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Curso Virtual:
Educación para el envejecimiento

Bibliografía

Ref. 6 del CVEPE. 2001.

 

El mantenimiento de la autonomía: un objetivo, una necesidad.

Trad. de uso interno. Dra. Viguera.

Ser suficiente, tal es el deseo de la mayor parte de los sujetos que avanzan en edad. Preservar todo lo posible su autonomía, es decir su libertad de pensar y de actuar es una necesidad a un triple nivel.

Nivel demográfico: en razón del crecimiento de la población de gente mayor en Francia, (10 a 12 millones para el año 2.000 ) en Europa (60 millones en los 12 países de la Comunidad Europea), en el mundo : 1.550. millones en elaño 2000.

Otro argumento de las personas mayores, se debe insistir sobre la argumentación más significativa ahora en gente de 80 años y más , comúnmente llamados viejos , que han pasado de 350 mil en 1950 a más de 1 millón en el año 2.000. Se debe, en fin, retener la mayor duración de supervivencia de personas mayores con desventajas que tenían menos de 5 años en 1955 y que están después de 10 años, con 15 a la hora actual, gracias a los esmeros médicos y a la atención psicosocial. Se asiste entonces a un brote de jóvenes viejos, a un crecimiento masivo de viejos-viejos, estos donde la autonomia es parcial o totalmente reducida, y de personas mayores disminuidas.

Nivel económico: la dependencia es un factor esencial en el costo de la salud que se da en alojamiento médico o médico social , en cuidados de rehabilitación y de reeducación, en el domicilio mismo del enfermo. Conviene privilegiar las alternativas a la hospitalización, que son los cuidados y el mantenimiento en el domicilio del enfermo , la hospitalización a domicilio y todos los servicios que ayudan a la persona mayor a permanecer en su casa ( control a domicilio, tele-alarmas, servicio de lavado de ropa), pero debe saber quese puede quedar en el domicilio y que aunque oneroso es la solución para conservar a mediano y a largo plazo su autonomía.

Nivel Humano: preservar su libertad de ir, de venir o lo que desea vivir, paso siempre para si, por otra parte, cuando de más en más las personas mayores consideran que el alojamiento colectivo puede ser una forma original de preservar su autonomía combatiendo la inseguridad psico-social o física .

Cuando se interroga a las personas mayores , sus deseos esenciales no son deseos de dinero, de placeres, pero todos quieren "guardar su cabeza", "no terminar en una silla de ruedas", "no depender financieramente de su familia.

La autonomía ideal es utópica a una cierta edad de la vida, el objetivo es obtener una autonomía parcial, es decir, un equilibrio entre una alteración modesta de sus funciones psicológicas, físicas y sus condiciones de vida social. El equilibrio es extremadamente frágil y puede romperse en ocasión de algún factor determinante aparentemente pequeño, (robo de monedero, pérdida de una bijuterí familiar, la ausencia de nuevas de los hijos) y el cuidado médico no puede estar muy atento a los acontecimientos más banales que pueden modificar la autonomía de un sujeto mayor que parecía bien equilibrado y que de un día para otro se vuelve confuso, postrado, en cama, aunque sus funciones intelectuales estén excelentes. El peligro estará en considerar tales manifestaciones como testigo de una enfermedad, cuando un tratamiento medicamentoso solo puede , al contrario, agravar el déficit y poner al sujeto totalmente dependiente.

De ahí el interés de la gerontología de ser más atentos a los factores de alteración de la autonomía en esta etapa de la vida y son numerosos:

* déficit locomotor, reumático, neurológico, trabas en la visión, mala audición, desadaptación cardiorespiratoria,

* trabas cognitivas relacionadas al envejecimiento, soledad, pérdida de un familiar o amigo,

* precariedad financiera, empobrecimiento del medio social considerando que dos millones de personas mayores están actualmente en estado de soledad.

Como vemos, todo lleva a aislar al sujeto mayor de la sociedad y de los otros, aislamiento locomotor , neurosensorial, cardiorespiratorio, psicológico, socioeconómico.

Todo pasa como si en la vejez, el hombre deberá reducir su campo de acción " para terminar de cama en cama", Jaques Brell.

Debemos desconfiar de los circuitos sanitarios inadecuados que precipitan a la persona mayor a la pérdida de la autonomía, círculos viciosos inducidos por los cuidadores, de todo eso que corre riesgo de comprometer el equilibrio inestable que es la fase senil o todo debe ser hecho para mantener las funciones que restan, físicas, la capacidad psicológica y las posibilidades socioeconómicas que permiten a la persona mayor de sentirse "el mismo" , es decir, de ser un sujeto que no se siente excluido y tampoco un objeto que asiste pasivamente al fin de su vida consumiendo medicamentos y ocioso como si fuera su merecido.

El Dr. Malher en 1972, en el Congreso de Viena propuso un proyecto en principio utópico de la salud para todos en el año 2.000.

Es cierto que si no hay prisa en ocuparse de la prevención del envejecimiento acelerado no se podrá hacer frente a los gastos de salud cada día más elevados, en la

medida donde el precio de los cuidados para el diagnóstico y para el tratamiento aumentan y que es imposible privar a la persona mayor del derecho a la salud bajo el pretexto de que ella es mayor.

El mantenimiento de la autonomía impone 2 objetivos prioritarios, médicos y políticos que son la prevención del envejecimiento acelerado patológico y la adaptación de los recursos disponibles gracias a la creatividad, a la imaginación de los profesionales de la salud, los urbanistas y de todos aquellos que de cerca o de lejos están implicados con nuestros mayores. Estos dos objetivos demandarán ser desarrollados largamente, ellos son conocidos por los gerontólogos y deben permitir aceptar a la gente de más años pero menos queridos por la sociedad puesta en mejorar la salud y utilidad para los jóvenes que aprenden y para los adultos que actúan en una intergeneración aceptada y compartida.

Resumen: El autor, considerando los problemas demográficos, económicos y humanos que trae la dependencia, se interroga sobre los medios de mantener durante largo tiempo en lo posible la autonomía de la persona mayor en su integridad física , psíquica y medio-ambiental. Considerando que la autonomía absoluta no es más que una utopía ,piensa que se puede investigar un compromiso cuando la autonomía es frágil a esta edad de la vida y conviene evitar errores , bajar la bandera muy frecuentemente por el médico cuando una bajada de bandera psicológica o social podrían facilitar el problema de salud.

El mantenimiento de la autonomía impone dos objetivos prioritarios, a saber, la prevención de un envejecimiento acelerado patológico, pero más aún importante, la adaptación de los recursos disponibles gracias a la creatividad, a la imaginación de los actores de la salud y de todos aquellos que cerca o lejos están implicados con nuestros mayores.

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