From: Paola Valderrama - pavalde@ciudad.com.ar

En La Nación del domingo 17 de febrero se publica un reportaje a Germán García, titulado "Hay impotencia, no incertidumbre". El enlace es: http://www2.lanacion.com.ar/suples/enfoques/0208/nota.asp?pag=p01.htm

Me resulta triste y lamentable que en representación del psicoanálisis se digan barbaridades tan grandes, barbaridades que no pueden sino sumir a todos los psicoanalistas en el ridículo y el descrédito, barbaridades que seguramente no dejaran de mellar terriblemente la transferencia positiva que por décadas ha tenido el psicoanálisis en Argentina.

En completa concordancia con la foto que lo presenta confortablemente instalado en su sillon de "analista", Germán García habla desde un lugar totalmente ajeno a lo que ocurre en la Argentina, completamente desinvolucrado de cualquier compromiso, del tipo que sea, con la situación politica y social.

Esa pretensión de extraterritorialidad es dicha en forma expresa: su única "patria" sería el "castellano", lugar donde seguramente no hay pobres, donde todos pueden pagar sus sesiones de análisis, y donde probablemente (y paradojicamente) todos compartan el embobamiento por los que hablan otra lengua un poco mas norteña.

Los cacerolazos, las asambleas populares, los piquetazos, todas las formas de lucha popular no serían mas que autoengaños de neuróticos que no quieren asumir la impotencia ante el daño sufrido (daño que, por otra parte, seguramente es también fantasía): "Es obvio que cuando se juntan muchas personas que sienten impotencia esto crea la ilusión de participar de una potencia colectiva".

Pero Germán García no se detiene ahí. Su discurso avanza hacia una posición política mas explícita: la impotencia de los explotados sería irremediable, la revolución social sería una utopía propia de gente a la que le falta análisis, y como buen peronista que es, comparte la teoría de Seineldín de que De la Rúa habría caído por una maniobra del Menemismo: "Esta idea de la potencia también la fomentan los medios, que exageran un poco cuando dicen: "El cacerolazo volteó a De la Rúa". Si el ex presidente hubiera obtenido acuerdo político con la oposición, las cacerolas podrían haberse escuchado diez días y De la Rúa no caía. De hecho, ahora Duhalde tampoco cae por las cacerolas y en todo caso, si es que ocurre, podrá tambalear si no consigue un buen acuerdo con el FMI o con los Estados Unidos".

Es sobre este punto donde me interesaría hacer un comentario. Porque hasta la cuestión de los neuróticos y el desprecio por las luchas populares, lo de Germán García puede no gustarnos, pero mantendría una cierta coherencia como posición política. El punto es que Germán García no puede resistir la tentación de ofrecerle su "solución" a todos esos castraditos a los que ha despreciado tan absolutamente. Y al darles su solución, no dejará de mostrar sus propias contradicciones y revelar, finalmente, cuales son sus míseros y terrenales compromisos políticos.

Dice Germán García: "Lo que se discuten son los controles. Cuando decimos que un sistema está sano es porque los controles funcionan". Para él, el problema principal y originante de todos los males, es la corrupción, y la misma se elimina con la participación de la población en los organismos de control

"El hecho de que en general al ciudadano argentino le parece medio tonto, medio bobo, medio norteamericano, andar en comisiones barriales y vecinales, y hacer controles de los que gobiernan es porque tenemos una tradición medio paternalista: delegar en los "buenos". Uno se va a dormir esperando que los buenos hagan cosas buenas. Pero los buenos no hacen cosas buenas si no hay los controles necesarios".

Pero ... me pregunto .... si los cacerolazos son inútiles, impotentes e ineficaces, ¿porque o cómo habría de ser eficaz y potente la participación en comisiones de "control"?
Si Duhalde puede expropiar los ahorros de la gente, desmantelar el PAMI, los hospitales publicos, condenar a la desocupación y al hambre a millones de trabajadores, si Duhalde puede hacer todo eso sin importar los cacerolazos, ¿en que comisión habría que participar para lograr que deje de hacerlo??????
Los ahorristas preguntan: ¿por favor, Germán García, a que comisión de control hay que ir para que devuelvan los ahorros?
Los desocupados preguntan: ¿por favor, Germán García, a que comisión de control hay que ir para que haya puestos de trabajo genuinos para el 20 % de la población trabajadora que actualmente se encuentra desocupada?

Incluso, desde el pais modelo de las comisiones de "control", los accionistas de Enron podrían también preguntar: ¿por favor, Germán García, a qué comisión de control había que ir para que no se produjera la mayor estafa financiera que ha habido en la historia de los Estados Unidos?

En el fondo, el planteo de Germán García es exactamente el mismo que el de los políticos pseudo "progresistas" del ARI, Frepaso, CTA y otras corrientes similares reunidas en el FRENAPO.

Estas corrientes también pretenden reducir el problema al idealismo del bien y del mal, al idealismo de que Argentina está quebrada, no por obra y gracia del modo de producción capitalista, sino por la corrupción de algunos malos políticos, por las malas "administraciones" pasadas (que, en suma, es lo mismo que viene diciendo Duhalde desde que asumió). Y que, entonces, tal como lo dice Germán García, lo que hay que hacer es tener comisiones de "control" para que los "buenos" no dejen de ser "buenos" y los "malos" no puedan hacer maldades (todo siempre, pensado, como una administración "buena" o una administración "corrupta").

Pero ese razonamiento es el que se ha revelado falaz.
Que hizo el parlamento o cualquiera de los organismos estatales y/o de control para frenar el saqueo y la crisis?
Que hizo el parlamento o cualquiera de los organismos estatales y/o de control para impedir la licuación de las deudas de los grandes grupos capitalistas?
Que hace el parlamento o cualquiera de los organismos estatales y/o de control para conseguir puestos de trabajo para los desocupados, para conseguir insumos para los hospitales públicos, para aumentar los salarios para que no sean licuados por la inflación, etc., etc., etc.?

A diferencia de Germán García y el FRENAPO, la última interbarrial de Parque Centenario ha sacado un balance claro de la inviabilidad de esa vía política y ha votado el Rechazo a todo intento de diluir, incorporar y corromper a las asambleas populares con las instituciones corruptas y descompuestas de este gobierno, o aún mas específicamente la Independencia de las Asambleas populares e Interbarrial de Parque Centenario del gobierno y de sus instituciones, y el Repudio y rechazo a participar en las conversaciones con el interbloque ARI-Frenapo-Polo Social por el Presupuesto Participativo en la ciudad de Bs.As.

La experiencia que van haciendo las asambleas populares junto a los piqueteros es que no se trata de un problema de "buenos" o "malos", no se trata solo de la "honestidad" de las personas, sino de un regimen social, un régimen de explotación, el régimen capitalista, que se encuentra acabado y en crisis y que en su hundimiento arrastra a poblaciones enteras a la catástrofe y la barbarie.
Por eso en su programa político ya incluyen medidas como la nacionalización de la banca, el no pago de la deuda externa y toda otra serie de medidas que no responden a cuestiones de honestidad o corrupción sino a expropiar al gran capital e intentar construir otro régimen social (no en vano en mas de un editorial del mismo diario La Nacion, se compara a las asambleas populares con los Soviets de la rusia bolchevique o con la España revolucionaria antifranquista)

En suma, la posición de Germán García, a pesar de sus años de formación psicoanalítica (o quizas por esa misma "formación"), al momento de hacer sociología, se reduce a un simple psicologismo sobre la honestidad de las personas y las formas de controlarlas para asegurarse que esa "honestidad" no será subvertida.

Ese planteo, a esta altura del partido, me parece un planteo bobo.

Si esta es la fuerza subversiva, si este es el filo del psicoanálisis, poca transferencia haremos en el campo de la cultura.