Volver a la página principal
Número 11 - Octubre 2002

El camino hacia el envejecimiento satisfactorio

Ester Wszyndybyl
jalberto@arnet.com.ar

Adriana Gallo
fliabrasca@ciudad.com.ar

"Envejecer significa emprender algo nuevo:
las circunstancias cambian y se está obligado a un descanso forzado o
a asumir otras tareas con lucidez y decisión"
J. W. Goethe

La vejez es un subconjunto de fenómenos y procesos que forman parte de un concepto global el envejecimiento. Nacemos envejeciendo, vivimos envejeciendo y así morimos. Es la etapa de vida en la que los síntomas del envejecimiento se hacen más evidentes.

Considerar al envejecimiento como un proceso equivale a subrayar que no ocurre de repente, sino que se está ante un cambio gradual y universal. Es normal, porque es una norma en todos los seres vivos. Aparece como natural, pues es inherente al mecanismo mismo de la vida: vivir y envejecer son aspectos de un mismo continuo. Este envejecimiento endógeno o genético está afectado por múltiples factores exógenos que pueden actuar acelerándolo o anticipándolo, o bien, pueden retardarlo, prolongando el período adulto o extendiendo la senescencia. Por eso no es definible por simple cronología; es un proceso diferencial, personal, individual, pero a su vez es colectivo, porque está condicionado por las características de la sociedad en que se vive. Éstas determinan tanto la esperanza de vida de sus habi tantes como la calidad de ésta, es decir, el cuánto y el cómo vivirán sus años de vejez.

Se presenta como una realidad compleja y pluridimensional, y se distinguen formas contrapuestas de enfocarlas desde el punto de vista teórico.

Este proceso está configurado por factores biológicos, psicológicos y sociales, y aún cuando deben ser interpretados en forma interrelacionada, consideramos que es oportuno analizarlo desde cada campo disciplinar para tener una visión del Adulto Mayor (A.M.) desde la especificidad de cada área y extraer de cada una sus aportes para el logro de un envejecimiento satisfactorio.

ENFOQUES APORTES PARA UN ENVEJECIMIENTO SATISFACTORIO
Del Apego
  • ser en relación con el otro o con los objetos contingentes
  • participar en grupos y asuntos comunitarios
  • perseguir fines que den sentido a la vida
De la Actividad
  • mantener los roles personales, sociales y comunitarios
  • adaptarse a los cambios y ajustes sociales propios de esta etapa de la vida
  • buscar sustitutos de las actividades que yo no pueden realizarse
  • ser autosuficientes
Epigenética o de las ocho edades del hombre
  • Mantener la función generativa de la madurez
  • Producir y crear
  • Comunicarse, ser solidario
  • Reflexionar
  • Defender con dignidad sus formas de sentir y de pensar
  • Lograr la integridad del yo
  • Sentirse seguro y no temer a la muerte.
Frankl, Víctor
  • Asumir pérdidas
  • Sobrepasar las penas
  • Apreciar la vida
  • Sentirse valioso
Buhler, Charlotte
  • Cumplir deseos, lograr metas
  • Alcanzar la plenitud
Resiliencia
  • Reaccionar positivamente frente a las dificultades
  • Usar la experiencia derivada de situaciones adversas para proyectar el futuro.
  • Confiar en sí mismo
  • Aceptar el apoyo familiar y social.
Salud funcional
  • Valorar su estado de salud considerando sus sentimientos frente al impedimento y cómo éste interfiere en su rutina habitual.

El camino hacia el envejecimiento satisfactorio requiere considerar tanto las oportunidades del medio sociocultural, como el modo de vida forjado. El A.M. es una persona con biografía y experiencia y su conducta sólo puede ser comprendida dentro de su historia de vida y del grupo social en donde desarrolla su existencia. Resulta imprescindible que éste le ofrezca posibilidades para que pueda ser protagonista de sus acciones y de su propio destino, con confianza en sí mismo, en uso de libertad, autonomía, razón, imaginación y reflexión crítica. El paso del tiempo supone la necesidad de asumir roles nuevos y por ende resignar otros que hasta algún momento se ocuparon, pero aquellos pueden ser tan participativos como los de antes o aún más. A pesar de que los A.M. constituye un grupo etario vulnerable pueden afrontar, resistir y construir una vida positiva a pesar de las circunstancias desfavorables que se le presentan.

La educación se constituye en una de las oportunidades para integrarlos creativamente a su entorno social, para permitirles dotar de nuevos sentidos a su realidad experiencial y para fortalecer sus procesos identitarios.

Por eso nuestro supuesto de trabajo es el siguiente:

La educación permanente no formal es un factor protector que atenúa el impacto de los riesgos que afectan al A.M., estimula su participación social significativa, contribuye a su bienestar y posibilita un envejecimiento satisfactorio.

Circunscribimos nuestro estudio a un contexto geográfico (cuidad de Rafaela), a un período determinado (2001) y a A.M. asistentes a la Universidad de la Mediana y Tercera Edad (UMTE) "Olga Cossettini" y a la Escuela Taller de la Tercera Edad de Rafaela "Dr. Américo Tosello". La población la constituyen 667 inscriptos en la primera y 170 de la segunda.

EDUCACIÓN PERMANENTE NO FORMAL DE AM RAFAELINOS

U.M.T.E Escuela Dr. A. Tosello
CURSOS TALLERES CURSOS TALLERES
Italiano

Francés

Inglés

Taller Literario

Coro

Conociendo la Biblia

Teatro

Computación

Como mantener activa la memoria

Folklore

Corte y confección

Cromografía textil

Gimnasia

Yoga

Tejido

Porcelana Fría

Mimbrería

Pátina

Jardinería

Dibujo y pintura

Italiano

Inglés

Taller Literario

Coro

Conociendo la Biblia

Teatro

Computación: Operador de P.C. y Diseño Gráfico

Alfabetización

Folklore

Corte y Confección

Pirograbado en cuero

Gimnasia

Yoga

Tejido a las agujas

Tejido al crochet

Cerámica

Artesanías

Tapicería

Encuadernación

Dibujo y pintura

Cocina

Cestería

Dos instituciones que ofrecen educación continua no formal a adultos mayores (a partir de los 50 años en un principio y con mayor flexibilidad con respecto a la edad en la actualidad) apoyadas en un modelo autogestionario, organizadas como asociaciones civiles sin fines de lucro. Los asistentes solventan, con el aporte de una cuota mensual, todos los gastos, incluidos los sueldos de los docentes y no docentes. Operan sin apelar a la estratificación de niveles educativos de sus educandos y entregan a éstos, certificados de asistencia.

Las propuestas están pensadas desde la diversidad de estilos de vida, condiciones económicas, nivel educativo y representaciones sociales.

La elección de dos o más cursos o talleres por educando determina que el número de inscriptos sea superado aproximadamente en un 35% por el número de alumnos.

La demanda es sostenida. En los horarios de funcionamiento, seleccionados por los propios mayores, la capacidad de los edificios educativos está colmada.

El modelo pedagógico responde al del profesor–alumno, con una marcada participación del adulto mayor en la construcción de su conocimiento. Se invierte aquí la asimetría generacional, pues personas de menor edad educan a los mayores.

Los cursos y talleres son de duración anual, la mayoría no está estructurado por niveles (excepto los idiomas).

ADULTOS MAYORES ENTREVISTADOS

ADULTOS MAYORES ENCUESTADOS

TOTAL: 176 inscriptos (135 en la UMTE y 41 en la Escuela Taller "Dr. A. Tosello")

El análisis de las entrevistas nos ha brindado valiosos aportes, los relatos de los A.M. vislumbran la posibilidad de un envejecimiento satisfactorio. Demostrar esto implicó devanar una madeja de muchos hilos, con dos puntas. Por un lado todo lo referente a los logros en lo personal –el bienestar– y por el otro, todo aquello que contribuye a una participación social significativa.

Todo comienza por uno mismo. El autoconcepto, entonces, es uno de los elementos que más directamente inciden en la forma en que el A.M. vivencia, afronta y trata de superar el conjunto plural de factores que constituyen su problemática. La imagen corporal, la autoestima, la dimensión social del concepto de vejez, influyen en el conjunto de imágenes, pensamientos y sentimientos que el A.M. tiene de sí mismo. Consideraremos a continuación cada una de estos parámetros.

 

EL ESPEJO DEL ENVEJECIMIENTO: LA IMAGEN CORPORAL

Todos percibimos nuestro cuerpo en tanto estructura material en un espacio; es nuestro contacto sensorial con el mundo que nos rodea. Tenemos un determinado esquema corporal, imagen tridimensional de nosotros mismos que se ha ido construyendo con nuestra historia y nutriéndose de nuestras experiencias emocionales, en el contacto con los otros y en relación con la imagen corporal que poseemos de los demás. Es en esta imagen donde se comienza a visualizar la vejez corporal que siempre aparece en primera instancia en los otros, con características externas a nosotros mismos, hasta convertirse en algo real.

El asumir que el cuerpo comienza a perder potencialidades, en muchos casos se asocia a una pérdida en las otras áreas (mente, mundo externo). Escuchar frases como: "ya estamos viejos para…" llevan a pensar en la función del cuerpo como soporte simbólico de los distintos discursos sociales sobre la vejez.

Actualmente, la sociedad crea una necesidad de recambio y actualización constante de bienes materiales; lo que hasta ayer era útil, hoy dejó de serlo y está viejo. Esta cualidad adjudicada a los objetos se traslada a las personas, pasando el significante viejo, en otros tiempos asociado a "sabiduría", a confundirse con lo inútil, caduco. De esta manera se ejerce en los A.M. una presión social que los coloca en un lugar pasivo, sin deseos. El conflicto se traslada al cuerpo, única forma socialmente aceptada de expresarlo, que equipara al cuerpo viejo con enfermo, subyace aquí la teoría médico–tradicional y uno de los prejuicios más arraigados sobre el envejecimiento.

¿Qué hace una persona cuando ocupa el lugar de un enfermo? Los demás deciden por él y termina replegándose sobre sí mismo. Hay A.M. sanos y enfermos, lo importante es no creerse enfermo, sentirse sano para poder hacer lo que quieren.

Para los grupos estudiados, estar sano supone no sólo no padecer enfermedades incapacitantes sino, además, no ser dependientes. El valor de la salud funcional implica la capacidad real del adulto para hacer. Entrar a la tercera edad les exige asumir una nueva resignificación de la imagen y del esquema corporal. De cómo se resuelva esto, dependerá en gran medida la posibilidad de disfrutar de la vejez y el futuro bienestar. El modo de interiorizar las modificaciones debidas al proceso de envejecimiento en uno de los entrevistados, es una muestra de cómo sienten su cuerpo la mayoría de ellos:

"Tengo un cuerpo nada lindo pero aprendí a quererlo, tengo unos ojos verdes que miran bien, tengo las manos que todavía pueden hacer algo para mis hijos, para mis nietos, para mí misma, tengo las piernas que todavía me pueden llevar muy despacito y un corazón con un caudal de ternura para todos los que me rodean." (Rosa, 77 años)

En relación al vigor físico, Cicerón expresaba que en la vejez la persona debe utilizar en forma correcta lo que tiene y realizar lo preciso en relación a su fuerza. Así lo ponen en práctica estos A.M.:

"Hay ejercicios suaves para nosotras, uno nota un cambio… en las piernas, en los brazos, en el cuerpo todo. Me hace bien a mi salud." (Onelia, 65 años)

Nos llama la atención la distancia que existe entre la propia imagen del cuerpo de los A.M. entrevistados y la imagen corporal que se les devuelve desde el exterior en espejo. Manifiestan que notan en ellos los cambios biológicos en la piel, los sentidos, la motricidad, muchas veces la mirada del otro se los muestra, pues no todos envejecen al mismo tiempo ni de igual manera. Pero estas transformaciones las sienten como procesos normales. Tener canas, usar lentes, o no correr como antes no significa estar enfermo, pueden seguir practicando tareas que le causen placer.

El modelo "sentate, mirá una película" no es compartido por estos A.M. que no permiten que el cuerpo empiece a endurecerse, porque una persona encarcelada en su cuerpo es imposible que pueda hacer una vida plena por más rica que pueda ser espiritualmente. Es una realidad que a veces se sienten mal, pero también es cierto que tratan de superarlo, si permanentemente se encuentran en ese estado, nunca podrían elaborar su proyecto de vida.

"… en los momentos que estuve muy mal, el sólo hecho de decir: yo tengo que ir al curso, voy a estar una hora y media acompañada, aconsejada, me voy a sentir otra persona, es muy positivo." (María, 65 años)

El principal determinante de la percepción de salud en estos A.M. es el nivel de actividad o la movilidad física que puedan desarrollar, de ahí que consideran de menor importancia algunas enfermedades mientras que éstas no le hagan perder su independencia.

"Terminé el mes pasado con la quimio,…La doctora ahora me encontró 10 puntos y me dijo que lo que tengo ganas de hacer y lo pueda hacer lo haga. Después de las vacaciones voy a retomar los cursos." (Nelly, 66 años)

Es significativo la cantidad de inscriptos en el taller de Yoga en ambas instituciones. A esta actividad la consideran como una propuesta de vida, porque plantea cómo se logra a partir del manejo de lo corporal, llegar a ser una persona mejor. Si el cuerpo puede transformarse en una molestia, practicándola se evita que lo sea. Para la realización de los diferentes movimientos, el yoga, exige concentración, en la medida que cada uno logre aplicarla a la vida diaria, alcanzará el autodominio.

"Los beneficios: en forma personal es que a nosotros no nos duele nada en todo el cuerpo. El yoga es relajación y elongación, entonces todos los movimientos suaves, toda tu estructura se va acomodando, relajando." (María, 67 años)

Las instituciones son para ellos una terapia, los ayudan muchísimo porque tienen la oportunidad de realizar actividades acordes a sus posibilidades. Además los compañeros se preocupan por los problemas de salud y los apoyan siempre. Los que tienen algún impedimento se sienten uno más del grupo y su participación en las actividades es una "inyección de energía" en sus momentos difíciles.

"Es importante para recuperarme de mi enfermedad, me siento en el grupo como si no tuviese nada, lo que tengo no se nota." (Héctor, 50 años).

Estos A.M. perciben su estado de salud como positivo lo que influye decisivamente en la elaboración de su autoconcepto físico y en su propio bienestar.

MANTENER UN NIVEL ELEVADO DE AUTOESTIMA:
DESAFÍO DEL ENVEJECIMIENTO

Los hechos propios del proceso de envejecimiento (cambios biológicos, ocupacionales, familiares) sitúan a la persona ante la necesidad de tomar decisiones. Si estos cambios la inducen a emprender un nuevo tipo de rol, si es asumido en forma activa y positiva, si no cree que con él pierde seguridad y prestigio social, la autoestima y el concepto de sí permanecerán estables.

El modo de obrar ante las situaciones que se plantean a lo largo de la vida es diferente, se puede asumir una actitud abierta o cerrada. El A.M. en actitud cerrada percibe como amenazas las dificultades que se le presentan, y tiende más a defenderse que a enfrentarlas para resolverlas.

La actitud abierta es la que notamos en estos A.M., observan los cambios con mirada atenta y tranquila, llena de interés y energía, es decir, ven a las dificultades como problemas posibles de resolver, se disponen a una adaptación creadora que contribuye a su bienestar, como lo demuestran las siguientes expresiones:

"Me quedé sola… y tener un plan o una perspectiva siempre entusiasma para seguir adelante… y veo que en Biblia yo encontré lo que realmente necesitaba que era recibir, a mí me parecía que yo había estado dando y exigiéndome. …. Allí me siento realmente segura, programo la semana en función del día que me toca ir a este curso." (Luz, 74 años)

"…por ejemplo, un alumno no podía mover su mano derecha y aprendió a dibujar con la izquierda."( Nelly, profesora)

Es conveniente destacar que el tipo de actitud que el A.M. adopte tiene su origen en su pasado, en su historia personal, pero es posible ir generando en las personas una actitud consciente y responsable de aprendizaje permanente frente al proceso de envejecimiento y los cambios que trae aparejado, tal como lo han interiorizado los gestores de estas instituciones de educación no formal y sus alumnos.

Estos últimos manifiestan que asistir a los establecimientos educativos les hace sentir bien, importantes, seguros y gratificados. Se sienten atrapados, porque los nutre y los ayuda en su formación. Es la oportunidad que les permite hacer, pensar y sentirse ellos mismos.

"… es como mi segundo hogar, si no voy, no puedo andar, vuelvo a ser el pibe de antes." (Héctor, 50 años)

"…te hace sentir que vos sos vos, porque en tu casa sos la mamá de… o la señora de…." (Maribel, Comisión Directiva)

Nos encontramos con personas que están plenamente en forma, totalmente vigentes, llenas de iniciativas y planes, y otras que, aunque ven disminuidas sus potencialidades físicas, sienten sin embargo que su mente sigue lúcida, y sus ganas de hacer buenas cosas permanecen inalteradas. Esto les permite dar continuidad a la propia vida. Separar edad cronológica y sentimiento de juventud, no es mentirse, contribuye a mantener su autoestima, el bienestar en términos positivos.

Una de las primeras necesidades de todo ser humano es sentirse aceptado, querido, acogido, perteneciente a algo y a alguien, sentimientos estos en los que se basa la autoestima.

"… yo tengo amigas y me siento bien… es una tabla de salvación." (Norma, 70 años)

"… pero llegan acá y quedan deslumbradas, es como que se curan, como que les ayuda porque encuentran el compañerismo, encuentran la alegría."(Raimelda, Directora)

La toma de conciencia del paso del tiempo les demuestra la cercanía de la muerte. De allí la necesidad de recuperar la esperanza y el sentido trascendente de la vida. Las experiencias de dolor pasado (pérdidas de seres queridos, de roles sociales…) han dejado huellas en ellos, su autoestima ha sido vulnerada, pero la concurrencia a estos establecimientos los ayuda a sobrepasar las penas y transformar el sufrimiento en un desafío personal, como postula V. Frankl:

"… cuando vivía mi esposo me dedicaba a mi casa y a él, después que murió, me metí en ese infame aparato [señala el televisor] y me molestaba hasta que vinieran mis hijos a interrumpirme las novelas. Y cuando salía a la calle no sabía hablar, porque es tanto lo que uno se embota y las neuronas se duermen. No partía de mí nada hacia afuera. Yo estaba encerrada en este ámbito. Al asistir a los cursos recuperé el interés por la vida. Uno sale de ahí y se siente distinta… con una paz. Es otra persona." (Elba, 78 años)

"Me quedé sin mi papá, sin la oficina, me quedé vacía… ¡Qué sensación horrible! La UMTE es un milagro, me siento feliz, paso momentos agradables tengo amigas." (María, 67 años)

"La casa me quedó vacía… si hay algo que odio es la soledad. Haber empezado… para mí fue todo, me llenó mucho. Soy muy feliz, son experiencias que no se olvidan tan fácil." (Nelly, 69 años)

Piensan que a esta edad tienen que hacer su vida, salir de la rutina y tratar de mejorar. Unidos tratan de ir cambiando los estereotipos sociales negativos y se organizan siempre pensando en la tercera edad. Así concretan sus aspiraciones, hacen sus sueños realidad como lo demuestran los formadores de ambas instituciones de educación no formal de nuestra ciudad. Los responsables de la conducción son también A.M., respetados por sus conocimientos, su accionar, su capacidad de organización y concreción de proyectos.

"Estas mujeres parecen empresarias, saben, las respetás realmente, tienen mucha presencia en la comunidad. No es que porque están en la Tercera Edad se quieren quedar en un rincón. Son un lujo para la sociedad, es mucho lo que están haciendo, traen ellas cosas, son valiosas por lo que hacen, muchas están desde la primera hora, yo las aprecio. Es valiosísimo como se gestó la institución, ¿Cómo se les ocurrió esa idea? (María, 57 años)

Tanto docentes como alumnos, convencidos de los cambios que pueden seguir generando, han reestructurado sus metas, otras las mantienen, o bien las reajustan de modo que puedan alcanzarlas. Tienen objetivos y ganas de vivir. Esto implica una constante capacidad creativa para reinventar el mundo en el que viven y reinventarse a ellos mismas.

"Por eso te digo que… no nos quedamos en los 70 años olvidados. No, ¡servimos, servimos! (Norma, 70 años)

CAMBIANDO EL IMAGINARIO COLECTIVO…

Es frecuente que a medida que envejecen, los A.M. reciben con la mejor intención más ayuda de la solicitada por parte de sus familiares. A veces ésta se presta porque a los jóvenes les resulta más fácil y rápido realizar una actividad que dejar a la persona mayor que lo haga. De esta manera se crea una forma de dependencia que antes no había. Un miembro de la comisión Directiva de la Institución expresa:

"Los hijos están apurados, a los nietos no les gustan los viejos, o el viejo arrastra los pies y ensucia el piso, o sino: ‘no lavés los platos mamá, después yo los lavo’, pero no es para quitarle trabajo a la madre es porque se lo deja con grasa. Porque la gente se va olvidando que a medida que crece va perdiendo muchas cosas, pierde la atención de lavar bien los platos o dejar las cosas donde no se deben dejar."

La jubilación actúa como barrera demarcatoria y deja afuera a todos aquellos que cumplieron 60 o 65 años, obligándolos a un reposo forzoso y a la pasividad, casi con connotación de inutilidad. Además la mayoría de las jubilaciones son magras e impiden al A.M. poder gozar de una merecida autonomía económica.

"Ahora con la jubilación me asaltó ese temor… se me terminaba el mundo… no quería sentir la orfandad de la jubilación.". (María, 57 años)

"… porque me jubilé y extrañaba horrores, una barbaridad. Estar todo el día acá encerrada me era muy incómodo." (Norma, 70 años)

Estos y otros elementos conforman parte del imaginario colectivo del mundo moderno en donde impera cierta cantidad de ideas erróneas acerca del envejecimiento y la vejez; le otorgan un matiz peyorativo, funcionan como estereotipos y dificultan una adecuada inserción de los A.M. a la comunidad. Se detectan en la sociedad actual un conjunto de actitudes negativas, incorporadas a través de los años, que marginan a las personas que envejecen, "viejismo" según L. Salvarezza. Desde esta idea se ve a los A.M. como pasivos, viviendo aislados, con deterioro fisiológico y psicológico, y tratados con rechazo.

Esta imagen social que tiene efectos negativos en el autoconcepto de los A.M. también influyó en la vida de nuestros entrevistados. Uno de ellos comenta:

"Algunos dicen que no servimos para nada, que no vamos a aprender un idioma, o que no vamos a hacer esto. Al contrario, yo digo que a esta edad es cuando debemos incentivarnos." (María, 65 años)

Las instituciones educativas para la Tercera Edad les abren las puertas y los A.M. rafaelinos aceptan el desafío. Allí encuentran la fortaleza para responder a los miedos, la soledad, el deterioro, en definitiva, a las circunstancias adversas a las que están expuestos, para devolver a la sociedad la imagen renovada, activa y segura del A.M. que vive satisfactoriamente esta etapa de la vida.

PARTICIPACIÓN SOCIAL SIGNIFICATIVA,
¿UN DESAFÍO COMPARTIDO?

Cuando se concibe a la vejez asociada con un progresivo deterioro psíquico y un paulatino debilitamiento de las funciones vitales, el A.M. queda posicionado en una actitud pasiva frente al mundo que lo rodea. Se remarca el proceso de reducción del interés hacia las actividades, personas u objetos, un creciente repliegue sobre su mundo interno, una tendencia "natural" al aislamiento. Acentuar las transformaciones psicosociales y corporales con tinte negativo, coloca al A.M. como un objeto de cuidado y lo descalifica como sujeto de acción, saludable y participante y social. Uno de los criterios para asumirse viejo es el descenso de la participación social y el sentimiento de inutilidad.

Considerar al A.M. como alguien que puede intervenir respecto de los demás y de sí mismo, actualizando su proyecto de vida, es situarlo en una posición activa frente a la posibilidad de alcanzar el bienestar.

Tal como lo expresa la perspectiva de la Teoría de la Actividad, los A.M. que asisten a instituciones de educación no formal de Rafaela, siguen en condiciones de disfrutar los placeres de la vida, necesitan estímulos intelectuales, afectivos y físicos, y quieren seguir perteneciendo a la sociedad de la que forman parte.

El hecho de tener objetivos en la vida y de seguir formando parte activa de un grupo social también está relacionado con el mantenimiento de un envejecimiento satisfactorio.

La participación social significativa lograda a partir de su experiencia educativa y puesta de manifiesto por los A.M. entrevistados, fortalece los lazos sociales con sus pares, sus familiares y la participación en actividades sociocomunitarias.

 

Relación con sus pares

La amistad en la Tercera Edad es un apoyo fundamental y proporciona intimidad emocional y compañía. Observamos que para las A.M., los amigos representan una de las fuentes de satisfacción más significativa, proyectada hacia su bienestar. Así por ejemplo en la relación con sus pares manifiestan que han logrado un compañerismo auténtico.

"Hay tanto compañerismo, es un grupo tan hermoso, tanta amistad sincera." (Nelly, 69 años)

"Aparte la amistad que uno logra con sus compañeros y con los otros alumnos de la UMTE no tiene palabras." (María, 65 años)

Los A.M. mantienen amistad con sus iguales, en donde se destaca el compartir necesidades e interese mutuos, experiencias, alegrías y tristezas personales.

"En esas dos horas tejemos y hablamos de cosas tristes que pasan en la ciudad, la salud de los nietos, lo de las Torres, sea de una broma o un problema, está quien mira y comenta Gran Hermano o lo de Georgina Barbarossa." (María, 57 años)

Sienten que pueden contribuir al bienestar de los demás y que, en caso de necesidad ese apoyo se encontrará disponible para ellos.

"Se reúne mucha gente que vive sola, y necesita relacionars e." (Beatriz, 61 años)

"Se mantiene un contacto, no es el frío: ‘chau hasta el miércoles’, y sabemos que si tenemos una cosita, el teléfono suena…" (María, 65 años)

"Yo por ahí les digo que no me dan ganas de empezar. Pero están las mujeres de coro y costura que me esperan y bueno… voy a retomar las actividades." (Nelly, 66 años)

Manifiestan que las instituciones educativas funcionan como una familia, que promueve el crecimiento comunitario, ya que amplía el círculo de relaciones sociales, se forman nuevas amistades. Se sienten acompañadas y cómodas. Con el grupo celebran los cumpleaños, el día de la primavera, la fiesta de fin de curso.

"Y ahora en agosto tenemos un gran té. Nos reunimos en el club… vamos todos." (Norma, 70 años)

"Lo fundamental es la búsqueda que tiene la persona mayor de encontrarse con el otro." (María, 57 años)

"Mirá yo fui siempre muy tímida, esto me ayudó a integrarme con mis compañeros." (Carmen, 68 años)

"Aparte de que van a compartir, el hecho de la escuela no está sólo en lo que puedan hacer, sino está en la compañía, en encontrarse entre pares que hablan igual." (Ana Rosa, profesora)

Los A.M. consideran que en las clases hay un clima distendido porque se encuentran con personas que piensan igual, reciben confianza y trato cordial.

Estos lazos de amistad se ven fortalecidos, muchas veces, por reuniones que se realizan fuera de la institución escolar, para festejar el día del amigo, o para tomar un café.

"La UMTE ayuda a vivir, es un lugar de encuentros, se sale, por ahí uno se cruza a tomar un cafecito." (Beatriz, 61 años)

"Se reúnen en el caso de idiomas a estudiar, a ejercitarse, realizar actividades, mate o te con facturas mediante." (Ana Rosa, profesora)

"Mirá en el día del amigo éramos seis personas, las seis eran de la UMTE" (Norma, 70 años)

"Nos reunimos tomamos un tecito, charlamos… la paso divino." (María, 67 años)

Ser aceptados por sus compañeros, sentir que tienen un lugar en el grupo, tener amigos, le provee a los A.M. de un sentimiento de seguridad, crecimiento y satisfacción de su vida.

 

Relación con la familia

Según Erikson los que envejecen deben mantener una función generativa, es un compromiso con la vida, necesario para sentirse vivo: implica estar preocupados por otros, seguir manteniendo lazos afectivos, sociales, comunitarios.

Desde que asisten a las instituciones educativas, los A. M., manifiestan que tienen la oportunidad de compartir los conocimientos con los integrantes de su familia, ha mejorado la comunicación y se enriquece e incrementa el diálogo. Aceptan la vida de una forma más realista y consideran que a esta etapa etaria se le puede sacar provecho sin remordimientos.

"Inclusive, nunca habíamos podido viajar con mi marido, así que yo no conocía nada. El primer año me fui sola, pero los otros años él me siguió,… viera como cambió." (Nelly, 69 años)

Nos comenta una docente:

"… entonces van a la casa y aplican lo que aprendieron acá… Y le preguntan vos qué hacés, vos qué dijiste…." (Beatriz, profesora)

"… tuvieron mucha firmeza, pudieron argumentar cuestiones, yo todavía puedo hacerlo, antes se habrían callado"… "siempre hablaba de lo mismo, con monosílabos… ahora tengo temas para hablar, hilvano frases. Porque acá se habla mucho, se comparte mucho." (Comentario de una alumna a su profesora)

Los A.M. entrevistados mencionan que su familia, especialmente sus hijos y esposos, los apoyan, se interesan por los trabajos que realizan y los estimulan para que continúen asistiendo a clase.

"Tengo mi hijos que me dicen que no deje la UMTE,… y la cabecita anda, me dicen ellos." (Elba, 78 años)

"Mi hija no ve la hora que empiece y mi marido lo mismo." (Nelly, 66 años)

A través de sus testimonios cobran importancia el entusiasmo y la alegría que sienten al realizar trabajos que tienen como destinatarios a sus hijos o nietos.

"Yo le cosí el vestido de graduación a mi nieta. Yo le dije te lo compro. Ella me dijo. No, no, yo quiero que me lo hagas." (Nelly, 66 años)

"Ahora estoy haciendo una puntilla para mi nuera." (María, 57 años)

"Yo tejo para mis familiares." (Onelia, 65 años)

La familia constituye –desde siempre– un satisfactor de necesidades de afecto y protección. Cuando el A.M. no es comprendido, cuando la familia, muchas veces sumergida en el desapego por los mayores, los margina, no puede establecerse esa relación, se rompen los vínculos, se alejan cada vez más las diferentes generaciones. El asistir a instituciones formativas les permite a muchos A.M. recomponer esos lazos: la independencia que asumen, la libertad de hacer y pensar, la posibilidad de crear y recrear les fomenta una imagen positiva que coadyuva al logro de la recomposición de una relación intergeneracional enriquecedora.

"Yo creo que influye positivamente… la gente se siente bien…. llega a su casa y está renovada, está de buen carácter… eso redunda en la familia…" (Luz, 74 años)

"Cuando yo voy a San Francisco a ver a mi hijo, y le digo que tengo una duda, entonces él me habla, le pregunto sobre gramática y los verbos." (María, 65 años)

"Este caballito con moños lilas y flores… es para mi nieta, ella todavía no lo vio." (Nelly, 69 años)

"Traemos para que participen a los hijos o nietos que son profesionales… ellos preparan los afiches. Todas dijeron yo lo hice con mi hija, o mi nieta, o mi nuera me ayudó." (Beatriz, profesora)

El rol de abuelo aparece en los A.M., como tal, colaboran con la familia y se sienten integrados. Tienen la opción de ser el abuelo tradicional, o eligen un rol quizás más acotado pero no por ello carente de calidad que le permite vivir con placer.

"Yo también tengo los nietos que cuidar, cuando yo puedo los cuido y cuando no puedo les digo chicas arréglense…" (Rosa, 77 años)

"Uno sale de la rutina, de cuidar a los nietos… al estar allá, no es que se olvida de los nietos, pero ya se pueden arreglar." (Nelly. 66 años)

"Yo veo mis nietas que hablan inglés desde preescolar, como pronuncian, a mi no me sale." (María, 67 años)

 

Relación con la comunidad

La ausencia de un rol social y la falta de tareas específicas para el A.M caracterizan a la sociedad en la actualidad. Percibimos que la asistencia a instituciones educativas no formales les brinda la posibilidad de concretar esfuerzos para recuperar potencialidades, elaborar su autoconcepto, lo que implica autoexploración personal para lograr mayor y mejor conocimiento de sí mismos y conseguir el reconocimiento social.

"Fuimos a Angélica, el sábado pasado estuvimos en el canal, fuimos al encuentro de coro en la Iglesia Sagrado Corazón. En fin, donde nos invitan vamos nosotros. (Rosa, 77 años)

"Representamos una obra para chicos y fuimos a varias escuelas. Ustedes no saben la alegría de los chicos cuando llegamos, las abuelas, las abuelas." (Carmen, 68 años)

La institución educativa es la puerta a la posibilidad de actuar y participar en la sociedad, de sentirse confiadamente apto para la vida, capaz y valioso, requisito fundamental para un envejecimiento satisfactorio. Allí encuentran un espacio para concretar sus proyectos, conectarse con personas de diferentes edades y condición, trabajar interdisciplinariamente, realizar exposiciones, organizar conferencias, charlas y viajes. Tienen la oportunidad de colaborar con otras instituciones del medio y se promueven gestos solidarios.

"Viste que hay gente que no tiene a quien tejerle, entonces preparan el ajuar para llevar al hospital." (Luz, 74 años)

"Todo el mundo se asombra de la cantidad de gente que va las conferencias a escuchar." (Elba, 78 años)

"Exponemos para la semana del jubilado nuestros trabajos." (Onelia, 55 años)

"Había un proyecto de Biblia para ir a Jerusalén, que se frustró por la situación política, no así el proyecto de los alumnos de italiano que viajaron a Italia en busca de cultura, de historia, de geografía, de belleza, de lugares donde nacieron sus antecesores, el hecho de estudiar el idioma les da las herramientas." … "En noviembre hacemos un trabajo interdisciplinario en el Centro Cultural donde participan los talleres de. Biblia, Teatro, Coro, Dibujo, Corte y Confección, Lectura." (Raimelda, Directora)

Estos establecimientos educativos se insertan y se comprometen con la comunidad. Son reconocidos por los diferentes sectores sociales, oficiales o privados, juntos, programan y ejecutan actividades compartidas. De esta manera los A.M. concretan los proyectos personales y las propuestas institucionales hacia la comunidad.

"Estuvimos en la Sociedad Rural con tres talleres artesanales… participamos en la fiesta del Barrio, y de la experiencia Rafaela Canta… junto con la Facultad Tecnológica tenemos el proyecto de formar una Orquesta,… recibimos visitas del exterior." (Raimelda, Directora)

"Voy a ir al Congreso en Montevideo, en el mes de noviembre de UNI 3, somos 4 personas las que viajamos." (María, 57 años)

LA EDUCACIÓN PERMANENTE:
UN VEHÍCULO PARA PROTEGERSE.

"Es un proyecto para que el Adulto Mayor
tenga muchas ganas de vivir.
Es un refugio, es un remanso, es salvavidas."
Raimelda, Directora

La resiliencia es más que la aptitud de resistir a la destrucción preservando la integridad en circunstancias difíciles, es también una aptitud de reaccionar positivamente a pesar de las dificultades y la posibilidad de construir basándose en las fuerzas propias del ser humano. No es sólo sobrevivir a pesar de todo, sino que es tener la capacidad de usar la experiencia sobre las situaciones adversas para proyectar el futuro.

Los expertos señalan que es algo consustancial a la naturaleza humana, pero que no necesariamente siempre se activa. "Todos nacemos con una resiliencia innata, y una capacidad para desarrollar rasgos o cualidades que nos permiten ser resilientes, tales como el éxito social (flexibilidad, empatía, afecto, habilidad para comunicarse, sentido del humor y capacidad de respuesta); habilidad para resolver problemas (elaborar estrategias, solicitar ayuda, creatividad y criticidad); autonomía (sentido de identidad, autosuficiencia, conocimiento propio, competencia y capacidad para distanciarse de los mensajes y condiciones negativas); propósitos y expectativa de un futuro prometedor (metas, aspiraciones educativas, optimismo, fe y espiritualidad)." (Benard, 1991). La resiliencia es la capacidad para transformar conductas y lograr cambios. (Lifton, 1993)

El escenario para su desarrollo se concentra en dos instituciones, la escuela y la familia, ambas fortalecen la capacidad de las personas para enfrentar la adversidad e incorporarla a los proyectos de vida. Esta postura conlleva una visión holística integradora de los dilemas humanos, pues plantea que la activación de factores resilientes, en las personas, genera también cambios en la familia y comunidades de los cuales forman parte. Reconoce la existencia de problemas pero presenta un optimismo realista. Considera a la persona completa que tiene un rol a desempeñar en su entorno

Es un ajuste que permite tolerar, manejar y aliviar las consecuencias psicológicas, fisiológicas y sociales provenientes de experiencias traumáticas sin una mayor desviación del curso del desarrollo, con la comprensión adecuada de la experiencia y cuyo resultado retroalimenta a la persona y es un aprendizaje que favorece el posterior desarrollo de la actitud resiliente. La materia prima para la Resiliencia son los recursos que desarrolla una persona y los apoyos que encuentre en su entorno para poder manifestarlos.

La resiliencia provee una interacción creativa entre los recursos personales y los recursos sociales, además se le define como la capacidad o propiedad de recuperar rápidamente la forma o la condición después de haber sido forzado, presionado o lastimado (Friendrich Losel, 1994:8)

Otra perspectiva es la de Meg Gardinier mencionada en Bice (1994), que argumenta que la Resiliencia se construye en una interacción entre el individuo con su medio (Bice, 1994:6)

Los factores de riesgo, como elementos interactuantes propician una menor calidad de vida y la marginación social como fenómenos que se relacionan con situaciones que ponen en riesgo el cumplimiento y la adquisición de habilidades intelectuales, afectan el desempeño de roles o mecanismos de adaptación necesarios para una adecuada integración social.

Los factores de riesgo son los elementos con gran posibilidad de provocar o asociarse al desencadenamiento de un determinado suceso indeseable, o mayor posibilidad de enfermar o morir (Eisenstein, 1996).

Los riesgos frecuentes en los A.M. están relacionados a la situación de vida específica de esta etapa etaria:

 

Pérdidas inherentes al propio proceso de envejecimiento

Desde el punto de vista biológico: el envejecer implica pérdida de la capacidad física, mayor vulnerabilidad a la enfermedad que provocan el deterioro de la imagen corporal y agreden al autoconcepto de quien envejece, sobre todo en esta sociedad donde la cultura de la apariencia tiene un gran valor, donde el cuerpo y la estética juegan un papel importante.

Desde el punto de vista psicosocial: aumentan las probabilidades de que personas importantes en la vida de los A.M. (pareja, familiares, amigos) desaparezcan.

La jubilación los excluye de la vida social organizada, provocándoles un gran sentimiento de inutilidad. Para muchas personas constituye un momento de disminución de ingresos.

Estos sucesos de la vida diaria transmiten a la persona la sensación de disminución de su capacidad y miedo al cambio. Cuando el A.M. vive las pérdidas de la vejez como un atentado a su propia estima, esto afecta su autonomía y su participación social.

"El aislamiento para los abuelos es horrible." (María, 57 años)

Viejismo

Al conjunto de pérdidas se suma la mirada negativa de la sociedad que reduce la vejez a un grupo de ideas prejuiciadas. Entre los prejuicios más frecuentes encontramos: el envejecimiento es una enfermedad, la persona mayor está incapacitada, la senilidad acompaña ineludiblemente a la edad, la persona mayor carece de deseo sexual, la pasividad es lo que caracteriza al envejecimiento, recordar el pasado es insano, las personas mayores son improductivas, con la vejez se pierde la capacidad de aprender.

Estas ideas erróneas instaladas en el imaginario social se ciernen sobre los A.M. oprimiéndolos y los lleva muchas veces a tener conductas acordes a lo determinado por ese imaginario.

Para resistir el impacto que generan los factores de riesgo resulta fundamental la presencia de los Factores Protectores. Consideramos que la independencia, la creatividad, la iniciativa, el deseo de compartir y aprender algo nuevo, la presencia del apoyo familiar son fuerzas de las que se valen estos A.M. resilientes para superar con fortaleza las adversidades y posibilitar un envejecimiento satisfactorio.

La educación permanente es un recurso centralizador, potenciador de los demás factores protectores, de manera que estos A.M., adquieren la capacidad para transformar factores adversos y construir proyectos de vida positivos a pesar de las circunstancias desfavorables. Al activar los factores resilientes generan cambios individuales, en las familias y en las comunidades de las cuales forman parte.

EDUCACIÓN NO FORMAL DE A.M. RAFAELINOS:
ESTIMULACIÓN DE FACTORES RESILIENTES

"…La educación permanente es una respuesta a la crisis de la sociedad contemporánea, donde el aprendizaje deliberado y consciente no puede circunscribirse a los años escolares y hay que conseguir la reintegración del aprendizaje y la vida. La educación se convertirá así en instrumento de "autorrealización humana…
Los objetivos abarcan, desde los generales, como lograr una sociedad democrática, libre, etc., hasta los dirigidos al individuo, capacitarle para efectuar elecciones responsables, superar los propios logros, o ya en el ámbito de las destrezas: aprender a aprender, autoaprendizaje…
Los contenidos deben superar la división disciplinar para buscar la interdisciplinariedad y no serán abstractos, sino entroncados a la realidad del sujeto.
Incluye métodos como el autoaprendizaje, la autoevaluación, la educabilidad reforzada, además de contemplarse una flexibilidad en los estilos de aprendizaje y arbitraje de nuevos medios (comunicación de masas) y las aportaciones de la tecnología educativa.
La motivación se presenta como requisito indispensable en el aprender a lo largo de toda la vida." 1

La educación ha dejado de ser un momento en la vida para transformarse en una dimensión de ésta. A pesar de la falta de entrenamiento y la natural lentitud que sobreviene con los años, cuando la presión del tiempo no es inhibitoria, el aprendizaje en el A.M. es sólido y preciso.

Son varias las funciones que cumple la educación del A.M. 2:

La propuesta de la educación permanente no formal para la tercera edad, plantea a nuestro entender los siguientes desafíos: 3

para los alumnos, descubrir nuevas posibilidades de aprendizaje, reforzar actitudes resilientes y establecer vínculos amistosos.

para los docentes, ser capaces de educar para la diferencia, es decir, enseñar a una población con diversidad de conocimientos previos y factores de riesgo, activar factores protectores individuales para luchar contra situaciones adversas, y a su vez, aprender de sus educandos.

para las instituciones, crear espacios vitales para A.M. que no aspiran a obtener títulos.

Observamos que en estos establecimientos los alumnos se sienten bien al hacer, crear, plasmar, unir mente y mano para lograr la expresión de una idea, un deseo, una preferencia. Profundiza, reflexiona y se expresa con creatividad una adulta mayor en el siguiente poema:

Enigma

¡Qué enigma que es la vida!

También el tiempo me desconcierta

No encuentro

Explicación coherente a tantas cosas!

Mis pensamientos giran en redondo

Porque la imagen del círculo

Me obsesiona

Sólo es una línea redonda?

Dónde comienza?

Dónde termina?

El principio y el fin todo mezclado

Ya que al nacer empieza la cuenta regresiva

¿Está realmente escrita en el libro de los Cielos?

¡Quién lo supiera!

Seguiré buscando.

Tal vez encuentre la respuesta.

Tendré paciencia!

(Juana,79 años)

La sensibilidad, el buen gusto, la aplicación de diferentes técnicas, se combinan en una atractiva propuesta de trabajo. Una docente nos comenta:

"La creatividad es todo, cada una con un pedacito de arcilla puede hacer una pieza que tiene su encanto, está aquella que le gusta trabajar con rollito, está la que estira, cada una elige la técnica que quiere, de a poco conocen las técnicas, hacen sus primeras vasijas, están las que se animan ya a la escultura, con la alegría tan grande de decir esto lo hice yo. Les parece mentira." (Carmen, profesora)

Aprenden a interpretar un texto con el apoyo de la escenografía, el vestuario, la música, el maquillaje, la iluminación, para llegar a feliz término. El taller de teatro significa profundizar creativamente el conocimiento del personaje que le toca a cada uno, considerar el trabajo de los otros, el trabajo en equipo, el intercambio de emociones y razones, son aprendizajes que ayudan a todos a transitar las etapas de la vida más allá de las fronteras del hecho teatral.

La experiencia posibilita el encuentro, el compartir. Estar juntos ayuda a que todos puedan crecer en la medida de sus posibilidades.

El intercambio grupal dentro de los cursos o talleres permite el enriquecimiento psíquico del A.M. y sus compañeros son los referentes en los que él puede reconocerse. Este reconocimiento, como acción educativa, hace posible la valoración de su vida con sus propias experiencias, integrando su pasado para dar continuidad a la imagen de sí mismo afectada por las pérdidas sufridas:

"En esta etapa de mi vida (hace cinco años me acogí a los beneficios jubilatorios) nunca pude desprenderme de la que fue mi gran vocación. De manera que accedí al Curso de Taller Literario…… que me vinculó a las actividades que la Municipalidad de la ciudad organiza a través de la Feria del Libro… los Pic–Nic de Lectura que se desarrollaron en la Plaza. …. El encanto de contar relatos infantiles es una experiencia maravillosa para desarrollar la creatividad y generar un vínculo de complicidad con los chicos y en mi caso particular gozar de un encuentro que me gratifica. Este oficio de lector público se transforma en un triángulo amoroso entre el adulto el niño y el libro." (Beatriz, 61 años)

Este aprendizaje no formal, donde los alumnos son sujetos activos genera cambios internos que permiten vivir mejor y protegerse de los condicionantes sociales o biológicos, ya sea porque el A.M. puede modificar aquello que sea modificable o aceptar y elaborar la vivencia de lo inevitable.

En estas propuestas educativas no interesa sólo el aprendizaje de una disciplina o temática sino aprender nuevas formas de aprender, al trabajar en equipo, con una actitud de apertura al diálogo generacional e intergeneracional.

"Es una familia grande… encontré amor, mucha cordialidad, confianza. En el grupo no se hacen diferencias de edad, hablamos entre todas. A veces nos intercambiamos de grupo para conocernos." (Onelia, 65 años)

La horizontalidad en la relación docente–alumno permite introducir a los A.M. en nuevas experiencias de socialización.

Observamos que los alumnos valoran su relación con los docentes que generalmente son más jóvenes y reconocen como positivas sus estrategias de enseñanza, se respeta la diversidad de contenidos previos de cada uno, sus ritmos y modalidades.

Se repiten las siguientes expresiones:

"es una maravilla, ella atiende a todas" … " es muy dedicado y estudioso y uno se siente tranquila" … "es una barbaridad como persona, lo dispuesta, lo rica, tiene paciencia, sabe y está siempre aprendiendo" … " tiene un ángel especial para dar clase, habla lo necesario, nunca grita, nunca falta" … "me tiene fascinado, somos incondicionales.

Los docentes son motores que movilizan la actitud resiliente en los A.M., y aprenden de ellos:

"Para nuestros adultos esta Universidad les ha dado un lugar donde pueden expresarse, ya sea desde la parte manual, la intelectual, su expresión teatral. Es admirable ver y compartir con estas personas ese deseo de superación, de no dejarse estar, continuar con la mente abierta… para demostrar que todavía tienen mucho para dar, para a enseñar. SI!!!, porque realmente aprendemos de ellos, de su experiencia, de lo vivido." (Ana Rosa, profesora)

Al asistir a los cursos y talleres descubren sus aptitudes, comportamientos y acciones beneficiosas y gratificantes porque éstos adquieren el carácter de verdaderos laboratorios de experimentación sobre sí mismos:

"Quieren saber el detalle, preguntan y preguntan. Quieren pruebas de todo. Poseen claros principios: el respeto, el buen trato, infinidad de gestos, que los mamaron desde muy chicos. Hay un material humano muy rico, interesado, sensible a lo trascendente, con ansiedad terrible e inquietud por saber. Si tienen respuestas se sienten respaldados. Lo importante es que se valoren a sí mismos." (Amílcar, profesor)

Esta experiencia libre y sana los reconcilia con la vida y los ayuda a aceptar el envejecimiento como una etapa natural. Le ofrece la posibilidad de recorrer nuevamente aquellos caminos desdibujados por el paso del tiempo y a recordar con alegría los momentos vividos que les trajeron felicidad, enriqueciendo su mundo interior y favoreciendo el logro de la integridad al articular este presente con el pasado y así proyectar el futuro con esperanza (cometido propio de esta etapa etaria según lo plantea Erikson)

"Tengo una franja de alumnas entre 60 y 90 años, bastante heterogénea. Pero es gente que lee el diario, va a conferencias, al cine, saca películas, están en camino. Necesitan trabajar con cosas concretas, cercanas, vividas por ellas. Indudablemente influye la historia personal, las experiencias de vida que han tenido… pero se probaron y vieron que pueden hacer… generan cosas, se movilizan y nos movilizan." (Beatriz, profesora)

Según Gérard Mendel, el placer, el interés en lo que se hace, la motivación, dependen del poder que tenemos sobre lo que hacemos. No tener poder, ser manipulado, dominado, aplastado, conducen a la pasividad, al desinterés y, a la larga, a una degradación psíquica y a una petrificación mortífera de la personalidad. O bien desarrollamos poder sobre nuestros actos, en nuestra vida privada, en nuestro trabajo, en la sociedad, y tomamos iniciativas en la existencia, o bien nuestra personalidad muere antes de nuestra muerte física.

"Realmente… en estos momentos difíciles, ellos, nuestros A.M., se sienten orgullosos de lo que han logrado durante su paso en la UMTE, que no es efímero, sino al contrario, muchos de nuestros alumnos vienen desde siempre." (Ana Rosa, profesora)

"El clima de la clase es amistoso, y así va mucha gente, porque uno invita con entusiasmo, quiere que el otro participe, es como la buena noticia, yo quiero que vos lo hagas." (Luz, 74 años)

Los alumnos en las clases encuentran el espacio para ejercer con libertad el poder sobre sus acciones, tomar iniciativas acordes a sus intereses y elegir tareas vitales que les permiten vivir plenamente sin desertar de sus valores e ideales. En concordancia con lo sostenido por Bühler, es frecuente escuchar esta expresión: "Allí te sentís plena, satisfecha, a esta altura de la vida."

Descubren la oportunidad de recrear su vida, de hacerse cargo del tiempo libre del que disponen, abriéndose a las actividades que le dan placer, incluso aquello que siempre quisieron hacer y no pudieron, sin sentirse presionados. Aprenden desde su singularidad, sin límites, sin plazos, en libertad. Esta combinación armoniosa de educación, actividad y tiempo libre conduce a su bienestar.

Las instituciones formativas son el escenario, brindan un espacio vital de participación y alternativas diversificadas que responden a las necesidades del grupo de A.M.:

"Para mí es un campo de acción grandísimo el que tiene, porque se pueden hacer infinidad de cosas, hay de todo. A esta altura de mi vida puedo hacer cosas, tengo un logro, trato de mejorar, de hacer lo que a mí me gusta." (María, 65 años)

Desde la perspectiva de la teoría del apego, consideramos que en un ámbito de convivencia rico y estimulante –como los casos estudiados– los A.M. activan las habilidades para establecer vínculos amistosos con sus pares que los protege del desapego, la soledad, y el vacío interior, igual función cumple la familia que los apoya en sus proyectos y los estimula a continuar participando en los cursos y talleres.

El aumento de la matrícula durante estos años en estas instituciones refleja que las expectativas de los A.M. no han sido defraudadas y que el aprendizaje permanente es ya una actitud personal y social responsable y comprometida. Esto se ve reforzado por la asistencia y la puntualidad de los alumnos y la apertura a nuevas opciones para satisfacer sus deseos, lo que demuestra una acción reflexiva, crítica y de constante actualización de las gestiones educativas.

"La institución se ha tenido que fortalecer, que preparar para recibir a esta cantidad de personas. Los nuevos cursos y charlas surgen como resultado de las encuestas que nosotros hicimos a los alumnos. Los directivos y los docentes nos autoevaluamos, nadie afloja y creo que cumplimos." (Raimelda, directora)

Al decir de sus directivos: el hecho de ser un proyecto autogestionado otorga mayor independencia, no hay condicionamientos. No se tiene en cuenta las clases sociales, el poder económico, ni el nivel de instrucción. A los alumnos los mueve la idea de buscar algo bueno, algo que los gratifique, que les sirva. Se respetan horarios y normas de convivencia, si bien hay libertades tienen que haber límites.

"Si vos decís total son grandes que hagan lo que quieren … A mí me parece que no, yo no siento que me inhibe o me quita libertad, al contrario, me encanta, tenés que moverte en un contexto de orden, forma parte del ser humano (María, 57 años)

El proyecto es de todos, donde cada uno hace su aporte desde su lugar y muestra la capacidad organizativa de los mayores y su protagonismo en asuntos que le conciernen.

"Nuestros alumnos son exigentes con ellos mismos y con nosotros, quieren que las cosas estén bien hechas, necesitan que el aula esté bien, necesitan luz, TV., si hay algo que se rompió vienen y te dicen. Si falta el profesor se busca inmediatamente al reemplazante, todo contribuye a dar una imagen de que somos confiables, no se pierde el tiempo. Económicamente manejamos el dinero y los alumnos saben y conocen el balance." (Raimelda, directora).

"Todos somos socios de la escuela y tenemos una de primerísimo nivel a nuestro servicio. ¿Dónde vas a ir con $10? Si vos no sacás $10 para vos, no vivís." (Norma, 70 años)

Los edificios, las instalaciones, el equipamiento, donde se establecen las tramas de relaciones en la que se desarrolla la tarea institucional, son evaluados por los alumnos:

"… es un lugar cómodo, te sentís como en tu casa", "… está hermosa la escuela, hasta calefactores nos pusieron", "Es completa, sus salones son grandísimos, es todo nuevo, nos atrapa", "Te brinda todo…"

El sentirse a gusto en este ambiente facilitador refuerza las motivaciones para continuar aprendiendo y contribuye al bienestar.

"El hecho de sentirse bien en un lugar, es como un reflotar, como oxigenar. Se produce bien. Hay alegría desde lo positivo y el altruismo." (Beatriz, profesora)

No se otorgan títulos pero sí diplomas certificando la asistencia, que son apreciados por los alumnos y los muestran con orgullo.

"A fin de año te dan un certificado con el porcentaje de asistencia al taller… los otros días los veía, los tengo ahí guardados, todos apiladitos." (Nelly, 66 años)

Afianzan con la Educación Permanente, la nueva mirada de los A.M. que supera el paradigma asistencialista que los evalúa desde el desgaste y el décifit, el desapego y la pasividad y ayuda a reinsertar a estas personas en la vida social, al darles oportunidades para sentirse útiles, activos y portadores de valores propios que le dan sentido a la vida y contribuyen a la proyección del futuro.

"Para mí es una cosa tan linda. Porque antes, hablando sinceramente, unos 10 o 15 años atrás una persona de mi edad ya era vieja… se quedaba aislada. Con estas escuelas ya no, es una gran cosa." (Norma, 70 años)

Es así como la educación permanente al actuar como uno de los Factores Protectores externos estimula la actitud resiliente de los A.M. y provoca cambios positivos que contribuyen a su envejecimiento satisfactorio.

También, los factores protectores manifiestan sus efectos ante la presencia posterior de algún estresor, modificando la respuesta del sujeto en un sentido comparativamente más adaptativo que el esperable. Esto se comprueba en alumnos que han sufrido pérdidas de familiares queridos, enfermedades, mientras asistían a estos establecimientos de educación no formal.

"Cuando debí atender a mi marido dejé la UMTE y no me costó… cuando lo perdí, fueron los peores momentos que yo viví, me costaba moverme de mi casa pero volví a ir y ya no la dejé. Ir es sagrado, imperdible, siempre aprendés algo, compartimos penas y alegrías." (María, 65 años)

"Yo he extrañado este tiempo que no fui por mi enfermedad… Yo le digo a una amiga que tiene el mismo problema que yo, vamos a la UMTE. Ella mira TV. todo el día y no hace nada. (Nelly, 66 años).

En esta interacción recíproca entre el A.M. y la educación permanente no formal, se afianza el desarrollo de la resiliencia, proceso dinámico y saludable que conduce a su bienestar.

UN ANTES Y UN DESPUÉS

Las vivencias, sensaciones y transformaciones personales expresadas por los A.M. entrevistados nos han permitido comprobar los resultados logrados en el ámbito personal y social.

Estas instituciones educativas brindan el servicio y el estímulo para que los Adultos que envejecen puedan reactivar la capacidad de alcanzar un mayor nivel de bienestar en este período de la vida en que más necesitan poder movilizar todos los recursos personales para adaptarse a las cambiantes circunstancias que les toca vivir. El asistir a ambos establecimientos formativos hace posible que superen los riesgos propios de esta etapa etaria. Esta tarea educativa es de vital importancia para interiorizar los cambios físicos propios del proceso de envejecimiento y resignificar la imagen corporal mas allá de los cuadros estereotipados que le ofrece la sociedad. Los ayuda a construir representaciones, imágenes e identidades renovadas que dan nuevo sentido al envejecer, invitando a la vida.

Estos espacios permiten que los A.M. puedan experimentar el sentimiento de goce y bienestar que provoca practicar una tarea elegida libremente y ejercitada por y para ellos. A su vez se constituyen en una oportunidad digna y válida para acceder al autoconocimiento, recuperar la autonomía personal y aumentar la autoestima, cimentando sus recursos internos para sobreponerse a la adversidad y construir positivamente su vida.

Nuestra percepción acerca de los efectos que manifiestan los A.M. entrevistados desde que concurren a los cursos y talleres de ambas instituciones tiene un antes y un después:

NOTAS

Estos textos forman parte del Trabajo Final de Grado referido al tema "Influencia de la Educación Permanente No Formal en Adultos Mayores de Rafaela", presentada por las autoras en el Departamento Académico Rafaela de la Universidad Católica de Santiago del Estero en abril 2002, para obtener la Licenciatura en Gestión de Instituciones Educativas.

1 DICCIONARIO DE LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN (1983); Madrid, Aula Santillana, 5ª reimp., 1996, pp. 496-497.

2 Estas funciones fueron seleccionadas de la propuesta de SANTOS, H. (2000) sobre Educación de adultos y resiliencia, comentado por MELILLO, A. (2000), en el c. 6 de su obra: Resiliencia. Descubriendo las propias fortalezas. Buenos Aires, Paidós, pp. 132-133.

3 Esta idea se toma inicialmente de SCAGLIA, MAMMANA, ANTUÑA y DALARMELINA; Educación permanente no formal para A.M. p. 1.

BIBLIOGRAFÍA

Referencias bibliográficas

ALONSO SCHÖKEL, Luis (1991); Esperanza. Meditaciones bíblicas para la Tercera Edad. Editorial Sal Terrae. Santander.

ANDER EGG, Ezequiel y otros (1991); La educación de los adultos como organización para el desarrollo social. Buenos Aires, Editorial Magisterio del Río de la Plata.

ANTONUCCIO, Osman (1992); La Salud Mental en la Tercera Edad. Psicogeriatría. Buenos Aires, Acadia.

ARAGONESES ALONSO, J. y otros; Tiempo nuevo para el adulto mayor. Chile, Sandoz.

BARROS, C. y otros; ¡Viva la vida! Un nuevo tiempo para el adulto mayor. Pontificia Universidad Católica de Chile.

BAYLEY, Alondra (1994); Utopía y Educación. UNI3. Universidad Abierta. El derecho a ser, Montevideo, Uruguay.

BIBLIOTECA SALVAT DE LOS GRANDES TEMAS (1975); La educación permanente.

BOETSCH, Jaime y otros (1988); Reflexiones psicológicas para el adulto mayor. Psico. Pontificia Universidad Católica de Chile.

BUHLER, C. (1962); Values in Psychotherapy–Glenceo, II. The Free Press.

CANOVA, F. (1991); La estación de los frutos. Buenos Aires, Ediciones Paulinas.

CARRETERO, M.; J. PALACIOS y A. MARCHESI (comp) (1985); Psicología evolutiva 3. Adolescencia, madurez y senectud. Madrid, Alianza, 5ª reimp. 1997.

DE ROSNAY, Joël (1975); La AIUTA en 8 preguntas. Paris, Edition Seuil.

DICCIONARIO DE LAS CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN (1983), Madrid, AULA SANTILLANA, 5ª reimp.

DUSCHATZKY, S. (comp) (2000); Tutelados y asistidos. Buenos Aires, Paidós.

FRANCIA, Alfonso (1983); Nuestros abuelos. Buenos Aires, Ediciones Paulinas.

IACUB, Ricardo (2001); Proyectar la vida. Buenos Aires, Editorial Manantial.

JUAN PABLO II (1999); Carta a los ancianos. Buenos Aires, Ediciones Paulinas.

KOTLIARENCO, M.; D. CÁCERES y M. FONTECILLA; Estado del arte en resiliencia. CEANIN.

LENGRAND, Paul; Introducción a la Educación Permanente. Programa y métodos de enseñanza, Barcelona, Teide – París, UNESCO.

MELILLO, Aldo y Elbio Néstor SUÁREZ OJEDA (comp.) (2001); Resiliencia. Descubriendo las propias fortalezas. Buenos Aires, Paidós,

PÉREZ SERRANO, Gloria (1994); Investigación cualitativa. Retos e interrogantes. I Métodos. II Técnicas y análisis de datos. Madrid, La Muralla SA.

QUINTANA CABANAS, José María (1995); Educación de adultos. Colección Magisterio I. Buenos Aires, Editorial Magisterio del Río de la Plata.

RAPPOPORT, León (1986); La personalidad desde los 26 años hasta la ancianidad. Barcelona, Paidós.

REBOUL, H. y M. POZO (1996/1997); Las aportaciones de las U.T.E. a los estudiantes. Las aportaciones de las U.T.E. a la sociedad 1996/1997. AIUTA. Roma, EdUP SRL.

RUTTER, Michael (1991); La Resiliencia. Consideraciones conceptuales. USA

SABINO, C. (1986); Cómo hacer una tesis. Buenos Aires, Hvmanitas.

SALVAREZZA, Leopoldo (1999); Psicogeriatría. Teoría y clínica. Buenos Aires, Paidós.

SALVAREZZA, Leopoldo (2000); La Vejez. Una mirada gerontológica actual. Buenos Aires, Paidós.

SEMINO, Eugenio (1997); GerontoVida. Buenos Aires, Red Iberoamericana. El otro Modelo.

SKINNER, B. y M. E. VAUGHAN (1986); Disfrutar la vejez. Barcelona, Martínez Roca.

TAMER, N (1995); El envejecimiento humano. Sus derivaciones pedagógicas. INTERAMER n. 51. Serie Educativa.

TAMER de ELÍAS, Nilda; La voz de la Tercera Edad. Revista del consejo consultivo de la Tercera Edad. n. 4.

VIGUERA, V. y G. Petriz (1994); Un desafío al tiempo: Educación permanente. Trabajo leído en las Jornadas Argentinas de Gerontología, Buenos Aires 29/9 al 1/10.

Páginas de Internet

BANCHERO Y ANDERSSON; Hacia un envejecimiento exitoso. http://www.datasalud.com.ar/envej.l.htm

BARRANTES SOLANO, A.; M. MARÍN VALENCIANO y F. MURILLO VINDAS; Tesis para optar por el grado de licenciatura en Trabajo social, investigación cualitativa: "Factores protectores con relación a la calidad de vida de las Adultas Mayores del Grupo Acción." Biblioteca Virtual. Facultad de Trabajo Social. Universidad de Costa Rica, 1998. http://t.s.u.c.r.ac-cr./tfg-hic.htm

BURAK, S. (1995); Resiliencia y desarrollo humano. Aportes para una discusión. http://www.binass.sa.cr/adolescencia/RESILIENCIA.htm

CAPELLI, M. y V. DRAGUI; Aprendizaje y vejez: cuestionando mitos. Revista Electrónica TIEMPO. n. 8 agosto. http://www.psiconet.com/tiempo

CONDE SALA, J.; Las personas mayores: ¿Objetos o sujetos de la intervención? Revista Electrónica TIEMPO n. 2 marzo, 1999. http://www.psiconet.com/tiempo

CONDE SALA, J.; La vivencia de la vejez. Revista Electrónica TIEMPO n. 5 junio, 2000. http://www.psiconet.com/tiempo

CUKIER, J.; Envejecimiento. Revista Electrónica TIEMPO n. 7 abril. 2000. http://www.psiconet.com/tiempo

EDELSTEIN, M. V. (2001); El adulto mayor como sujeto cognoscente: De la explicitación de aprendizajes implícitos. Revista Electrónica TIEMPO, sección monografías. http://www.psiconet.com/tiempo

FIORENTINI, Aurora; Resiliencia. http://66.34.95.89/Editoriali/r_e_s_i_l_i_e_n_c_i_a.htm

FORNÓS ESTEVE, M. (1998); Pérdidas y procesos de envejecimiento (Crisis e identidad). Revista Electrónica TIEMPO n. 1 octubre. http://www.psiconet.com/tiempo

FORNÓS ESTEVE, M. (2001); La "crisis" de la vejez. Revista Electrónica TIEMPO n. 9 diciembre. http://www.psiconet.com/tiempo

FUNDACIÓN PANIAMOR. Las bases del paradigma de la Resiliencia (Primera parte) http://w.w.w.paniamor.or.cr/novedades/aportes/resiliencia.shtml

GARCÍA PINTOS, Claudio (1993); La familia del anciano también necesita sentido. Sobre la orientación psicogerontológica familiar. Buenos Aires. San Pablo. http://w.w.w.adolec.org/pdf/Resil6x9.pdf

MARTÍN, M. (2001); Envejecimiento y cambios psicológicos. Revista Electrónica TIEMPO n. 9 diciembre. http://www.psiconet.com/tiempo

MONCHIETTI, A. y D. KORZEMIEN, (2000); Participación social y estilo de vida: Su relación con la realidad de vida en la vejez. Revista Electrónica TIEMPO n. 6 noviembre. http://www.psiconet.com/tiempo

PÉREZ FERNÁNDEZ, R. (1999); Tiempos en el tiempo: Notas sobre el proceso de envejecimiento, la temporalidad y el tiempo. Revista Electrónica TIEMPO n. 2 marzo. http://www.psiconet.com/tiempo

QUINTERO VELÁSQUEZ (2000); La resiliencia: un reto para trabajo social. Ponencia presentada al X Congreso Nacional de Trabajo Social. http://w.w.w.margen.org/desdeelfondo/num21/resi.html

RAFFO, Rammsy; La resiliencia. http://w.w.w.monografías.com/trabajosS/laresi/laresi.shtml

ROEL, J. y M. Sánchez (2000); El proceso de envejecimiento en la mujer. Revista Electrónica TIEMPO n. 8 agosto. http://www.psiconet.com/tiempo

ROMIEUX OLARTE, M.; La educación para el adulto mayor y su relación con la sociedad. Http://rehue.rsociales.uchili.cl/publicaciones/enfoques/01/edu.16.htm

SCAGLIA, H. y A. MAMMANA (2001); Educación permanente no formal para adultos mayores. http://www.geragogia.net

TAMER, N. (1999); Tiempo libre: Tiempo de crecimiento. Importancia y significado en la vejez. Revista Electrónica TIEMPO n. 2 marzo. http://www.psiconet.com/tiempo

TAMER, N. (2000); Calidad y equidad en la educación de A.M.: exigencias y alcances de una demanda pendiente. Revista Electrónica TIEMPO n. 4 marzo. http://www.psiconet.com/tiempo

VARGAS, J. (2000); Los procesos participativos como construcción social en las personas mayores. Revista Electrónica TIEMPO n. 6 noviembre. http://www.psiconet.com/tiempo

VERDÚN, M. (2001); Imagen, narcisismo y vejez. Revista Electrónica TIEMPO n. 8 agosto. http://www.psiconet.com/tiempo

VIGUERA V. (1997); Temas de Psicogerontología. Prejuicios, mitos e ideas erróneas acerca del envejecimiento y la vejez. http://w.w.w.logicnet.com.mix/doctores/VEJEZE.html

VIGUERA, V. (1998); Reflexiones sobre el envejecer. Revista Electrónica TIEMPO n. 1 octubre. http://www.psiconet.com/tiempo

VIGUERA, V. (1999); La reminiscencia: soporte de identidad en el adulto mayor. Revista Electrónica TIEMPO n. 3 setiembre. http://www.psiconet.com/tiempo

VIGUERA, V. (1999); Los adultos mayores frente al nuevo siglo. Revista Electrónica TIEMPO n. 2 marzo. http://www.psiconet.com/tiempo

VIGUERA, V. (2000); Identidad y autoestima en los adultos mayores. Revista Electrónica TIEMPO n. 5 junio. http://www.psiconet.com/tiempo

VIGUERA, V. (2001); Programa de estimulación de memoria y reminiscencia. Revista Electrónica TIEMPO n. 8 agosto. http://www.psiconet.com/tiempo

VILLAR, F. (2001); Adaptación al envejecimiento: Entre transformar el mundo y transformarnos nosotros mismos. Revista Electrónica TIEMPO n. 9 diciembre. http://www.psiconet.com/tiempo

YSERN de ARCE, José L. (1999); Inteligencia Emocional en el adulto mayor. Avances y desafíos para un enfoque integral. http://w.w.w.ubiobio.cl/vitrina/AdultoMayor.htm

YUNI, J. (1999); La construcción de la gerontología educativa como un campo científico acerca de la educación y el aprendizaje en la madurez. Revista Electrónica TIEMPO n. 3 setiembre. http://www.psiconet.com/tiempo

YUNI, J. (2000) Propuesta de carrera de especialista en educación de adultos mayores. Revista Electrónica TIEMPO n. 6 noviembre. http://www.psiconet.com/tiempo

YUNI, J. y C. URBANO (2000); Educación de mayores y desarrollo personal: Estudio sobre percepciones de mejora en adultos mayores de las universidades argentinas. Revista Electrónica TIEMPO n. 5 junio. http://www.psiconet.com/tiempo

Documentos

Acta n. 1: Asamblea Fundacional Constituyente del "Grupo PASI 1." Rafaela, 20 de diciembre de 1990. Libro de Actas.

Registro de inscripción ciclo Lectivo 2001. UMTE "Olga Cossettini" de Rafaela.

Datos de inscripción Ciclo Lectivo 2001, aportados por la Comisión Directiva de la Escuela Taller de la Tercera Edad de Rafaela "Dr. Américo Tosello".

Publicaciones y revistas

AQUÍ LA VOZ DE LA UMTE. Universidad de la Mediana y Tercera Edad "Olga Cossettini" del grupo PASI 1, Noviembre 1997.

EDUCACIÓN Y VIDA (2001); VII Encuentra Internacional de Universidades Abiertas UNI 3, Uruguay.

ROMERO BREST, G., Las otras formas de aprender. Serie: Comunicación y Sociedad. Clarín.

VIVENCIAS. Escuela Taller "Dr. Américo Tosello" . Rafaela. Año VII n. 23. Setiembre, 1999.

Volver al Indice del número 11 de Tiempo

PsicoMundo - La red psi en Internet