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Número 31 - Abril 2014

Inserción de la cultura gerontológica en el acervo cultural pinero

Clara Lig Long Rangel
                                                                   

RESUMEN
En el año 2002 la Facultad de Ciencias Médicas en la Isla de la Juventud comenzó el  proyecto educativo Universidad del Adulto Mayor, más recientemente denominado Cátedra de Estudios sobre la Adultez Mayor, con el propósito fundamental de educar a los adultos mayores, sus familiares y la población en aspectos relacionados con la vejez, promoviendo así la cultura del envejecimiento, la cultura gerontológico, la gerocultura.
A lo largo de esta primera década los propósitos fundacionales de dichos programas fueron superados. En un dialéctico y progresivo proceso de la investigación acción, revisión bibliográfica, observación participante, entre otros métodos de la investigación cualitativa, emergieron distintos enfoques teóricos y reconceptualizaciones referidas a la actividad pedagógica que posibilitaron se fueran transformando el currículo,  los adultos mayores, sus familiares y los profesores. Este trabajo tiene como objetivo exponer cómo con el proceso de desarrollo curricular de los programas universitarios de adultos mayores se va insertando el contenido gerontológico a la cultura pinera como manifestación del desarrollo local; un proceso contradictorio cuyo resultado esencial es que los adultos mayores van dejando de ser espectadores silenciosos del desarrollo sociocultural pinero.

Palabras claves: adulto mayor, educación de adultos mayores.

ASTRACT
In the year 2002 the University of Medical Sciences in the Island of Youth began the educational project Elder Adulthood, more recently denominated Adult's Department of University Studies in Elder Adulthood, with the fundamental purpose of educating the eldest adults, their relatives and the population, as such, in the aspects related with the age, promoting in this way the culture of  aging, the gerontology culture.  
  Along the first decade the initial purposes of these programs were overcome, in a dialectical and progressive process of the investigation action, bibliographical revision, participant observation, among other methods of the qualitative investigation, different theoretical focuses and re-conceptualizations referred to the pedagogic activity that facilitated that the curriculum, the eldest adults, their relatives and the professors were being  transformed. The objective  of this work is  to expose how with the process of curricular development of the eldest  university programs of adults, the gerontology contents are  being inserted into the pinera (regional) culture as a manifestation of the local development which  essential result is that the elder adults  stopped being   silent spectators of the pinero  socio-cultural development
  Key words: elder adult, elder  education of adults

Introducción.
La sociedad que no cuida de sus niños no tiene   derecho al  futuro.
La  sociedad que  no cuida a sus ancianos no tiene derecho a la historia.

Anónimo

En el año 2002 la Facultad de Ciencias Médicas en la Isla de la Juventud comenzó el  proyecto educativo Universidad del Adulto Mayor, posteriormente denominado Cátedra Universitaria del Adulto Mayor y más recientemente Cátedra de Estudios sobre la Adultez Mayor, con el propósito fundamental de educar a los adultos mayores, sus familiares y la población en general en aspectos relacionados con la vejez, promoviendo así la cultura del envejecimiento, la cultura gerontológica o gerocultura,  como un conocimiento social de alto contenido moral, ético y valorativo.
Inicialmente el colectivo multidisciplinar de profesionales que actuaban como profesores de los adultos mayores, se propuso que el conjunto de saberes recogidos en el programa de estudio para ellos diseñado lograra como objetivo esencial que los propios adultos mayores, sus familias y la sociedad pinera llegaran a comprender que:

Sin embargo, a lo largo de esta primera década los propósitos fundacionales de dichos programas fueron superados. En un dialéctico y progresivo proceso de la investigación acción, revisión bibliográfica, observación participante, entre otros métodos de la investigación cualitativa, emergieron distintos enfoques teóricos y reconceptualizaciones referidas a la actividad pedagógica que posibilitaron se fueran transformando el currículo,  los adultos mayores, sus familiares y los profesores, los cuales en su desempeño profesional pedagógico devinieron en educadores de adultos mayores, en geroeducadores. Este trabajo tiene como objetivo exponer cómo con el proceso de desarrollo curricular de los programas universitarios de adultos mayores se va insertando el contenido gerontológico a la cultura pinera como manifestación del desarrollo local; un proceso contradictorio cuyo resultado esencial es que los adultos mayores van dejando de ser espectadores silenciosos del desarrollo sociocultural pinero.
Desarrollo.
La segunda isla del archipiélago cubano por su extensión territorial, la otrora Isla de Pinos cuyo nombre actual es Isla de la Juventud no escapa al progresivo proceso de envejecimiento poblacional. Aunque desde el año 1978, recibió dicho nombre -en reconocimiento a los grupos de jóvenes que en contingentes sucesivos llegaron en diferentes momentos históricos para contribuir al desarrollo local, en respuesta al llamado de la Revolución-, en ella como en otros lugares del país los procesos migratorios, de conjunto con otras variables demográficas evidencian un franco proceso de envejecimiento demográfico, pero con características sui generis.

Según los interesados en los estudios demográficos, en la Isla de la Juventud se produce un envejecimiento en “bloque”, es decir en grupos poblacionales que se corresponde con los diferentes momentos de arribo de cada contingente. Por otra parte la propia condición de doble insularidad, que introduce un factor de dependencia, acentúa la necesidad de complementar los programas nacionales de desarrollo socioeconómicos con alternativas endógenas que hagan un uso adecuado de los recursos internos, en función del desarrollo local.

Desde esa perspectiva, en el empeño de construir una sociedad mejor, al decir de nuestro José Martí, con todos y para el bien de todos, es innegable que la sociedad pinera no puede  prescindir de la experiencia individual de aquellas personas de 60 y más años de edad, los adultos mayores, que mantienen su capacidad para orientarse rápidamente en el pre­sente, utilizando los conocimientos adquiridos, así como la experiencia personal y ajena, de hechos pasados irrepetibles. En tal sentido ha sido y sigue siendo importante que la sociedad, como parte de su cultura, tenga conciencia que al avanzar la edad ciertas características vitales de las personas inevitablemente disminuyen o se pierden, mientras que muchas otras se pueden conservar y algunas incrementar y hasta pueden aparecer otras nuevas si se dan las condiciones para ello.
Los avances en el campo de la Sociología del Envejecimiento, ciencia aún en construcción, ofrecen el conocimiento científico para comprender que el sistema social existente es el que brinda las condiciones para que a nivel de toda la sociedad cada ser humano se pueda seguir desarrollando durante la etapa de la adultez mayor. Para el proyecto social de la Revolución Cubana, cuyos pilares esenciales son la equidad y justicia social, esa y otras aportaciones teóricas de muchas otras disciplinas, favorecen notablemente las acciones en pos de la modificación de la imagen social negativa de la vejez aún predominante. No obstante, dichas aportaciones tendrán un mayor uso social y una mayor contribución al desarrollo en la medida que se articulen a los intereses económicos, culturales y sociales de las comunidades, a través de las cuales ejercerán mayores efectos sobre la vida cotidiana de las personas, orientando sus elecciones, decisiones y juicios.
Como acontecimiento social, se puede aseverar que el proceso de envejecimiento poblacional e individual, y sus diferentes interpretaciones teóricas han tenido sus efectos en los programas universitarios de adultos mayores en el contexto de la Cátedra de Estudios sobre Adultez Mayor (CEAM) de la Facultad de Ciencias Médicas de la Isla de la Juventud. Han conducido al reconocimiento explícito de la diversidad, la heterogeneidad, la dimensión ecológica del envejecimiento individual y social, la longevidad satisfactoria y la diferenciación interna de la población envejecida, entre otros aspectos; han obligado a la consideración psicopedagógica, o sea psicogerontagógica, de la desigualdad de las representaciones, prácticas y configuraciones identitarias de la vejez, y con ello a una mayor personalización del currículo en los programas universitarios de adultos mayores, teniendo como resultado una mayor satisfacción de los gerontes participantes en dichos programas. Todo lo cual se va incorporando paulatinamente al discurso educativo y social como elementos intangibles del patrimonio cultural pinero.

Programas universitarios de adultos mayores y desarrollo sociocultural.

Basadas en las preferencias, costumbres, tradiciones  y en las múltiples y dispares necesidades siempre crecientes de los diversos grupos de gerontes, las transformaciones curriculares en los programas universitarios de adultos mayores, sucedidas a lo largo del tiempo, han generado cambios en la actividad pedagógica, devenida gerontagógica,  para estimular el desarrollo de los gerontes y con ello contribuir al desarrollo local pinero, particularmente a su desarrollo socio-cultural, asociado al desarrollo pleno de la personalidad de los adultos mayores, al derecho de la participación social de cada uno de ellos como ciudadanos y con la facilitación de espacios para el ejercicio de la ciudadanía.

Cuando se tienen en cuenta las aportaciones de Yuni, J.A. (s/f) y otros  investigadores, referidas a los aspectos de la cultura, poco es el margen para dudar de la contribución al desarrollo de los programas universitarios de adultos mayores. Ya que la cultura, al decir de esos autores con los que se concuerda, no se reduce a producciones materiales que testimonian el modo en que los seres y grupos humanos se relacionan entre sí y con el mundo; esa es la cultura material, se corresponde con la cara visible, observable, tangible de las producciones y productos que permiten el intercambio en una colectividad social. Cultura es además el entramado de significados y valores compartidos que sostienen el orden simbólico de un grupo; se traduce en creencias, rituales, lenguajes, prácticas, sistemas especializados de símbolos y signos.

Ese entramado de significados, agrega el mencionado autor, regula los intercambios de los sujetos y los grupos dentro de la sociedad; les ofrece los medios y las herramientas para que -de forma individual y colectiva- puedan elaborar y asignar sentidos a las diferentes construcciones que los seres humanos inventan para sostener su vida. En su naturaleza compleja, la cultura es el medio por el cual se produce la humanización; es el incesante proceso individual y colectivo de representación y simbolización por medio del cual los seres humanos elaboran significados que les permiten comprender y apropiarse del mundo, de la vida. A través de diferentes productos culturales (materiales y simbólicos),  expresa la condición humana, la pertenencia a un grupo y el dominio de las herramientas que la misma cultura  proporciona como medio de expresión.

Es así como la cultura del envejecimiento, conocida también como cultura gerontológica o gerocultura, fomentada mediante los programas universitarios de adultos mayores, se incorpora a la cultura pinera estimulando su desarrollo sociocultural. Como toda cultura ha promovido y sostiene ideales que configuran imágenes de lo deseable, en este caso referidas al envejecimiento, a la vejez. Imágenes móviles y cambiantes que movilizan la imaginación individual y colectiva al servicio de la re-creación de significados individuales y colectivos que permitan capturar el sentido de lo posible, lo deseable y lo esperable respecto a la cómo se asume individual y socialmente la vejez. Significados individuales y colectivos que van sustentando nuevas y diferentes visiones con las cuales los adultos mayores recrean su percepción del mundo, de la vida, y que  articulan a sus deseos y a la configuración de sus rutinas, rituales y modos de organización variables según el contexto pinero donde habiten y el proceso histórico por el cual transiten.

Es así como los programas han devenido productores de cultura. Mediante diferentes productos (materiales y simbólicos) han logrado que los adultos mayores resignifiquen el sentido de su existencia, expresen su condición humana, la pertenencia a un grupo y el dominio de las herramientas, a veces olvidadas en el tiempo, que la misma cultura les ofrece como medio de expresión, de comunicación y de integración social.

En el interés de lograr la reinserción de los gerontes a la vida social activa y en el marco de un proceso de investigación-acción, desde un enfoque holístico, que incluyó la observación participante y la entrevista en profundidad, entre otros métodos de la investigación cualitativa, resultó evidente que es posible lograr la inserción de los adultos mayores a la vida sociocultural activa pero de forma intencionada. Para ello fue necesario, además, incluir en la capacitación de los educadores contenidos gerontológicos, insistir en la reconceptualización del currículo, teniendo en cuenta no solo los componentes no personales definidos en los programas universitarios, sino también los componentes personales, a partir de las características biopsicosociales de los adultos mayores y los atributos de un geroeducador.
Consecuentemente la actividad gerontagógica con los adultos mayores cuya intención no es reponer la escolaridad inalcanzada en etapas anteriores de la vida fue replanteando sus fines. Como proyecto educativo, su propósito es lograr activar en los gerontes los recursos necesarios para estimular su desarrollo intelectual, emocional y social, es decir, el desarrollo de modo holístico (biológico, psicológico, social y espiritual), el desarrollo personal que posibilite su  reinserción activa a los procesos de desarrollo de su localidad. La redefinición de ese propósito generó otras, que ha servido para engrosar la cultura del envejecimiento con nuevas aportaciones teóricas y prácticas.
Entre las primeras, las aportaciones teóricas, se introdujo en la esfera de la cultura gerontológica el concepto actividad gerontagógica desarrolladora, para denotar y  connotar  la actividad pedagógica con adultos mayores estimuladora del desarrollo personal de estos. La misma es entendida como el proceso que abarca el conjunto de acciones formativas que en situación gerontagógica de interacción, con criterios de horizontalidad y participación realizan los geroeducadores y los adultos mayores -los geroeducandos-,  y que por su diseño y conducción asegura las condiciones para el desarrollo personal de los adultos mayores, es decir, de los gerontes, y que les permite conocer mejor el mundo en que viven, comprender los problemas de la contemporaneidad, sus desafíos, tanto en lo social como en lo tecnológico y participar, en la medida de sus posibilidades, en los cambios que se producen en su localidad.

Entre las segundas, se puede señalar que el como concepto, la actividad gerontagógica desarrolladora, en la práctica educativa implica un sistema actividad - comunicación interactivo, autorreferencial gratificante, que propicia la movilización de las potencialidades y recursos personales del adulto mayor en función del autodesarrollo, los que transferidos al ámbito de las relaciones sociales cotidianas, contribuyen a su transformación en una persona capaz de encontrar su continuidad existencial, dando un nuevo sentido a las experiencias interactivas de su entorno en una proyección trascendente de la vida.

Por las particularidades referidas, la actividad gerontagógica desarrolladora reafirma a los gerontes como sujetos de derecho a una educación que potencie al máximo su desarrollo como personas,  condición que no se pierde por el hecho de cumplir años de edad, con la edación. Esa reafirmación social y autoreafirmación personal les ayuda a reinsertarse e influir en los procesos socionaturales en que están inmersos. Por otra parte, propiciarles que hagan uso pleno de las capacidades identitarias del ser humano, expresión de humanismo y respeto a su condición humana, incide favorablemente en la calidad de sus vidas.

De ese modo, en el transcurso de la actividad gerontagógica desarrolladora los temas contenidos en los programas universitarios de adultos mayores, se diversificaron, trascendiendo el espacio físico de la Cátedra llegaron a la comunidad, desde las voces de los propios adultos mayores. De forma análoga, se pudo constatar que con estrategias personalizadas, se logran resultados directos y perceptibles que proporcionen a los adultos mayores, además de satisfacción, sentido de pertenencia a un grupo, beneficios y entretenimiento, incentivos para continuar aprendiendo a:

Es importante destacar que la participación ciudadana de los gerontes en las tareas del desarrollo local requiere la armonización, hasta ahora no siempre lograda y mucho menos sostenida,  entre la diversidad de recursos personales de los adultos mayores, los recursos socionaturales de su entorno y las oportunidades para ellos creadas por su comunidad. La armonzación no sólo asegura un mejor aprovechamiento del conocimiento experiencial, ese que se logra con el vivir, incrementa además la cohesión social, necesaria para la perdurabilidad de proyecto social cubano. Para los adultos mayores compartir saberes con la comunidad y, para ésta recibirlos y ofrecerles oportunidades de desarrollo, es un proceso mutuamente enriquecedor de la convivencia social y con una amplia gama de resultados intelectuales y prácticos que se revierten en las condiciones de vida, en la protección y mejora del medio ambiente, del patrimonio cultural.
A los diez años de iniciado en la Isla de la Juventud el desarrollo de los programas universitarios de adultos mayores, la sistémica y sistemática transformación curricular ha posibilitado se diversifiquen los objetivos de dichos programas, en dependencia de la población adulta mayor y se incremente la cultura general del pueblo pinero, ya que han contribuido progresivamente a:

Esas transformaciones, sustentada básicamente en los trabajos de Lev Semiovich Vigotsky (1987), Teresa Orsoa Fraiz (2001), José A. Yuni y Claudio Urbano (2008), en los presupuestos de la Educación Popular, así como las respuesta dadas las necesidades siempre cambiantes de los geroeducandos, sentidas por ellos como favorables, posibilitaron la determinación de aspectos esenciales de un procedimiento general, aplicado durante los encuentros semanales por todos los participantes en los programas universitarios de adultos mayores, que aseguró la unidad en la diversidad:

 Procedimiento general:

1.  La creación de un ambiente psicosocial calido, de respeto y confianza.
2. El refuerzo del sentido del “nosotros” en los participantes (los adultos mayores y los  
    profesionales).
3. La claridad, flexibilidad de los objetivos y cientificidad de las acciones a ejecutar
    para darles cumplimiento, en correspondencia con el diagnóstico y su seguimiento.

4. El fomento del análisis de los problemas en la búsqueda de soluciones.

5. La identificación de las necesidades personales y la orientación para su
    satisfacción.
6. El refuerzo de las valoraciones positivas.
7. La estimulación de la participación, desde las posibilidades reales,  como derecho y
    deber cívicos.
8. El comportamiento ético de los geroeducadores.

Dada la heterogeneidad de los adultos mayores y de los grupos que ellos fueron espontáneamente conformando, y teniendo en cuente la movilidad de los objetivos de los currículos, fue imperioso realizar contextualizar el diagnóstico individual y grupal. Durante el mismo emergieron aspectos importantes, tales como: desconocimiento de la adultez mayor como etapa de desarrollo; sentimientos de limitación, déficit y enfermedad asociados a la edad; desconocimiento de las potencialidades individuales; pobre motivación  e implicación en la elaboración de proyectos vitales; inseguridad e inhibición; poca reflexión cognitiva y metacognitiva; dificultades de convivencia y de autoestima, crisis de identidad; necesidades de socialización e intercambio, de recuperación del reconocimiento social y de elevar calidad de vida, entre otros.
Mediante al diagnóstico y su seguimiento continuo, fue posible conocer y actuar como partes del mismo proceso investigativo y llegar a precisar aquellos aspectos más generales a educar y estimular, de forma individual y colectiva con más o menor énfasis, en dependencia de las características personológicas de cada geronte y de su estado de bienestar subjetivo.
Aspectos más generales a educar y estimular:

La literatura consulta refiere que la identidad de asumirse como adulto mayor es difícil y conflictuada, a ello contribuyen la imagen social e individual peyorativa de la vejez, aún arraigada en el imaginario sociocultural de la población. Reconocer que las modificaciones debidas al envejecimiento, provocan cambios identitarios profundos que se manifiestan de forma inmediata en el contexto social y orientan a los adultos mayores a la búsqueda de nuevos sentidos subjetivos, a la resignificación de las relaciones con los otros y a las relaciones sociales, posibilitó incorporar la noción del grupo como recurso educativo. De ahí que, la sinergia originada durante la actividad gerontagógica desarrolladora, concebía la comprensión del aprendizaje grupal en los adultos mayores como elemento contribuyente a la configuración de las nuevas formaciones psicológicas propias de la adultez mayor. Ello implicó prever el empleo de procedimientos interactivos para propiciar la participación de todos y el despliegue de la inteligencia cristalizada, en un clima emocional de respeto y gratificaciones mutuas que clarificó las relaciones interpersonales, las relaciones sociales como una dimensión de la realidad ambiental.
Por procedimientos interactivos, fueron interpretados como aquellos  que  propician  interacciones sucesivas y recíprocas, el intercambio consciente e inconsciente de ideas, actitudes, opiniones y vivencias afectivas, entre los participantes en la realización de una tarea conjunta, en un ambiente de colaboración. Esas interacciones sucesivas y recíprocas entre los gerontes, se concretaron mediante diversas herramientas interactivas.
Se definen como herramientas interactivas aquellos elementos del acervo cultural e histórico que asumidos por un grupo etáreo, valorizan sus códigos de comunicación, tradiciones, valores, necesidades, sus potencialidades y las oportunidades de su contexto social más próximo y que son utilizados por el geroeducador como instrumento o conjunto de instrumentos gerontagógicos con fines educativos predeterminados.

Herramienta utilizadas por la Cátedra de Estudios sobre Adultez Mayor:

Por lo hasta aquí tratado se puede apreciar que el fomento de la cultura del envejecimiento (cultura gerontológica) mediante los programas universitarios, ha incorporado al cuerpo conceptual pedagógico ya existente, elementos de la Gerontología, disciplina que estudia el envejecimiento natural, y que como nuevos saberes poco a poco se incorporan al patrimonio de la comunidad científica.  En lo social ha promovido, desde la cultura del trato, mejores relaciones interpersonales, la búsqueda de estímulos que activen la concientización de los adultos mayores de sus propias potencialidades, de su progreso y desarrollo personal. Desde la conciencia cívica que siempre a caracterizado a los adultos mayores cubanos, protagonistas de las gestas históricas de la Revolución Cubana y a partir de propiciar la autonomía y autodeterminación y favorecer una transformación activa, constructiva y creadora en íntima interrelación con el compromiso y responsabilidad social, los programas universitarios movilizan todo un espectro de acciones y senti­mientos humanos en su autodesarrollo constante apreciado por la familia y la comunidad.
Desde lo cultural y lo educativo los programas universitarios van incorporando la cultura del envejecimiento entre los gerontes. Aunque todavía se dificulta la concertación adecuada de la labor de la Cátedra con las familias de la totalidad de los adultos mayores y con los pobladores de las comunidades donde habitan, contextos de relaciones interpersonales en los cuales ellos desarrollan y perfilan su existencia. De ahí que aún persisten actitudes sociales, ideas y expresiones entre los pineros referidas a los viejos, como las que se relacionan a continuación, que denotan la necesidad de un trabajo más integrado Cátedra-familia-comunidad para elevar la cultura gerontológica del todo el pueblo:

Nos obstante las dificultades, también se aprecian  resultados alentadores.
Resultados más notables de la aplicación de los programas universitarios de adultos mayores:

Adultos mayores como productores culturales. (Ver anexos)

a) Los adultos mayores se articularon a un grupo de discusión e intervinieron elaborando juicios prácticos, a partir de situaciones concretas que mostró la recuperación del estado de capacidad para movilizar sus recursos personales en la búsqueda de soluciones alternativas a sus problemas vitales fundamentales, vinculados con la adaptación y transformación de sus  contextos relacionales.

b) Otros  expusieron sus opiniones utilizando la técnica DASPI (Decir- Aprendizajes- Sentimientos-Planes o proyectos- Insatisfacciones) en los talleres de reflexión:

DECIR: Pudimos expresar lo pensado y lo sentido, algo que ya pocas veces podemos hacer; todo ha sido muy útil y de calidad; fue muy agradable; el curso nos ayudó a ver la vida diferente; es mejor aprender todo esto antes de jubilarnos.
APRENDIZAJES LOGRADOS: Enfrentar con optimismo esta etapa de la vida; que se puede lograr la armonía en la convivencia; la importancia del respeto al otro; que tenemos cosas para brindar y debemos hacerlo y que también debemos estar prestos a recibir; aprendimos a exigir nuestros derechos.
SENTIMIENTOS: De alegría y esperanza; agradecimiento por poder escucharnos los unos a los otros; ansiedad porque llegue el día de estos encuentros con nuevos amigos; orgullo de lo vivido y deseos de seguir viviendo y sentirnos útiles y capaces de aprender cosas nuevas.
PLANES y PROYECTOS FUTUROS: Practicar ejercicios diariamente; darnos tiempo para nosotros mismos; disfrutar de excursiones, paseos y visitas; colaborar en proyectos que permitan nuestro desarrollo; ayudar a mi comunidad en tareas que me proporcionen nuevas alegrías.
INSATISFACCIONES: Que nuestra asistencia no fue siempre buena; que al inicio teníamos penas de decir nuestras preocupaciones, pero superamos ese error; no contar con una pizarra, ni con materiales para leer después; los locales no siempre tienen el mobiliario adecuado para las actividades.

Y con la técnica COSTO vs BENEFICIO señalaron:

COSTO

BENEFICICIO

1. Hicimos tiempo para venir.
2. Dejamos de hacer cosas en casa.
3. Algunos teníamos que caminar mucho.

1. Aprendimos a afrontar la vejez.
2. Recuperamos el deseo de vivir y somos útiles.
3. Ampliamos nuestra cultura general.
4. Mejoramos el estado de ánimo y las relaciones personales.
5. Actualizamos conocimientos y aprendimos cosas nuevas, como la computación.
6. Recordamos mucho de lo olvidado.
7. Conocimos sobre nuestro organismo, psiquis y a proceder ante la vejez.
8.  Aprendimos a previenen enfermedades, hábitos nocivos y trastornos conductuales.
9.  A evitar la polifarmacia y la automedicación.
10. Establecimos nuevas relaciones. Hicimos nuevos amigos.
11. Ahora podemos influir positivamente en la familia y el entorno.
12. Nos incorporamos a la vida sociocultural del territorio.
13. Aprendimos a participar como promotores de salud del territorio.
14. Sabemos cuáles son nuestras potencialidades y cómo usarlas.
15. Mejoramos nuestra calidad de vida.
16. Somos más participativos y abiertos.
17. Somos personas más cultas, aprendimos a ver las bellas de nuestra ciudad.

c) Adultas mayores egresadas de la Cátedra, autogestionaron su incorporación al Taller de Grabado El Pinero para aprender las técnicas del grabado. Una vez dominada la técnica   estuvieron en condiciones de realizar dos exposiciones colectivas.

d) Los adultos mayores promueven una ética de la solidaridad y compromiso en el intercambio entre las generaciones. En las clases de Computación conscientizaron que cada persona tiene algo para dar y algo que recibir. Cada generación puede y debe enseñar y comunicar sus saberes. Las actuales generaciones de mayores tanto en el plano personal como social aprenden a socializar su experiencia individual y colectiva como un modo de lograr su reconocimiento por el aporte realizado a la comunidad, y como estrategia que les permitirá reintroducir sus saberes existenciales en la dinámica del intercambio  intergeneracional.

e) Incorporación de la temática del Adulto Mayor en los medios masivos de comunicación, con la participación  de adultos mayores egresados de los programas universitarios.

Conclusiones.
Durante la ejecución de los programas universitarios, la actividad gerontagógica desarrolladora y las nociones derivados de esa definición se van imponiendo, a instancias de los propios adultos mayores los cuales incorporan a su patrimonio cultural la vivencia de relaciones interpersonales de colaboración, ayuda mutua y de convivencia respetuosa; experiencias de aprendizajes gratificantes, de trabajo grupal cooperado, que refuerzan positivamente sus autorreferentes (autoestima, autoimagen, entre otros) y que los motivan a buscar cómo integrarse y  mantener su participación, desde sus reales posibilidades,  en las actividades que tributan al desarrollo local, a la vez que se convierten en promotores naturales de la cultura del envejecimiento.

En las condiciones actuales de la sociedad pinera, el interés por crecer sobre las adversidades climáticas y geográficas hacen urgentes y necesarios los esfuerzos individuales y colectivos para generalizar aquellas experiencias de vida que han demostrado su sostenibilidad en el tiempo. Los programas universitarios con adultos mayores han evidenciado  que cuando se tienen en cuenta las potencialidades individuales y colectivas, la participación de todos en los procesos que tributan al desarrollo local es una posibilidad real que debe ser aprovechada a favor de la cohesión social y en beneficio de la perdurabilidad del proyecto socioeconómico de la Revolución Cubana.
 
Bibliografía.

  1. CUBA. ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR. Constitución de la República de Cuba. Editora Política. La Habana. Cuba, 2004
  2. Lig Long Rangel, C. Apoyo psicopedagógico al desarrollo personal de los adultos mayores desde la Cátedra Universitaria. .Tesis doctoral no  publicada. Universidad de Ciencias Pedagógicas “Frank País García”. Santiago de Cuba. Cuba. 2010
  3. Orosa Fraíz, T. La Tercera Edad y la Familia. Una mirada desde el adulto mayor. Editorial Félix Varela. La Habana. Cuba, 2001
  4. Vigotski, L. S. Historia de las funciones superiores. Editorial Científico Técnica. La Habana. Cuba, 1987
  5. Yuni, J.A., Urbano, C. Envejecimiento y género: perspectivas teóricas y aproximaciones al envejecimiento femenino. Revista Argentina de Sociología (Año 6) 2008.  N210 - ISSN 1667-9261
  6. Yuni, J.A. (s/f). Envejecimiento y cambio cultural: tramas y configuraciones emergentes. En: joseyu@yahoo,com.ar

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