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Número 15 - Octubre 2004

Las redes sociales, nuevas formas de
participación e inclusión de los mayores

Silvia E. Gascón
sgascon@speedy.com.ar

Introducción

Mientras los indicadores demográficos presentan un envejecimiento poblacional creciente, los indicadores socioeconómicos muestran que estamos surgiendo de la mas profunda crisis que vivió nuestro país y que aún afecta a toda la población en su conjunto y a las personas de edad en particular. Dicha crisis no solo se refleja a nivel económico y de los servicios sino también en una falta de confianza en las organizaciones y particularmente en el Estado.

Tanto en las familias, en la sociedad civil, como en el estado se han producido, en las últimas décadas cambios significativos, que repercuten en las formas de atención de las personas mayores.

Cambios en las familias

La inserción de la mujer en el mundo del trabajo, el aumento de la expectativa de vida, la verticalización de las familias donde coexisten varias generaciones, hijos, nietos, abuelos, bisabuelos, el incremento de hogares conformados solo por adultos mayores, hacen que cada vez sea mas difícil que las familias sigan cumpliendo los tradicionales roles de cuidadores, así como se observan dificultades en el ejercicio de su indispensable rol en la contención afectiva y de protección que los mayores requieren.

Cambios en el Estado

El Estado también ha entrado en retirada y la propia percepción de la gente se ha modificado. Hemos pasado en menos de 50 años, de una concepción de estado como principal solucionador de todos los problemas, a la visión de un estado anquilosado, burocrático, obstaculizador de soluciones. "Dejemos al mercado sólo, que sin influencias, del estado y la política, todo lo podrá". Con el tiempo, sin embargo, se hizo visible que el mercado solo no podía, que la famosa teoría del derrame nunca llegó a derramar y que era imprescindible distribuir a medida que se crecía, para construir un mundo mas igualitario. Comenzamos a pensar que "a la mano invisible del mercado", era necesario oponerle "la mano visible del estado".

Cambios en la sociedad civil

Las estructuras y estrategias del estado requieren como contrapartida un complemento social. Una sociedad civil fuerte y organizada, eficiente y solidaria. Después de años de ejercitar prácticas de participación social, de lograr más presencia del "tercer sector", de invertir recursos en capacitación y ordenamiento legal de las organizaciones. Con una presencia de más de 5.000 organizaciones de adultos mayores en todo el país, nos preguntamos: Han servido estas estrategias para lograr una mayor conciencia de edad? Han servido para lograr sistemas de salud más accesibles o seguridad económica para más personas? Han modificado las relaciones de poder?, Han ayudado a construir una sociedad más justa y equitativa?

Quizás aquí es donde debamos admitir que es necesario ir por más.

Si bien esta ponencia se orienta a encontrar caminos para reforzar las capacidades de los mayores para su participación activa y organizada, es dable destacar que también los otros actores deberán promover cambios. Reasignando las funciones que tradicionalmente asumían cada uno y promoviendo un trabajo encadenado que haga posible una sociedad mas inclusiva.

El desafío de las familias

Atentos a los cambios que se observan en las estructuras familiares resulta necesario seguir reconociendo su indispensable rol en la satisfacción de las necesidades de afecto, pertenencia y autoestima.

La estructura de la familia y las funciones que ésta asume de acuerdo a las pautas culturales predominantes en la sociedad, constituyen aspectos decisivos del grado de contención afectiva y protección que los mayores encuentran, por lo que la permanencia de los ancianos en su medio familiar y social, es una de las fuentes fundamentales para el logro del bienestar de las personas de edad avanzada.

La participación en tales redes familiares y sociales permitirá que sigan aportando sus experiencias de vida, sus interminables cuotas de cuidados y afecto, e incluso en muchos hogares su contribución económica.

Es necesario reconocer que a las familias no se les puede exigir el cumplimiento de mas roles de los que realmente pueden asumir.

La sobrecarga a veces también produce maltrato y la fantasía del hogar donde reina el afecto y la comprensión se transforma en un sitio hostil y violento. Será necesario incorporar nuevas estrategias que ayuden a las familias con programas de respiro, a través de cuidadores formales, apoyo y entrenamiento para los familiares, centros y clubes de día son alternativas útiles y urgentes de implementar.

El desafío del estado

La capacidad de los estados, debe ser reforzada, reconstruida. Un estado inteligente, que distribuya equitativamente los recursos, que persiga la equidad, la calidad, la eficiencia y la eficacia. Un estado abierto, capaz de recepcionar los cambios y las diversas necesidades de la gente. Un estado enraizado en la sociedad civil, que además de garantizar la cobertura de las necesidades básicas esté atento al real ejercicio de los derechos ciudadanos, entre los cuales la participación juega un rol central.

Si los liberales postulan un estado "aislado", preservado, nosotros proponemos un estado enraizado, en una sociedad civil autónoma. No se trata de crear redes, ni crear organización. Las redes existen, cada barrio, cada grupo, cada sector, tiene un sistema de comunicaciones, vínculos y acción. El rol del Estado es, en todo caso ayudar a descubrirlas, reconocerlas, conectarlas y "explotarlas".

La propuesta es autonomía enraizada y no aislamiento. Requiere fortalecer el juego dialéctico, la estructura social depende de la acción del estado y éste no podría alcanzar sus objetivos sin ella.

Por ello, el tema no es solo cuanto puede hacer el estado sino como lo hace, de modo que refuerce la capacidad e iniciativa de las personas dentro de sus comunidades y asociaciones en lugar de reducirlos a la categoría de clientes.

Los desafíos de la sociedad civil

Frente al discurso de la globalización y el mercado como único actor, las organizaciones de la sociedad civil, se vienen constituyendo en actores de primera línea en la dinámica política y en la oferta de servicios, constatándose un creciente involucramiento de las organizaciones con programas estatales y constituyendo lo que hoy llamamos, capital social.

El capital social hace referencia a las ventajas que la gente posee cuando se nuclea, cuando participa de redes, organizaciones, cuando forma parte de una comunidad, organizada. Incrementa la capacidad para concertar, genera espacios para integrar capacidades en los cuales las personas son conscientes de que su cooperación, su unión con objetivos y metas comunes, son un activo de importancia para superar, solucionar, desarrollar esas mismas metas y objetivos.

Esta participación organizada puede garantizar un piso hacia la igualdad de oportunidades y evitar la perpetuación de la desventaja por medio de la marginación cultural y económica.

La perspectiva de la ciudadanía social nos ubica frente al desafío de proporcionar a los individuos medios duraderos que les permitan evitar la dependencia social y económica, presupone la constitución de actores que "ganen" el espacio político.

La conquista de la democracia y los derechos políticos ha sido el resultado de largas luchas hasta lograr fortalecer las condiciones de ciudadanía política efectiva.

Los mayores de Argentina han sido partícipes activos de estas luchas. Muchos de ellos son dirigentes de estas organizaciones y tienen clara conciencia de la importancia de la organización en la conquista de los derechos sociales y el logro de una participación activa. Las organizaciones de mayores significan la acumulación de capital social, la posibilidad de crear nuevas formas de relación entre las personas y las instituciones. De esta manera sus organizaciones no serán más un mecanismo de aislamiento, sino de efectiva integración, con voz y voto para opinar, decidir, elegir.

Las organizaciones de mayores

Estudios realizados demuestran que más de la mitad de los adultos mayores en la Argentina (2 millones de personas) están en capacidad para resolver por sí y/o con apoyo familiar la mayoría de los problemas que les aquejan; están en condiciones de contribuir activamente en su cuidado y en el de otros, en lugar de aceptar el pasivo rol de beneficiarios.

El potencial de las personas mayores es inmenso. Participan de actividades recreativas, culturales, deportivas, artísticas, científicas, laborales, aún cuando no sean programadas específicamente para ellos. La importancia de su participación social puede reflejarse, además, en el número de centros de la tercera edad que han conformado a lo largo del tiempo. Hoy, en Argentina, más de 5.000 Centros de Jubilados son espacios institucionales donde se desarrollan estas actividades sociales y culturales, además de otras reivindicativas de sus derechos. Mas del 13% de la población mayor se encuentra asociada a alguno de ellos. En estos espacios miles de mayores desarrollan estas actividades, avanzando progresivamente en la construcción de poderes compartidos.

En este sentido, han desarrollado redes que los integran en múltiples federaciones provinciales y confederaciones nacionales que amplían su base de participación política y social, y los proyectan como grupos de presión y/o poder.

Así participan en los directorios de instituciones, en la gestión de programas y servicios sociales, realizan tareas de voluntariado social hacia pares y hacia otros grupos etáreos, tienen presencia en los medios masivos de comunicación y algunos de ellos realizan prácticas de movilización social.

Es necesario destacar, sin embargo, que muchas de estas organizaciones surgieron bajo el amparo institucional, por lo que el tutelaje estatal es una de las debilidades de estos grupos, que reiteran falencias de las formas de representación política y social de estos tiempos.

Así también otro riesgo de estas organizaciones es la cultura de la dependencia producto del clientelismo y paternalismo tan frecuente en los programas sociales.

La cristalización de algunos dirigentes en la conducción de sus organizaciones, la utilización de estos espacios para su crecimiento personal y la vinculación con los funcionarios circunstanciales sumaría a lo expresado anteriormente.

Sin embargo, con fortalezas y debilidades, las organizaciones de mayores cobran significativa importancia a la hora de satisfacer necesidades y empoderar a los mismos.

Pero sin duda que será necesario realizar cambios.

Quizás el primero sea revisar el paradigma sobre envejecimiento, promover un cambio de cultura, hacia una vejez proactiva y saludable, y por un mayor respeto de los derechos de los adultos mayores.

El segundo reconocer el trabajo en red como una estrategia adecuada para cambiar las formas de hacer las cosas, que es la única forma de cambiar las cosas.

En tercer lugar el empoderamiento de los mayores que fortalecidos en autonomía, organización y capacidad gerencial podrán intervenir más activamente en la definición de las políticas públicas específicas y en la defensa de sus intereses sectoriales.

Las organizaciones de mayores deberán transitar un camino que les permita promover estos cambios. Se podrán involucrar como protagonistas en la conducción y el liderazgo visible de este proceso a organizaciones maduras de adultos mayores como ejemplos de experiencias exitosas o, a personas que individualmente se acerquen, en la búsqueda de desarrollar nuevas prácticas sociales basadas en estilos de liderazgos flexibles y democráticos.

Será imprescindible el empoderamiento de los mayores y que las organizaciones que los agrupan avancen hacia el cumplimiento de nuevos roles, tales como:

La Red Mayor ISALUD

Antecedentes

La conformación de la red Mayor fue iniciada en el mes de Octubre de 2002, en el marco del Programa de Apoyo a Organizaciones de Adultos Mayores. Dicho Programa aportó recursos provenientes del Banco Interamericano de Desarrollo – Fondo Especial Japonés para la Reducción de la Pobreza, y fondos de contraparte local, a cargo de la Fundación ISALUD, institución ejecutora del Proyecto en la República Argentina.

Esta es una organización de la sociedad civil creada en 1991 acreditada por la Organización de las Naciones Unidas, como ONG en el área de desarrollo social, que tiene su sede en la ciudad de Buenos Aires. En ella funciona un Instituto Universitario (ISALUD) dedicado a la formación de postgrado en salud pública, gestión social, gerontología y administración entre otras. A través de la Dirección de Ciencias Sociales y en acuerdo con organizaciones sociales y organismos públicos se desarrollan proyectos de base comunitaria, actividades de capacitación y desarrollo de investigaciones todas orientadas a mejorar las capacidades de gestión en el campo de las políticas sociales y de salud, desde aquí opera esta Red Mayor.

La "Red Mayor" es una red de redes y se integra con organizaciones que trabajan con y para los Adultos Mayores, en pos de una mejora de la calidad de vida de las personas mayores. Se concibe como un espacio de articulación informal y abierto para la participación de sus miembros, en un ejercicio autónomo y al mismo tiempo interdependiente. Las organizaciones participantes y beneficiarias del proyecto son los centros de jubilados u organizaciones de mayores y otras organizaciones que trabajen con y para ellos. Cada uno de ellos conserva su autonomía e independencia jurídica y la organización prevee una coordinación horizontal, con liderazgos rotativos entre sus miembros.

Desarrolla actividades en diferentes áreas, priorizando la defensa de los derechos de las Personas Mayores y la promoción de su participación activa en la sociedad. Sus ámbitos de trabajo son el fortalecimiento institucional y la capacitación de las personas mayores, el cuidado de la salud y la promoción de estilos de vida saludables, la investigación sobre la temática de los Adultos Mayores y la provisión de servicios.

Objetivos

Difundir y sensibilizar acerca de la problemática de los mayores, la importancia del reconocimiento de sus valores y el respeto de sus derechos para una mejora de sus condiciones de vida

Diseñar acciones que faciliten la participación de las personas mayores y su inserción activa e integrada con otros grupos generacionales

Expandir en el territorio nacional la Red Mayor, a través de la vinculación y coordinación de organizaciones, que se constituyan en nuevos nodos locales de la Red

Proveer servicios y productos para la satisfacción de las necesidades de las personas mayores, en particular de aquellos para las cuales la organización en Red, favorece la obtención de ciertas ventajas

Integrantes

La Red Mayor está integrada por organizaciones de Adultos Mayores y que trabajan por y con adultos mayores. A modo de ejemplo se citan algunas, aunque dicho listado no es exhaustivo ni excluyente:

Actividades

A fin de apoyar el logro de los objetivos señalados, la Red Mayor ha diseñado la siguiente plataforma de acciones, las que se han agrupado en cuatro áreas de actividad:

I - Comunicación

Dentro de este área se busca promover un cambio de imagen social de la vejez y del rol que desempeñan las personas mayores en la sociedad. Para ello se enfatiza tanto en los aportes que ellos realizan, como en los valores que representan. Se busca asimismo, destacar la importancia de mantenerse activo e integrado y de estimular a la superación del mito de la vejez, como carga y pasividad. Con esa finalidad se desarrollan las siguientes actividades dirigidas a grupos diversos, siendo algunas de ellas de tipo masivo o focalizadas, según el caso.

Campañas publicitarias a través de medios gráficos y audiovisuales

Conferencias / Talleres de sensibilización acerca de la temática de la vejez y la situación de las personas mayores a estudiantes y adultos de mediana edad

Reuniones de intercambio dirigidas a funcionarios y representantes de Adultos Mayores para esclarecer aspectos relacionados con la defensa de los derechos de las personas mayores y favorecer el reconocimiento y la protección de los mismos

Jornadas y eventos de participación comunitaria

Encuentros nacionales de la Red Mayor

Medios de difusión especializados en adultos mayores

II – Capacitación

La Red Mayor ha desarrollado hasta la fecha diversas líneas de capacitación. La capacitación de las Personas Mayores y el fortalecimiento de las organizaciones constituye un elemento esencial para brindar a las personas Mayores la oportunidad de ser reconocidas y un espacio donde desempeñar un rol activo.

Las actividades se han organizado de acuerdo a diferentes grupos :

1 – Cursos para dirigentes mayores, cuyo objeto es capacitarlos y fortalecerlos para el ejercicio de sus funciones. Se identifican como relevantes las siguientes temáticas:

2 – Cursos para Adultos Mayores sobre diversas temáticas de interés para los mismos, a saber:

3 – Cursos para profesionales

III - Investigación y Desarrollo de Proyectos y Servicios

Esta área de acción tiene por objeto llevar adelante estudios sobre problemáticas y temas de interés para los Adultos Mayores y para el desarrollo de servicios en el ámbito de la Red Mayor, a través de sus nodos. La Red se propone, de este modo, constituirse en puente entre la demanda y la oferta y hacer un aporte en relación con la detección y cobertura de necesidades de las personas mayores.

A la fecha se ha realizado un estudio sobre "Estrategias de Atención a la vejez Frágil", que incluye un estudio de la demanda, una descripción de servicios necesarios para esta población y un estudio de mercado para analizar la viabilidad de los mismos.

Sobre esta base se dio inicio a la formación de acompañantes domiciliarios y se está programando un servicio de cuidados en domicilio.

IV - Servicios y Productos

A partir de los resultados de los estudios del área de Investigación y Desarrollo se identificarán nuevos servicios que prestarán los nodos de la Red. Se piensa básicamente en servicios y productos vinculados a mejorar las condiciones de habitabilidad y confort en las viviendas de personas mayores, el asesoramiento para la cobertura de riesgos, la provisión de garantías para la contratación de servicios de cuidados domiciliarios etc.

Se señalan algunos de los servicios que se encuentran en proceso de desarrollo:

1- Centros de información y orientación locales

Se trata de Centros asociados a los nodos locales, con sede física, que cumplirán funciones de asesoramiento e información a los miembros de la Red.

Se ha revelado, a partir de necesidades expresadas por los mismos Mayores, la importancia de efectuar un rastreo de información con relación a acciones, y recursos existentes, para la resolución de problemas y la satisfacción de necesidades de las personas mayores y de organizaciones orientadas a la atención de las mismas. Los Centros a ser instalados en los nodos locales tendrán como función primordial realizar este relevamiento y proporcionar información que permita dar satisfacción a los requerimientos de los miembros de la Red Mayor.

Dichos Centros conformarán bases de datos con información local, la que comprenderá diversos aspectos:

2 – Comunicaciones en la Red

Uno de los aspectos más relevantes en la conformación y sostenibilidad de una Red se vincula con la posibilidad de mantener una fluida comunicación entre sus miembros. Con esa finalidad se han desarrollado tres productos en el Programa de Apoyo a Organizaciones de Adultos Mayores, cuya continuidad se considera de fundamental importancia, a saber:

Periódico de la Red "Lazos de la Red Mayor", con una tirada mensual de 10.000 ejemplares, se vende en kioscos de la ciudad de La Plata y a variadas instituciones nacionales, provinciales y municipales.

Boletín de la Red Mayor (en preparación)

Página Web de la Red Mayor (en desarrollo)

3 – Asistencia Técnica a los nodos locales de la Red y a las organizaciones

La Asistencia Técnica que brinda el Programa se orienta a dos aspectos básicos:

Formación de la Red

Uno de los objetivos de la Red Mayor es lograr su expansión en el territorio nacional, para lo cual se ha propuesto la conformación de nuevos nodos locales. El proceso de conformación de los nodos locales, ya existentes, ha demandado un esfuerzo considerable de acompañamiento, realizado a través de la asistencia técnica del Programa de Apoyo a Organizaciones de Adultos Mayores. Si bien se entiende que la conformación de un nodo es un proceso voluntario de las organizaciones que se asocian, el mismo involucra diversos momentos, como la identificación de las mismas, su reconocimiento como socios potenciales y la decisión de encarar en forma conjunta la realización de actividades. Esta tarea insume un tiempo aproximado de 3 meses. La experiencia adquirida en el transcurso del Programa, como la de otras redes ya existentes, revelan la importancia que, durante este proceso, se respeten los tiempos, a fin de que el nodo local se construya sobre una base sólida, basada en la confianza mutua entre sus miembros. La consolidación de la Red y sus nodos es un proceso de largo plazo para lo cual se estima necesario un acompañamiento de al menos un año, a partir de su conformación inicial. La estrategia implementada para la realización de esta Asistencia Técnica, una vez constituido el nodo ha sido la designación de un referente local, que coordina las relaciones entre las organizaciones que integran el nodo local y articula en forma directa con el nodo central.

Formulación y apoyo al desarrollo de proyectos a nivel local

Se prevé la realización de Asistencia Técnica desde el nodo central a los nodos locales y organizaciones miembros de la Red en el desarrollo de microemprendimientos, sistemas de voluntariado, organizaciones de cuidados domiciliarios, proyectos de capacitación etc. En caso de ser necesario, la Asistencia Técnica incluirá un subsidio para el desarrollo de las actividades.

Financiamiento

La red establece una plataforma de servicios a disposición de los miembros, algunos de los cuales se recibirán en forma gratuita y otros arancelados. Se estima como fuentes de ingreso potenciales a las siguientes:

 

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Trabajo presentado en las II Jornadas Nacionales " La Vejez: Abordaje Interdisciplinario" Mar del Plata. 6 y 7 de agosto de 2004.

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