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Número 17 - Noviembre 2005

Algunas dificultades técnicas y sociales en el acceso de adultos mayores a Internet

Daniel Serrani

Introducción:

En este trabajo se intenta señalar algunos de los obstáculos encontrados en el acceso de los adultos mayores a los servicios de Internet, especialmente aquellos que son ofrecidos por servicios públicos, y no tanto los que son de acceso privado en el ámbito hogareño.

También se realizo un estudio de las dificultades que se les presentaron a los adultos mayores en el manejo de los recursos tecnológicos asociados con Internet. El objetivo fue investigar algunas modalidades en que se podrían llegar a mejorar estos servicios o el uso de la tecnología asociada con ellos, mediante estrategias participativas y pedagógicas especificas.

Las barreras psicológicas, sociales, arquitectónicas y pedagógicas pueden alejar a los adultos mayores del uso de las computadoras en general, y de Internet en particular (Ozgalek, 1991). Por otro lado es frecuente que no se incluyan a los adultos mayores en el área de los diseños de la interfaz entre la computadora y el usuario.

A pesar de lo anterior, la evidencia disponible en la literatura científica, señala que el logro de oportunidades de comunicación y socialización es uno de los elementos más importantes en el cambio de actitudes de los mayores hacia las nuevas tecnologías informáticas.

En este sentido, algunos autores (Edwars y Englehardt, 1989) informan de los hallazgos realizados con adultos mayores, a quienes se les ofreció ayuda manual concreta para el manejo de computadoras; éstos evaluaron la experiencia de manera muy positiva.

Otro autor (Furlong, M 1989) refiere que los adultos mayores apenden el uso de la computadora al mismo ritmo que los más jóvenes. Estos hallazgos pueden resultar un tanto sorprendentes, dado que el prejuicio habitual en nuestra sociedad tiende a enfatizar la declinación de la capacidad cognitiva y la flexibilidad mental con el envejecimiento; en tanto asocia positivamente la juventud con la tecnología y la computación.

Los autores señalados más arriba (Edwards y Englehardt, 1989) ponen énfasis en que aumentar el número y la calidad de las oportunidades para que los mayores puedan ir familiarizándose con las nuevas tecnologías, es uno de los requerimientos para lograr la tan ansiada integración exitosa de la población envejeciente en la era de la computación.

Williamson (1995) afirma que si los adultos mayores no logran integrarse en la sociedad de las telecomunicaciones y la informática, es posible que se encuentren en desventaja respecto de otros grupos etarios, a medida que se hagan más preponderantes los sistemas de divulgación de la información basados en computadoras. Por otra parte, resultan evidentes los beneficios de tales sistemas para los ancianos con menor movilidad, más aislamiento social y arquitectónico y mayor necesidad de estar al tanto de informaciones personalizadas.

Los sistemas públicos y privados juegan un papel importante en hacer llegar la comunicación vía Internet a los adultos mayores. En algunos estudios realizados en el exterior (Williamson, 1995; Navigating the Economy of Knowledge, 1995), se señala el compromiso de las Organismos Públicos hacia las necesidades de los adultos mayores, particularmente en lo que respecta a la provisión de servicios de Internet. Un grupo de expertos (The Broadband Services Expert Group, 1995) recomienda que las bibliotecas públicas sean uno de los puntos de acceso relevantes de los adultos mayores a las nuevas tecnologías informáticas.

Dado que en nuestro medio es escaso el número de estudios sobre este tópico, decidí desarrollar una pequeña investigación sobre las actitudes de los adultos mayores hacia las tecnologías informaticas y las dificultades que ellos enfrentan cuando deciden utilizar los servicios de Internet.

También se intenta reseñar algunas modalidades en que se podrían llegar a subsanar algunas de esas dificultades, tanto de orden técnico como social, psicológico y desde el punto de vista de las barreras arquitectónicas.

Se intentará responder, aunque sea parcialmente, a las siguientes preguntas: ¿qué contenidos de Internet resultan más relevantes para los adultos mayores de la muestra escogida?, ¿Cuáles son las mayores dificultades que encuentran los adultos mayores de la muestra para usar los servicios de Internet?, ¿Qué tipo de entrenamiento podría llegar a resolver estas dificultades?, ¿Qué modificaciones se podrían implementar en el software y en el hardware para superar algunas de las dificultades encontradas?, ¿Cómo se podrían mejorar las posibilidades de acceso de los adultos mayores de la muestra estudiada a los servicios de Internet?.

Metodología:

El estudio se llevó a cabo utilizando una metodología de tipo etnográfico y de investigación participativa, cuali y cuantitativa; analizando e interpretando los datos obtenidos en terreno y luego ensayando algunos intentos de resolver las dificultades encontradas.

Se llevó a cabo en dos locales públicos de Internet, elegidos por su proximidad entre sí y con la Residencia de adultos Mayores, de la cual se invitó a algunos residentes a participar de la investigación. El grupo control en cuanto a edad y sexo, se eligió entre las visitas que concurrían a la Residencia. Si bien esta muestra no pretende ser representativa de la población general, se puede especular que los hallazgos realizados consistentemente en un cierto número de adultos mayores, se pueden extender a los congéneres de la población general, con algunas reservas.

La muestra estuvo constituida en un principio por unos 15 residentes de una RAM privada de la zona céntrica, junto con un grupo control de otras 15 personas concurrentes como visitas y como participantes del centro de día de la misma institución. Se buscaron aquellos factores socioculturales, físicos y psicológicos que influenciaban el uso o rechazo de la computadora y del servicio de Internet. La muestra se seleccionó sobre la base de la observación de la movilidad, la motivación y el desempeño cotidiano. De los residentes del geriátrico se disponía de las fichas clínicas, de su valoración cognitiva, emocional, de la capacidad motora e instrumental para las actividades de la vida diaria. También se disponía de observaciones sobre la motivación de los mismos, en términos de interés en comunicarse con amigos, salir a pasear o en el aprendizaje de nuevas habilidades.

Con respecto a las visitas, solo se tenía una impresión subjetiva, derivada de su observación durante la concurrencia al geriátrico en cuanto a su nivel de participación con los residentes, el nivel de diálogo mantenido, y su disposición anímica general. También se disponía de los registros detallados de las actividades, logros y dificultades de los concurrentes al centro de día.

Se procedió a invitar a los residentes así como a los adultos mayores que servirían de control de la muestra, en el transcurso de los horarios de visita, de las actividades del centro de día, y a los residentes permanentes se los fue entrevistando en forma individual a lo largo de cuatro días, interiorizándolos de la naturaleza de la investigación, los propósitos de la misma, y la duración de las sesiones.

Asimismo se hicieron las prevenciones relativas a las condiciones climáticas, dado que se interrumpiría el estudio en caso de temperaturas desfavorables para abandonar el residencial. En cuanto a los costos de las sesiones, se prorrateó en los locales de Internet el valor de todas las comunicaciones, a favor de un abono de uso mensual.

Observación:

Durante la realización del estudio se observó minuciosamente el desempeño de los 30 participantes usando la computadora en Internet. El objetivo era descubrir los problemas que enfrentaban los adultos mayores, como usuarios, y el tipo de ayuda que reclamaban mas frecuentemente.

Los adultos mayores participaban con una gran variedad de conocimientos acerca de la computadora e Internet, desde los que no conocían absolutamente nada, hasta aquellos, principalmente entre las visitas que tenían algún manejo frecuente de Internet o de la computadora, fundamentalmente por razones laborales.

Se trató en cada caso en particular que el uso de la computadora en el local de Internet fuera lo más normal posible, de modo de poder recoger las dificultades que fueran surgiendo en el curso del estudio, tanto con respecto al acceso arquitectónico en sí mismo, como con respecto al hardware y el software.

A fin de no obstaculizar el trabajo del personal del geriátrico, cada residente fue acompañado por mí y por la asistente social. Los informes de estudios piloto realizados en los EE.UU (SeniorNet) y en Australia, refieren que los observadores de la misma edad de los participantes son mejor aceptados por estos últimos cuando deben enfrentarse al aprendizaje de nuevas tecnologías, y que también responden más eficazmente al entrenamiento por sus pares de edad. En nuestro caso, compensamos la diferencia de edad, basándonos en la relación de confianza entablada con los residentes, las visitas y los concurrentes al centro de día.

La muestra:

La edad mínima de los participantes fue de 56 años, pero varió ampliamente: 10 (33%) estuvo comprendido entre los 56 y los 60 años; 14 (45%) entre los 61 y los 69; 5 (16%) entre los 70 y los 79 años; y 2 (6%) tenían más de 80. La mayoría de las observaciones se realizaron a la mañana en el caso de los residentes y de los concurrentes al centro de día, en tanto las visitas fueron observadas preponderantemente en horas de la tarde y los fines de semana, dado que esos eran los horarios habituales de concurrencia.

En cuanto a la distribución por sexo, había 19 (63%) mujeres y 11 (37%) hombres. Con respecto al nivel de educación 2 de los residentes (13.5%) tenían nivel de educación superior (universitario) en tanto el resto de los 13 residentes (86.5%) tenían nivel secundario o bachiller (5) (33%) o primario (8) (53.5%). Del grupo control, 4 tenían nivel universitario (26.5%), en tanto el resto estaba en nivel secundario (7) (46.5%) o primario (4) (27%). Con relación a los ingresos, 20 estaban jubilados, con ingresos entre los 200 y los 780 pesos, en tanto los que trabajaban tenían ingresos entre los 560 y los 1100 pesos.

Con respecto a la vivienda, los residentes en el Hogar Geriátrico residían allí en forma permanente, en tanto los concurrentes al centro de día y los visitantes, residían en su mayoría en casa propia y al menos un familiar tenía menos de 30 años. Solamente 3 vivían solos. En cuanto a las ocupaciones extralaborales, la mayoría (21) (70%) leían al menos un periódico o una revista por semana, en tanto los restantes tenían actividades de tipo carpintería o jardinería, o bien se dedicaban a las labores domésticas.

La observación:

La primera observación surge de la distribución por edades, donde se ve que representan la mayoría los que tienen edades entre los 56 y los 69 años, en tanto a mayor edad la muestra se reduce progresivamente. Esto está en coincidencia con otras observaciones que reflejan el mayor interés y el menor nivel de aprehensión frente a la computadora por parte de los grupos de edades menores. También es llamativa la mayor proporción de mujeres que de hombres lo cual corresponde a la mayor participación femenina en las cohortes de mayor edad, y a la mayor predisposición a establecer lazos sociales y experiencias nuevas de aprendizaje por parte de las mujeres, en relación con los hombres de similar edad.

Resultados: los obstáculos psicológicos y socioculturales a las nuevas tecnologías.

Estos obstáculos a menudo están representados bajo la forma de sentimientos y actitudes negativas o prejuicios hacia estas tecnologías. De acuerdo a estas predisposiciones, las personas mayores estarán menos dispuestas a utilizar la tecnología. Para quellos mayores de 56 años, la computadora no despierta una motivación positiva de uso, ni ocupa un lugar destacado en el conjunto de instrumentos o herramientas dentro del ámbito de su organizacioncultural.

En la muestra, la mayoría de los invitados a participar mostraban un grado de disconfort con respecto al uso de la computadora de moderado a importante. De hecho, la mayoría, es decir 12 (40%), nunca había usado una computadora y no pensaba que la fuera a utilizar en el futuro, cuando fueron interrogados. De los restantes, 11 (36.5%) dijeron que ellos no habían usado nunca una computadora porque no sabían cómo hacerlo y nadie les había enseñado. Los restantes 7 sujetos (23.5%) declararon que ellos usaban la computadora cuando tenían que hacerlo, pero 2 de ellos respondieron que no les resultaba una actividad enormemente placentera. Esto representa una proporción considerable de los adultos mayores (73%) cuyos sentimientos y actitudes hacia la computadora no son particularmente positivos.

Solo 5 del total (27%) expresaron sentimientos y actitudes positivas respecto de la computadora: ellos dijeron que la computación les producía una sensación placentera y de utilidad, pero que igualmente creían que requerían más práctica. Sólo dos (6.5%) manifestaron que se sentían completamente seguros de su capacidad de manejo de computadoras. Por lo tanto vemos que sólo una pequeña parte de la muestra de adultos mayores se siente completamente positiva acerca del uso de la computadora.

También se les pidió a los invitados a participar de la experiencia, que eligieran una palabra o un adjetivo que mejor describía el rol que la computadora desempeñaba en sus vidas. Los resultados mostraron que la mayoría, 22 (73%) tenían actitudes negativas, 17 (56.5%) pensaban que ellos nunca necesitarían usar la computadora porque no era relevante para sus vidas, y 10 (33.5%) dijeron que ellos usarían una computadora solamente si realmente fuera muy necesario.

De los demás, expresaron actitudes razonablemente positivas 7 (23.5%), quienes dijeron que las computadoras eran útiles pero no esenciales. Solo una minoría, 3 sujetos, dijo que las computadoras tenían un rol muy positivo en sus vidas y eran parte importante de la misma (10%) y que estarían completamente perdidos sin las mismas. Aquellos que tenían sentimientos positivos respecto de las computadoras y del papel que las mismas jugaban en sus vidas, era más probable que las usaran; y que lo hicieran más frecuentemente. También formaban parte del grupo de edad, entre los 56 y los 69 años, tenían mayor nivel educativo y algunos tenían computadora en su casa. También eran los que tenían trabajo activo y solo 2 tenían jubilación de las de mayor ingreso.

Usuarios de Internet: la observación

De los 30 personas que acordaron participar de la investigación, 23 (76.5%) no habían nunca usado una computadora anteriormente; y sólo 7 (23.5%) sí lo habían hecho, de los cuales solo 3 (10%) tenían un uso extenso de la misma, y el resto la habían usado ocasionalmente. Por otra parte, sólo 5 (16.5%) habían usado Internet, en tanto el resto nunca lo había hecho. Luego de las sesiones de Internet, casi la tercera parte, es decir 19 (63.5%) dijeron que lo volverían a utilizar.

Contenidos de interés en Internet:

Una de las residentes deseaba ver páginas de cocina y de costura así como de manualidades, de tejidos, y le parecieron muy lindas las imágenes y técnicas que vió, lo mismo que la posibilidad de bajar las imágenes en una hoja impresa y de tamaño mayor para poder observar con mayor detalle.

La cantidad de tópicos en que los adultos mayores se interesaron variaron enormemente. Los más solicitados fueron: los relacionados con las noticias periodísticas, los diarios digitales (19 sujetos) (63.5%), las noticias relativas a la salud en general y en particular (15) (30%), la conversación con los familiares o amigos por vía del chateo (28) (93.5%). Uno de los elementos que más emocionó a los residentes fue la posibilidad de establecer una comunicación con vídeo incluido y la instancia de visualizar el rostro de familiares que hacía tiempo no veían, esto fue un punto de gran emoción para ellos (16 de los residentes) (53.5%). En jardinería (7) (23.5%) y en poder comprar cosas por Internet (9) (30%), en deportes (5) (16.5%), en literatura (4) (13.5%), y en música (3) (10%). En relación con las dietas, tres de las residentes y cinco de las visitas se interesaron en un sitio de Internet que ofrecía dietas personalizadas, aunque como no era gratuito desistieron de continuar investigando.

Hubo en todos los casos un énfasis en la utilidad del Internet en el aspecto informativo y de entretenimientos aunque a veces los contenidos les parecieron demasiado artificiales y con poca relación con la realidad local. Esto resaltó especialmente cuando decidieron consultar sitios que describieran la vida en residenciales de otros países, especialmente de EE.UU, donde les pareció que todos los servicios que se ofrecían no estarían al alcance de sus posibilidades económicas, en caso de tener que contratar los servicios de los mismos.

Resaltó la diferencia entre los contenidos de los visitantes, que optaron preponderantemente por temas económicos y de noticias en diarios digitales, así como chatear con conocidos, en tanto que los residentes solo después de varias sesiones lograron establecer contacto con conocidos o familiares en Internet (7) (23.5%), los demás debido a que no tenían familiares directos o conocidos con los cuales comunicarse por Internet, o debido a que sus conocidos o familiares tampoco usaban el servicio de Internet, optaron por contenidos como deportes o bien imágenes de animales, de flores, de comidas, o bien páginas con imágenes religiosas, o con oraciones, las cuales deseaban imprimir para guardarlas.

Dos de los residentes formularon la pregunta, un poco irónicamente, acerca de si en Internet se podía averiguar el paradero de sus hijos, a quienes no veían hacía mucho tiempo. Una de las residentes, con poca visión, deseaba ponerse en contacto con su hijo residente en los EE.UU, en la ciudad de Chicago. Por lo cual esbozó la intención de enviarle una carta para establecer un contacto regular de mails o de chateo una vez conocida su dirección postal electrónica.

Problemas al usar Internet:

Durante la observación se tomó nota de los procedimientos de los residentes frente a la computadora, especialmente de los menúes que utilizaban aquéllos que no tenían experiencia con la misma. Los que nunca habían utilizado la computadora o el servicio de Internet, fueron adiestrados en la apertura de la comunicación y en seleccionar los sitios de acuerdo a sus intereses. En los momentos en que los residentes o los concurrentes demostraron no poder continuar con la búsqueda, debido a falta de conocimientos, en ese caso yo o la asistente les proporcionábamos alguna información del tipo de claves y finalmente, en los casos extremos, continuábamos manipulando los controles nosotros mismos, hasta que el residente pudiera retomar el control.

Las funciones que no se entendían bien eran las menos utilizadas. Por ejemplo la función "Bienvenida " fue la menos usada (3 sujetos), "Buscar" (5 sujetos), "Imágenes" (9 sujetos), "Abrir" (11 sujetos), "Que hay de nuevo" (4 sujetos), "Adelante" (15 sujetos), "Atrás" (17 sujetos), "Home" (12 sujetos), "Directorio" (17 sujetos) (tabla 1).

Tabla 1 funciones y frecuencia de uso

  sin claves algunas claves ayuda total sin uso
Atrás 5 17 5 3
Adelante 7 12 9 2
Abrir 6 18 5 1
Directorio 7 17 4 2
Buscar 5 12 6 7
Imágenes 9 14 5 2
Parar 9 16 5 0
Imprimir 9 12 9 0
Que hay de nuevo 4 15 0 11
Bienvenida 3 15 10 2
Preguntas frecuentes FAQ 5 17 5 3
Descargar 9 14 7 0
Home 12 15 3 0
Busca pareja 7 10 3 10

Habilidades demostradas en Internet y en el manejo de la computadora:

Mientras se llevaba a cabo la observación, se fué tomando notas de los problemas y dificultades con las que se enfrentaban tanto con la computadora y su manejo como con Internet.

Tabla 2 Problemas con Internet y la computadora

  Sin problemas Inicialmente Ocasionalmente Permanentes
Botón 8 6 10 6
Cursor 8 4 11 7
Borrar 9 5 11 6
Hipertexto 5 6 12 7
Keywords 9 7 12 2
Pantalla 8 9 9 4
Scroll 7 9 11 3
Mouse 7 1 2 20
Botón Búsqueda 9 4 12 5

El mayor problema fue con el Mouse, tanto para las funciones de señalar y para clickear y para scroll. Mientras 9 (30%), de la muestra experimentaban problemas inicialmente, 11 (36.5%) tenían problemas ocasionalmente y 20 (66.5%) tenían problemas permanentemente. Con respecto al scroll tenían problemas permanentes 3 (10%), mientras los botones de Hipertexto tenían problemas permanentes 7 (23.5%). Con respecto a recordar de poner el cursor en el inicio de la línea antes de comenzar a tipear fue un problema de relativa frecuencia, aunque no tan frecuente como los demás especialmente el manejo del Mouse.

También se les instó a los sujetos a responder y discutir todos los aspectos que consideraran como un problema o una dificultad, o bien las frustraciones que experimentaban mientras usaban el servicio de Internet, de modo que pudiéramos ir tomando nota de los problemas surgidos durante la observación. Los problemas más frecuentes tenían que ver, en esta muestra, también con el uso del Mouse. Una de las observaciones que hicimos fue que uno de los sujetos residentes, debido a la falta de control, continuó apretando los botones de manera azarosa y trayendo materiales irrelevantes, sin conexión con la dirección de la búsqueda.

Era evidente, después de varias sesiones de práctica, especialmente dentro de los visitantes y, en menor proporción dentro de los concurrentes al centro de día, que muchos de los sujetos participantes solamente necesitaban una práctica regular para mantener el control del Mouse. Otros de los sujetos, especialmente dentro de los residentes, aparentaban no tener ninguna mejoría con la práctica. Entre estos últimos se verificaba una dificultad en los movimientos finos necesarios para maniobrar el Mouse por razones de temblor o artritis o artrosis.

En efecto, ellos tenían dificultades para posicionar el cursor dentro de un buscador, colocarlo en los recuadros con flechas que permiten el scrolling, y también les resultaba difícil coordinar el movimiento del Mouse con el clickeo del mismo. En particular este último problema era responsable de que uno de los residentes con parálisis del brazo derecho, tuviera que demorar en manejar el Mouse con la mano izquierda, menos hábil para estas maniobras. Otra dificultad hallada a menudo era la dificultad para la lectura de todos los ítems de la pantalla de Internet. Esta dificultad no parecía mejorar sustancialmente a pesar de las indicaciones y la práctica frecuente.

De los 30 participantes, 12 de los residentes tenían dificultades en este último punto (40%), en tanto que lo mismo ocurría con 7 del grupo control (23.5%). Otro problema era que la impresión a menudo no era de la misma calidad de colores o del mismo tamaño que la imagen de la pantalla, por lo cual los sujetos no la podían ver con suficiente claridad y la desechaban, resultando muy frustrados de la experiencia.

También les resultaba difícil leer e interpretar los comandos del toolbar ya que eran de tonos poco contrastantes y de tamaño no lo suficientemente grande. Ciertas combinaciones de colores del fondo y del texto, particularmente amarillo, azul, rojo o púrpura, eran difíciles de distinguir. En cambio, pocos eran los que tenían problemas para manejar el concepto de hipertexto, en la práctica. Sí les ocasionaban problemas los textos muy largos o fragmentados con figuras no relevantes en el medio de los textos.

En cambio, los textos cortos, con ideas centrales y con figuras grandes y al final del mismo, eran mucho más fáciles de captar. Un 60 % de los sujetos tenían dificultades visuales y/o usaban bifocales que dificultaban la lectura de la pantalla. Un porcentaje bastante alto, cercano al 50 %, se quejaba de que no había instrucciones explícitas claras para usar Internet en caso de que hubieran decidido usarlos por su cuenta. Un comentario bastante reiterado era de que se sentían frustrados por desconocer cómo usar el servicio de Internet, o bien no conocer cómo buscar claves que les permitieran entender este sistema, o por no saber cómo empezar.

Otro punto de conflicto lo constituía el tener que compartir la sala de Internet con los jóvenes que practicaban los juegos en red, que hacían mucho bullicio, movían a veces las mesas y les dificultaban concentrarse. Del total de sujetos participantes, un porcentaje considerable, es decir 21 (73.5%) expresaban dificultades en comprender los términos técnicos que figuraban en la pantalla y creían que un glosario o índice no sería despreciable.

Uno de los sujetos expresaba que no sabía el significado de una gran cantidad de palabras que aparecían en los textos, por ejemplo ciberespacio. Él desearía que hubiera alguien que le explicara el sentido de estos términos o por lo menos, para qué servían. Creía que eran unos términos bastante extraños para alguien que principiaba una actividad como ésta. Un cierto porcentaje, el 56% de los sujetos, expresó que los términos tales como "Qué hay de nuevo", no significaban nada para ellos. El 40 % de los sujetos se sentían bastante frustrados por la demora de tiempo en acceder a la información que buscaban. Un sujeto que buscaba información especifica acerca de un nuevo medicamento para la próstata, refería que le hubiera resultado más rápido llamar por teléfono a la compañía farmacéutica. Otro sujeto refería que le hubiera resultado más fácil buscar la información en un libro.

Solamente el 30% entendió conceptualmente el significado de hipertexto, pero en la práctica la mayoría, es dedir 21 sujetos (70%) no tuvieron inconvenientes en saltar de una a otra página en la búsqueda de información por Internet. Ellos explicaban que la información referida a los conceptos de hipertexto no era suficientement clara o explícita como para consultar, y por lo tanto se manejaban en forma más intuitiva.

Otro sujeto que tenía rigidez en las manos por un problema de artrosis, apretaba las teclas demasiado tiempo, debido a la rigidez de las articulaciones y, por lo tanto, en el texto la letra se marcaba varias veces, resultando en un error de tipografia. Resultaban bastante desconcertantes los momentos en que se cortaba la conexión de Internet, en la página que estaban visitando, o cuando se cortaba la comunicación de chateo con familiares o amigos. Los sujetos tenían dificultades para reiniciar en el punto en que habían dejado, posiblemente por problemas con la memoria de recencia.

También les resultaba frustrante no acceder a la información que buscaban en un tiempo razonable. En esto desempeñaba un papel el hecho de haber numerosos links con pocas posibilidades de selección previa, con el consecuente aumento del tiempo de navegación y la mayor cantidad de información no relevante que distraía al sujeto. Otro problema lo constituían los avisos, que surgían de improviso y con caracteres titilantes o móviles, con lo cual dificultaban la tarea de selección de las variables más relevantes y el surgimiento de errores o confusión.

Discusión:

Con el aumento en la oferta de servicios de Internet y la automatización de los mismos, es posible que se reduzcan progresivamente los servicios de asistencia para la navegación, en particular para los novatos o principiantes. Estos servicios de autoayuda o automatización de manejo, no son útiles para los sujetos adultos mayores, en particular por todas las razones que se han ido enumerando. Es importante reconocer las necesidades, no sólo de entrenamiento, sino de explicación que requieren aquéllos miembros de la comunidad que tienen escaso acceso a servicios de telecomunicaciones o informática. La computadora y los catálogos de computación no parecen ser asumidos actualmente como nuevas tecnologías para un gran segmento de la población, que se ha acostumbrado a estos implementos técnicos; debido a amplias facilidades de acceso y uso de los mismos. Especialmente en medios de ocupación habitual como el trabajo o la escuela.

Sin embargo, para personas de la tercera o cuarta edad, que han estado fuera del sistema laboral o educativo durante más de 10 o 15 años, estos sistemas de telecomunicaciones o teleinformática, representan desafíos completamente nuevos. Algunas mujeres adultas mayores puede que nunca hayan formado parte del mundo laboral o educativo; incluso con pocos años de escolarización. O pueden haber participado en áreas de baja o nula tecnología. En estos casos no han alcanzado a incorporar estos medios ni siquiera como parte de la memoria implícita o procedural, por lo cual la adquisición de prácticas adecuadas puede resultar extremadamente difícil.

Al serle requerido el uso de computadoras sin ninguna guía o entrenamiento, para este grupo de edad, puede ser la situación equivalente para una persona de 30 años que se le solicita que maneje un avión comercial sin haber realizado ningún entrenamiento virtual previo. Algunos eventos de temor o incertidumbre pueden resultar fenómenos acompañantes esperables y seguidos.

De hecho, la mayoría de los sujetos, al serles preguntado cuánto tiempo dispondrían de la conexión de internet, la mayoría (28) (93.5%) dijeron que lo harían por una hora solamente. Sin embargo, en ningún caso se ofreció ayuda explícita a los sujetos de parte de algún miembro del local; ni tampoco estaba previsto este servicio, dando por descontado que los usuarios dominaban el uso de computadora y de conexión a internet, así como las técnicas de navegación.

Cuando se junta este marco con el miedo a las nuevas tecnologías y la sensación de estar usufructuando un espacio socialmente identificado con las generaciones más jóvenes, se logra un progresivo apartamiento de los segmentos de población anciana de este servicio. A esto se le suman los prejuicios internalizados socialmente, acerca de la incapacidad de los ancianos para manejar o usar con provecho las nuevas tecnologías y los nuevos conceptos, con lo cual no resulta sorprendente que la tasa de participación de los ancianos en el uso de Internet sea tan baja y que cuanto mayor sea la edad de la persona , menos positiva la imagen que tendrá el papel de internet en su vida.

Después del estudio pequeño que llevé a cabo, se notó un incremento notable en el entusiasmo y las expectativas de los adultos mayores de continuar usando Internet. 19 de los sujetos (63.5%) dijeron que les gustaaría volver a participar en Internet. Algunos de sus comentarios fueron:

Es increíble!. Es casi como ver televisión, nada más que acá podés comunicarte al instante con la persona que vos querés. Nunca me imaginé algo así (69 años).

Es muy interesante. Me parecía al principio que era algo nada más que para la gente joven. Nucnca pensé que podría sacarle algún provecho a esto. Al principio asusta un poco, pero a medida que le agarrás la mano se te va haciendo como más fácil. Igual pienso que necesitaría más practica y ayuda. Con usted cerca me siento más segura. (73 años).

La verdad que si esto se hubiera inventado en mi época, creo que no hubiera sido ama de casa, y hasta no sé si me habría casado. Esto te ofrece un montón de posibilidades. Seguramente me gustaría seguir usando esto. Aunque me considero muy poco ducha en estas cosas técnicas, creo que no es tan difícil como parece antes de usarlo (79 años).

La verdad que con esto me siento rejuvenecida, ya que me parece tener 20 años menos, al estar rodeada de tanta gente joven. (68 años).

Me gustaría volver a usar este sistema otra vez. Me ha permitido conectarme con gente que hacía años que no veía y a la cual no creía volver a encontrar de nuevo. Es bárbaro (67 años).

Me parece que nunca hubiera podido aprender este sistema tan nuevo sin ayuda. Pero ahora me resulta muy útil. Hay muchas cosas que todavía no entiendo y no sé si me va a dar el tiempo para poder entenderlas. La verdad que siento un poco de envidia de la juventud, con tantos adelantos que tienen. No entiendo cómo a vecese se portan mal con todas las comodidades que tienen. En mi época no teníamos nada de esto (82 años).

Una vez que tienen acceso a internet, las opinioes cambian mayoritariamente de negativas a positivas (73% versus 63.5% respectivamente) antes y después de la experiencia. En algunos casos, las opiniones son muy entusiastas, aunque pocos dejaron de considerar la necesidad de tener más entrenamiento técnico o instrucciones apropiadas antes de continuar usando el servicio de Internet. También enfatizaron la conveniencia casi indispensable de tener guía o apoyo disponible en forma permanente, para sacar el máximo provecho. En efecto, la falta de conocimientos acerca de cómo proceder era el mayor obstáculo queellos veían. También es importante que los adultos mayores que han decidido usar Internet no sean descorazonados por la falta de instrucción o información disponible. De hecho, es necesaria una política de estímulo, apoyo y ayuda a los adultos mayores para favorecer su inserción en este nuevo mundo para ellos, de modo de facilitarles la instrucción y la asistencia técnica y humana necesarias. Con instrucciones claras y sencillas, preferiblemente verbales y manuales antes que escritas, de manera de solucionar las dificultades específicas de este colectivo.

Una opción que parece útil es la presencia de tutores o mentores de la misma edad que los adultos mayores, de modo de poder instruírlos adecuadamente en el uso de internet.

El aprendizaje en grupos de la misma edad también podría resultar una opción útil (Furlong, 1989). Otra opción es incorporar Internet como una actividad grupal asociada o formando parte de actividades organizadas alrededor de otros contenidos, como talleres grupales de gimnasia o de lectura, o bien en sesiones de jardinería, técnicas de tejido o artesanías variadas, de manera que se pueda buscar información en Internet.

Nosotros habíamos usado en otra oportunidad este medio, para participar en un concurso literario en el cual enviaron sus trabajos por Internet un pequeño número de residentes, como poemas, cuentos o novelas cortas.

Adaptaciones en el software y hardware:

El uso del mouse representó la mayor fuente de dificultades. Este implemento puede ser difícil de manejar, debido a una serie de razones, aún por los más experimentados. Se podría suplantar por una track ball, como una solución práctica; o bien agrandar las áreas dentro del software de pantalla donde debe ser posicionado el cursor, de modo de que no interfieran los movimientos rígidos o temblorosos de la mano. Incluso se podría diseñar un ratón más fácil de manipular para las personas que tienen problemas con los movimientos finos de las manos o con las praxias motoras.

El color y el tamaño de la impresión fue un problema para aproximadamente el 60 % de los sujetos; especialmente aquéllos de los residentes que tenían problemas visuales. Esto podría ser solucionado por los programadores o los que diseñan las páginas web, de modo de optimizar las potencialidades de los mayores, en el sentido de la elección de los colores y el tamaño de la fuente. Es necesario recalcar que las fuentes tengan caracteres lo suficientemente resaltados y contrastantes, de colores oscuros, fácilmente reconocibles y que contrasten bien con el fondo, evitando aquéllos que no ofrecen suficiente nitidez, como amartillo, azul o púrpura.

El 50 % de los sujetos estaban frustrados por la falta de información explícita acerca de cómo usar Internet. Sus reclamos enfatizaban la necesidad de instrucciones simples, primero acerca de cómo iniciar la búsqueda, luego cómo continuar. El manual de instrucciones que está en los programas de la computadora, está diseñado de modo que da por sentado que las personas ya conocen el uso de la computadora y también de la jerga técnica usual en este servicio, como el hipertexto y los links. Para los principiantes resulta difícil dominar la jerga en forma completa y más aún las habilidades necesarias para manejar la computadora. Para algunos que nunca han estado en contacto previo con una computadora, les resultan necesarias algunas claves obvias, dentro del menú de opciones; antes incluso de poder manejar el mouse o poder clickear en las instrucciones.

Pero facilitar el acceso de los adultos mayores al uso de la tecnología informatica y telecomunicaciones por Internet no sólo se basa en equipamiento adecuado e instrucciones claras, entrenamiento o asistencia humana por pares de la misma edad o como en este caso, compensar la diferencia de edad, es decir personas jóvenes, pero que hayan alcanzado la suficiente confianza con los adultos mayores, de modo de salvar la brecha generacional.

Para aquéllos mayores de 65 o 70 años, esto sólo representa la mitad de la solución. Se necesita garantizar alguna forma de estímulo o incentivo inicial, de modo tal de reducir el miedo o la incertidumbre que acompaña a menudo a lo desconocido; o bien lograr que estos recursos se incorporen al mundo cultural de los mayores. No sólo desde el punto de vista técnico, sino social y de las prácticas de aprendizaje. La sociedad debe comprender que el aprendizaje en los mayores es posible y necesario, de modo que ellos pueden también aprender cómo usar los servicios de Internet, sin que esto represente una práctica solo validada socialmente para las generaciones más jóvenes.

Bibliografía:

Clare, Ross and Tulpulé, Ashok (1994), Australia's Ageing Society. EPAC Background Paper No. 37, Canberra: AGPS.

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