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Número 27 - Mayo 2011

Arte-Sano de mi vida.
Estrategias terapéuticas para vivir en salud

Claudia Herscovich

Hace mucho tiempo que vengo trabajando sobre el concepto de salud y me ha interesado la mirada integradora –cuerpo, mente, emoción y agrego espiritualidad- para lo cual he buscado en mi largo recorrido como psicóloga, técnicas y herramientas que me ayuden en este sentido.

En general, al pensar en salud inevitablemente lo hacemos desde la enfermedad. Como si estar en salud pareciera ser contestado como ausencia de enfermedad. Y si estamos enfermos, allí recordamos las bondades de estar sanos y el querer salir de inmediato de la enfermedad.

Quiero compartir una mirada sobre salud no como ausencia de….sino como presencia de…

Pensar entonces en salud como una manera de vivir con calidad de vida y en el caso de padecer una enfermedad, que me esta queriendo expresar.

Todos tenemos un poder para hacer algo para bien o para mal pero en general no somos concientes de él. Dejamos que el curso de los acontecimientos nos lleve a veces hacia angustias, miedos y ansiedades que terminan por enfermarnos.

Los niveles de stress son cada vez mayores, los hábitos de vida en alimentación, descanso y ocio no son los óptimos y la recreación o los compromisos sociales a veces terminan siendo una obligación más, ya que el cansancio y el agobio no nos permiten disfrutar. No encontramos cómo parar esta maquinaria. Esto no es ninguna novedad.

Hacernos cargo y tomar conciencia es lo que quiero transmitirles para luego ver las herramientas que tenemos y que podrían ser de gran ayuda para salir de estas circunstancias y vivir con calidad de vida.

En el Congreso del año pasado hablé sobre Psicología Positiva, El Arte de Ver el Medio Vaso Lleno. Como verán, sigo apostando en mis títulos a la palabra "arte".

Recordemos la definición de arte entonces que dice: "se denomina arte a la actividad o producto en los que el ser humano expresa ideas, emociones o en general una visión del mundo a través de diversos recursos como los plásticos, lingüísticos, sonoros o mixtos."

Por lo tanto, ser arte-sano será disponer de recursos para realizar algo. En este caso será ser arte-sano de mi vida. Protagonista en algún sentido de mi bienestar.

Como dice el biólogo Humberto Maturana: "el ser humano puede realizar una mirada sobre su emocionar, puede reflexionar porque tiene el lenguaje. Todo vivir humano ocurre en conversaciones y es en ese espacio donde se crea la realidad en que vivimos".

Creamos nuestra realidad y cada vez más debemos ser concientes de esto.

Con el avance de las neurociencias ya sabemos que nuestra mente es el resultado del funcionamiento de pensamientos, creencias, ideas que equivalen a actividades eléctricas y químicas que tienen lugar en las células nerviosas del cerebro.

Es parecido a las frecuencias de ondas electromagnéticas. Si hay equilibrio entre ellas escucharemos la radio pero si se forma una disonancia por un desequilibrio de una de las bandas, lo que recibiremos serán interferencias que terminarán convirtiéndose finalmente en ruido. En otro sentido, habremos enfermado.

Por lo tanto, al cambiar los pensamientos nuestro cerebro se modifica y de allí también el cuerpo.

De esto nos habla la mirada integradora de la Psiconeuroinmunoendocrinología (PINE) muy claramente siendo un nuevo paradigma para comprender la salud y la enfermedad.

La PINE se refiere a la relación entre el sistema nervioso, el sistema inmune y el sistema endocrino y su inestimable vinculación con la psicología.

Se ha logrado estudiar cómo inciden los pensamientos y emociones negativos tanto como los niveles de stress en modificaciones de estos sistemas afectándolos y produciendo sus repercusiones a nivel fisiológico tanto como las emociones positivas los mejoran.

Se empiezan a medir emociones y sensaciones y se evalúan los aspectos positivos y negativos de ellas en la salud de los seres humanos.

Se sabe entonces que cada vez que pensamos fabricamos una sustancia química y que cada sustancia que se libera en el cerebro es un mensaje que alimenta al cuerpo físico.

Si nuestros pensamientos son buenos, felices fabricamos sustancias químicas, neurotransmisores, como las endorfinas, dopaminas, oxcitocinas, serotonina, que nos hacen sentir bien, nos producen sensación de bienestar, alegría, tranquilidad y calma y si son pensamientos negativos, de inseguridad, miedo, ira, fabricamos sustancias químicas que nos hacen sentir exactamente como pensamos.

Las emociones negativas son la principal causa de los desequilibrios de energía en el organismo.

Las investigaciones empezaron a demostrar cómo los cuatro sistemas –psico, neuro, inmune y endocrino o PINE- interactúan asegurando la salud o la enfermedad.

Como vemos la relación de nuestra mente con nuestra salud o con nuestra enfermedad nos coloca en una verdadera revolución ya que ahora el rol de nosotros ha cambiado.

Antes, teníamos enfermedades que nos afectaban invadiendo a nuestro organismo y ahora somos nosotros quienes tenemos que construir activamente sobre la salud comprendiendo y revisando nuestro comportamiento.

Por supuesto que la enfermedad depende de la conjunción de una serie de factores como lo genético, los agentes patógenos, estilo de vida y también y muy fundamentalmente de nuestras creencias personales.

Por lo que vamos viendo, la mirada de un ser humano integrado desde su biología con lo anímico, expresado en valores de neurotransmisores, comienza a dar preponderancia a pensar las emociones placenteras como remedios sumamente importantes para una vida en salud.

En las últimas décadas del Siglo XX, Occidente empezó a ser influenciado por el conocimiento oriental y comenzaron a aparecer nuevas formas y técnicas como la meditación, la visualización, y búsquedas que ampliaran la conciencia para conectarse con la paz interior.

El conocimiento espiritual fue modificando el enfoque de la ciencia con nuevos parámetros cambiando inclusive el concepto de salud y de enfermedad y se comenzó a ver al hombre en una dimensión distinta de la que se tenía cuando se lo considera ba sólo en su realidad material.

Se comienzan a integrar entonces los conceptos de energía y materia y se habla de que todo es energía. Aunque vivamos en un mundo físico, somos energía. Cuando se descomponen las estructuras más allá del nivel celular y molecular, encontramos átomos comprendidos por electrones y protones.

Esto quiere decir que somos energía, conocida como "prana" en el hinduismo y como "chi" en la Medicina Tradicional China.

Existe en nuestro cuerpo una red invisible que no pueden captar los aparatos de medición comunes y que está compuesta por los centros de energía que influyen poderosamente en la salud.

Son los llamados chakras que en sánscrito quiere decir rueda y son vórtices que giran y están interconectados como si fueran una distribuidora de energía que la conduce a lo largo de todo el cuerpo. Son siete chakras principales que envían esa información a los grandes plexos nerviosos y a las glándulas.

Es como una gran manguera que con distintas canillas riega cada célula, cada glándula, cada órgano. Si aprieto con mi pie una parte de esa manguera, bloqueo el correcto fluir de la energía.

La energía es vibración, movimiento. Las emociones, los pensamientos producen vibraciones que los chakras reciben y procesan.

Estos vórtices o chakras funcionando como centrales eléctricas permiten que fluya la energía a distintas partes del cuerpo para su limpieza y conservación.

La energía entra y sale a través de ellos, por lo tanto son emisores y receptores y cada uno tiene una función específica ya que están situados a lo largo de la columna vertebral y en correspondencia a una glándula de secreción interna a la que afectan.

Del fluir o del bloqueo de esta energía dependerá el equilibrio de este sistema de chakras y de él nuestro equilibrio energético que será sinónimo de salud.

Puede ocurrir que exista un determinado problema durante muchos años antes de manifestarse físicamente como enfermedad. Primero lo que ocurre es un bloqueo de la energía que conduce luego al desequilibrio de ciertas partes u órganos del cuerpo.

Poder liberar el camino de bloqueos e interferencias para que la energía fluya adecuadamente es una tarea importante y existen técnicas y estrategias que nos ayudan para esto.

A finales de 1990 empieza a tomar impulso un tipo de psicología llamada Psicología Positiva que pone el acento en el bienestar, o sea cómo aumentar el bienestar de las personas y no focalizar sólo en el conflicto.

Se comienza a considerar muy importante el poder desarrollar estrategias personales que permitan adecuar la visión del mundo y de las propias circunstancias de la mejor manera.

Entre las estrategias comprobadas que permiten llevar una vida más feliz, nos encontramos con que hacer el intento de ser feliz es el primer paso.

Voy entonces a enumerar ALGUNAS TECNICAS que nos podrán ayudar en este intento de ser feliz y de habilitar nuevas acciones hacia la salud integral.

La práctica del YOGA , excelente para la vitalidad de todas las glándulas que tienen conexiones con los chakras y de ellos con el cuerpo físico, reestableciendo la armonía tanto a nivel físico como mental y emocional.

El TAI CHI o el CHI KUN que son técnicas orientales muy completas que incrementan el foco y la concentración y permiten un estado de armonía y relajación a través del uso conciente de la energía.

La MEDITACION que es una técnica a través de la cual las personas entran en contacto consigo mismas, aquietando la mente y permitiendo emerger nuevas maneras de actuar y de expresarse. Es una forma de recuperar nuestro pensamiento como la excelente herramienta que es para beneficiarnos con él, en lugar de ser manejados por él.

Se dice que "meditación es traer la mente a casa".

"En cierta ocasión una anciana fue a ver al Buda para preguntarle cómo meditar. El le aconsejó que cada vez que sacara agua del pozo permaneciera atenta a todos y cada uno de los movimientos de sus manos". Sabía que así alcanzaría el estado de calma vigilante que es la meditación.

Tiene un primer paso que es el de la RELAJACION y esto se logra con poner atención en nuestra respiración. Así vamos trayendo nuestra mente a un estado de mayor tranquilidad y paz. Nos vamos serenando.

Por supuesto que hay MUCHAS FORMAS DE MEDITACION. Puede ser a través de un MANTRA que es el canto o recitado de una frase que nos va centrando. El más conocido es el OM.

Otro modo es el de la VISUALIZACION CREATIVA que implica utilizar la imaginación trayendo a la mente un paisaje y conectar así con aspectos positivos que traen paz y bienestar.

Desde ya sería enorme la lista pero una muy fácil y también que da excelentes resultados es la MEDITACION ACTIVA que resulta de hacer CAMINATAS EN LA NATURALEZA. Tan sólo eso.

Entre otros métodos faltaría citar a aquellas actividades relacionadas con la MUSICA tanto como a TODA EXPRESION QUE NOS CONECTE CON LO CREATIVO.

Hace algunos años conocí en un Seminario que vino a dar a la Argentina, en el CEMIC, al Dr Kabat Zinn. Nos encontrábamos allí tanto médicos, como psicólogos, enfermeros, profesores de yoga, de baile y mucha gente más. El tema, creo recordar, era "cómo utilizar la sabiduría del cuerpo y la mente para afrontar el stress, el dolor y la enfermedad".

Luego de una intensa jornada, estaba conociendo a quien era el creador de una técnica llamada MINDFULLNESS, que significa ATENCION PLENA o MENTE PLENA. Utiliza la relajación, la meditación, la conciencia de la piel, el movimiento, el estiramiento, la respiración. En síntesis, apunta a la armonía psicofísica, a mejorar el equilibrio deteriorado por el stress y a disminuir la intensidad del dolor.

Pero esto no fue lo más interesante. Lo más interesante fue que el Dr Kabat-Zinn se preguntó si dentro de un Hospital se podría implementar esta técnica. Aceptaría un Hospital que se trataran a sus pacientes más difíciles con meditación y yoga?

En 1979, el Dr Jon Kabat- Zinn, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad de Massachussets, lo intentó y funcionó.

El no era un profesor cualquiera ya que era practicante de meditación y profesor de yoga. Y fue durante un retiro de meditación cuando pensó que podía aplicar sus conocimientos de estas disciplinas al tratamiento del sufrimiento en un entorno hospitalario. Es así como estaba creando la Clínica de Reducción del Stress.

Esta Clínica combina la visión oriental de la salud, con una exhaustiva investigación científica que le permite defender esta técnica desde una facultad de medicina. Allí, el programa se presenta bajo tres principios. Primero se le llama medicina mente/cuerpo, indicando que estos dos conceptos no están separados como a menudo se considera, sino que forman parte de un todo. Por ello problemas mentales se traducen en enfermedades y los problemas físicos crean sufrimiento mental. Segundo, se propone un retorno a la medicina participativa, en la que la persona no delegue toda la responsabilidad de la salud sobre el profesional, sino que mantenga una postura crítica y activa en averiguar qué puede hacer para mejorar por sí mismo sus circunstancias. Tercero, se le llama también medicina complementaria, en el sentido que lo que aquí se enseña no entra necesariamente en conflicto con la terapia o tratamiento en curso sino que puede ser complementario.

Ya hace años se aprende en la Argentina.

Esta técnica me ha servido de ejemplo de lo que he querido transmitir como una manera de pensar un cuerpo integrado con sus emociones y pensamientos donde ciencia y arte se unen, se complementan. Donde somos protagonistas, arte-sanos de nuestra salud.

Todas las técnicas descriptas son valiosas herramientas que controlan la ansiedad, aumentando la secreción de neutransmisores y fortaleciendo el sistema inmunológico, por lo tanto nos sentimos presentes, calmamos nuestra mente del ruido de la vida cotidiana y promovemos un estado de bienestar.

Por supuesto que el cuidado de nuestro cuerpo con el ejercicio físico, la alimentación y los chequeos necesarios no escapan a esta propuesta. Desde ya que hay que encontrar alguna actividad que sea placentera para que pueda ser constante ya que nada se logra con magia.

Voy a terminar con una expresión de Rabindranath Tagore que dice:

"No importa lo que sintamos o sepamos, no importan nuestras dotes potenciales o talentos, sólo la acción les da vida. Muchos de nosotros entendemos conceptos como el compromiso, el coraje y el amor, pero en realidad saber es hacer. Hacer trae la comprensión, y las acciones convierten conocimientos en sabiduría. No puedes atravesar el mar simplemente mirando al agua".

OCTUBRE 2010

Lic. CLAUDIA HERSCOVICH

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