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Número 28 - Diciembre 2011

Aprendizaje informal del uso de celulares inteligentes (smartphones) en adultos mayores.
Influencia del medio social y familiar
.

Daniel Serrani
danielserrani@argentina.com

(Trabajo presentado en el 1er Congreso de Gerontologia Comunitaria. Bs As, noviembre de 2011)

 

Resumen.

El propósito de esta investigación es estudiar el impacto de los nuevos objetos creados por la Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) sobre la calidad de vida de los adultos mayores usuarios de estos instrumentos. En particular la investigación se centra en analizar las técnicas utilizadas por los adultos mayores para aprender a usar teléfonos móviles en la vida cotidiana, explorando los efectos que ejercen las familias en la adquisición de este tipo de conocimientos. Método. Se llevó a cabo una investigación de 4 semanas de duración sobre 20 adultos mayores sin experiencia previa en el uso de teléfonos celulares inteligentes. La mitad de los sujetos vivían acompañados tan sólo por su pareja, mientras que la otra mitad lo hacía en un ambiente constituido por tres generaciones, incluyendo hijos y nietos. Resultados. Los resultados mostraron que el aprendizaje de uso de teléfonos celulares inteligentes (smartphones) se vio facilitado en aquéllos participantes que vivían en familias extensas, particularmente en aquéllos que convivían con generaciones más jóvenes. Este hallazgo sugiere que las diferencias en el ambiente social de los usuarios crean a su vez diferencias en el nivel y facilidad de uso de tecnologías de la comunicación y la información (TIC). Discusión. Se analizan los efectos de la estructura familiar sobre los aprendizajes de los adultos mayores relacionados con objetos proporcionados por las nuevas TIC.

Palabras clave: adultos mayores, aprendizaje, estructura familiar, apoyo social, teléfonos celulares inteligentes, TIC.

Abstract.

The goal of this search is to study the impact of the new Technology of Information and Communication’s devices (TIC) on elder’s quality of life. Particularly this investigation focus on the analysis of techniques used by elders when they try to learn how to use smart phones in daily life activities, exploring the effects that families play on the acquisition of this knowledge. Method. A search lasting four weeks was conducted on 20 elders without previous experience in the use of smart phones. Half of participants lived with their spouse, while the other half lived in a three generational social media, including sons and grandchildren. Resultas. Results showed that the use of smart phones was greatly facilitated in those who lived in expanded families, with grandchildren and younger generations. This finding suggests that differences in user’s social media creates in turn differences in level and easiness for using Communications and Information Technologies. Discusión. Effects of family structure are analyzed regarding learning of elders on new TIC.

Key words: older adults’ learning, family structure, social support, mobile phones.

 

Introducción.

Los países más desarrollados están experimentando drásticos cambios demográficos, incluyendo una creciente proporción de adultos mayores de 65 y más años, que en nuestro país alcanza casi el 10% de la población total (Instituto Nacional de Estadísticas y Censos, 2001). Junto con lo anterior se verifica un progresivo y sostenido incremento en la complejidad de las tecnologías de la información y comunicación (TIC), sumado a una creciente dependencia en el uso de estas tecnologías en la vida cotidiana de las personas. Por ejemplo hay una fuerte tendencia hacia la aplicación y uso de redes digitales en la comunicación y acceso a la información, la digitalización del espacio público, y el continuado desarrollo de aparatos electrónicos hogareños que incorporan tecnología avanzada. De modo ideal se espera que todos los miembros de la sociedad sean capaces de adaptarse a tales innovaciones pero en realidad los adultos mayores experimentan dificultades particularmente cuando se siente presionados por los requerimientos sociales para adaptarse a estas nuevas tecnologías. Una gran cantidad de estudios han comenzado a investigar la relación entre la progresiva complejización de la TIC y el envejecimiento social.

En algunos trabajos se pone en cuestión la aparente mejoría en el bienestar de los adultos mayores atribuible al uso de estas nuevas tecnologías (Malcolm et al, 2002), en tanto en otros trabajos se pone de relieve el potencial de estas nuevas tecnologías para facilitar la vida cotidiana de los mayores (White et al., 1999).

En un trabajo reciente se pone de manifiesto que los mayores incapaces de aprovechar las nuevas TIC están en desventaja en la comunicación (Mann, Belchior, Tomita & Kemp, 2005). De modo ideal, las nuevas TIC deberían estar destinadas a mejorar la calidad de vida social, para lo cual resulta necesario investigar métodos centrados en el usuario y sus posibilidades. En numerosas investigaciones se han detallado las dificultades subyacentes al uso de TIC por parte de los mayores (Eastman & Iyer, 2004; Adams, Stubbs & Woods, 2005) tratando de identificar factores que permitan reducir los obstáculos que enfrentan los mismos (Saunders, 2010), entre los cuales se encuentran el género, edad, educación e ingresos, características de los instrumentos y las interacciones entre los usuarios y los aparatos.

Pocos estudios, sin embargo, han abordado los problemas relativos al modo en que los mayores aprenden a utilizar e incorporan las tecnologías nuevas en su vida cotidiana. Una de las modalidades es el aprendizaje tutorial a través de la lectura de manuales con instrucciones detalladas o bien a través de cursos de entrenamiento. Sin embargo cuando se intenta utilizar realmente un artefacto a menudo surgen cuestionamientos acerca de cuánto se ha podido aprender a través de estos métodos formales. En efecto, hay métodos alternativos de aprendizaje que frecuentemente no son considerados. Por ejemplo, la observación circunstancial así como estudios de campo demuestran que los adultos mayores confían en las redes sociales y/o el apoyo social, incluyendo la familia, amigos y vecinos, para aprender a manipular las nuevas TIC en los lugares de trabajo o vivienda . Considerando que los adultos mayores parecen tener mas dificultades para el uso individual de l as TIC, pudiera ser que en ellos el ambiente social tuviera un rol inusitadamente importante en la facilitación de la adquisición de habilidades de uso y manejo de las tecnologías comparándolos con los más jóvenes. Aunque los mayores no siempre tienen el mismo nivel de interacción social que los jóvenes, se ha encontrado que de ninguna manera están aislados (Mendes de Leon, Glass, Berkman, 2003). Por el contrario, los contactos sociales mejoran la probabilidad de que los adultos mayores continúen en programas de aprendizaje de TIC.

Además la participación social se correlacionó positivamente con la diversidad en las habilidades manejo de las computadoras. De este modo resulta claro que el medio ambiente social influye decididamente en los aprendizajes de los mayores con relación a las TIC. Es cierto también que los jubilados no siempre pueden requerir la asistencia técnica de los más jóvenes, pero debido a que la organización familiar es uno de los factores más importantes a la hora de asistir a los mayores, puede representar un papel trascendente en la adquisición de habilidades informáticas. Hay poca evidencia empírica, sin embargo, sobre el modo en que los mayores aprenden a utilizar las nuevas TIC incorporándolas en la vida cotidiana, o el modo en que la composición familiar influye en dichos aprendizajes. Una de las hipótesis del presente estudio es que la presencia de una familia continente promueve el aprendizaje de nuevas TIC por parte de los mayores e influye en la valoración que estos últimos realizan sobre su uso de dicha tecnología.

Además, la presencia en la familia de miembros más jóvenes, como nietos o sobrinos, puede influir positivamente en dichos aprendizajes. Se escogió investigar el aprendizaje del uso de teléfonos celulares inteligentes (TCI) (smartphones) debido a su importancia en la comunicación y su creciente distribución, ya que representan el 14% de los móviles vendidos en 2010 (1,7 millón de equipos) en Argentina (Sametband, 2011). El teléfono inteligente (smartphone) designa a un teléfono móvil que ofrece correo electrónico con funcionalidad propia de un organizador personal. Además permiten instalar un sistema operativo que mejora la conectividad virtual y el procesamiento de datos. Constan de una interfaz como teclado QWERTY o pantalla táctil

Además pueden soportar programas adicionales enviar SMS, administrar contactos y citas; sincronizar datos con otro equipo; usar mensajero instantáneo; sacar fotos, grabar videos y compartirlos; usar el equipo como reproductor de música y de videos; acceder a la Web completa; y sumar aplicaciones y videojuegos que se descargan de una tienda centralizada. Sus sistemas operativos son variados, incluyendo Android, Symbian (S60 o S3), iOS, BlackBerry OS, Bada, Windows Mobile/Phone, WebOS o MeeGo. Para ello se realizó una investigación durante 1 mes evaluando el uso de TCI por parte de los mayores en la vida cotidiana y la influencia ejercida por la familia. De este modo se escogieron dos grupos de sujetos, uno formado por individuos que viven solos, y el otro integrado por mayores que viven en una familia compuesta por tres generaciones.

Método.

Se administró un cuestionario a 50 adultos mayores (edad 65–94 años, media 72.9 años; 21 hombres y 24 mujeres), asistentes a un centro de Jubilados comunitario destinado a proporcionar asistencia en salud y recreativa a sus afiliados. El cuestionario recabó información demográfica (edad, sexo, y número de miembros que vivían en la familia) y su experiencia en el uso de TIC incluyendo celulares, TCI, computadoras y cajeros automáticos).

Sujetos.

Se escogieron 20 participante s sin experiencia previa en el uso de TCI que fueron agrupados en dos categorías, basándose en la composición familiar: el primer grupo "pareja" consistió en 10 sujetos (6 mujeres y 4 hombres) que vivían con su esposa/o o pareja (edad media 71.6 años, DE=3,38); el segundo grupo "familia" consistió en 10 sujetos (6 mujeres y 4 hombres) que convivían hijos y nietos, además de esposa/o o pareja (edad media 71.5 años, DE=3,79 años). Los dos grupos fueron apareados por edad, sexo, educación y experiencia con el uso de TCI (tabla 1), y la edad de los hijos, nietos y el número de usuarios de TCI se muestra en la tabla 2.

Tabla 1. Control de pares de participantes asociados.

Par Género Grupo Edad (años) Educación (años) Experiencia uso TCI
1 Masculino Pareja

Familia

78

78

11

10

No us uario

No usuario

2 Femenino Pareja

Familia

69

69

7

8

Ocasional

Ocasional

3 Femenino Pareja

Familia

73

73

4

5

No usuario

No usuario

4 Femenino Pareja

Familia

82

82

8

7

No usuario

No usuario

5 Masculino Pareja

Familia

74

74

8

8

Ocasional

Ocasional

6 Femenino Pareja

Familia

69

69

3

4

No usuario

No usuario

7 Femenino Pareja

Familia

86

86

12

14

Uso pasado

Uso pasado

8 Masculino Pareja

Familia

91

92

12

12

No usuario

No usuario

9 Femenino Pareja

Familia

79

78

11

11

No usuario

No usuario

10 Masculino Pareja

Familia

72

72

6

6

No usuario

No usuario

 

Tabla 2. Edad de nietos y Número usuarios de TCI en cada par de participantes

Par Género Edad nieto (años) N° usuarios TCI
      Hijo Nieto Total
1 Masculino 19 1 1 2
2 Masculino 12 1 1 2
3 Masculino 14 1 0 1
4 Masculino 15 1 0 1
5 Femenino 15 1 0 1
6 Femenino 18 2 0 2
7 Femenino 20 1 1 2
8 Masculino 21 2 1 3
9 Masculino 14 1 0 1
10 Femenino 12 2 1 3

 

Análisis estadístico.

Se utilizó un diseño factorial mixto con la familia y el número de ensayos (una variable de medidas repetidas) como variables independientes. El factor familia estuvo compuesto de dos rangos: esposa/o y nietos. El rango del factor ensayos fue diferente de acuerdo a cada variable (4 a 7).

Procedimiento.

Todos los participantes consintieron en usar un TCI por 4 semanas. Su uso no estuvo gravado pero a cambio los participantes consintieron en permitir el monitoreo del uso del celular . Además consintieron en asistir a 4 reuniones. Se aplicaron los siguientes instrumentos: cuestionario de evaluación subjetiva sobre capacidad de uso de las funciones del TCI, un test de uso, control de llamadas, mensajes de texto y mails recibidos/enviados en el registro del celular, al inicio y al final de cada semana durante el período de observación. Además de lo anterior, Los participantes llevaron un diario sobre el uso del TCI. Después de tomar el primer test de uso se instruyó a los participantes a utilizar las funciones básicas tales como prender/apagar el celular, marcado, responder una llamada, cargar la batería, contestar un mail, colocar el teléfono silente y descargar un juego desde la tienda virtual. Se registraron las actividades de llamadas de cada celular (tabla 3). Los participantes fueron entrevistados individualmente en sesiones de 40 minutos. Se aplicaron las normas de privacidad para cada participante y cada uno de ellos firmó un consentimiento informado para autorizar su participación en el estudio.

 

 

Instrumentos.

Cuestionario.

Se administró a cada participante un cuestionario de 16 ítems al final de cada semana de la observación, destinado a evaluar la percepción subjetiva sobre el uso de las funciones aprendidas del TCI, incluyendo: 1) respuesta a llamadas, 2) cargar la batería, 3) apagar y prender el teléfono, 4) hacer llamadas, 5) poner la función silencio, 6) almacenar nuevos contactos, 7) remarcar un número ocupado, 8) leer un mensaje de texto, 9) enviar un mensaje de texto, 10) escoger un tono de llamada (ringtone), 11) tomar una foto, 12) ajustar el volumen, 13) programar la alarma, 14) descargar un juego de una tienda virtual, 15) adjuntar un archivo a un mensaje de texto (foto), 16) seleccionar un fondo de pantalla. Para cada pregunta los participantes debían contestar usando una escala de 0 a 2, siendo 0 indicativo del no uso de esa función (ninguna vez), 2 de uso frecuente (una vez por cada día) y 1 una evaluación intermedia (solamente algunos días). Durante la entrevista se recabaron datos relativos al uso del TCI en la vida cotidiana de los participantes. Los sujetos registraron sus experiencias personales en el diario personal relatando los nuevos conocimientos adquiridos durante el uso del celular así como sus sentimientos y vicisitudes durante su uso. Se evaluaron objetivamente la frecuencia de llamadas y mensajes de textos, así como el número de nuevos contactos registrados, las fotos tomadas, los juegos bajados, el ajuste a modo silencioso, el ajuste del volumen, la selección de la melodía de llamada (ringtone) o del fondo de pantalla. Solamente se consideraron para el análisis aquéllas modificaciones y registros realizados por el adulto mayor, excluyendo las realizadas por otras personas, aún con fines demostrativos o de ayuda.

Resultados.

Con respecto al medio social de los participantes se registró una diferencia estadísticamente significativa entre ambos grupos en relación al número de de personas viviendo con cada uno de los participantes con test exacto de Fisher (p<0,001). En efecto los participantes del grupo "familia" exhibieron mayor número de personas viviendo con ellos, incluyendo nietos e hijos, que los miembros del grupo "pareja". Los resultados de análisis ANOVA entre grupos usando como variables dependientes el tamaño familiar, número de usuarios de TCI viviendo con cada uno de los participantes y el número total de usuarios de TCI, ya sea conviviendo o no con los participantes se observa en la tabla 3.

Tabla 3. Medio social de los participantes

Variable Grupo "pareja" Grupo "familia" F
  M edia DE Media DE  
N° personas viviendo co n el AM*** 2.00 0.0 5.00 0.00  
Tamaño familiar, incluyendo no convivientes 6.34 2.11 8.43 2.25 5.29
N° usuarios de TCI viviendo juntos** 0.12 0.03 2.87 0.89 12.72
N° total usuarios TCI convivientes o no * 3.24 1.87 5.10 2.26 6.45

 

*** p<0,0 01, **p<0,01, *p<0,1

El tamaño de la familia no difirió de manera significativa entre ambos grupos, pero sí hubo diferencias importantes con respecto al número de usuarios de TCI viviendo en la misma casa [F(1,9)= 12,72, p<0,001]. Más aún, en el grupo "pareja" hubo solamente un participante cuya esposa tenía un TCI. A diferencia del resultado con respecto al tamaño familiar, hubo una diferencia discretamente significativa en ANOVA con respecto al número total de usuarios de TCI [F(1,9)=6,45, p<0,10]. En resumen, los resultados muestran diferencias en las medidas correspondientes al medio social, tales como el número de personas viviendo con los participantes y el número de TCI en los dos grupos corroborando la hipótesis inicial.

Evaluación subjetiva del uso.

Con la finalidad de evaluar el nivel de uso de TCI se empleó un diseño ANOVA de tipo factorial mixto de 2 (grupo familiar) x 4 (ensayos) utilizando el resultado de la evaluación subjetiva de uso de TCI (ÿ de Cronbach=0,86 sobre las 16 funciones). El resultado de la evaluación de uso de las funciones de TCI con relación a cada ensayo y el grupo asignado se observa en la figura 1

Figura 1. Resultados evaluación de uso de TCI en función de los ensayos

Hubo un efecto significativo de grupo [F(1,9)=7,92, p<0,05]. El grupo familia (M=28,21, DE=5,36) alcanzó resultados significativamente mayores que el grupo pareja (M=10,53, DE=2,75). Además de lo anterior, se encontró un efecto significativo para ensayos [F(1,3)=16,27, p<0,001]. Test de comparaciones múltiples (LSD) arrojó cambios significativos entre ensayos sucesivos (p<0,05); excepto entre 2da y 3a semanas en grupo pareja, calificados por una tendencia significativa de interacción entre grupo y ensayo [F(1,3)=4,69, p<0,01]. De acuerdo con los resultados del análisis de efecto principal, los resultados alcanzaron valores significativamente más altos en el grupo con nietos que en el grupo sin los mismos en las semanas 3 y 4 (p<0,05). Dicho con otras palabras, se encontraron diferencias familiares significativas especialmente en la semana 4, pero casi inexistentes en la semana 1 (p=0,48). Un efecto principal para ensayos fue hallado especialmente en semana 3, con un estancamiento en el período de aprendizaje de la primer semana para el grupo "pareja" (p<0,05). Por el contrario no se verificó un período de estancamiento en la etapa media (semanas 2 y 3) en el grupo "familia" (p<0,05). Una posible explicación de estos resultados es que las menores diferencias de grupo en el momento inicial de la evaluación (en la primer semana) reflejan el rápido aprendizaje de las funciones básicas en ambos grupos mientras que las mayores diferencias tardías se asocian con el aprendizaje de las funciones más avanzadas en el grupo con nietos.

Análisis de los datos objetivos.

Los datos almacenados en los aparatos de TCI, detallando las llamadas efectuadas y recibidas, los menajes de texto emitidos y recibidos, los números de teléfono de contactos almacenados y las fotos tomadas, así como el juego o aplicación descargada de una tienda virtual a lo largo de las 4 semanas se evaluaron con test de ANOVA (tabla 4).

Tabla 4. Datos almacenados en los TCI de acuerdo al grupo.

Variable Grupo pareja Grupo familia F
  Media DE N° usuarios Media DE N° usuarios  
Frecuencia de llamadas 22,00 6,72 7 25,00 6,28 7 3,61
Frecuencia de respuestas 19,23 3,01 6 20,36 4,72 6 4,79
N° contactos almacenados 6,42 2,33 5 6,87 2,41 7 1,83
Frecuencia MSM enviados* 2,00 0,87 2 7,23 2,91 5 2,90
Frecuencia MSM recibidos 15,08 6,63 5 19,66 5,29 5 5,02
N° de fotos almacenadas** 2,00 1,08 3 9,65 2,17 7 3,81
N° de juegos descargados* 1,00 0,22 1 8,22 1,87 3 5,51

 

Nota. Se utiliza la transformación logarítmica para las variables de mensaje de texto (MSM). * p<0,001; **p<0,01.

Como se observa en la tabla hubo diferencias significativas en número de fotos almacenadas [F(1,9)=4,24, p<0,01] y mensajes de texto (MSM) enviados [F(1,9)=6,54, p<0,001] para ambos grupos, así como en el ítem de juegos descargados [F(1,9)=7,12, p<0,001]. Con respecto al número de participantes que utilizaron la función de enviar MSM, la mitad de las personas la usaron en el grupo familia y solamente la quinta parte en el grupo pareja, diferencia que demostró ser significativa con un Test exacto de Fisher (p<0,06). La comparación entre grupos con respecto a los ajustes realizados al TCI a lo largo de las 4 semanas de observación en distintas funciones, como ajustar a modo silencioso, ajustar el volumen, escoger una melodía de llamada, o el fondo de pantalla, se observa en la tabla 5.

Tabla 5. Número de participantes que modificaron los ajustes internos del TCI

Grupo Modo silencioso Ajuste volumen Melodía Fondo pantalla Total
  P F P F P F P F P F
Ajustado 1 2 9 9 1 5** 0 4* 11 20*
No ajustado 9 8 1 1 9 5 10 6 29 20

 

Nota. Los 4 participantes que escogieron fondo de pantalla y los 5 que escogieron melodía no fueron los mismos. P=pareja; F=familia; *p<0,001; **p<0,01.

Hubo una diferencia estadísticamente significativa sobre todo en el total de ajustes internos realizados al TCI por parte de los miembros del grupo con nietos (p<0,001). La mayoría de los participantes en ambos grupos aumentaron el volumen y sólo una minoría ajustó al modo silencioso. Con relación a las demás funciones solamente uno de los miembros del grupo Pareja escogió melodía y ninguno eligió fondo de pantalla a diferencia de 5 y 4 miembros del grupo Familia, respectivamente, pero que no fueron los mismos en ambas ocasiones.

Discusión.

Se observa que los participantes del grupo familia usaron las funciones del TCI mucho más frecuentemente que los otros participantes, sugiriendo que las diferencias en la estructura familiar y del medio ambiente se asociaron con estos mayores niveles de uso de tecnología. Con respecto al medio ambiente, su análisis indica que hubo diferencias en el número de personas viviendo juntas así como en el número de integrantes de cada familia que refirieron usar TCI. No hubo sin embargo, diferencias significativas entre grupos en el tamaño total de la familia (incluyendo los miembros de la familia extensa aunque no fueran convivientes directos). Estos datos apuntan hacia el hecho de que una de las diferencias principales entre ambos grupos estuvo constituida por el número de usuarios de TCI que los participantes encontraban en su vida diaria. Esto se vio reflejado en el perfil de aprendizaje de ambos grupos, ya que mientras los participantes de ambos grupos mostraban una adquisición rápida de las funciones más básicas, aquéllas más especializadas eran logradas solamente por los participantes que vivían con nietos, tales como sacar y guardar fotos, registrar nuevos contactos o modificar los parámetros de ajuste del celular.

Debido a que los participantes del grupo familia vivían en contacto con distintas generaciones dentro de la misma vivienda parecían exhibir mayores oportunidades de compartir experiencias y utilizar de modo práctico sus TCI. De acuerdo al análisis de los datos almacenados en los TCI, en general los miembros de ambos grupos usaron con frecuencia sus aparatos, sugiriendo que los miembros de las familias intentaron interactuar con los participantes usando el celular con la misma intensidad, lo cual se confirma por el hecho de que los contactos almacenados son casi similares. Es decir que la estructura familiar en sí misma no incidió en el número de llamadas recibidas y contestadas reflejando el hecho de que el tamaño familiar (convivientes y no convivientes) fue prácticamente similar en los dos grupos.

Solo hubo diferencias significativas en la cantidad de MSM enviados por ambos grupos, siendo mayor en el grupo con nietos. Debido a que esta modalidad de comunicación es particularmente utilizada por las generaciones más jóvenes, debido a que resulta en ocasiones más económica, es sugerente que haya sido empleada como método preferido en los participantes que convivían y contactaban diariamente con sus nietos. Resulta plausible especular que el recibir estos mensajes por parte de los nietos resultó beneficioso para adquirir el aprendizaje de esta función en los adultos mayores del grupo familia.

Resultan interesantes también los datos sobre las funciones que no son necesarias para la comunicación, y que podría suponerse que no estarían tan influenciadas por el contacto con las generaciones más jóvenes, como tomar fotos, cambiar los parámetros internos del aparato o cambiar el fondo de pantalla. Las diferencias a favor de los miembros del grupo familia sugieren que este aprendizaje también se vió facilitado no solamente por la motivación para contactar con los otros miembros de la familia sino también por el ambiente social de los usuarios, tales como la estructura familiar, la cual podría actuar como intermediaria en el sentido de recibir apoyo eficaz para aprender y mantener el aprendizaje sobre el funcionamiento de estos aparatos novedosos (Campbell & Russo, 2003).

Si bien se detectaron diferencias significativas en el aprendizaje del uso de TCI entre ambos grupos, no se realizó una evaluación detallada de las características del los mismos, lo cual constituye una limitación del presente estudio. Sin embargo es posible suponer que los participantes del grupo familia, en contacto cercano con sus nietos adquirieron las funciones más avanzadas del TCI a través de la interacción con estos últimos, particularmente con relación al envío y contestación de mensajes de textos, su almacenamiento, además de la toma y guardado de fotos, números telefónicos de contactos y ajuste de los parámetros internos del aparato. Si esta suposición resulta ser adecuada, se desprende que hay una influencia robusta de la familia sobre la participación en las actividades cotidianas. En algunos estudios se ha detectado que los adultos mayores se benefician de la influencia de familiares más jóvenes, como los nietos, para la adquisición de altos niveles de uso de teléfonos celulares, comparados con los mayores que carecen de esta influencia (Quadrello et al., 2005).

Teniendo en cuenta los anteriores resultados, el medio social que circunda a los mayores parece desempeñar ciertos roles definidos. Los jóvenes que conviven con los mayores promueven un modelo de utilización de tecnología, demostrando en forma práctica y cotidiana el uso de celulares y sus funciones más sofisticadas de una manera espontánea y utilitaria. De esta manera dirigen la atención de los mayores hacia la existencia de este tipo de funciones y su potencial valor comunicativo. Por otra parte, los jóvenes, especialmente los nietos, se constituyen en asistentes continuos para el apoyo de las operaciones de aprendizaje de uso de las funciones de los smartphones, por parte de los adultos mayores. La diferencia con el rol anterior es que en este caso la asistencia no se limita a las personas que usan los mismos dispositivos, ya que aún los nietos que no disponen de estos aparatos pueden convertirse en proveedores de apoyo y explicación, dado que son conocedores de la tecnología y su uso. Por ejemplo, los nietos más pequeños que aún no han alcanzado la edad para ser propietarios de estos celulares inteligentes, sí conocen su funcionamiento y pueden facilitar a otros el aprendizaje de sus operaciones, a diferencia de los adultos mayores que pueden convertirse en propietarios de estos equipos pero están menos dispuestos a resolver sus problemas de comunicación recurriendo a TIC (tecnología de información y comunicación) (Sayago et al., 2007 ; Bucar, Renold & Henke, 1999).

La mayor parte de la asistencia recibida por los mayores para el aprendizaje del uso de los celulares inteligentes, tal como fue relatada por éstos en sus diarios personales, provino de los familiares, incluyendo los nietos, señalando también la dificultad existente para el acceso de apoyo por parte de la comunidad exterior a la familia. La gran diferencia existente entre los mensajes recibidos y los emitidos, particularmente en el grupo de pareja, puede ser un reflejo de las dificultades de aprendizaje particulares de los adultos mayores, que no pueden ser superadas solamente por la ayuda familiar. En efecto podrían existir diferencias individuales entre los mayores para obtener el apoyo familiar, o bien podría deberse a las limitaciones pedagógicas en la provisión de instrucción por parte de los miembros más jóvenes y los nietos.

Por lo anterior sería deseable un examen más sistemático de las modalidades de instrucción empleadas por los más jóvenes para enseñar a los mayores, especialmente las diferencias entre los hijos y los nietos de los mayores. Otra limitación del estudio está dada por la estructura de las familias convocadas, ya que hubiera sido deseable emplear otras organizaciones además de los dos tipos de grupos aplicados en el presente estudio, como mayores viviendo solos o en residencias geriátricas, ya que podrían existir patrones diferenciales de uso de los celulares inteligentes en estas poblaciones. Existen algunos indicios que el uso de celulares inteligentes puede ser mayor entre los adultos que viven con nietos y los que viven solos, comparados con los que viven con su esposa/o o pareja. Una dificultad adicional puede residir en la generalización de los hallazgos del presente estudio, ya que estos datos podrían representar un fenómeno particular del uso de celulares inteligentes y no replicarse en el caso de otras TIC, particularmente tratándose de una tecnología comunicativa muy afín a los jóvenes y nietos y no tanto a los mayores.

Sin embargo, el alto uso de las funciones especiales del smartphone no dependientes de una finalidad comunicativa, como toma de fotos o descarga de juegos virtuales, iría a favor de una capacidad amplia de aprendizaje de las TIC por parte de los mayores. La presencia de un factor ambiental o social que facilita el aprendizaje de las destrezas de uso de celulares inteligentes sugiere que la familia y su estructura desempeñan un papel en la incorporación de las tecnologías de la información y comunicación en la vida cotidiana de los mayores. Por lo cual se torna necesario aumentar la disponibilidad de sistemas humanos de apoyo para los adultos mayores en general para incrementar sus destrezas de aprendizaje, en vista de la disminución en el número de integrantes que componen la familia actual (Jelin, 1994).

En efecto los abuelos que viven con sus nietos continúa disminuyendo, y aumentando la problemática de la provisión de apoyos sociales eficaces para los adultos mayores que viven solamente con su pareja (27,5% del total de ancianos) (INDEC, 2001). En particular este segmento de la población requiere apoyo que le permita mantenerse al paso del avance de las nuevas tecnologías y obtener el beneficio que éstas le puedan aportar (Consolvo, 2004). Una posibilidad de solución estaría dada por el diseño de artefactos y sistemas de apoyo social adaptados a las necesidades de los mayores. Los estudios futuros deberían enfocarse en la interacción entre el usuario, el equipo y el contexto social ampliado incluyendo la familia. Debería posibilitarse el estudio psicológico de las habilidades de aprendizaje sobre el uso de TCI en los adultos mayores, relacionándolas con las características personales del usuario como receptor de apoyos sociales destinados a mejorar sus patrones de desempeño.

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