Ecole lacanienne de Psychanalyse
El amor Lacan
(paciente continuación)
Seminario de textos
Jean Allouch
Buenos Aires 28, 29 y 30 octubre 2005
Jan Steen, La Maladie damour,
Munich, Alte Pinakothek.
La estatua de Cupido sobre el ropero, la pintura de los amantes en la cama, el hombre joven en segundo plano (amante de la joven), indican lo que sucede: ella sufre de mal de amor.
En su mano, un papel en el que se lee Daar baat gen / medesyn /want het is / minepeyn: « ningún remedio puede curar el mal de amor. » El pintor ironiza: ¿qué necesidad tiene el médico entonces, de tomar el pulso de la joven una vez que la enfermedad fue identificada?
¿Cómo escapar del mal de amor? En occidente desde la noche de los tiempos, o más bien desde su primera claridad (poesía mélica, en la Grecia antigua Safo), se sabe (¿bien?) la respuesta. Longo : no hay otra salida para el mal de amor que «besarse, abrazarse y acostarse juntos sin ropa ». Dicho de otra manera, no hay otro remedio, que el amado mismo, su posesión.
Entonces, si el amado está presente cerca de la joven, atento incluso compasivo ; ¿por qué la enfermedad ? y ¿por qué el médico ?. Es que el amor es un asunto demasiado serio para ser dejado solamente en manos de los enamorados. Manos que, por otra parte , están muy ocupadas en mantenerse unidas.
Desde la Grecia antigua se les hace un llamado aque intervengan: no, no, no nada de « terceros », quienes supuestamente contribuyen a allanar el tormento de amor : proveedor de pociones mágicas, consejero para el ritual, también « go between » junto al amado/a, aún podía ser un dios. Sócrates en Grecia, hay que decirlo, no era el único que se proponía como experto en los asuntos de amor.
El experto moderno es el psi. El se apoya sobre una oscilación sorprendente del tratamineto del mal de amor. Mientras en la Grecia antigua era sobre el amado que recaía la acción considerada resolutoria, ahora es ante el enamorado hecho un guiñapo que interviene el experto. No se trata más al otro, sino a sí. ¿Y a donde se apunta de esta manera ? Se mire hacia donde se mire la respuesta es la misma (por otro lado, alentada vivamente por todo un batifondo cultural) : volver posible el amor. El mismo Freud, ligando la curación a la « capacidad de amar », ha picado ese anzuelo.
¿Y Lacan ? La doxa lacaniana lo vehiculiza, no sin apoyarse en él, y es como decir aquí en sus propios términos lo que esa doxa repite incansablemente .
El sujeto del que se trata y del que seguimos el rastro, es el sujeto del deseo y no el sujeto del amor por la simple razón de que no se es sujeto del amor, uno es ordinariamente, uno es comunmente su victima. (Seminario « La identificación » , sesión del 21 de febrero 1962)
Entonces, no el amor sino el deseo. Lacan habría así desplazado la cuestión.Solo que eso usemos el eufemismo no funcionó. Lacan testimonia por otro lado generosa y regularmente de sus propias dificultades para distinguir amor y deseo. Pero sobre todo dejado de lado el amor, ha abiertamente tomado la delantera (¿su revancha ?) en el momento de la disolución de la Escuela Freudiana de París, jugando como cimiento de los grandes grupos que fueron constituidos entonces y sucesivamente. Según la lógica de la cita anterior, sus miembros serían las víctimas del amor. Pregunta : ¿un psicoanálista puede funcionar como tal si es la víctima del amor de Freud, de Lacan o de cualquier otro analista célebre ? ¿Se puede de esa manera, producir otra cosa que una nueva víctima de ese amor?
Pero no descuidemos los dos importantes adverbios de la cita. ¿Indican si no una nueva figura del amor, al menos su posibilidad? ¿Un amor no ordinario? ¿No normal? (es cierto que si el amor es una enfermedad, el concepto de un amor anormal se vuelve singularmente queer). Hago aquí la apuesta y nombro esa figura inédita EL AMOR LACAN. Conjetura : sería su escamoteo (realizado por una poco afortunada e intempestiva valorización del deseo, de un deseo también y por ese hecho singularmente mal problematizado) lo que habrá hecho posible ese retorno forzado del amor en la región Lacan, un retorno del que uno debe preguntarse, si no impide el cierre de cada psicoanálisis emprendido. De análisis no cerrados en análisis no cerrados, un corto goce corre, producido por el amor, un goce que una palabra o casi una palabra, designaba. (particularmente en los berretines, que toman la posta del fin amor y de los Minnesanger) palabra hoy verdaderamente inusitada en francés. Roland Barthes (Fragmento de un discurso amoroso) Siglo XXI 1987
(...) sueño que gozamos uno del otro según una apropiación absoluta, es una unión fruitiva, la fruición del amor (¿es esta una palabra pedante? Con su barniz "frottis" inicial y su resplandor de vocales agudas, la voluptuosidad oral aumenta el goce del que habla. Al decirlo, gozo de esa unión en la boca).
Acabamos de leer una bella confirmación de Lacan : « El amor es un fenómeno soñado » fruición es el nombre de este goce del amor que el sueño reaviva (y no arruga).« En la fruición tu experimentarás que « Yo soy, yo el amor » (Hadewijch d´Anvers)
Sin embargo entre los expertos psi, el psicoanalista se distingue por no garantizar abiertamente (aunque...) a quien demanda su ayuda; que el análisis apuntará a hacerlo acceder a las delicias del amor. Hay antinomia entre lo que se enuncia (esa abstención) y lo que se practica (el amor, tal como en una carrera de postas, de análisis en análisis)
Se habrá captado que esbozar el Amor Lacan siguiendo las discretas indicaciones engarzadas en los seminarios, no pretende nada menos que levantar dicha antinomia. Es una vía, no conozco otra. De la que quizás no sea demasiado osado conjeturar, que podría permitir responder a la pregunta perfectamente articulada por Lacan el 30 de noviembre de 1960 y que hoy es más actual que nunca.
Temo que tal empleo neutralizado de este término, nuestros semejantes (semblables), sea algo muy distinto de lo que está en juego en la cuestión del amor. Estos semejantes, temo que el respeto que les dais acabe devolviéndolos demasiado de prisa al respeto por sus parecidos (ressemblant ) a sus antojos de resistencia, a sus tercas ideas, a su estupidez congénita - o sea a sus asuntos. Que se las arreglen. En esto reside ciertamente creo yo, el fondo de este detenerse ante su libertad que a menudo dirige vuestra conducta. Libertad de indiferencia dicen, pero no de la suya mas bien de la vuestra.
Y es ahí donde la pregunta se plantea para un psicoanalista. ¿Cuál es nuestra relación con el ser de nuestro paciente? Sabemos bien, de todas formas, que es de eso que se trata en el análisis. Nuestro acceso ¿es o no es el del amor?¿Tiene alguna relación nuestro acceso con lo que llegaremos a saber, a partir de la pregunta sobre la naturaleza del amor?
BIBLIOGRAFÍA COMENTADA
Que no se espere un discurso general sobre el Amor Lacan (salvo que se guste hasta la saciedad de las delicias de la decepción). Se tratará mucho más de su construcción, a saber: del comentario lacaniano del Banquete de Platón. ¿En qué ese recorrido (como lo señala Lacan muchas veces) habrá contribuido a la problematización lacaniana del amor? La siguiente bibliografía está reglada sobre esa focalización.
Karl Abraham, Psychoanalytische Studien zur Charakterbildung und andere Schriften, Frankfurt ain Main, S. Fischer Verlag, 1969. Traducción francesa, « Développement de la libido », en uvres complètes II, chap. « Esquisse dune histoire de la libido basée sur la psychanalyse des troubles mentaux », traducido del alemán por Ilse Barande, Paris, Payot 1977 (una teoría "económica" del amor). Abraham, Karl (1927) Un breve estudio del desarrollo de la libido a la luz de los desordenes mentales. En Psicoanálisis clínico. Bs. As.: Hormé.
Apuleyo, Les Métamorphoses, en Romans grecs et latins, Paris, Gallimard, La Pléiade, 1958, (très important pour Lacan). Apuleyo. El Asno de oro o la metamorfosis. - Sopena , 1939
Georges Bataille, Histoire de lil, Paris, Gallimard, La Pléiade, 2004 (a confrontar con la respuesta de Sócrates a Alcibíades, mientras están los dos acostados bajo una manta, Alcibíades trata en vano de obtener de Sócrates un signo de su deseo). "Historia del Ojo" (1928) Ed. Colección Reino Imaginario.
G. Epiney-Burgard et E. Zum Brunn, Femmes troubadours de Dieu, éditions Brepols, 1988.
Sigmund Freud, « Pour introduire le narcissisme », traduit de lallemand par Jean Laplanche, in La Vie sexuelle, Paris, Puf, 1969 (un embrollo editorial Freud no hubiera escrito jamás un libro titulado así) Introducción al Narcisismo Freud Obras Completas Tomo 1 López Ballesteros
Gabriel García Marquez, Memoria de mis putas tristes, Buenos Aires, ed. Sudamericana / Mondadori, 2004 (que muestra perfectamente que el amor no es el amor sexual de los psicoanalistas)
Juan Gil-Albert, Valentin, Arles, Actes Sud, 1987 (que muestra perfectamente que el amor no es el amor sexual de los psicoanalistas)
Lettres des deux amants, atribuidas a Eloisa y Abelardo traducidas y presentadas por Silvain Piron, Gallimard, 2005 (Suntuosa, uno sueña con las palabras de Lacan : "del amor no hay mas que cartas, letras")
David Halperin, Amour et ironie. Six remarques sur léros platonicien. Traducido del inglés(États-Unis) por Isabelle Châtelet, Paris, Cahiers de lUnebévue, 2005 ¿una apuesta sobre cierto amor? LA IRONIA DEL AMOR. Me cayo el veinte Número 10
Jacques Lacan, Le Transfert dans sa disparité subjective, sa prétendue situation, ses excursions techniques. Version Stécriture (principalmente primera parte del seminario centrada sobre El Banquete. La transferencia Seminario 8 Paidós 2003
Jacques Lacan, LIdentification (sesión del 21 febrero 1962, donde Lacan vuelve sobre su presentación del amor cortés y su lectura del Banquete. Inédito en Español.
Gherasim Luca, LInventeur de lamour, Paris, José Corti, 1994 (una nouvel de amor en efecto inventada y prueba de que tales invenciones son todavía posibles en los tiempos modernos)
Claudio Monteverdi, Madrigali guerrieri et amorosi, Jordi Savall, La Capella Reial de Catalunya (donde al amor es una guerra como en Ovidio, pero también en el sentido en que es el pequeño dios Eros que atormenta a cada uno cf. « non mi tormenti più », del Lamento della ninfa, recientemente repuesto en la película Le Pont des arts).
Ovideo, (todo Ovideo, muy importante para Lacan)
John J. Winkler, The Constraints of desire, The Anthropology of Sex and Gender in Ancient Greece , New York & London, Routledge, 1990. Désir et contraintes en Grèce ancienne. Essai danthropologie culturelle. Coacciones del deseo, Ed. Manantial (notable paso al costado en relación a Foucault y gesto de moderación respecto de la ideología tan preciada de la «dominación masculina »).
HOTEL SAVOY - CALLAO 181
INSCRIPCION.
- HASTA EL 20 DE OCTUBRE 180$
- HASTA EL DÌA DE COMIENZO DEL SEMINARIO 240$
Lugar de inscripción: Librería Letra Viva Coronel Díaz 1837 - Capital Federal.
Se entregarán certificados
Aranceles especiales para estudiantes y grupos hospitalarios 100$, presentando comprobantes
Email: gracielagraham@yahoo.com