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Curso Virtual:
Educación para el envejecimiento

Clase 12:
Importancia del autocuidado
Dra. Virginia Viguera

 

¿ qué es el auto-cuidado y que importancia tiene en el envejecimiento?

Todos los estudios modernos de gerontología a través de todas las especialidades insisten en la importancia que toma la prevención de enfermedades más que la curación. De hecho siempre la enfermedad debe ser atendida.

Pero lo que se está viendo es que con el aumento de los años a vivir si no se trabaja antes de la vejez, los problemas de salud que aparecen requieren mayor atención y cuidados.

Es por eso que se trabaja con los más viejos, de una forma distinta tendiendo a instrumentar políticas de cuidadores que se encargan de reemplazar a la familia en su seguimiento o en las intenaciones.

Pasa, que al vivir más años ,las enfermedades ya existentes se acentúan más, se cronifican.

Una de las consignas de la Educación para el envejecimiento es promover la salud a través de conocer la forma que debe tomar el auto- cuidado y el mantenimiento y preservación de la autonomía.

De ahí que el auto-cuidado y la preservación de la autonomía son dos principios educativos que debernos trabajar.

El auto-cuidado, como concepto, fue incorporado en la Asamblea Mundial de Viena de 1982 ,sobre el envejecimiento y forma parte de la Educación para la salud que promueve la OMS.

Es una actitud que se logra a partir de una adecuada información y lleva implícito un buen posicionamiento del proceso por el que se está transitando.

Posicionarse frente a este proceso de envejecer es tomar conciencia de lo que realmente está sucediendo con nuestro cuerpo, hacer una mirada al pasado y reconocernos en lo vivido integrándolo a nuestro presente, hacernos cargo de nuestro tiempo libre y usarlo para tareas, actividades que nos gratifiquen ( personales, grupales, solidarias), descubriendo nuestras posibilidades.

Aprender nuevos roles, nuevos mecanismos para adaptarse al envejecimiento y al medio socio-cultural que lo rodea.

Lleva a mejorar el estilo de vida incorporando conductas que permitan a través de un estado de bienestar desarrollar una vida plena y activa, preservando y fortaleciendo la salud física y psíquica.

Decir auto-cuidado es decir cuidarse a sí mismo, buscar cuales son las necesidades del cuerpo pero muy especialmente las motivaciones, los deseos, convirtiéndolos en proyectos.

Cuando hablamos de mejorar el estilo de vida nos referimos a cambiar esquemas que talvez fueron útiles cuando estábamos ocupados por otras obligaciones.

Si estamos frente a un tiempo libre de varias horas por día, el limpiar la casa, hacer los mandados o mirar televisión, visitar a algún amigo, cuidar de los nietos, todo eso de por sí útil y a veces placentero; no alcanza. Por eso hablamos de cambios.

Integrar talleres o seminarios, intercambiar con otra gente experiencias y reflexiones,, encontrarse con actividades culturales, recreativas o educativas, ubicarse en nuevos espacios de creación, compartir salidas culturales o de esparcimiento, hacer tareas solidarias, es hacer frente a cambios y éstos son precisamente los cambios en más, los de ganancia.

Hablamos de estimular la educación y el trabajo corporal como así también promocionar la creatividad y el intercambio social.

Cuando el AM. se levanta a la mañana y tiene ante sí lo que se le hace "un largo día", seguramente se deprime, se angustia, aparecen los tres

enemigos más crueles: la rutina, el aburrimiento y la soledad.

Qué distinto se levanta si tiene que salir porque una actividad que él elige, grata, con otra gente lo espera a determinada hora del día.!!!.

Esto mejora su estilo de vida.

Cuando nos referirnos al cuidado de la salud apuntarnos a:

evitar hábitos nocivos,

favorecer una dieta sana,

conocer, controlar y evitar los factores de riesgo,

cumplir con controles médicos periódicos pero evitando la medicalización.

 

*Los hábitos nocivos son el sedentarismo, el tabaquismo, el alcoholismo, la obesidad, porque todos estos aumentan la toxicidad del organismo, ya que deterioran las arterias impidiendo así una buena oxigenación.

Una dieta sana significa la ingesta de alimentos que se digieran con facilidad y no produzcan depósitos de grasas o de azúcares, de preferencia hiposódicos ( poca sal común) y con una buena cantidad de líquidos, verduras y frutas.

Esto no puede ser generalizado y cada uno debe armarse su propia dieta. En relación a la conveniencia de realizar ejercicios físicos , saber que estos favorecen el sueño, el apetito, la concentración, ayudan al equilibrio y a la coordinación motora, evitan y reducen el sobrepeso. Por supuesto los ejercicios no deben ser extenuantes. Es recomendable el caminar 40 minutos tres o cuatro veces por semana.

Los factores de riesgo, si se conocen, no son tantos ni tan difíciles de controlar .

evitar las caídas, por la mayor fragilidad de los huesos y por las

consecuencias que un reposo excesivo trae al adulto mayor. Así mismo, repercute el temor que queda a nuevas caídas.

cuidarse de las comidas copiosas, una digestión más lenta o más

dificultosa sustrae sangre a otros sectores.

evitar la exposición a fríos muy intensos por la facilidad de contraer

enfermedades bronco pulmonares. Se sabe que las bronquitis y las neumonías figuran entre las enfermedades mas comunes en los viejos, y que son de cuidado.

ocuparse de la dentadura, pues se necesita comer despacio y bien, ya

que una buena parte de la digestión se hace en la boca.

tener controlados los anteojos tanto para leer como para ver.

cuidar la piel, hidratarla y evitar los excesos de permanencia al sol.

evitar que por falta de movimientos, las articulaciones pierdan movilidad.

 

Evitar la medicalización o sea la excesiva medicación, esto depende

por supuesto del médico pero también del A.M.

Muchas pastillas se evitan si se las reemplaza por actividades.

Por supuesto no me estoy refiriendo acá a los casos de medicación para enfermedades diagnosticadas.


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