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Número 28 - Diciembre 2011

Crecen las consultas por hipoacusias en adultos mayores:

Lic. María Noelia  Gwozdz y Dra en Fgia Silvia  Bermudez

A lo largo de la evolución de los siglos, a los avances científicos le han seguido también avances en el campo de la medicina, esto nos ha llevado a un aumento de la calidad de vida y en consecuencia a un incremento de la esperanza de la misma. Este hecho ha desencadenado un crecimiento en la población de la tercera edad y con ello, una mayor prevalencia de las enfermedades por envejecimiento orgánico, de lo cual no queda excluido el aparato auditivo. El envejecer asume una serie de eventos biológicos que modifican la estructura y función de varias partes del cuerpo.

De igual forma que con el decursar de la vida aparece la presbicia (disminución normal de la visión), asimismo sucede con la denominada presbiacusia o pérdida de la capacidad auditiva. La presbiacusia es la forma más frecuente fisiológica de la pérdida gradual de la audición o hipoacusia, suele afectar a ambos oídos y se debe principalmente al envejecimiento, aunque pueden presentarse casos a partir de los 40 años de edad.

La presbiacusia se presenta a medida que las personas envejecen. Este trastorno se presenta aproximadamente en un 25% de las personas en edades entre los 65 y 75 años de edad y en el 70 a 80% de los que tienen más de 75 años.

El tratamiento utilizado con mayor frecuencia es la adaptación de prótesis auditivas (audífonos), el cual debe ser configurado y calibrado según las necesidades audiológicas y el perfil audiométrico del paciente.

Los especialistas aseguran que el incremento de las consultas se debe a que al aumentar la expectativa de vida, la gente consulta para mejorar su calidad de vida y su entorno sonoro.

La National Health Promotion and Disease Prevention de Washington en el año 2009, clasificó la pérdidas según el grupo de edad y encontró que la pérdida auditiva es un problema que se presenta en 1 de cada 50 personas de la población general y su distribución etárea es como sigue:

5% en población menor de 18 años
4.6% en población entre 18 y 44 años.
14% en población entre 45 y 64 años.
54% en población mayor de 65 años.
23% en población entre 65-74 años.
31% en población mayor de 75 años.

En general la hipoacusia no es un proceso repentino sino que se instaura de manera lenta y progresiva determinando una especie de costumbre de oír mal, que dificulta el reconocimiento del problema auditivo".

Los primeros síntomas de una pérdida auditiva son:

•  La necesidad de hacer repetir las frases: el hipoacúsico pierde palabras o frases porque no las entiende o las confunde, pero además advierte al mismo tiempo el aumento de los ruidos de baja frecuencia (electrodomésticos, tráfico, etc.), que le resultan molestos.

•  La dificultad en las relaciones interpersonales: si varias personas hablan juntas o si se conversa en medio del tráfico o dentro de un auto, entender resulta difícil.

•  Los errores de comprensión en la conversación: los primeros tonos que dejan de oírse son los altos o agudos. Las palabras contienen frecuencias bajas (por ejemplo, las vocales, A-E-I-O-U) y altas (principalmente algunas consonantes, como C-S-F-Z). Si al pronunciarse la palabra ESFUERZO el hipoacúsico no oye las consonantes S, F y Z (porque la frecuencia es alta), entiende la palabra HUERTO.

•  El malestar y el estrés: la dificultad para entender las palabras durante una conversación es un obstáculo para la vida social.

•  Dificultad para entender a los niños: porque tienen la voz más aguda, es decir que hablan con tonos altos.

•  La necesidad de aumentar el volumen de la televisión.

Se recomienda que "siempre que se sospeche de pérdida de audición lo primero que hay que hacer es una consulta con el médico otorrinolaringólogo". el cual nos solicitará una prueba que es fundamental para su diagnóstico, la audiometría tonal. Previo realizará así mismo una otoscopia o exploración del conducto auditivo externo en su parte más profunda y del tímpano, descartando otras posibles causas de pérdida auditiva como los tapones de cera, los cuerpos extraños o las infecciones.Realizar una audiometría es un estudio simple. Se necesita la colaboración del paciente para evaluar las respuestas. No produce dolor y solo demora 30 minutos",

La pérdida auditiva puede provocar aislamiento, cansancio, e incluso, sentimiento de soledad. Como las pérdidas auditivas aún se conectan con una edad avanzada o discapacidad, éstas pueden afectar a la persona que la padece, tanto en lo familiar como en su vida profesional, en su interacción social en general o en la propia percepción de su calidad de vida. Por eso, es de suma importancia intentar corregir esta discapacidad.

Bibliografía:

-Gonzalo de Sebastián: Audiología Práctica. Ed. Panamericana 1992.

- Jerger,J: Últimos Avances en Audiología. Ed. Toray- Masson 1997. Barcelona.

- Pasik, Yanquel y Cols: Audioprótesis. Enfoque Médico, Fonoaudiológico y Electroacústico. Ed. Ateneo. Buenos Aires.2004.

- Sáez, N; Rubio, R; Dosil, A. Tratado de Psicogerontología. Valencia: Promolibro, 1996.

 

 

Palabras claves: envejecimiento, audición, adultos mayores, presbiacusia.

Maria Noelia Gwozdz:

Licenciada en Fonoaudiología
Residencia completa en el Hospital Argerich de Buenos Aires
Miembro de la Comisión de Ecología del Colegio de Fonoaudiólogas de La PLata
Audioprotesista de  Bermudez S.A

 

Silvia Liliana Bermúdez

Doctora en Fonoaudiología
Docente del Instituto I.S.F.D Nº 9 de La Plata. Miembro de la Comisión de Ecología del Colegio de Fonoaudiólogas de La PLata
Audioprotesista de  Bermudez S.A

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