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Número 6 - Noviembre 2000

Los procesos participativos como
construcción social en las personas mayores

Jonny Huanel Vargas
Jonnyhv@latinmail.com

Introducción

Basta con darnos cuenta que el siglo XX se fue como el momento del gran crecimiento demográfico y empezamos el siglo XXI como el del envejecimiento poblacional, un estudio realizado por el I.N.D.E.C.-CELADE aborda el aumento del porcentaje de mayores de 65 años en adelante en el territorio nacional partiendo del año 1990 con una estimación hasta el año 2010 destacándose que la provincia de Santa Cruz tendrá una proyección del 1,6 % producto de la diferencia que habría de 3,9 % a 5,5 % para el presente período analizado mientras que los valores de máximum y mínimum de progresión poblacional estaría dado por la provincia de San Juan y la provincia de San Luis en forma conjunta con Capital Federal con un 3,3 % y 0,4 % respectivamente. (Ver Cuadro Nº 1).

Este incremento poblacional de los ancianos es correlativo al aumento de la esperanza de vida, este hecho se traduce en que en el período 1950-1955 la cifra era de 62,7 años aumentando a 73,1 años para 1995-2000 estimándose para los próximos 50 años en 80,4 años. (Cuadro Nº 2)

Otro elemento para considerar es el hecho que las mujeres tienen mayor esperanza de vida que el hombre, una mayor expectativa de vida en la mujer o una mayor mortalidad masculina, determina que en la población predomine el sexo femenino (El sexo débil?). Este fenómeno es universal y es más acentuado en los países más desarrollados. Se puede afirmar entonces que a medida que aumenta la expectativa global de vida de una población (como una de las expresiones de su mayor nivel de desarrollo) la diferencia en la longevidad entre los sexos será aún mayor. Esta situación explicaría la mayor proporción de viudas ya que por lo general no vuelven a contraer matrimonio.

El crecimiento demográfico de las personas mayores seguirá aumentando en forma conjunta con toda la trama societaria tomando gran importancia en el futuro la articulación de los intereses y las necesidades de los ancianos sumado a su capacidad de adaptación al medio social y, su relación con las oportunidades que les ofrezcan tanto las instituciones encargadas de la implementación de las políticas públicas de este grupo como de la adecuación de la estructura familiar y de las demás organizaciones sociales frente al proceso de construcción del nuevo rol social del anciano que permita un desarrollo integral de nuestra sociedad. Además se ha constatado que la población anciana es heterogénea ya que se incluye en este grupo, tanto a personas que aún son independientes, activas y en buenas condiciones de salud, como a otros - los más ancianos -, que a menudo dependen de los demás ya que no pueden cuidar de sí mismos. Por tanto, para cualquier planificación, es necesario considerar siempre la proporción sobre el total de la población y sus variantes respecto a otros grupos de edad y, sobre todo, la proporción de los más ancianos.

En una sociedad donde la meta es la producción de bienes y servicios, el trabajo es el medio que permite el respeto de los demás y cimentar la autoestima por tanto el retiro del trabajo es culturalmente sinónimo de no hacer nada y no ser nadie socialmente, en otros términos, es ser un excluído social agregándose además lo distintos estereotipos instalados socialmente a modo de estigmatizaciones que perjudican el desarrollo como persona de los ancianos.

Las personas requieren encarar intencionalmente su proceso de envejecer. Deben ser activos en plantearse y dar respuesta a qué tipo de viejo se quiere ser, a qué se hará para ocupar el tiempo, con quiénes se estará en contacto, trabajar la presencia de ánimo y la fortaleza para encarar sus circunstancias, para vencer sus limitaciones y para aceptar lo inevitable de sus pérdidas.

Dentro de los márgenes fijados por el contexto social envejecer, bien o mal, dependerá de los mismos sujetos que envejecen.

En este punto es importante la construcción de espacios donde la persona mayor se refuerce y desarrolle sus habilidades y capacidades en vista de mejorar su situación cotidiana y elabore un proyecto de vida saludable.

Las organizaciones son sistemas sociales compuestos por individuos y grupos sociales que, mediante la utilización de recursos, desarrollan un sistema de actividades interrelacionados coordinadas para el logro de un objetivo común, dentro de un contexto, con el que establecen una influencia recíproca 1.

El centro de jubilados y pensionados es la entidad que reúne a las personas mayores decididas a trabajar en forma conjunta en beneficio propio y de la comunidad.

La participación un mecanismo constructivo.

Hablar de participación implica hablar del concepto de ciudadanía entendido como la pertenencia a una comunidad compartida por valores, es tener derechos sociales con los que se puede obtener un mejoramiento de la calidad de vida pero no un cambio en el sistema básico de estratificación social que es determinado por la lógica del ingreso y del mercado.

En un contexto de importantes transformaciones políticas, económicas y sociales ésta situación se ha caracterizado por fenómenos de marginalidad, exclusión y vulnerabilidad social.

Participar en este sentido es ejercer el poder de tomar decisiones, actuar y transformar la realidad, importante para que los seres humanos tengan la eficacia de sus derechos como ciudadanos.

Se considera la participación como un medio para lograr una gestión eficiente.

Entre los efectos que genera en la gente la posibilidad de participar se destacan:

Por lo tanto, los proceso participativos son una oportunidad para el aprendizaje social e innovación lo que favorece el compromiso con los cambios sociales. En primer lugar las personas identifican un propósito común generando, compartiendo y analizando información que les permite establecer prioridades y desarrollar estrategias. Además crean nuevas maneras de hacer las cosas con el fin de lograr los objetivos comunes. Dichas personas llegan a darse cuenta de cómo cada una de ellas, en forma personal o colectiva, deben cambiar su conducta para que las prioridades puedan ser atendidas apropiadamente 3.

Teniendo en cuenta los ejes centrales de participación, organización y persona mayor se efectúa un trabajo de tesis de grado presentado y aprobado en el ámbito de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral en la Unidad Académica Río Gallegos y consistió en un trabajo de campo realizado en 2 centros de jubilados y pensionados "La Amistad" y "Despertar" éste último fundado bajo gestión profesional, en los cuales se toma una muestra de 29 personas y a modo de informantes claves se entrevistan a los miembros de comisión directiva de los centros de jubilados y pensionados de la ciudad de Río Gallegos. Este trabajo pretende conocer los efectos de la participación en las personas mayores así como las circunstancias que hacen posible o no ser partícipe considerando aspectos socioculturales económicos y familiares.

A modo de síntesis entre los resultados obtenidos en las entrevistas se observa:

Conclusiones

El problema de la participación es un fenómeno que atraviesa los esquemas de distintas organizaciones sociales y, las instituciones públicas, lo vemos en la dificultad de formar las cooperadoras en las escuelas, convocar a asambleas de cambio de una comisión directiva, la consigna es: no podemos pedir lo que nosotros no hacemos, la participación consiste en una práctica cotidiana que construyo con otros.

Los problemas de falta de participación que las comisiones directivas de los centros de jubilados y pensionados planteaban tienen que ver con la historia misma de la entidad, de la manera en que se tejen las redes sociales entre sus miembros y, fundamentalmente con la identificación de los objetivos personales de los grupales.

Las personas mayores que concurren a los centros de jubilados poseen una concepción de participación de acuerdo a cómo vivieron sus vidas, el tipo de modelo de estado que contuvo sus demandas y las formas de satisfacer sus necesidades, asimismo las personas entrevistadas han tenido un estado de bienestar que los colocaba como sujeto pasivos de recibir las prestaciones que garantizaban sus derechos, recibían beneficios sin ningún tipo de devolución y, tuvieron que amoldarse a los cambios estatales hasta tener hoy que subsistir con los pocos recursos con que cuentan como consecuencia del neoliberalismo. El centro de jubilados y pensionados es un ámbito importante de desarrollo de los derechos de las personas mayores y, un espacio donde poder realizar las tareas que en el medio no poseen.

En este trabajo una de las cosas que se desprenden es el hecho que hay una comisión directiva que funciona conforme a las capacidades de sus miembros y teniendo una relación ascendente de autoridad sobre los socios con una marcada disociación a la hora de la toma de decisiones. En el Estatuto Social, el espacio que poseen los socios en el centro está determinado en la Asamblea Ordinaria pero al revisarse el contenido se muestra que los socios sólo tienen responsabilidades (Ver Anexo, Estatuto Social). Los derechos no son explicitados y la mayoría de los socios carecen de esa información, de esta forma Los derechos como no se explicitan conllevan a una separación de los socios respecto de los objetivos de su centro, el interés por ser parte del grupo se vincula a los servicios que se brindan, ya sean los talleres recreativos o la recepción de un beneficio alimenticio. Cabe preguntarse ¿Cuál es el rol que desempeñan los centros de jubilados y pensionados?.

La intervención profesional del Trabajador Social en la Tercera Edad.

Para empezar es interesante señalar que en el ámbito de la gerontología y de la geriatría hay un predominio de los modelos teóricos y/o de intervención que priorizan los aspectos más negativos de las personas mayores, configurándose éstos en su objeto de su especialidad, transformándose en un estigma que legitima lo socialmente dado.

El predominio de temas sobre enfermedades, dependencia, recursos socio-sanitarios que son importantes en la atención de la salud hacen que muchas veces anulen los aspectos positivos de las personas mayores.

En el modelo del trabajo social, las personas mayores tienen determinadas necesidades que han de ser evaluadas y objetivadas a los que se aplicarán unos recursos encuadrados en el marco de los planes que se implementan en determinado momento que responden a los lineamientos y objetivos institucionales para el cual fueron creados siguiendo una lógica asistencialista. A pesar de que existe una gradación en los recursos, a veces parece que cuanto mayor es el recurso, cuanto mejor se adapten a las "necesidades objetivas", más buena será nuestra intervención profesional.

En el fondo estos modelos repiten un patrón que nos es familiar a todos, el de padre y madre, que saben, que dan, que acogen, que protegen, a unos hijos que lo necesitan, un modelo que siempre se da en alguna medida: el de la dependencia y la regresión.

Lo importante es que las personas mayores sean concebidas como sujeto de acción, implícitamente implica su valorización, los centros de jubilados y las instituciones públicas, tienen la tarea de fomentar este aspecto con actividades, ejercicios o vinculaciones que sean significativas para las personas mayores, es decir, que tengan un sentido concordante con sus necesidades vitales. Puede suceder que la resistencia de personas que se encuentran lúcidas

a participar de las propuestas y programas, tiene que ver con el rechazo a algunas actividades o a un tipo de trato, que es vivido como infantilizante.

Al respecto, en nuestro ejercicio profesional con las personas mayores se requiere una especialidad, un sentido de vocación, dado que no cualquiera está preparado personalmente y profesionalmente para afrontar una tarea constructiva y renovadora en este grupo poblacional poco explorado. Al trabajar con los ancianos tenemos en nuestro encuadre de tarea un elemento intangible e insoslayable que es la muerte, siendo un condicionante que determina que los proyectos a emprenderse deben ser a corto plazo, en tiempo presente y, sujeto a cambios, proponiendo inquietudes y realizando el asesoramiento pertinente, pero lo más importante es que lo realice desde mi función como trabajador social que contribuye al logro de las tareas de los centros de jubilados y pensionados respetando principalmente los intereses y las decisiones de sus integrantes sin erosionar la autonomía que poseen. En mi experiencia en la implementación del Programa Pro-Bienestar, he observado que otras áreas del I.N.S.S.J.P. como Relación con Beneficiarios obstaculizaban el funcionamiento y la organización de los centros por medio de mecanismos burocráticos y delegación de responsabilidades a tal punto de que los centros se convertían en filiales de la obra social, tal situación es más vivido en el interior de la provincia.

Lo importante es realizar el seguimiento de la tarea, de manera que los procesos constructivos se desarrollen con el logro de los objetivos de las personas mayores.

Las personas mayores son conscientes de que forman parte de la ola del envejecimiento poblacional, conocen y comparten sus vivencias con los números de la demografía, en especial con respecto al incremento de la esperanza de vida.

En el contexto de las necesidades básicas en especial las necesidades económicas de los jubilados y pensionados, el acceso a determinados servicios sociales, debería permitir un salto de calidad hacia una promoción y un protagonismo eficaz de los ancianos tanto en el desarrollo personal como grupal en los centros de jubilados y pensionados, propiciando la instrumentación de herramientas que permita por un lado el conocimiento y cumplimiento de los derechos y la generación de alternativas de acciones autogestivas.

En otros términos, la planificación de los organismo públicos deberían dar lugar a las propuestas de dichos grupos a fin de evitar el desajuste existente entre las necesidades objetivas y las necesidades expresadas por las personas mayores.

Formación universitaria en el campo de la tercera edad.

La universidad desde su papel de formador de recursos humanos, cumple con su función social, una tarea de compromiso integral con la comunidad, adecuar las ofertas académicas de acuerdo a las demandas del medio conlleva al desarrollo sustentable de nuestra zona, promoviendo nuevos espacios de inserción y, la generación de nuevos conocimientos dentro del campo social, especialmente en el acompañamiento de las transformaciones y fenómenos sociales. Por ello, en lo que concierne a nuestra región las carreras que suponen una práctica profesional podrían adecuar sus contenidos curriculares con temas relacionados con este sector poblacional que permita una visión integral de la persona y acceder a nuevos ámbitos de prácticas.

En definitiva, este trabajo ha contribuido a valorizar a la persona mayor como una persona que día a día enfrenta su vida cotidiana con su experiencia y la capacidad adaptativa ante las situaciones nuevas que viven y, los centros de jubilados y pensionados reciben el reconocimiento de su labor difícil por cierto, pero que requieren del apoyo de profesionales para una gestión eficiente y que responda a los intereses de los socios, esta primera aproximación también sirve para que otros profesionales se interesen en tomar como objeto de investigación a las personas mayores, se desarrollen nuevas estrategias de intervención y, lo más importante, queda abierto el abanico de las sugerencias que se puedan aportar con respecto al trabajo que enriquece los conocimientos que se han construido con esfuerzo.

Notas

1 Ader José, Organizaciones, pág. 37. Ed. Paidós, Bs. As. 1996.

2 B.I.D., 1994. "Report on the Eight General Increase in the resources of the Inter-American Development Bank,".

3 Banco Mundial, 1996. World Bank Participation Sourcebook, p. 5.

 

 

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