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Número 3 - Septiembre 1999

Clinaterio masculino
(Primera parte)

Dra. Sonia Blasco
sonblasco@arnet.com.ar

¿EXISTE EL CLIMATERIO MASCULINO?

Recuerdo el revuelo que desperté, hace ya más de una década, cuando en una entrevista radial me atreví a mencionar la menopausia masculina. Más de un hombre —profesional o inexperto-- se abalanzó sobre el teléfono para aclarar que el varón no tiene una caída hormonal brusca semejante a la que vivimos las mujeres. Cierto.

Con eso consiguieron callarme y ocultar la angustia de más de un caballero maduro. También le cerraron las puertas a las inquietudes de aquellos que sí reconocían una disminución de su energía corporal y a quienes la información hubiese tranquilizado y permitido explorar nuevas conductas eróticas.

Lo cierto es que, más silenciado aún que el femenino, el climaterio también existe en los varones que viven más y quieren disfrutar una vida activa.

Entre los cuarenta y los cincuenta y cinco años ellos experimentan una variedad de cambios. Éstos no se producen de pronto, ni obedecen a una caída hormonal brusca, ni son reconocidos por todos los hombres. Pero están.

Podemos llamar andropausia o climaterio masculino a la progresión de cambios que le ocurren al varón en esta etapa de su existencia y que lo compromete física, psicológica, social, interpersonal y espiritualmente. En toda la plenitud de su persona.

Los endocrinólogos suelen comparar esta etapa con el climaterio femenino. Aunque en el caso del varón no existe un signo exterior puntual que marque un cambio decisivo. En las mujeres, en cambio, el cese de la menstruación no puede ser ignorado. (Para mayor información ver los números anteriores de Tiempo y los Seminarios de Psicogerontología en los que me explayo en el tema.)

LOS FANTASMAS DEL SILENCIO

Fue en 1992 cuando los especialistas de las Instituciones Nacionales de Salud -- National Institutes of Health-- se reunieron por primera vez para debatir acerca de la menopausia masculina. Pero las discusiones se trabaron cuando apareció la palabra tan temida: impotencia. Parece que también los profesionales sintieron amenazada su "virilidad".

Pero hoy la gran mayoría de los especialistas ha experimentado el malestar y las consecuencias desagradables que la falta de información produce en aquellos que observan sus cambios en silencio y en soledad. El miedo, la auto desvalorización, el incremento de prejuicios ligados a la vejez, la sombra de la impotencia, son fantasmas que la desinformación disfraza de realidades amenazantes.

Pero no son realidades. Son cambios que adecuadamente atendidos posibilitan una vida adulta plena y saludable.

EL COMPLEJO DE SUPERMAN

"La frustración nace la primera vez que uno no puede hacerlo por segunda vez. El pánico la segunda vez que uno no puede hacerlo por primera vez".

Esta frase, crudamente humorística de Robin Cook, apunta a una realidad: una gran mayoría de los hombres deposita en su entrepierna el poder de su masculinidad. Potencia sexual se equipara entonces a la capacidad de responder con erecciones rápidas, contundentes y en toda ocasión.

Aunque no exista hombre que no haya pasado por algún episodio de disminución o pérdida de la erección, difícilmente lo reconozca sin sentirse automáticamente debilitado, ¿feminizado? Anciano.

La creencia de que la sexualidad es sólo para los jóvenes, el miedo a perder el vigor con el paso de los años, la exigencia de mantener una erección constante, la pretensión de estar "siempre listo", dificultan entregarse al placer de las sensaciones. La exigencia, la distracción, la obligación abren las puertas a la temida impotencia. Y ayudan a provocarla.

Fundamentalmente cuando se está cerca de los 50 y comienzan a aparecer algunos cambios.

¿CUÁLES SON LOS CAMBIOS?

CAMBIOS FÍSICOS MÁS FRECUENTES

CAMBIOS PSICOLÓGICOS MÁS FRECUENTES

ESTOS CAMBIOS INCIDEN EN LOS CAMBIOS SEXUALES MÁS HABITUALES

QUE SON:

Pero a veces la preocupación acerca de los cambios de esta etapa me llevan a :

 

MITOS Y REALIDADES ACERCA DE LA IMPOTENCIA

La impotencia es la imposibilidad de mantener una erección adecuada para permitir un encuentro sexual satisfactorio.

Podemos reflexionar acerca de esta definición que confunde encuentro sexual con penetración. Este mal entendido hereda los prejuicios de nuestra cultura judeo -cristiana contra el puro placer erótico, justificando el sexo solo para la procreación. Nunca para el goce.

Algunos puntos objetables de esta definición:

Abrirse y descubrir las diversas sensaciones de todo el cuerpo sin premuras ni exigencias es una de las llaves del goce y del sexo pleno.

Para cumplir con las expectativas del hombre que desea ser un buen amante, es necesario aclarar que el placer femenino se construye con caricias en todo el cuerpo y en los genitales.

Que la penetración no es el estímulo mayor.

 

¿POR QUÉ ME PASA ESTO?

El climaterio masculino comienza a perfilarse lentamente entre los cuarenta y los cincuenta y cinco años acompañado de cambios hormonales, químicos.

Los testículos son los principales encargados de producir testosterona: la hormona masculina vinculada con el deseo sexual.. El nivel de testosterona disminuye con la edad y acompaña , en la mayoría de los casos, una caída en el interés sexual y una disminución de la potencia; aunque no la incapacidad de generar hijos. Pero cada hombres único y esta regla no es igual para todos ni se produce en la misma edad cronológica.

También la testosterona fluctúa a lo largo del día. Generalmente los niveles son más elevados por la mañana razón por la que algunos hombres se sienten sexualmente bien dispuestos en el momento de levantarse. Algunos han cambiado sus hábitos para aprovechar mejor esta onda de pasión.

Recientes estudios han descubierto variaciones horarias, y ritmos mensuales. En el hemisferio norte se observan incrementos en octubre y descensos en abril . Todo parece indicar que la primavera se asocia con la testosterona para que Cupido lance sus flechas certeramente.

Una tercera parte de los varones evidencia, a los sesenta años, una disminución marcada del nivel de testosterona. Pero no solo se trata de la testosterona, otras hormonas contribuyen también con el estado de bienestar general.

Recordemos :no todos los hombres evidencian iguales cambios ni en todos el paso del tiempo marca en menos.

UNO DE LOS SECRETOS MEJOR GUARDADOS ES QUE LOS HOMBRES VIVEN UNA MENOPAUSIA LLAMADA ANDROPAUSIA

Dr. Ronald Klatz, presidente de la Academia Americana de Medicina Anti envejecimiento.

Solo recientemente han comenzado los estudios acerca del climaterio masculino. Sólo ahora se toma en cuenta la influencia que las hormonas tienen en el estado general relacionadas con los niveles hormonales a lo largo de cada mes.

Un estudio de la Universidad de Francfort muestra que entre los 30 y los 65 años aumentan la intranquilidad, el insomnio, los dolores musculares, el cansancio, el nerviosismo, mientras disminuye el nivel de testosterona. Un 23 % de varones manifiesta súbitos ataques de calor y un 17 %, depresión y accesos inesperados de llanto.

Recelo, incomodidad, vergüenza, son algunos de los sentimientos que aparecen en la consulta masculina. Sólo luego de entrar en confianza, los varones se atreven a contarme las molestias de su edad.

"Ya no logro una erección firme."

"Tardo mucho en excitarme y pierdo la erección con facilidad. Eso me pone muy nervioso."

"Unas veces ella, otras yo, corremos a abrir la ventana".

"Todo está cambiando. Mi mujer me busca pero no sé qué pasa conmigo, no puedo responder. No tengo las ganas de antes aunque quisiera complacerla."

"Una vez sucedió: no pude penetrarla. Cuando se repitió otra vez y otra más me di por vencido. No quiero intentarlo, tengo miedo de volver a fracasar."

QUÉ OTRAS COSAS PUEDEN ESTAR INCIDIENDO EN EL DESEMPEÑO SEXUAL

¿CON QUIÉN HABLAR DE LO QUE ME ESTA PASANDO?

Algunos varones se quejan de que ya no logran la erección de otros tiempos, que demoran en alcanzarla, que la pierden con facilidad, que no les queda ni la capacidad de fantasear, que ya no tienen interés en el sexo.

Cuando el hombre acepta como una evolución natural que ahora demorará más tiempo en lograr la erección, que la perderá con más facilidad, que el tiempo entre una relación y la siguiente será mayor, que necesitará más estímulos de su compañera (o propios); cuando logre adecuarse a sus nuevos tiempos, su sexualidad resultará una fuente de placer y de satisfacción para él y para ella.

Lamentablemente, la tradicional exigencia masculina de estar "siempre listo", el miedo a perder la erección, la inquietud por el rendimiento, pueden originar una disfunción sexual anclada en la ansiedad, no en el cuadro físico.

La insatisfacción laboral, la desesperanza frente a los sueños perdidos, la inquietud por la menopausia de su mujer que lo enfrentan con sus propios cambios, aparecen como fantasmas agregados. La necesidad de replantearse su vida, la dificultad de compartir sus cambios y preocupaciones con su compañera, con sus amigos, lo llevan a agigantar el problema y a sentirse más desdichado.

Las "aventuras" son un falso intento de demostrarse que aún es joven y más que nada: potente.

Conocer los cambios de la andropausia, clarificar cuánto existe de compromiso físico y cuánto de psicológico, le ayudarán a vivir mejor esta etapa.

Algunos hombres se resisten a considerar la posibilidad de consultar con un especialista urólogo, sexólogo.

Un especialista con quien esclarecer su problema y recibir el apoyo necesario para aprender una nueva manera de compartir su sexualidad.

Aprender que en la búsqueda de una respuesta más elaborada, menos automática, pueden encontrar el placer desde la calidad ya no de la cantidad.

En el próximo número de Tiempo los hombres encontrarán las propuestas para vivir en salud y a pleno esta etapa de la andropausia o climaterio masculino.

Y las mujeres, sugerencias para ellas y para compartir.

Bibliografía

 

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