XVII Congreso de APSA
Discurso de la Dra. Graciela Lucatelli
Presidenta de APSA.
"Estamos celebrando este espacio de Encuentro que, como todos los años, nos brinda el Congreso de Psiquiatría de APSA.
Enmarcados en constantes hipótesis de conflicto a nivel internacional, transitando una crítica situación nacional, con importantes tasas de desempleo, a incremento de los indicadores de violencia social, estamos nuevamente juntos, en compañía de los hermanos latinoamericanos, en la construcción del Simposio Regional de APAL, junto a los colegas Delegados referentes de las Instituciones Psiquiátricas del mundo, con el apoyo de los Representantes de Organismos Internacionales, de Autoridades Gubernamentales representativas de los tres poderes de la Nación y de las Provincias, de las Autoridades Universitarias y los Académicos de Medicina.
Irremediablemente inmersos en este proceso de globalización planetaria, nos identificamos con la propuesta de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que, visualizando el previsiblemente creciente impacto de los problemas de Salud Mental en las décadas venideras, con claridad meridiana ha declarado al presente 2001 como el Año de la Salud Mental. Esto, que interpretamos como un nuevo desafío, se da precisamente cuando han transcurrido diez años de la realización de la Conferencia de Caracas, cuya Declaración final señalaba las bases para la reestructuración de la atención psiquiátrica en nuestro continente.
Estas puntualizaciones las hacemos con la intención de invitarnos a una reflexión, por demás necesaria: se nos ocurre que el compromiso de la OMS, no acontece como algo nuevo, sin historia ni discusiones previas, sino que, por el contrario, a la hora de hacer el balance necesario, referido a lo que se ha hecho, o se ha avanzado, o desarrollado en lineamientos políticos los resultados aparecen como negativos, o al menos, muy desalentadores.
Los psiquiatras nucleados en organizaciones, entendemos que, con decoro, hemos cumplido nuestro rol de manera comprometida y con plena responsabilidad.
Los mecanismos de poder para legitimar las decisiones políticas que apunten a una Salud Mental para todos, no están en nuestras manos. Hemos participado en cuanto espacio fuimos convocados; hemos sido críticos y autocríticos. Pero la hora actual, exige más responsabilidad y, ésta no es igual para todos: pensamos que la exigencia debe estar en relación directa con la capacidad de decisión. Estamos convencidos de que disponemos de ideas, planes, proyectos, y programas, que dormirán el sueño de los justos si no existe la voluntad política de ejecutarlos inmediatamente, para responder a las demandas más acuciantes de nuestra población.
Creo que nos une la confianza de sabemos comprometidos en la búsqueda del bienestar social, desde el pequeño aporte que podemos hacer en el ejercicio de nuestra profesión, y creo que también nos une la necesidad de consolidación en la defensa del perfil y de la dignidad de nuestra profesión de médicos psiquiatras, que padece los mismos avatares que la salud mental de nuestros conciudadanos.
Esta es nuestra "esperanzada certeza", que deseo compartir con todos Uds."
Mar del Plata, abril de 2001