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Se expresan los adultos mayores

Recuerdo de mi niñez: el primer amor

Mito Sela (Nir Am - Israel)

"-Vos crees en los milagros?" le pregunte a mi amigo.

Dos quintos tenia la Escuela Provincial No.1 Domingo Faustino Sarmiento. Mi escuela. Quinto A, el mio y quinto B, el de ella.

Teniamos 11 años cumplidos. aun infancia en los portones de la pubertad.Sabia su edad. desconocia su nombre? Porque esa era la edad de los alumnos de los quintos. Nos encontramos por primera vez en el recreo. Quién fue el primero en observar al otro? Supongo que yo, que comenze temprano a ser curioso, además no era católico y no me lo tenia prohibido. Era distinta de las otras nenas: no saltaba la cuerda ni cambiaba las figuritas. El guardapolvo blanco lucia sus primeros brotes de la feminidad. Mi mirada giraba de su rostro hacia abajo y viceversa, hasta que ella la descubrió.

Y comenzamos a conversar con las miradas. El recreo de las diez se hacia corto. Escribo arriba que no tenia prejuicios, pero era tímido, y lejos de ser corajudo. aguardaba la hora de la salida de la escuela para volver a buscarla, y si Quinto B finalizaba antes, ella se quedaba de "plantón' aguardando mi salida. como por casualidad. y yo temblando de emoción, ruboroso. la buscaba!

Residía en la calle Belgrano, tres cuadras de la escuela. Comenzaba su regreso lentamente moviendo su cuerpo como experimentada mujer... y era casi una niña. Yo, detrás de ella en la vereda de enfrente, la seguía mudo y palpitante hasta la puerta de su hogar. Al llegar, se detenía y giraba lentamente su rostro, y con un lento movimiento algo me decía. A lo mejor Adiós!

Así fue por tres o cuatro meses. Cuando comenze a mirar a otras y supongo que ella a ortos, se suspendió pausadamente nuestro mudo dialogo. Pero su mirada...su mirada no la olvide!

Transcurrieron 20 años. Volví con mi familia a Argentina. Y a mi ciudad "-Aquí estudié yo!" les presente mi escuela. Sus puertas estaban abiertas y en su corredor el eterno monumento del Gran Maestro Sarmiento, como diciéndome "Bienvenido!"

Y fue entonces en ese instante, cuando observaba la salida, apareció una mujer que se detuvo frente a mí, y asombrada ella también, murmuro: -Qué tal;? Cómo te va?"
. Recordé y reconocí esa mirada: era ella!

No fue una obsesión. porque no soy un demente, ni tampoco una alucinación. Era ella , ya mujer, aun con su mirada de niña

"-Tú me crees?' Volví a preguntarle a mi amigo/

"Si...si... me respondió vacilante.

Mito Sela

(Nir Am- Israel)

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