vida desde la muerte para que haya allí una inscripción, una posibilidad.

Con el crimen hace ley, con el castigo accede al deseo. El crimen para llamar a la ley, el castigo para merecer la inscripción. Destino de todo neurótico.

El no puede permitir que el crimen pase en vano, que nada haya logrado con eso, no puede quedar impune. Llama a la ley, se denuncia, las voces lo atormentan, lo instan a entregarse a la justicia, las miradas leen en su cara el crimen. Sale de la impunidad. Asume el incesto- crimen.

De lo real del goce del incesto al encierro, a la cárcel. De la ignominia a lo nominado.Del presidio de la ley de la cultura a una vida cotidiana ya sin ley atroz materna y sin ley castigante paterna, por fin hacia una vida cuya deuda es consigo mismo. Desde ahí puede asumirse en su miseria pero con esperanzas. Dice Raskolnikov: "Acaso no iba a cambiar todo. Y que eran todas aquellas miserias del pasado? En aquella primera alegría del retorno a la vida, todo, incluso el crimen era algo externo, extraño" El sabía que la nueva vida no le sería dada gratuitamente y que tendría que conquistarla a costa de largos y penosos esfuerzos. De nuevo queda clara la intención del autor de exponernos la radioagrafía de cualquier sujeto.

En cuanto al texto de los hermanos Karamasov tenemos esta vez el enfrentamiento al padre, a ese padre absoluto, que tampoco deja posibilidades a sus hijos, fuera de los ideales que este padre se ha forjado para ellos.. Se inicia con el crimen del padre. No se sabe quien asestó el golpe mortal, cada uno de los hijos asumen la culpa por el asesinato de su padre, cada cual tenía buenas razones para acabar con él. Cada hijo va haciendo su vida, pero cargan una culpa. Cada uno se siente culpable ante los otros y ante sí mismo. Cada uno debe su existencia. Crimen, culpa y castigo. Necesidad de expiar las faltas del padre. Necesidad de sostenerse en el vacío de la falta, culpa como modo de rellenar de algún modo ese faltante paterno.

De Dostoeisvki dice Freud que tiene su puesto poco después de Shakespeare Y respecto a la novela, dice Freud, es la novela más acabada que jamás se haya escrito(I)

Con la expiación el sujeto se reconcilia con lo social. Una manera de encontrar algo de paz en si mismo y en su relación con los otros.

Necesidad de sostener a un padre, necesidad de borrar la falta del padre y de hacerlas propias, buscar la gracia del padre, su bendición.

En Dostoievski vemos que el hombre es deseo, crisis, pasión pecado, arrepentimiento. Sometido a los impulsos más tenebrosos y con un ansia de vivir, de recuperar la vida. Hay una destino y una fatalidad, y una libertad que se logra de manera ardua como enfrentamiento al vacío y al absurdo.

La muerte del padre; necesaria. Del padre muerto a la ley del esfuerzo más allá de ese padre. De no ser más sostenido por el padre. Ese pasaje debe ser pagado como un crimen. De nuevo el autor lo toma desde la literalidad del acto. Todos los hermanos se echan encima la muerte del padre en una especie de comunión con la ley que surge a partir de allí, una solidaridad que los une en la tragedia de vivir debiendo la vida.

En ambos textos se pasa de lo englobante del incesto con la madre a la búsqueda del padre como salida del incesto, búsqueda para asesinarlo, para que devenga como ley.

Dice Ivan Aliosha "no soy culpable, no he derramado la sangre de mi padre, quería matarle pero no lo he hecho. No he sido yo." (2)Todos inicialmente se achacan la muerte del padre para después desmentirla. Todos quieren sacrificarse por el padre. Delito y corrección. En otro momento dice el defensor de Aliosha : "Comparese ante usted un Karamasov que no escapa a la violencia hereditaria en su familia, pero nótenlo ustedes, esa violencia es una fuerza que lo impulsa hacia el bien. (3)

En todos los hermanos la culpa por la muerte del padre para que a partir de esa culpa devenga la ley. En ambos textos se da el pasaje desde el otro primordial (la madre) a la caída en el significante, el malestar en la cultura que más vale que el no estar en la cultura.

En estos dos textos de Dostoievski se demuestra el encuentro del sujeto con el otro , siempre marcado por la violencia , encuentro marcado por la imposibilidad que el neurótico reduce a la impotencia. El incesto y el parricidio , dos temas por los que el psicoanálisis nació . Ambos fundamentos del quehacer psicoanalítico.

NOTAS

(1) Sigmund, Freud. Dostoyevski y el parricidio. Volumen III. Pág 3004

(2) Dostoeisvski, Fedor. Obras selectas. Editorial Sopena, pag 687

(3) Dostoeisvki. Op. Cit, pág 688. 1

BIBLIOGRAFIA

Dostievski, F. ( 1989) Obras Selectas. Crimen y Castigo y los Hermanos Karamazov. Madrid. Editorial Sopena.

Sigmund. F. (1913) Totem y Tabú. En Obras Completas. Tomo II. Madrid. Tercera Edición. Biblioteca Nueva.

Sigmund, F. (1928) Dostoievski y el parricidio. En Obras Completas.Tomo III. Madrid. Biblioteca Nueva.

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