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Número 15 - Octubre 2004

El envejecimiento femenino

Mirta Lidia Sanchez
mlsanche@cybertech.com.ar

Este trabajo forma parte de una investigación realizada en el año 2000 sobre "Modalidades de envejecimiento femenino", con ese motivo se han analizado diez historias de vida de mujeres de entre 35 y 83 años. Los cambios histórico sociales determinan modificaciones en el imaginario social acerca del lugar de mujer. Las historias contadas permiten evidenciar la influencia de esos cambios en la subjetividad de las entrevistadas.

Desde distintos discursos tanto, religiosos, políticos, científicos, filosóficos se ha sostenido la inferioridad de la mujer, por lo tanto, el envejecimiento femenino tendrá características diferentes del masculino, ya que en aquel confluyen los prejuicios referidos a la mujer y a la vejez. Así como desde los movimientos feministas se puso en evidencia que la identidad de género es una construcción social, también se puede pensar a la vejez desde ese punto de vista.

Además del género, otros factores inciden en las maneras de envejecer como las diferencias de: clase social, etnia, religión y la historia personal.

ALGUNAS HISTORIAS

En la Historia de Vida, se produce un entrecruzamiento entre las circunstancias de la historia individual y el contexto histórico social. Cuando hablamos de historia individual, hacemos referencia a la función que del Yo como "constructor o inventor" de una historia libidinal e identificatoria que intenta que las exigencias de la realidad puedan ser asimiladas (Aulagnier, 1984). El Yo al situarse en una historia, reemplaza el tiempo pasado por una versión que reconstruye lo vivido, y permite que el presente y el futuro tengan un sentido. Los padres son los transmisores del discurso social y son los que producen los primeros enunciados a los que el yo se identifica, de esa manera cada ser humano se ve dividido entre la exigencia de ser uno en su singularidad, y la de constituirse como un sujeto de su cultura. Esta articulación es el conflicto permanente de la subjetividad, entre lo que recibe que es necesario y fundante para su constitución y lo que desea para su propia realización.

La transmisión generacional determina al sujeto su lugar en el grupo familiar y social, le da pertenencia y correspondencia con el momento histórico que le toca vivir.

Se han seleccionado algunos fragmentos de las historias que se refieren a: la infancia, la educación, la pareja, la vejez.

LA INFANCIA – LA VIDA COTIDIANA

La familia es la primera instancia de tratamiento desigual para las mujeres, la cultura patriarcal ha sido encubridor de una violencia simbólica que legitimó la desigualdad. Los padres significan de manera diferente el nacimiento de un varón o de una nena, generando valoraciones, actitudes y creencias que inconscientemente irán dirigiendo la crianza.

El espacio doméstico ha sido caracterizado por el altruismo, la generosidad, la sumisión y distintas maneras de inhibir la agresividad, estos valores pasaron a ser los característicos de la subjetividad femenina. "Ser una mujer de su casa" fue el imperativo que guió la educación de la mayoría de las niñas. Esa finalidad idealizada socialmente las compelía a un único camino: pelar papas, cocer, bordar y también ser "cuidadora" de sus hermanos cuando pequeña y de sus padres cuando adulta.

Patricia 37 años (vive en pareja, sin hijos, ejerce profesión, graduada universitaria) dice: "Éramos cinco hermanas así que ayudábamos a mi mamá, teníamos las tareas distribuidas, a ella le gustaba vernos haciendo algo. Me vino bien porque cuando me casé ya sabía hacer de todo, mi mamá siempre se quejaba del trabajo de la casa."

Josefa de 82 años. (1 hija, viuda, jubilada) recuerda: "Mi padre era muy severo, no nos dejaba salir si no era con mis hermanos varones. Íbamos y volvíamos con ellos... Siempre tuvimos que atenderlos, eran muy mandones parecía que tuviéramos varios padres."

Padres y hermanos tomaban el papel de custodios de muchas niñas que debían permanecer en sus casas dedicadas a sus labores, sin que su palabra fuera escuchada.

Generalmente las madres son las mediadoras privilegiadas del discurso cultural, transmiten lo esperado, lo valorado encarnando ellas mismas el modelo ideal. Cuando son la figura dominante en la pareja, su mandato casi siempre sigue reproduciendo la cultura patriarcal como en el caso de: Ana 78 años (ama de casa, 2 hijos, viuda): "Mi mamá era una mujer muy buena, emprendedora, ella tenía la voz cantante en mi casa. Mi papá casi no opinaba, ella decidió que yo no siguiera estudiando.

Delia 57 años (ejerce profesión graduada universitaria, 4 hijos, casada): "A mi mamá no le gustaba "ser ama de casa". Ella trabajó los primeros 4 años de matrimonio como vendedora en un comercio, después que nací yo, dejó para ocuparse de nosotros, hasta casi mis 10 años. Mamá hacía hincapié en la familia y en el hecho de que estudiáramos". La infancia de Delia transcurre en la década del 40, donde ya circulaban nuevas ideas que cuestionaban la desigualdad jerárquica de los sexos. Se advierte cierta resistencia de la madre al desempeño del rol tradicional doméstico y la importancia adjudicada al estudio permite entrever para la hija otros horizontes.

Todas las entrevistadas más allá de las diferencias de edad relatan como una de las actividades de su infancia haber colaborado en las tareas de la casa ayudando a sus madres, no así los hermanos varones. Algunas siguieron desempeñando el rol tradicional exclusivamente, las que ingresaron al mercado laboral y tienen hijos han realizado distintas transacciones para desempeñar los dos roles. Trabajar fuera del hogar para alguna de las mujeres fue indispensable para la subsistencia propia y de los hijos cuando quedaron sin pareja, en otras el trabajo representa un desarrollo personal.

EDUCACIÓN

Se sostuvo mucho tiempo el prejuicio de que las mujeres tienen una capacidad intelectual limitada, esto sumado a la valoración del rol doméstico impidió durante mucho tiempo el acceso a la educación, recordemos que doce siglos después del hombre se le permite a las mujeres el ingreso a la universidad.

Ana dice: "Yo quería estudiar porque me gustaba mucho, en la escuela me iba bien. Pero, para mi mamá era lógico que el que tenía que estudiar era el varón. A mí me mandaron a una academia a aprender a coser y bordar, después que terminé 6º grado"

El acatamiento a los mandatos sociales influyeron en la vida de esta mujer, impidiendo otros desarrollos, dejando su vida circunscripta al espacio doméstico.

Una situación similar ocurre con Marta 62 años (5 hijos, jubilada docente, casada) "Me hubiera gustado estudiar pero el que iba a estudiar era mi hermano. Estudiaba abogacía en La Plata, recuerdo que mi primer sueldo se lo tuve que enviar para los gastos. Era lo que correspondía decía mi mamá. Al final mi hermano no se recibió. Era el varón, así que se hacía lo que él decía."

Patricia 37 años "Después que terminé el secundario me fui del pueblo, me inscribí en la carrera un poco por casualidad, lo que yo no quería era quedarme sin título"

Respecto de la escolaridad, se desprende de las historias que para las tienen 70 y 80 años no constituía un objetivo prioritario superar la educación básica, debido a que lo valorado para el género era la permanencia en el espacio doméstico.

Los cambios en el imaginario social instituye otras alternativas para las mujeres, produciéndose en los últimos años el ingreso masivo a las universidades. Para las entrevistadas más jóvenes es una meta valorada obtener una graduación universitaria.

PAREJA Y SEXUALIDAD

Las relaciones de género van cambiando se puede percibir que los roles del hombre proveedor y de la mujer cuidadora del hogar, propios de la organización de la familia nuclear, en la actualidad se desempeñan de manera más flexible.

La sexualidad de la mujer estuvo muchos años exclusivamente relacionada al fin reproductivo en desmedro del placer. Como señala Emilce Dio Bleichmar las mujeres hemos sido muy obedientes a lo largo de la historia aceptando que el cuerpo y su capacidad de procrear sea el centro de nuestra identidad femenina.

Se pudieron identificar en las historias los siguientes mandatos culturales:

Ana: "Me puse de novia a los 17 años, fue el único novio que tuve. Mi mamá nos acompañaba al baile, no me dejaban sola. Tenían temor porque mi prima se había quedado embarazada y había sido terrible. En aquellos tiempos no era como ahora"

Delia :"Recuerdo algunos dichos de mi mamá como: "los hombres solo quieren eso" o "cuidado con los hombres". Mi abuela decía que la mujer después de hacer las cosas de la casa debía arreglarse y estar coqueta para esperar al marido "

Juana: "Estuve enamorada pero él estaba separado, en esos años no existía el divorcio. Uno de mis hermanos que es cura no veía bien la relación. Él influyó mucho para que no me casara, así que dejamos... sufrí mucho. Ya después no tuve otra pareja".

En algunos casos el casamiento fue un medio para lograr la independencia de los padres. Muchas mujeres llegaban al matrimonio con una mínima información, siendo el marido el encargado de darles las explicaciones necesarias para el desempeño de la actividad sexual.

Olga 52 años: " Mi papá era muy represor, mi mamá lo apoyaba. Apenas pudimos mi hermana y yo nos fuimos de casa. Yo me casé y ella se fue a vivir sola".

La idea de "mujer propiedad del esposo" insiste, el "sentimiento de pertenencia a un solo hombre" es para las mujeres mayores un obstáculo para nuevas opciones de pareja. Sabemos que no hay impedimentos biológicos para que la anciana pueda vivir plenamente su sexualidad, pero esto no siempre es aceptado.

La expansión de las oportunidades de educación y empleo permitió a muchas mujeres la independencia económica esto favoreció en un cambio de actitudes respecto de las relaciones conyugales, optando por la separación cuando no eran satisfactorias.

María dice: "A los 24 años me casé, él poco y nada hacía. Me compré una máquina de tejer, y levanté la casa con mi trabajo. Me separé, él venía a comer y a gritar, no podía ser. No volví a tener otra pareja. Después él murió."

La vejez

No es fácil precisar cuando se ha empezado a envejecer, pero en algún momento el espejo se encarga de hacernos caer en la cuenta, que nuestra imagen no es la de antes y tampoco se asemeja al modelo juvenil que impone la cultura. El Yo que mira el espejo mira desde una mirada que es social, los cambios corporales propios de la vejez cuestionan los ideales del yo, haciendo tambalear el narcisismo. Para disimular los "estragos" del tiempo la sociedad de consumo provee de una serie de medios para mejorar la apariencia. En el caso de algunas mujeres a la exigencia de parecer más joven, se une la de aparecer deseable a la mirada del varón. Pareciera que la sociedad es más tolerante con los signos de envejecimiento masculino (abdomen, pelada, arrugas, canas).

Olga dice: "Ahora nos podemos cuidar más, tenemos un aspecto más juvenil. Cuando me jubile voy a hacer otras cosas, como vender ropa y cursos" "Me da miedo el deterioro de la vejez, a no poder valerme por mi misma, pero me imagino con mis nietos mimándolos."

Envejecer puede significar una oportunidad para realizar sueños postergados, si bien aparece temor por la estrecha vinculación de la vejez con el deterioro y la enfermedad.

De ciertas historias se desprende que para algunas mujeres el envejecimiento es una posibilidad de liberarse del rol doméstico, porque se sienten con mayor disponibilidad de tiempo que cuando se dedicaban a la crianza de los hijos. Tienen expectativas diferentes para su vejez que generaciones anteriores, pero encuentran que se produce una tensión entre sus deseos y la demanda del medio familiar que todavía espera que sea solamente abuela.

Patricia ". Me gustaría una vejez donde pudiera tener tiempo de viajar con mi marido y hacer cosas que ahora postergo."

Juana 83 años. Soltera. Enfermera Jubilada. "Después que me jubilé, me vine a vivir a Mar del Plata. Trabajaba en dos lugares, así que después me dediqué a descansar, he viajado, voy al centro de jubilados a jugar a la canasta, salgo de visita"

Algunas manera de envejecer

Los cambios en el imaginario social provee nuevas significaciones que no producen efectos rápidamente. Es posible observar que muchas mujeres reproducen el modelo genérico tradicional, en cambio otras se resisten a él, lo que incide en la manera de transitar la vejez o de proyectarla.

Hace unos años para la mujer que llegaba a vieja, ser abuelas era la opción valorada socialmente ya que era una manera de continuar con el modelo ideal que equiparaba el ser mujer con madre. De las historias contadas se desprenden otras opciones, hemos podido identificar algunas modalidades de envejecer tomando el eje espacio privado- espacio público.

Mujer de su casa: "Casera" se refiere a aquellas mujeres que respondieron fielmente al modelo esposa-madre dedicada al hogar en su juventud, y que transitan una vejez hogareña, sin salir mucho de la casa, cuidando nietos, dedicadas principalmente a los quehaceres domésticos.

Por último primero yo: Son aquellas que vivieron de acuerdo al rol tradicional, pero en la vejez sienten que se han liberado de las obligaciones del género. Se apropian de nuevas significaciones sobre el lugar de la mujer y se permiten incursionar en el espacio público desempeñando diversas actividades.

Mujer entre dos mundos: "Múltiple" denominamos así a las que se desempeñaron o desempeñan en el espacio público y el privado, cumpliendo con las expectativas para el género y además otros roles, oficios o profesiones.

Al momento de reflexionar sobre la vejez la imaginan o la viven con diversos proyectos, de estudiar, trabajar o participar en actividades fuera del ámbito doméstico. Esta modalidad la denominamos vejez activa.

Algunas de la categoría "mujer múltiple" aspiran a una "vejez hogareña", rodeada de nietos, cocinando, tejiendo cuidando sus mascotas, como una manera de descansar y aliviarse de las exigencias que implica trabajar en la casa y fuera de ella. Las podemos ubicar en una modalidad "casera" por el anhelo de desempeñar el rol tradicional.

Estas modalidades no pretenden constituir una tipología, ya que como se dijo hay otros factores además del género que inciden en el proceso de envejecimiento. Si tomamos en cuenta la historia personal un aspecto que puede propiciar un envejecer saludable o no, es el narcisismo, que hemos llamado la "problemática del espejo".

Todas las modificaciones, transformaciones y pérdidas del envejecer exigen una reformulación del concepto y de la imagen de sí, una aceptación de los cambios no solo corporales, sino también del lugar que se ocupa socialmente.

La realización de ese trabajo estará atravesado por la particular constitución del narcisismo que permitirá distintas salidas:

-El espejo muestra los cambios, pero la nueva imagen no espanta, puede ser querida y aprobada. La aceptación de los cambios y las pérdidas permite que un monto libidinal pueda ser utilizado para continuar invistiendo objetos. También indica que ha sido posible no alienarse a los ideales de mantener un cuerpo que no registre el paso del tiempo.

-El espejo refleja los cambios pero se desmienten. Cuando las marcas del tiempo no se toleran, se desmienten con diversos recursos, produciéndose un sometimiento cruel al ideal.

- Otro camino puede ser la enfermedad somática. Cuando la libido es retirada de los objetos se traducirá en diversos malestares que tendrán como escenario y preocupación casi exclusiva el cuerpo.

El yo dice Aulagnier (1984) puede existir apoyándose en los objetos que pueda investir, y también depende en parte de la imagen que la mirada del otro social le devuelve.

En ese sentido contar con una buenos vínculos, ya sea de familiares o amistades pueden atemperar los efectos del imaginario social que está poblado de representaciones negativas sobre la vejez.

 

BIBLIOGRAFÍA

ARBER, S GINN, J (1996) Relación entre género y envejecimiento. Madrid, Narcea Editores.

AULAGNIER, P (1984) La violencia de la interpretación. Buenos Aires, Amorrortu.

BELLUCI, M (1992) De los estudios de la mujer a los estudios de género. En: FERNÁNDEZ, A(comp.) (1992) Las mujeres en la imaginación colectiva. Bs.As Paidós.

BURIN, M y MELER, I (1998) Género y Familia. Buenos Aires. Paidós.

CASTORIADIS,C (1999) La institución imaginaria de la sociedad.Vol. 2.Barcelona, Tusquets Editores.

DIO BLEICHMAR, E (1997) La sexualidad femenina. Barcelona, Paidós.

FERNÁNDEZ, A (1993) La invención de la niña. UNICEF Argentina.

FOUCAULT, M (1995) Historia de la sexualidad. Madrid, Siglo XXI.

(1982) La microfísica del poder. Madrid, Ed. La Piqueta.

MELER, I (1992)Otro Diálogo entre Psicoanálisis y Feminismo En: Las mujeres en la imaginación colectiva.

MONCHIETTI, A y SÁNCHEZ, M.(1997) Vejez, Narcisismo y oferta significante.

En: Geriatría Práctica. Vol. VII, Nº 4, Buenos Aires.

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Práctica Vol. X, Nº 2, Buenos Aires.

ROMANO, G (1992) Posmodernidad y Género. En: Las mujeres en la imaginación colectiva.

 

HISTORIAS DE VIDA

JUANA: 83 años, enfermera jubilada, soltera, 3 hermanos y 4 hermanas. 4º grado.

MARÍA: 82 años, viuda, 2 hijos. 3 nietos, 4 hermanos y 2 hermanas. Primaria incompleta.

JOSEFA: 82 años, jubilada, 1 hija, viuda. 2 nietos, 5 hermanos, 2 hermanas. S/ escolaridad.

ANA: 75 años, ama de casa, pensionada, viuda, 2 hijos, 6 nietos. 1 hermano. Primaria completa.

MARTA: 62 años, jubilada docente, 5 hijos, casada, 4 nietos. Ens. Media completa.

MARUCA: 61 años, cocinera, 4 hijos, separada, 5 nietos. 10 Hnos. Primaria completa.

LILIANA: 58 años, Prof. de música, 3 hijos, casada. Ens. Media completa.

DELIA: 57 años, profesional graduada universitaria, 4 hijos, casada, 3 nietos. 1 hermano.

OLGA: 52 años, docente, 2 hijos, separada. 1 hermana y 2 hermanos. Ens. Media completa.

PATRICIA: 37 años, profesional graduada universitaria, vive en pareja, sin hijos, 4 hermanas.

 

INFANCIA

*RESPETO Y TEMOR AL PADRE.

*DIFERENCIA DE TRATO CON RESPECTO A LOS HERMANOS. (no poder salir solas, tener que servir a los hermanos.

*COLABORAR EN TAREAS DOMÉSTICAS, Y CUIDADO DE HERMANOS.

*MANDATOS: -SER UNA MUJER DE SU CASA (Mujeres mayores)

-ESTUDIAR ( Mujeres menores)

EDUCACIÓN

*SE PRIVILEGIA QUE ESTUDIE EL VARÓN. MUJERES MAYORES)

*IMPORTANTE APRENDER: COCINA, COSTURA, TEJIDO.

*ESCUELA REPRODUCE MODELO GENÉRICO.

70 Y 83 AÑOS: Mayor nivel alcanzado: Ed. Básica

60 años: Mayor nivel alcanzado: Ed. Media.

50 años: Mayor nivel alcanzado: Universitario

PAREJA Y SEXUALIDAD

Mandatos:

(OBJETO CAUSA DEL DESEO DEL HOMBRE)

1 Soltera, 3 viudas, 4 casadas, 2 separadas.

PROPUESTAS CULTURALES MANERAS DE ENVEJECER

CASERA

Ser una mujer de su casa

Espacio privado POR ÚLTIMO PRIMERO YO

Mujer entre dos mundos CASERA

Espacio privado y público

VEJEZ VITAL

 

FACTORES QUE ATRAVIESAN LOS ANTERIORES

LA PROBLEMÁTICA DEL ESPEJO

NARCISISMO

Estar linda y arreglada ACEPTACIÓN IMAGEN (espejo benévolo)

Ideal belleza y juventud DESMENTIDA DE LOS CAMBIOS (espejo torturante)

HIPOCONDRÍA ENF. CORPORALES (Cuerpo mortificante)

 

SITUACIÓN ECONÓMICA-

Jubilada - pensionada - s/ ingresos - otros

REDES DE APOYO SOCIAL y COMUNITARIO

 

HISTORIAS MUJERES

PROYECTO DE INVESTIGACIÓN

Este trabajo consistió en tomar Historias de vida a 10 mujeres cuyas edades oscilaban entre los 37 años y los 83 años, de manera que nos proporcionaron una muestra de mujeres que ya están en la etapa de la vejez y otras que lo estarán en varios años.

El objetivo es poder analizar la influencia de las representaciones sociales de la mujer y de la vejez en la constitución subjetiva de estas mujeres.

En los últimos años se ha despertado un gran interés en investigar este último tramo de la vida. Los estudios sobre género han planteado el impacto sobre la subjetividad femenina de los discursos tanto políticos, científicos, filosóficos que han sostenido la diferencia jerárquica de los sexos planteando como natural lo que es un producto cultural. Los discursos llevan consigo cierto significado y ciertas relaciones sociales, construyen la subjetividad así como relaciones de poder. Los discursos son "prácticas que configuran sistemáticamente los objetos de los que hablan...no identifican objetos; los construyen y al hacerlo, ocultan su propia invención" (Foucault, 1974).

El envejecimiento femenino tendrá características diferentes del envejecimiento en el hombre, en el caso de la mujer confluyen concepciones prejuiciosas tanto sobre su condición genérica como sobre la vejez.

El modelo ideal que operó como mandato fue equiparar mujer = madre el que en la vejez se transforma en vieja = abuela.

En las Historias de vida de las distintas mujeres que analizamos se puede ver el posicionamiento que fueron tomando a lo largo del tiempo vivido respecto de lo aceptado y valorado socialmente.

Al hablar de historia nos remitimos a la función del yo como "constructor o "inventor" de una historia libidinal (Aulagnier, 1984) que intenta que las exigencias de la realidad sean asimilables, el historiador hace una selección conciente y reproducción inconsciente del tiempo vivido.

Una característica del funcionamiento del psiquismo es situarse en una historia, que sustituye el tiempo pasado con una versión que el sujeto narra, resignificando causas que van a otorgar un sentido al pasado, al presente y al futuro. Si bien cada historia está impregnada de otro texto producto del inconsciente y de la influencia del medio social que el yo ignora. Mandatos, valores e ideales se hacen propios sin crítica ni cuestionamientos producto de una transmisión general permanente, como la determinación del espacio privado como área privilegiada de la mujer y el público para el hombre. La identidad personal de género tendría como base los deseos de los padres, particularmente de la madre, estos deseos conjuntamente con los deseos inconscientes del sujeto y los efectos de la cultura pondrán el sello particular a la subjetividad.

Una historia de vida es un relato constituido por una secuencia cronológica, el hombre crece "hundiendo sus raíces en la historia que alimenta". En los casos que registramos fueron destacados algunos items en referencia a la temática que nos ocupa: la constitución familiar, la relación con las figuras paternas su inserción en el mundo laboral y familiar, la familia actual y su rol en ella.

Hemos analizado las historias teniendo en cuenta tres ejes, transcribiremos unidades de sentido que ilustren los ejes propuestos.

Análisis en base al eje Espacio público- espacio privado.

Historia 1.- 75 años- Viuda. 2 hijos. Ama de casa

"Yo quería estudiar porque me gustaba mucho, en la escuela me iba bien. Pero, mi mamá opinaba que el que tenía que estudiar era el varón. A mi me mandaron a una academia a aprender a coser y bordar, después que terminé 6º grado. Hubiera querido ser maestra. Al final mi hermano no terminó los estudios."

"A los 16 años de casada hicimos un departamentito en el fondo y trajimos a mis padres y mi tía a vivir con nosotros. Tenía tres grandes, hijos, marido, cinco camisas por día que planchar".

Historia 2.- 83 años . Soltera. Enfermera Jubilada

"Cuando murió mi papá que trabajaba en un campo que era prestado, yo tenía 12 años, al poco tiempo nos mudamos al pueblo nos pusimos a coser con mis hermanas y mi mamá. A los cuatro años muere mi mamá."

"Fui hasta 4º grado porque era en el campo en la escuela nacional y tenía que terminar en el pueblo pero como era lejos no me mandaron."

"No me gustaba estar en el pueblo, así que al poco tiempo me fui a lo de una tía a la ciudad de Córdoba, e hice un curso de enfermería".

"Me fui a vivir a Buenos Aires y empecé a trabajar gratis en el Hospital Alvear hasta que a los dos años me nombraron de enfermera, mientras tanto cuidaba enfermos a domicilio."

 

 

Historia 3. 61 años. Separada. 4 hijos. Trabaja por su cuenta en la elaboración de comidas.

"Soy la mayor de nueve hermanos, tuve que ayudar a cuidarlos. Por problemas económicos y por enfermedad de mi mamá no pude seguir estudiando, me dediqué al trabajo de la casa. No completé el secundario, pero aprendí a hacer cócteles y a los 20 años me fui de casa.

Empecé a trabajar haciendo comidas"."Me criaron como adulta pero con las limitaciones de la edad".

Historia 4. 57 años. Casada . 4 hijos. Profesional universitaria.

"Yo tenía 16 años cuando se produce una hecatombe familiar, mi papá tuvo un infarto complicado con un derrame cerebral, cuando todavía él estaba en convalecencia se desmorona mi mamá con un cuadro depresivo. Quedé un poco al frente de la casa cuidando a mi papá y mi hermano, a mi mamá la cuidaba mi abuela en su casa".

"En ese momento estaba en 4º año del secundario. Después me recibo de maestra y empiezo Derecho, en 5º año ya había conocido a mi marido. Di dos o tres materias y decidimos casarnos. Me di cuenta que no me gustaba derecho y dejé."

"Cuando tenía 44 años empecé la carrera y me hice la firme proposición de recibirme antes de cumplir 50, era una cuestión vocacional muy fuerte que por distintas razones había postergado. Tuve ayuda de mi marido, nos pusimos el hombro mutuamente."

"Cuando me recibo, se puede decir que se concebía mi nieto. Estudié a una edad que se supone que no se estudia, además me decido a trabajar. No respondo a la abuela que quieren que sea."

Historia 5 37 años. Casada sin hijos. Profesional universitaria.

"Éramos cinco hermanas así que ayudábamos a mi mamá, teníamos las tareas distribuidas, a ella le gustaba vernos haciendo algo. Me vino bien porque cuando me casé ya sabía hacer de todo, mi mamá siempre se quejaba del trabajo de la casa.".

"Después que terminé el secundario quería seguir estudiando así que me fui del pueblo e hice el ingreso a la Universidad, me inscribí esta carrera un poco por casualidad, lo que no quería era quedarme sin un título."

Historia 6.- 62 años. Casada 5 hijos. Jubilada docente

"Me hubiera gustado estudiar pero el que iba a estudiar era mi hermano. Estudiaba abogacía en La Plata, recuerdo que mi primer sueldo se lo tuve que enviar para los gastos. "Era lo que correspondía decía mi mamá". Al final mi hermano no se recibió. Era el varón, así que se hacía lo que él decía."

"Yo trabajaba como docente, el pierde su trabajo, y pasó tiempo sentado en un sillón deprimido. se fue a trabajar a Buenos Aires y me quedé sola con los chicos durante 5 años."

"Dos de mis hijos se han divorciado, creo que me sentí mal como con culpa, porque tal vez influyó sobre ellos, cuando mi marido se fue a trabajar a Buenos Aires. Ahora no pueden resolver un problema antes aguantábamos más, no piensan en los chicos".

"En este momento de mi vida yo esperaba estar más tranquila, disfrutar con mi marido, viajar, pero tengo que cuidar a mis nietos, no se le puede cerrar la puerta de la casa."

Historia 7.- 82 años . Viuda. 2 hijos.

"Mi papá tenía la santa palabra. Éramos 7 hermanos, 4 varones y 3 mujeres, nosotras no podíamos ni salir, ni tener amigos ni estudiar. No permitió que yo trabajara en el Correo, porque las mujeres teníamos que estar en la casa. Mi mamá no se asomaba ni a la puerta de casa."

"A los 24 años me casé, él poco y nada hacía era colectivero. Me compré una máquina de tejer, y levanté la casa con la máquina de coser. Me separé, él venía a comer y a gritar, no podía ser."

Historia 8- 58 años casada. 3 hijos. Trabaja de Profesora de Música.

"Era una niña precoz, a los 16 años había terminado el secundario. Yo tenía bastante libertad para hacer las cosas. Me fui a estudiar a Rosario donde conocí a mi marido. A los 22 años me caso y trabajo en lo mío." "Tuve dos nenas y a los seis años de la menor me quedo embarazada del varón y fue una disyuntiva, tenerlo o no."

"Siempre estuve muy abocada a mi trabajo, quizás descuidé un poco a mis hijos".

Historia 9. 82 años. 1 hija. Viuda. Jubilada.

"Fuimos 8 hermanos, 5 hombres y tres mujeres. No fui al colegio no me interesaba. Me enseñaron a trabajar en la tierra y en la casa. De grande me arrepentí de no haber ido al colegio.

Mi hermana la menor se escapaba de la tarea del campo y se iba a la escuela. Teníamos que atender a mis hermanos." "Cuando me vine a la Argentina, me puse a trabajar en una fábrica, no hablaba con nadie porque me daba vergüenza. Me di cuenta de tantas cosas que no sabía."

"Mi abuelo mandaba en casa, cuando él se murió mi papá tomó su lugar."

"Tengo tres nietos, son tan buenos yo los crié cuando eran chicos, porque mi hija trabajaba y yo la ayudaba cuidándolos."

Historia 10. 52 años. Separada, docente. 2 hijos.

Eramos cuatros hermanos yo era la mayor. No fue fácil , fui la mas exigida. Mis dos hermanos menores, varones tenían todo.

Vemos en los fragmento de estas historias como se privilegió el espacio doméstico, que es dejado en algunos casos por la necesidad de tener un trabajo remunerado para subsistir. Se advierte como en las mujeres mayores los trabajos están estrechamente vinculados a lo aceptado para el género y muy ligados al quehacer doméstico, tales como: coser y cocinar.

Aparece también el rol de cuidadora tanto de hermanos como padres y parientes y en una de las profesiones se traduce en el empleo de Enfermera.

El acceso a la cultura ha estado relegado para las mujeres, las posibilidades de desarrollo en el área intelectual ha estado profundamente influido por lo aceptado y pautado socialmente. La historia escolar de estas mujeres revela algunos cambios que se fueron operando a través del tiempo, ha sido distinta la situación de las que tienen más de 80 años, de las que están hoy por la treintena. Los extremos van desde el no considerar que sea necesario para la mujer superar la educación básica , hasta que se acepten mayoritariamente los estudios universitarios. Cabe señalar que se dan diferentes formas de acatamiento a las propuestas sociales y consideramos importante la influencia de la propia madre en la transmisión de estos valores .

En la historia Nº 1 el mandato materno es más fuerte que la realización de sus propios deseos.

La madre es considerada por Piera Aulagnier como "enunciante" y mediadora privilegiada del discurso ambiental que va transmitiendo lo que es lícito y valorado por la cultura, ya que ella a su vez está sujetada a dicho orden. Se ha caracterizado al mundo doméstico por el altruismo, la generosidad, la capacidad de contención, sumisión y distintas formas de inhibición de la agresividad.

¿Cómo describen a sus madres?

Historia 1.-

"Una mujer muy buena emprendedora, ella tenía la voz cantante en mi casa. Mi papá casi no opinaba, ella tenía un pequeño ingreso, cocía delantales, pero no era modista"."Mamá era la que administraba el dinero en casa, papá le daba el sueldo a fin de mes, era muy organizada."

Historia 2.-

"Mi mamá era muy trabajadora, como éramos ocho hermanos todos ayudábamos en la chacra, ella , se cosechaban porotos, maíz, maní, sandía. Ella murió a los 54 años".

Historia 3.-

"Mi mamá tuvo l4 partos, pero vivieron 9. Estuvo mucho tiempo como en un pedestal, era muy ella, después por problemas económicos se tuvo que ocupar más del trabajo de la casa. Pero tuvo una crisis depresiva muy grande y por eso me hice cargo yo de todo".

Historia 4.-

"A mi mamá no le gustaba el "ser ama de casa.". Ella trabajó los primeros 4 años de matrimonio como vendedora en un comercio, después que nací yo dejó para ocuparse de nosotros, hasta casi mis 10 años que empieza a colaborar en el negocio de mi papá y mi tío."

"Mi mamá hacía hincapié en la familia y en el hecho de que estudiáramos".

Historia 5.-

"Siempre la recuerdo diciendo no tengan hijos y quejándose del trabajo. Ella también era maestra. Y en las tareas de la casa la fuimos ayudando las hijas a medida que fuimos creciendo."

Historia 6

"Mamá siempre decía que lo importante era la unión de la familia. Fue una persona que admiré siempre, atenta, dispuesta, rígida también conmigo".

Historia 7

"Con mi mamá me llevaba muy bien, todos la adorábamos. Vivía para nosotros. Yo me vine a esta ciudad después que ella falleció si no, no la hubiera dejado."

Historia 8

"Mi mamá era ama de casa, pero era música, tocaba tangos en el piano. Era muy tradicional, muy católica".

Historia 9

"Mi mamá era muy buena, trabajaba mucho además del trabajo de la casa cuidaba los animales porque había que darles de comer."

Historia 10

" Mi mama era ama de casa , apoyaba en todo lo que decía mi papa, siempre prefería a mis hermanos".

L a significación de la mujer como MADRE, ha tenido un grado de eficacia simbólica considerable. Entronizada y considerada como centro aglutinante de la organización familiar, se le delega el cuidado y educación de los niños casi con exclusividad, sus condiciones biológicas para la maternidad contribuyen a creer que es un "destino" natural. Sin embargo la maternidad y el trabajo doméstico generan conflictos y malestar a muchas mujeres. Las madres de las personas entrevistadas han mostrado con sus dichos o con sus vivencias el anhelo de no quedarse exclusivamente en el espacio doméstico por la exigencia de trabajo que implica. En general se observa una fuerte identificación con la madre en los aspectos maternales como en aquellos que hacen a lo femenino. Algunas de ellas acceden a una cierta solución de " compromiso" , por ejemplo aquella que asume el mandato paterno de trabajar en la casa pero a su vez logra realizar una tarea que le gusta y que es creativa.

Eje Pareja y Sexualidad

Historia 1

"Me puse de novia a los 17 años, fue el único novio que tuve. Desde que empezamos a salir mi mamá nos acompañaba al baile. No me dejaban sola. Tenían temor porque mi prima se había quedado embarazada y había sido terrible. En aquellos tiempos no es como ahora."

"Fue un marido excelente hace 11 años que murió y sigo sola".

Historia 2

"Estuve enamorada pero el estaba separado, en esos años no existía el divorcio. Uno de mis hermano que es cura no veía bien la relación. El influyó mucho para que no me casara, así que dejamos... sufrí mucho. Ya después no tuve otra pareja".

Historia 3

"No fue una buena pareja. Peleábamos mucho, así que me separé."

Historia 4

"Recuerdo algunos dichos como: "los hombres solo quieren eso" o "cuidado con los hombres".Cuando empecé a salir mi mamá se preocupa y controla las salidas."Mi abuela decía que la mujer después de hacer las cosas de la casa debía arreglarse para esperar al marido. Ella lo había hecho siempre y casi todas las noches con mi abuelo, una vez que los hijos estaban más grandes."

Historia 5

"A los 17 años empecé a andar de novia y después me casé. No sentí que me restringieran pero yo era tranquila, en general no les di problemas. Me casé a los 20 años." "Primero yo quería ubicarme en la profesión ahora sí nos gustaría hijos".

Con la expansión de las oportunidades de educación y empleo se fue produciendo un cambio de actitudes respecto de las relaciones conyugales, las funciones asignadas a los géneros y a la maternidad.

Historia 9

"Mi marido era muy bueno, pero se quedaba, tenía miedo de hacer más cosas. Quedé viuda hace más 20 años no lo extrañé mucho, me dediqué a trabajar y a cuidar a mis nietos."

 

Son varios los autores que indican que la socialización inicial tiene un importante peso en la formación de actitudes y en las expectativas (Mammeheim, 1952). Las relaciones de genero van cambiando y las diferencias se perciben en las distintas generaciones. Es así que las relaciones de paraje y los modelos familiares se han modificado, los valores patriarcales que entronaban la maternidad como ideal y restringían la sexualidad de la mujer no tienen tanta preponderancia apareciendo otras alternativas valoradas.

El cristianismo en su momento produjo transformaciones que tuvieron influencia por mucho tiempo en le papel de la mujer. Con la institucionalización del matrimonio la sexualidad femenina tuvo su " razón de ser" en la maternidad. La idea de pecado por los placeres carnales, confino a la sexualidad de la mujer al fin reproductivo despojándola de la satisfacción placentera.

La sexualidad queda como tema tabú relacionada con lo prohibido, lo sucio, lo pecaminosos. La virginidad y la pureza son valores que hay que sostener y el matrimonio es el ámbito donde se permite la sexualidad al servicio de concretar la procreación.

Freud señala como recae sobre la mujer tanto la degradación como la sobre estimación produciéndose dos significantes contrapuestos: madre- prostituta.

Se ha observado en las historias que no hacen referencia al tema de la sexualidad repitiendo seguramente lo mismo que sucedió en su medio familiar.

Muchas mujeres llegaban al matrimonio con una mínima información y bastante temor. Muchas veces era el marido el encargado de darles las explicaciones necesarias para el desempeño de la actividad sexual.

En una de las historias se ve el peso de los preceptos morales cuando deja al novio por que no podría recibir el sacramento matrimonial por que el era casado.

Era común que el padre y los hermanos varones se constituyeran en celos guardianes y cuidadores de sus hermanas mujeres.

Vemos también en los relatos que el desempeño del rol de esposa, que responde a prescripciones tales como docilidad, comprensión, fidelidad, fue cumplido con esfuerzo, la viudez resulta una liberación.

En otros casos la fidelidad al esposo muerto y el recuerdo de lo vivido cierra la posibilidad de otras relaciones de pareja.

Se destaca la situación de soledad de las mujeres mayores por viudez, separación o soltería, debido a la sobre vida femenina. Algunas de estas mujeres han logrado formar una red familiar y de amistades importante para etapa de la vida.

El modelo tradicional de pareja indica al hombre como proveedor, y la mujer al cuidado del hogar. En muchas de las historias si bien responden al modelo se advierte que el trabajo remunerado de la mujer fue importante para el sostenimiento de la familia en el caso de las que vivieron con sus maridos como en las separadas.

 

Eje deseos –mandatos

"El individuo lleva realmente una existencia doble, en cuanto es fin para sí mismo y eslabón dentro de una cadena de la cual es tributario contra su voluntad o al menos, sin que medie esta." (Freud, 1915 "Introducción al Narcisismo")

El sujeto se ve dividido entre la exigencia de ser uno en su singularidad, y la de constituirse sujeto de la cultura. Esta articulación es el conflicto permanente de la subjetividad. La transmisión generacional va a determinar su lugar en el grupo familiar y social que le da pertenencia y correspondencia al momento histórico. La subjetividad resulta de la tensión permanente entre esto que recibe necesario y fúndante para su constitución y lo que desea en su propia realización.

Los mandatos familiares representan la circulación del imaginario social de cada época. Cada familia se caracteriza por una modalidad particular en general. Este orden simbólico que precede al nacimiento del sujeto da cuenta del lugar que ocupa en la fantasmatica de cada uno de sus progenitores, este actuara durante toda la vida como un referente constante.

En las historias se ve la limitación del lugar de la mujer en el plano del trabajo, del estudio, de la sexualidad.

Las mujeres adoptan diferentes actitudes frente a los papeles socialmente prescriptos, dándose diferentes formas de percibir y afrontar conflictos entre sus aspiraciones y lo que se espera de ellas. En algunas de las mujeres entrevistadas el mandato paterno o materno tuvo más peso que las propias aspiraciones quedando como el sinsabor de "aquello que pudo haber sido y no fue", en otros casos el mandato funciona sintónicamente en el yo.

Historia 1

"Me hubiera gustado ser maestra, o profesora de piano, aprendí dactilografía y costura..Mamá fue la que más insistió para que no estudiara, para ella era lógico que el que tenía estudiar era mi hermano, para hacer el secundario tenía que ir a otro barrio y era caro."

Historia 2

"A mi no me gustaba cocer, yo tenía una tía en Boulogne así que me fui de Córdoba, y me puse a trabajar" "Yo quería otra vida, la de mi mamá había sido muy sacrificada, de 8 hermanos vivimos 6, siempre trabajando en la chacra".

Historia3

"Nos mudábamos mucho, por el trabajo de mi papá, entonces no podías hacer amistades porque te estabas mudando tuve mucha sensación de desarraigo. Cuando sos la mayor todo lo tenés que dar que compartir. A los 20 años me revelo y me voy a vivir a Buenos Aires y me pongo a trabajar".

Historia 4

"...para mi padre había constituido un orgullo de que "la nena"supiera leer al revés los títulos de los diarios a los 4 años. Me lo había enseñado mi papá."

Historia 6

"A mi me hubiera gustado estudiar, pero el que iba a estudiar era mi hermano mayor, se fue a La Plata a estudiar abogacía. Yo no podía salir si no era con él, así que esperaba el fin de semana que él venía para salir."

Historia 7

"Todos teníamos que aprender a trabajar, pero las mujeres en la casa, tuve que ir a aprender a coser que realmente no me gustaba."

Historia 8

"Mi mamá era música, me motivó siempre para la música desde chica fui siempre al conservatorio. Mis padres me estimulaban mucho para mi carrera. Me daban mucha libertad para hacer lo que quería".

Historia 9

"Mi padre era muy severo, no nos dejaba salir si no era con mis hermanos varones. Íbamos y volvíamos con ellos...Siempre tuvimos que atenderlos, eran muy mandones parecía que tuviéramos varios padres."

Historia 10

" Mi papa era muy represor, mi mama lo apoyaba. Apenas pudimos mi hermana y yo nos fuimos de casa. Yo me case y ella se fue a vivir sola".

Podemos decir que la constitución subjetiva va a ser producto de lo trasmitido y de aquello que aspira a concretar su realización. El conflicto que se origina puede derivar en diversos malestares manifestados en patología psíquicas o enfermedades. La mujer que pudo realizarse más acorde a sus deseos podrá envejecer mejor. Vemos como algunas mujeres que enviudan se sienten más libres y con menos sobrecarga de trabajo.

Algunas historias responden a un modelo tradicional en las que se acata lo prescripto y en otras aparecen cambios, lucha y esfuerzo para realizar el propio proyecto, en el que prevaleció no hacer lo mismo que la madre.

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