Un discurso sobre el
incesto que no sea fingido
(psicoanálisis, incesto, poder e ideología)
Wilbert Ezequiel Solano Rojas
Dr. en Ciencias de
la Educación (Universidad de Ginebra),
Licenciado y Egresado del Doctorado en Filosofía (Universidad de
Costa Rica),
Bachiller en Psicología (Universidad Independiente de Costa
Rica)
(e-mail: wesolano@hotmail.com , fax: (506) 234-1385)
Abstract
En este artículo, el autor plantea una crítica al discurso de las organizaciones gubernamentales (OG) y de las organizaciones no gubernamentales (ONG) sobre el incesto. Se interroga sobre si el "incesto" es un tema psicoanalítico y sobre las relaciones entre incesto y estructura psíquica. Se interroga también sobre la forma que el discurso sobre el incesto adopta en las OG y las ONG. Hace algunas observaciones sobre las ilusiones que median entre el incesto y el psicoanálisis y finalmente propone algunas pistas de investigación propiamente psicoanalíticas del tema.
1.- INTRODUCCIÓN
Deseo compartir con Ustedes algunas reflexiones e inquietudes en relación con el discurso prevaleciente en nuestro país, en medios oficiales y en ONG, sobre el incesto.
Ese es un discurso que, a mi juicio, tiende a ser redentor, pastoral e idealizante, o una "epopeya frenética de desplazamientos", como Leo Bersani (1999) llama a cierto discurso reivindicatorio gay-lésbico.
La pregunta que surge es si en ese discurso existen desplazamientos, o mecanismos de defensas, y si será esa la causa de la forma en que se trata el tema, pues como dice Denise Vincent (2000: 3), en Linceste. Fantasme ou realité?, "Hay alrededor de los incestos reales una enorme irrupción de fantasmas en los trabajadores sociales y, porque no, en los profesionales psi y en los funcionarios judiciales." (traducción del autor).
Ese el escenario de este breve trabajo o reflexión. Antes de continuar quiero comunicarles que no obstante la reflexión y las lecturas hechas, son más las interrogantes que logré elaborar que las afirmaciones.
2.- ¿QUÉ CLASE DE TEMA ES ESTE DEL INCESTO?
La primera pregunta que me formulé es la siguiente: ¿Es el incesto, como acto, un tema psicoanalítico, es decir: un tema generador de saber y de poder para el sujeto? En este sentido me parece interesante señalar que esa noción no tiene lo que se llama una "entrada" ni en el Diccionario de Psicoanálisis de Laplanche y Pontalis (1996) ni en Lapport freudien. Éléments pour une encyclopédie de la psychanalyse de Kaufmann (1993). Únicamente aparece, en el pequeño Diccionario de Psicoanálisis de Pierre Fedida (1985) un párrafo relacionando la importancia de la noción de incesto con la definición que la antropología moderna puede dar de las estructuras de parentesco.
Por otra parte, encontré que el incesto tiene diferentes definiciones según la perspectiva disciplinaria, tal como lo describe Claudio Cohen (1993: 13-18) en O incesto um desejo.
A partir de ahí las interrogantes que me surgieron fueron:
¿Es más bien el tema del incesto una especie de bandera programática, planteada desde la psicología, las psicoterapias y las instituciones (sean OG u ONG, que para mí son lo mismo en su esencia institucional: una voz de amo)?
¿O es el tema del incesto parte del programa de ciertas ideologías en boga, como es a mi juicio cierta ideología feminista asimilada por las estructuras de poder (estatales o "alternativas") con el apoyo de los políticos conservadores en el poder?
En este sentido puede ser esclarecedor señalar que en 1999, en el día de la "no-violencia" contra las mujeres, se publicó en los principales diarios de Costa Rica un manifiesto promovido por el Instituto Nacional de las Mujeres (INAMU, Costa Rica), firmado por casi todos los ministros, por diputados y otros políticos en funciones, en "solidaridad con las mujeres". Esa fecha, a mi parecer, ha sido sistemáticamente vaciada de su contenido original: la lucha democrático-burguesa dominicana de la que fueron mártires las hermanas Minerva, Patria y María Teresa Miraval y el chofer que las acompañaba en el momento de su muerte1.
Entonces, en ese contexto, "la lucha contra el incesto", constituye uno de los subtemas de "la no-violencia contra las mujeres", entre otros tales como "la lucha contra la paternidad irresponsable", "la lucha contra la agresión y la violencia doméstica", y en general los temas de "género", conjunto de temas que han sido apropiados por la ideología en boga, reforzada por todo el aparato ideológico-institucional (aparato estatal y medios de comunicación colectiva).
Esa idea que les presento se refuerza, a mi parecer, por el hecho de que el tema del "incesto" ya casi no se trabaja desde un discurso médico, científico o universitario, y por eso ya no se considera una patología social, un "desorden" o un "trastorno", o un tema de "antropología", sino que ahora se considera que es una manifestación más de la "ideología patriarcal" de los hombres.
Podemos entonces, evitando ser parte de esa red ideologizante y culpabilizante que se constituye como un discurso de amo, y posicionándonos en el terreno del psicoanálisis, considerar el incesto de forma diferente, ya sea como:
¿Un "síntoma"? (su carácter repetitivo y ritual en esto es orientador), o
¿Un "synthome"? (de la relación entre síntoma y fantasma), o
¿Un acto fallido, un "acting-out", o un pasaje al acto?
Para dar un inicio de respuesta a estas últimas preguntas hago algunas reflexiones a continuación.
3.- INCESTO Y ESTRUCTURA PSIQUICA
Las preguntas aquí pueden ser las siguientes:
¿Qué tiene que ver el incesto con la estructura psíquica?, o más específicamente,
¿Que tiene que ver el incesto con la neurosis, la perversión y la psicosis?
Si en el adulto incestuador su conducta es una retroacción, ¿sería en este caso la suplencia de una psicosis?, ¿la evidencia de una imposibilidad de inscribir el nombre del padre, una perversión o un "deseo" de fusión con la madre y con lo femenino? ¿Sería una manera de mantener algún ligamen, aunque sea siniestro con la realidad, con la vida, una manera de no ceder, ipso facto, a la muerte física?, como lo plantea Juan Eduardo Tesone (1998: 513-525) para quien, además, el incesto es una actividad poco masculina.
Un caso que escuché, de un abuelo incestuador, cuando supo que lo iban a denunciar dijo "no me verán en la cárcel", tuvo un infarto y murió. Algunas personas señalaban esa conducta como perversa.
En el caso de los niños, que olvidan, que entierran el recuerdo del incesto, para no estar revictimizándose, pero que luego padecen de un carácter obsesivo-compulsivo, ¿existe ahí una neurosis?
Otro caso es el de una mujer que había sido incestuada, luego creció, se casó, tuvo sus hijos y cuando estaban adolescentes se le desarrolló un cáncer fulminante y murió, no sin antes, en el lecho de muerte, pedir que una vez fallecida le contaran a su hermana de la conducta incestuosa del padre de ambas. ¿Padeció de una neurosis histérica?
¿Cómo entonces ubicar la noción de incesto en relación con la estructura psíquica?, ¿Cómo no caer en un enfoque oportuna y cómodamente ecléctico?
Esta una cuestión para la cual también debemos elaborar respuestas, tomando en cuenta acercamientos como el ya citado de Tesone y el que han hecho Ingrid Aguilar y Mónica Hernández (1999: 115-125).
4.- EL INCESTO EN EL DISCURSO OG-ONG ACTUAL
A continuación quiero describir tres de las principales características, a mi criterio, de la concepción ideologizante que prevalece en nuestro medio acerca del incesto:
a) Revictimización.
En mi criterio, y solamente conozco parcialmente la acción intervencionista o clínica que se está llevando a cabo, las repeticiones testimoniales no hacen más que revictimizar a las personas, a quienes no se les escucha desde un supuesto saber (como debe ser en el caso del psicoanálisis) si no que desde una escucha que es un saber de amo dado que ese saber no se cuestiona su falla, su inconsistencia, pues así es el saber institucional, ideológico, de los aparatos de poder.
Esa revictimización ha sido planteada recientemente en la misma prensa costarricense, en un artículo de Ronald Díaz (2001:18) titulado "Casos judiciales de abuso sexual. Procesos afectan a niños. Interrogatorios largos y poca capacitación son problemas".
b) Campañas de "denuncia", "toma de conciencia" y "sensibilización" acerca del incesto.
Los llamados a la denuncia, como en una guerra santa, precisamente por ser algo movilizador desde lo emotivo, tienden a convertirse en enfoques moralistas (¡qué barbaridad!, ¡eso no es posible!, ¡debemos hacer algo!, ¡a dónde vamos a ir a parar!) y terminan siendo paralizadores, pues este problema, el del incesto, no es un problema nacional, como el de la lucha contra la privatización de servicios esenciales o contra el aumento del costo del transporte colectivo o contra el aumento del precio de la gasolina. El problema del incesto es un problema del sujeto en el seno de la familia.
Una prueba del carácter ideológico de esta "lucha" es que nada parecido se hace alrededor de la "locura" o las enfermedades mentales. Sólo piensen lo absurdo que parecería a todo el mundo una campaña en ese sentido como la que a veces se pretende hacer con respecto a los subtemas de la ideología feminista "antipatriarcal".
¿Pero cual es la ganancia secundaria de esas campañas? Lo cierto es que las campañas de "sensibilización" o "toma de conciencia" (concepto este último extraño al psicoanálisis que sabe que toda conciencia es esencialmente falsa) en este y otros campos anexos (abuso, violencia doméstica, reeducación de ofensores, etc.) son financiadas por organismos nacionales o internacionales y ejecutadas por un "regimiento" de consultores, asesores, especialistas, publicistas, diseñadores gráficos, y ahora hasta dramaturgos, músicos y actores. Sin embargo el contexto en el que se desenvuelven esas campañas conduce a preguntarse acerca de cual es su efectividad.
¿Consistirá la ganancia secundaria principalmente en lograr un nuevo nicho de mercado para, entre otros, las p sicoterapias y la panoplia de todo tipo de disciplinas reparadoras que ha surgido últimamente?
c) Enfoque dependiente de un feminismo, ideológico y político, aliado a los representantes en el aparato estatal de las ideologías "social-cristiana" y "social-demócrata" y con el apoyo de los restos de los grupos de izquierda que se integraron a esos partidos burgueses, en conjunto con las ideologías prevalecientes a nivel internacional en las instituciones (og-ong).
En el caso de Costa Rica ese tinglado ideológico y político se aclara cuando se sabe que el Centro de Mujer y Familia se quiso transformar, cuando la presión feminista no era tan fuerte, en "Instituto de la Familia" durante la administración Calderón Fournier (1990-94) pero el Partido Liberación Nacional boicoteó esa transformación desde la Asamblea Legislativa, por el juego político de la parálisis y aduciendo que en la exposición de motivos del proyecto se fundamentaba la transformación en el pensamiento social-cristiano. Luego en las postrimerías de la administración social-demócrata Figueres Olsen (1994-98), con un amplio "consenso" se creó el Instituto Nacional de la Mujer ahora liderado por la Ministra de la Mujer (exmilitante de izquierda). Esa historia política muestra el uso político e ideológico que se ha hecho de la estructura institucional y de las reivindicaciones de ciertos sectores sociales.
Lo cierto es que esa dinámica política-ideológica y partidista tiene una enorme fuerza de gravedad y temas como el incesto, la violencia doméstica, la paternidad irresponsable, el abuso sexual, la atención a los adultos mayores, el cáncer de "mama" y de cerviz (aun no se habla, pues es "políticamente incorrecto", del cáncer de recto y de próstata correlacionado en los hombres, a lo que hasta el boletín feminista "Tertulia" distribuido por Internet se ha referido2) son irremediablemente atraídos por la fuerza gravitacional de esa dinámica parcial y desmovilizadora.
Un claro ejemplo de lo anterior lo encontramos en un artículo titulado Equidad e igualdad (2000: 14), en que la "Ministra de la condición de la mujer" dice que la violencia contra las mujeres y la paternidad irresponsable son patologías sociales y expresiones de un mismo flagelo: el patriarcalismo y el machismo que generan relaciones de discriminación y desigualdad (¡véase el dramatismo y la grandilocuencia!).
Como se ve, para esa nueva ideología, ya no son las clases dominantes ni el capitalismo salvaje los causantes de injusticia, sí no la ideología patriarcal y machista de los hombres. Ese enfoque ideológico se muestra como muy útil para quienes están al servicio de las clases y del capitalismo dominante.
Y, sin embargo, no es en manos de los sectores populares que se pone la conducción de la lucha por estas reivindicaciones, sino en las de minorías elitistas muy bien ubicadas en los aparatos institucionales que, tal vez ignorantes de sus motivaciones inconscientes y resistencias, hacen de estos temas "guerras", "luchas", "negocios".
Un evento reciente me parece que muestra muy bien esto, así como la verdad del adagio popular que dice que "el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones". Me refiero a una obra de teatro que presentó recientemente una ong sobre el tema del incesto. Esa obra, que no entramos a analizar aquí, producto "a la carta" (contratada y financiada por la ONG) se hizo investigando expedientes de personas incestuadas y usando jirones de los testimonios en el marco de un guión y una música dramáticos, con el fin de "sensibilizar" a la población sobre el incesto y para ser presentada en fábricas, fincas, escuelas, colegios, comunidades, oficinas, en fin en cualquier rincón donde haya un grupo de personas interesadas, a lo largo y ancho del país.
Esa obra de teatro, al estar construida con verdaderos "jirones" (letras muertas, como diría Braunstein) del decir de las víctimas (¿goce?) sacados de la revisión de expedientes (¿problema ético?), la sensibilización que pretende más bien conduciría a: 1) revictimizar a quienes entre los presentes hayan sido incestados y no estén en condiciones de hacer la denuncia, y 2) fortalecer la moral pequeño-burguesa que con tanta razón despreciaba Nietzsche, en aquellos que escandalizados gritan, al final de la presentación, en el redundante "foro de análisis", y en el marco de la clásica moralina dicha: ¡al ataque contra los ofensores! Esa obra más "teatro" no puede ser, pero es un teatro del semblante.
5.- DISCURSOS E ILUSIONES QUE "MEDIAN" ENTRE EL INCESTO Y EL PSICOANÁLISIS
Entonces, creo que el discurso prevaleciente sobre el incesto, monótono y oficial, muy poco tiene que ver con el psicoanálisis. Es un discurso cacofónico que se convierte en "mudez" por consenso, no hay disenso, es un discurso de amo, por lo que se pretende "completo".
Las repeticiones testimoniales, como ya señalamos, no hacen más que revictimizar a las personas, a quienes no se les escucha desde el inconsciente, sí no que desde una escucha de amo, desde el saber institucional, ideológico, desde el poder.
Los llamados a la denuncia, como en guerra santa, por movilizar más las emociones que otra cosa, y por cierto tufillo " moralista", me parece que han carecido de la construcción de instrumentos adecuados para el "debido proceso" en la denuncia. Es decir, para determinar cuando existe, en la denuncia, un incesto entendido dentro del Código Penal como delito, que es lo único que puede "perseguir" el aparato estatal y judicial.
Entonces pienso que solo un saber sobre el incesto desde otro lugar puede interesar a los psicoanalistas, que pese a la infeliz relación que siempre han tenido con el poder vuelven, una y otra vez, a darle porvenir a una ilusión que está harto demostrado que no tiene ninguno, pues psicoanálisis e ideología, psicoanálisis y poder, psicoanálisis e institución solo pueden fundamentar su relación en una ilusión, en un simulacro, en un "faire semblant" como decía Lacan, en un fingimiento, impostura o disimulo pero fundamentalmente en un autoengaño.
Partiendo del malestar permanente en la cultura y conociendo, por ejemplo con Foucault, el uso por el poder de la intervención terapéutica (médica, psiquiátrica, psicológica, de orientación, carcelaria, de trabajo social, etc.), pareciera ser necesario que se comprenda claramente el tipo de ley encarnada en las instituciones (ministerios, tribunales, ong) y el papel de la ideología en movimientos sociales ascendentes que por su fuerza inercial y gravedad siempre se tiene la ilusión de que cuentan con la verdad. De ahí que, desde el psicoanálisis, el que escribe hace una lectura disidente.
6.- ¿QUÉ ES POSIBLE HACER?
En primer lugar, y desde una perspectiva social, a partir de lo anterior creo que lo que se necesita es, como en el caso del SIDA o de las enfermedades de transmisión sexual, no dosis masivas de moralina burguesa, si no información y análisis continuo del problema, aunque en las condiciones políticas e ideológicas actuales presiento que eso es poco probable o al menos muy difícil.
En este sentido, creo que lo fundamental es que si alguien quiere hacer una denuncia conozca el "debido proceso". Aunque la frase no me gusta, creo que es en este terreno jurídico (donde el incesto es la figura penal de un delito), y en el de la información en dónde puede situarse el problema desde el punto de vista social. Y no en el goce de la revictimización como el que se da en algunos anuncios de televisión recientes en Costa Rica.
Pero, como dije antes, ese debido proceso ha carecido de orientación. Tantos recursos movilizados por el tema "incesto" y no existían en Costa Rica instrumentos adecuados para el "debido proceso" en la denuncia, tales como los que se han construido en otros países (Smith, 1990).
En este sentido, hace unos pocos meses (octubre del 2000), la prensa informó de la creación de un manual de la ONG PANIAMOR sobre este tema para la educación escolar (Martínez, 2000: 2), pero creo que aún ese material está entre sensibilización e información y no claramente orientado a aclarar el procedimiento desde el punto de vista del posible delito y de los posibles tratamientos terapéuticos o psicológicos que ofrecen las instituciones (OG y ONG).
Por otra parte, para quienes nos encontramos en el campo del psicoanálisis y sin ilusiones con cualquier "nosotros", poder o verdad, podría ser útil, por ejemplo, para comprender mejor una eventual demanda de intervención de un sujeto incestado, y sin ilusión con el poder terapéutico intervencionista, estudiar entre otros los temas siguientes:
a) Relaciones entre incesto y suicidio.
En Internet encontré una investigación hecha en Francia sobre esa relación (Pommereau, 2000). En nuestro país, aunque hice un trabajo sobre el suicidio no encontré investigaciones sobre esa relación.
Esa relación muestra, a mi juicio, la dificultad que tiene la persona que estuvo o está en una situación de incesto de articular su palabra al respecto.
Me parece importante estudiar, principalmente en el caso de las mujeres suicidas o intentando suicidio (intentos que en su mayoría no conducen al "éxito" esperado), si han vivido situaciones anteriores de incesto, pues si anular la diferencia es la muerte o anulación subjetiva como en la psicosis, intentar asegurar la diferencia mediante un pasaje al acto suicida es un fracaso pues tampoco se logra ser el sujeto barrado.
b) Relaciones entre incesto y conducta delincuencial o antisocial.
Un interesante libro en portugués, de Claudio Cohen (1993) "O incesto um desejo" (El incesto un deseo) trata esta relación. Su lectura puede dar pistas para el desarrollo de algunas tesis en cuanto a esta relación. Cohen afirma que la ruptura del pacto social, como en el caso del incesto, puede implicar la ruptura, al nivel del inconsciente, con el pacto edípico, lo que podría conducir a la emergencia de los impulsos delincuenciales pre-edípicos. Entonces, todo aquello que estaba reprimido o suprimido, en nombre del pacto con el padre, aparece en forma de conducta delincuencial o anti-social. Este tipo de lecturas es de las que me parece que actualmente carecemos en el país.
c) Relaciones entre incesto y divorcio.
Podríamos preguntarnos si no es el matrimonio, en muchos casos, un acting-out, una salida falsa de una situación incestuosa (real, imaginaria o simbólica).
Y podríamos también preguntarnos sí gran parte de los divorcios no serán un síntoma social de otro acting-out, al comprobar que el matrimonio no salva de las relaciones incestuosas vividas pues muy difícilmente podría esa institución exorcizarlas. El caso que relaté de una mujer que se hace un cáncer y muere luego de criar a sus hijos y de poder hablar del incesto que vivió, podría estudiarse en el contexto de esta relación, y también en el del suicidio.
Conocemos y oímos hablar de casos en que luego del divorcio, o cuando crecen los hijos, o cuando pasa algo significativo en la relación de pareja, aparece un "cáncer". ¿No constituirán esas situaciones salidas a una situación insoportable?, precisamente cuando han aumentado considerablemente los divorcios (Gólcher Beirute, 2000: 5).
d) Relaciones entre incesto y enfermedades psicosomáticas.
¿Cuantos cánceres, alergias, psoriasis, asmas, vértigos, ahogos, síntomas que estamos acostumbrados a llamar "histéricos" no son más que los síntomas de una relación incestuosa (real o imaginaria)?
e) Relaciones entre incesto y adicciones (a sustancias y a relaciones).
Este es otro tema interesante de plantearse como tema de investigación, para ir aclarando el panorama y para sacar el tema de la visión monótona, política e ideológica prevaleciente. La Película "Magnolia", que es tema de una de las mesas redondas del coloquio en que originalmente se presentó este trabajo, plantea, explícitamente en uno de los personajes, esta relación.
f) Relaciones entre incestuador y abuso sexual previo.
El "ofensor", como se ha dado en llamar, ¿fue antes un ofendido? Es importante para el psicoanálisis plantearse, como lo hizo Mario Schumacher en el Coloquio anteriormente mencionado, si ese "maldito" tiene o no derecho a pronunciar su propia palabra.
Propongo, para terminar, un tema general y englobante que permitiría ver como se tejen las anteriores relaciones en muchos de los casos de incesto.
g) Relaciones entre malestar en la cultura, "globalización", incesto, suicidio, conducta delincuencial y anti-social, divorcio, enfermedades psicosomáticas, adicciones y abuso sexual.
En un campo más sofisticado, para desplegar nuestro orgullo narcisista, se podría investigar, o escribir sobre, aspectos tales como:
Incesto y synthome. ¿Es el incesto un síntoma por su carácter repetitivo? ¿qué relación tiene con el fantasma?.
Incesto, nombre del padre, función paterna y género. ¿Por qué tan pocos casos de incesto madre-hijo? ¿El incesto produce efectos diferentes en hombres y en mujeres? ¿Cuál es el papel de lo femenino y de lo masculino en el incesto?
Incesto, institución, poder e ideología (las terapéuticas intervencionistas, el feminismo, etc.)
Incesto y estructura psíquica. ¿Qué nos dice el incesto de la estructura psíquica de las personas involucradas?, o ¿qué estructura psíquica implica el incesto. Hay un cambio en la estructura luego del incesto: ¿un antes y un después?
Incesto y psicoanálisis. Tiene el psicoanálisis la posibilidad de constituir un nosotros? ¿Qué relación tiene esa fantasía institucional con esos deseos incestuosos que a todos nos atraviesan? ¿Es la constante división de los grupos psicoanalíticos un "buen" síntoma? ¿A quienes interesa el psicoanálisis? ¿Sólo a "nosotros"?
Incesto y tratamientos. ¿Cuáles son las reediciones camufladas de los viejos tratamientos catárticos e hipnóticos desechados por Freud? ¿Qué posibilidades tiene la cura de una experiencia de incesto por la palabra en el diván?
Finalmente, creo que por muchas razones, los psicoanalistas debemos estar constantemente esforzándonos por romper el autoengaño, por ubicarnos en ese terreno del inconsciente y, como dice Sonia Cruz, mostrando "coraje ante el fatal destino".
Creo que debemos renunciar constantemente al lenguaje del amo, pues como dice la crítica sobre la reciente exposición "Ecce Homo" de Marisel Jiménez en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, "es mucho más audaz y difícil que construir mundos ideales enfrentarnos a nosotros mismos".
Creo también que debemos renunciar a la moralina burguesa de algunos y algunas señoras y señores caritativas que me recuerdan algunas de las figuras que esculpe, con delicia, la artista costarricense Leda Astorga.
Deberíamos, en su lugar, cantar la canción inédita de John Lennon, compuesta antes de ser asesinado y que salió a la venta recientemente en Londres con ocasión del 60 aniversario de su nacimiento: "Ayúdame a ayudarme a mí mismo".
7.- BIBLIOGRAFÍA
Libros
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COHEN, Claudio (1993). O incesto um desejo, Sao Paulo (Br.): Casa do Psicólogo Livraria e Editora, 177p.
Diccionarios
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KAUFMANN, Pierre (1993). Lapport freudien. Éléments pour une encyclopédie de la psychanalyse, Paris: Bordas, 635p.
LAPLANCHE, Jean PONTALIS, Jean-Bertrand, bajo la dir. de LAGACHE, Daniel (1996). Diccionario de Psicoanálisis, trad. de Fernando Gimeno Cervantes, Barcelona: Paidós, 535p.
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SMITH, Claude (1990). Y a-t-il un inceste? (Resumen de un libro que orienta sobre como llegar a la conclusión de que existe un incesto. Se aclara que el libro no trata lo que se refiere a la intervención terapéutica del abusado ni del abusador, pues eso se pretendía hacer en un segundo volumen). En: http://www.aqps.qc.ca/bulletin/03/03-02-05.htm
VINCENT, Denise (2000). Linceste. Fantasme ou realité?, 7p. En: http://www.epsyweb.com/psycho/inceste/frameset_inceste.htm
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Notas
1 Las hermanas Miraval, junto con su padre y con el esposo de Minerva, el dirigente estudiantil Manuel Tavarez Justo, se oponían a la dictadura de Rafael Leonidas Trujillo. Las hermanas murieron asesinadas pero su padre murió en la cárcel y los esposos de ellas fueron condenados a trabajos forzados por 30 años.
2 En la edición de mayo de la revista Epidemiología, Kari Hemminki y Chuanhui Dong informan sobre un análisis hecho a la Base de Datos sobre Cáncer Familiar de Suecia. Se comparó los cánceres en esposos de mujeres con cáncer cervical invasivo con un segundo evento cancerígeno en mujeres que lo padecían. Al equipo investigador le interesaba relacionar el virus papiloma humano (VPH) con una mayor susceptibilidad al cáncer. Había 313,602 hombres identificados con cáncer después del nacimiento de su último hijo, incluidos 6,839 cuyas esposas habían recibido un diagnóstico de cáncer cervical in situ y 2,813 cuyas esposas tenían cáncer cervical invasivo. Los autores del análisis escriben que cuando las esposas presentaban cáncer cervical in situ o invasivo, la proporción estándar de incidencia para cáncer anal en los hombres era de 1.75 y 1.92, respectivamente. Los resultados indican que el cáncer cervical, probablemente causado por la infección por VPH, está asociado a cáncer anal en los esposos y, en menor grado, a cáncer en el pene, reportan los investigadores. La infección por VPH está asociada al cáncer anal tanto en los hombres como en las mujeres, según el estudio. También se descubrió que los esposos de pacientes con cáncer cervical tenían cánceres relacionados con el tabaquismo, inclusive en el tracto aerodigestivo superior, los pulmones, el páncreas y los riñones. En: Tertulia, Una ventana hacia las vidas de las mujeres, Vol. III, No.18-20, mayo 2000.
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