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Número 1 - Noviembre 2000
Violencia familiar: intervenciones en la urgencia
Mónica Fudin

¿Debe estigmatizarse a una familia como violenta porque encuentra la violencia como única salida ante lo insoportable de su existencia ? ¿Nos tranquiliza encuadarla bajo esta nueva nosología específica " familia violenta" y darle un significado a su accionar para que termine formando parte de una estadistica?

Freud en Psicología de las Masas dice.. " el individuo integrado en una multitud adquiere por el solo hecho del número, un sentimiento de potencia invencible, merced al cual puede permtirse ceder a institntos que antes como individuo aislado, hubiera frenado forzosamente. Y se abandonará tanto mas gustoso a tales instintos cuanto que por ser la multitud anónima y en consecuencia irresponsable, desaparecerá para él, el sentimento de la responsabilidad, poderoso y constante freno de los impulsos sociales".-

Esto nos ha llevado a pensar que cuando alguien es encuadrado bajo una nominación tal como " familia violenta" o " mujeres golpeadas" u " hombres golpeadores" algo de la implicación subjetiva en el acto violento se pierde fundiendose con el denominador común que facilmente se convertirá en una excusa para sostener el goce de la escena violenta, y abadonarse al hecho de constituir una multitud anónima compuesta por golpeadores y golpeados, dandole asi una consistencia imaginara insuficiente.

La clinica del trabajo con familias tiene una serie de particularidades que van desde motivos de consulta puntuales y generalmente apremiamentes acompañados de la ansiedad por la resolución inmediata, hasta las singularidades de la demanda que implica escuchar varias voces en un mismo contexto y en una misma escena. Sosteniendo un entramado tranferencial característico de cada uno de los sujetos que la componen, mas el estilo propio de cada grupo con sus significantes, historia y códigos compartidos, obligan al analista a maniobras e intervenciones específicas en la dirección de una cura .

Existen situaciones límites especialmente dramáticas en que es menester intervenir sobre los fenómenos en el contexto mismo en que se presentan y desarrollan, es decir citando a la familia a la entrevista. Tales pueden ser los casos de una internación de urgencia, intentos de suicidio u homicidio, tener que otorgar el alta, recaídas o empeoramiento de los cuadros, estados de confusión, despersonalización, riesgo o peligro de integridad física, evaluando en cada caso quien o quienes sostienen las escenas consideradas dramáticas o peligrosas, observando la participación activa de todos los integrantes.

En la Ciudadela de Corinto hubo un templo dedicado a la Violencia y se la ha representado como Una mujer con coraza que con una maza mata a un niño. Imagen fuerte que evoca el estado de inerme indefención en el que se encuentra toda víctima de violencia y el poderío, la fuerza arrasadora e innecesaria de quien fuere su victimario. Asi la trama de la vida será tejida por los hilos de Eros y de Thanatos. Amor y muerte entrelazados, que invitan a hacer una lectura de sus efectos

Del latin violentia, la violencia implica siempre una acción, por acto u omision. Con o sin direccionalidad evidenciable puede representar la accion de violentar, violar, forzar. / Es la aplicacion de medios sobre personas o cosas para vencer su resistencia/ Es el uso de la fuerza para producir un daño u obtener de un individuo o grupo lo que no quieren consentir libremente ( Domenacha J.)/

En estas definiciones están presentes la noción y fuerza de la acción, el acotamiento del deseo del otro, y el forzamiento al punto del sometimiento. Se trata pues de la aplicacion de fuerza o poder de manera inadecuada, desmesurada, excesiva y de inapropiada intensidad. La violencia también es acto u omisión, la silenciosa complicidad de los pactos, de las alianzas que dejan al sujeto inerme. El poder y control sobre el otro puede ser ejercido a través de distintas formas: abuso emocional, económico y sexual, manipulación de los hijos, amenazas, intimidación a través de generación de miedo, provocando aislamiento, abuso de privilegios especialmente si un miembro es proveedor económico del hogar. Clima de terror, desmoronamiento emocional, desesperanza, van conduciendo a perder la interlocución con el contexto social. Los niños,ancianos,incapaces y discapacitados, son los mas suceptibles a sufrirla y a ser considerados sujetos de riesgo Debemos diferenciar el grado de peligrosidad y riesgo puesto en juego considerando los sujetos implicados en ello.

La dimensión del acto suele a veces ser tan brutal que resulta difícil sostener la función, así Psicoanalistas, Psicologos, Abogados, Trabajadores sociales, Jueces, Medicos se ven compelidos a responder interdisciplinariamente a este fenómeno social en un amplio abanico que va desde la Salud Mental, hasta las instancias judiciales , incluídos los Medios de Comunicación, siendo larga la cadena de hechos privados que trascienden a lo público a traves de los policiales de los diarios, y golpean nuestra puerta dejandonos sin palabras. Sabemos que es diferente en sus efectos considerar los actos violentos como transgresiones o como signos de desestabilizaciones de la estructura. Un final trágico puede marcar la diferencia entre ser llevado a la comisaría o ser llevado a un Centro Asistencial.

El hombre para adaptarse a la cultura debe renunciar a ciertos impulsos e instintos destructivos y a sus satisfacciones puramente narcisistas.Habitualmente todas las culturas han debido enfrentarse a este problemas y las estructuras sociales ofrecen modelos de manejo de la agresión a traves de sus instituciones Existe actualmente cierto resquebrajamiento de estas estructuras institucionales que no logran contenerlas suficientemente

En los tiempos sociales que corren, el borramiento cada vez mas frecuente de los límites éticos de los actos, de cierta barrera de la represión, hacen una práctica del " todo vale" , de la invitación a "hacer lo que se tiene ganas" a " vivir el aqui y ahora" aun a costa de anular la dimensión del deseo, facilitando una salida inmediata que mitiga o evita el dolor, y alivia la tensión aunque sea momentanemente sin medir las consecuencias subjetivas que esto implica.

Las 113 puñaladas de un adolescente a su novia, los bebes a menudo encotrados en la via pública envueltos en bolsas de residuos, las huidas luego a tropellar con un vehiulo a un individuo y diversos estilos de venganzas engarzadas en parricidios,y genocidios, pasan a engrosar la lista de hechos violentos inauditos que forman parte de la historia de una sociedad. Si el horror, la compasión y la reflexión no logran despertarnos y alarmarnos, corremos el riesgo de tomarlos como una formas habituales y posibles de reacción. La violencia se presentará entonces en forma de tragedia entre nuestros semejantes y será necesario llegar a la morgue, a la internación psiquiatrica o a la justicia para que algo sea tomado en cuenta y aun asi suele ser demasiado tarde.

No debemos permanecer ajenos a la subjetividad de época cuando el drama hace su juego , nos corresponde como analistas ofrecer al sufriente el lugar donde la violencia sea puesta a hablar, ya sea dentro de una institución o tras las paredes de un consultorio. Sabemos que las situaciones que nos resultan tan familiares terminan pasando inadvertidas para la conciencia, generando una especie de anestesia o de incapacidad de asombro por respuesta ante hechos que podríamos llamar sinestros y cotidianos, Pavlov diría que el efecto de " inhibición supramaximal" ( inhibición por la presencia constante de un estímulo de alta intensidad) se hiciera presente.

Sujetos que se encuentran cada vez mas aniquilados, aplastados, en posición de deshecho, se enfrentan cotidianamente con pequeños episodios que lo ubican en el último lugar de la escena. Con baja autoestima y renunciando a sus deseos, no pueden menos que sentir que están expuesto a los caprichos del Otro que lo goza, lo ignora, o le infringe terribles padecimientos. En la sensación de pánico o desvalorización, de ubicarse como objeto, se dispara el pasaje al acto. Se precipitan las crisis, resquebrajandose la estructura de la imagen en esa particular relación entre el sujeto y el Otro. Se someten a la violencia, o recurren a ella, y asi suelen llegar a la consulta..

A traves de mi trabajo hospitalario en Servicios de Emergencia y como analista y supervisora de equipos de familia, me ha tocado intervenir innumerable cantidad de veces en escenas familiares e individuales de riesgo y urgencia, por ello quisiera transmitir algunas observaciones acerca de ciertas intervenciones de urgencia estrechamente ligadas al motivo de consulta y pedido de tratamiento, la evaluación del riesgo, el aspecto transferencial y su relación con la nominación del lugar de la violencia.

Motivo de consulta:

Las consultas pueden llegarnos por diversas vías y esto debe ser tenido en cuenta al momento de realizar las entrevistas y las intervenciones: pueden llegarnos por consulta directa; si trabajamos en alguna institución por pedido de un Juez o abogado para realizar un peritaje

" El diagnostico de la interacción familiar puede ser solicitado por un Juez a traves de la Peritación( art. 3, ley 14417), que le otorga un amplio margen para solicitar peritajes interdisciplinarios (médicos, psicológicos y socio- ambientales ) como así también el tratamiento a seguir.. La peritación es un informe de una persona especializada y tiene que ver con el riesgo o situación de peligrosidad ( Art. 4) alude a las medidas cautelares y para ello tendrá en cuenta los antecedentes de la causa"

Tiempo atras, las consultas se producían generalmente antes de que los hechos acontecieran. Cuando aun se trataba de una idea que estaba gestándose y el sujeto se mortificaba por ella. Se angustiaba por el efecto, el daño y el dolo que causaría en los otros. Cuando todavía la imagen de la violencia asustaba. Le era ajena.

Hoy en general nos llegan los pacientes una vez que han cosumado el acto, ya sean fallidos intentos de homicidio o suicidio, o la violencia desatada sobre cónyuges, padres e hijos es tal, que solo requiere de la intervención de un tercero juez o policía, para acotarla cuando no, es preciso la disolución temporaria o definitiva del grupo para ponerle freno. Y en su mayoría no consultan específicamente por problemas de violencia,o agresión.

Es necesario saber en las entrevistas iniciales, especialmente en los casos de derivaciones a equipos de familia, si cuando se presentaban escenas de violencia, relatadas o actuadas, estaban mencionadas y formaban parte del discurso de los consultantes y la implicancia subjetiva con el padecimiento.

La violencia como signo nos remite al signo médico, alude a la relación entre índice- referente, indicador y referencia, no es necesario que el paciente hable de ello, el signo está alli para ser detectado,capturado por la mirada, descripto en su fenomenología: un moretón, un tono de voz, un gesto amenazante...alude al cuerpo, convoca a la mirada.

En estos casos la problemática de la violencia no es reconocida como motivo de consulta aun cuando se la puede detectar. Y en ocasiones es traída como un dato mas de la vida cotidiana que no recibe ninguna significación ni involucramiento subjetivo, salvo por el malestar o queja que producen sus efectos en el otro.

Estos sujetos no se responsablizan por los hechos por los que fueron denunciados, aun cuando los evidencia algun familiar en una entrevista, o por lo datos que figuran en la historia clínica, o por lo transmitido por algun colega que realiza la derivación. Mediante la confrontación lógica con los hechos aceptan haber producido la agresión física o lesión pero no se reconocen impulsivos ni golpeadores, para utilizar un termino tan de moda actualmente, y siempre justifican haber perdido el control. Suelen culpar a la víctima de provocación y engaño. Suelen concurrir formalmente a las entrevistas pero no se implican manifestando cierto alivio si se los separa fisicamente de la situación problemática. Cierta impunidad emocional los ubica con un alto nivel de exigencia y expectativa con respecto al otro (hijo, esposa) sin reciprocidad y con un bajo umbral de frustración Aqui es importante situar la cuestión diagnóstica de estructura y la posibilidad de realizar una interconsulta.

Posición subjetiva en la entrevista.

Si el sujeto o su familia logran acercarse a una consulta ya sea porque padece su acto violento, le hace síntoma, o porque porta sus signos, en el transcurso de las entrevistas preliminares aparecerán en su discurso diferentes modalidades que podemos situar como: Pedido Inicial, Demanda y Queja

Operando desde el psicoanálisis en la búsqueda de verdad individual mas alla de los acontecimientos, la realidad solo adquiere sentido por la forma en que el sujeto ha participado en ella y se ha sentido modificado por esos acontecimientos. Los hechos nos guian, nos dicen que ha pasado pero nada nos dicen de cómo un sujeto los ha vivido y procesado. De manera que será nuestra tarea evaluar el sentido que la violencia tiene en cada uno de los casos y en cada familia y sujeto que la integra, en particular. Aquí podemos situar el fenomeno de la violencia a la manera de signo que puede ser mudo, pero siempre objetivable y mensurable, de síntoma donde existe una visión subjetiva que implica que el paciente hable u diga de ese moretón, de ese tono de voz, de esas amenazas y un tercer tipo cuando la violencia es un hacer sin significación,y solo es mencionada y reconocida como acto desbordado de una situación conflictiva pero considerada "necesaria" para acotar o lograr algun propósito.No solo no hay conciencia del maltrato, sino que aparece como un modo o estilo particular de reacción, apoyada en identificaciones, costumbres familiares y los mitos populares de alguna cultura y sociedad. Sin cuestionamientos ni preguntas explicitas sobre estos modos, la violencia se presenta tal como la describía Freud, como energía motora que se descarga hacia objetos, o personas sin ser ligada psiquicamente. Se generan e incrementan circuitos de violencia sin que los mecanismos inhibitorios permitan contener o frenar la agresión. Freud vinculó los fenomenos de agresión y agresividad con la pulsión de muerte. Pulsión de muerte que encuentra su lugar alli donde estos códigos son aceptados y utilizados como recursos valederos

En estas circunstancias las quejas solo aparecen si la violencia comienza a aparecer muy frecuentemente, " mas de lo habitual" o existen peligros de denuncias de terceros o peligro explícito para la vida y aparece como reacción de alarma. Veremos pues que nuestras intervenciones estarán en relación a la manera de presentarse la demanda inicial de tratamiento que estará condicionada por la posición que cada sujeto tenga en relación a sus actos y los efectos que provocan en su vida y la de los orts

No todo pedido Inicial de consulta implica una demanda de análisis o tratamiento, pues no deja de ser un enunciado, un intento de comunicación de yo a yo, del cual el sujeto consultante debe hacerse cargo ( posición subjetiva con respecto al síntoma). Este enunciado está en el orden de lo que llamamos "pedido incial" que lo caracteriza por la búsqueda de amor ( fantasía de ser cuidado y protegido por el analista) y de objeto.

A diferencia de la demanda en la que se busca " saber" y "analizar": analizarse La pregunta acerca del que tengo que ver en esto que me pasa abre una interrogación y la posibilidad de una entrada al tratamiento.

La queja que es otra variante del acercamiento a la consulta, y se nos presenta en forma de expresión de dolor o sentimiento de desazón, donde la acusación al otro toma un cariz de imposibilidad de acción frente a la problemática que los aqueja. A modo de catarsis se quejan sin implicarse, y cuando no acompaña la angustia y el temor, muestran una conducta pendular y oscilante frente al deseo de denunciar lo que les pasa y romper el pacto de silencio familiar. En general reniegan del eventual peligro implícito en las escenas que relatan, creyendo en las promesas de cambio y cese de la conducta violencia del partenaire.

Esta indecisión que se jugará transferencialmente, transladandose a las instancias policiales, jurídicas y por lo tanto asistenciales, ya que son pacientes que invitan a avanzar en el terreno de las intervenciones en acto, especialmente si hay sujetos de riesgo comprometidos: niños, ancianos, incapaces, para luego abandonar la consulta y desaparecer.

Por ello debemos ser cautos en la medida en que la evaluación del riesgo de vida lo permita, y no precipitarnos a proponer salidas compulsivas que el sujeto no está en condiciones de sostener, o tratar " salvar" a la víctima. Lo mas probable es que en las primeras entrevistas exista una real imposibilidad de intervenir en el plano psiquico porque aun no se presenta el deseo jugado de salir de la escena donde alimenta su goce y aun se encuentra muy implicado.

Freud decía que los puntos ciegos del analista tambien serán los de los pacientes y en estos casos la tentación de identificarse con la víctima, adoptar actitudes reivindicativas, o el rechazo al victimario, el temor a ser agredido o amenazado por este, la decepción y la sensación de verse defraudados cuando la intervención queda a mitad de camino son fuertes.

Seguir adelante con una decisión tomada o del deseo de separarse de una situación alienante, requiere acompañar como analistas en este proceso de ir tejiendo redes y lazos sociales a traves de información y derivación, que sostengan esa decisión: denunciar al juez la situación, embarcarse en procesos legales, hacer consultas médicas y peritajes, etc. Esto siempre requiere un tiempo previo y un proceso de elaboración que es preciso diferenciar de los tiempos y procesos legales.

Diferenciados los espacios, la recurrencia a la ley es una manera concreta y válida que tienen los profesionales en casos de intervenciones en situaciones de riesgo donde intervenir desde la palabra no basta.

Quisiera hacer un recorte de esos aspectos de la ley en la que podemos apoyarnos en situaciones de urgencia donde el riesgo adquiere una dimensión peligrosa.

Nos regimos por la LEY 24.417. Protección Contra la Violencia Familiar- Publicacion Boletín Oficial 1995. El Senado y Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en el Congreso sancionan con fuerza de Ley - Noviembre 1994.

ARTICULOS QUE COMPONEN LA NORMA de VIOLENCIA FAMILIAR - LESIONES - DENUNCIA ANTE EL JUEZ - MEDIDAS CAUTELARES.

ARTICULO 1.- Toda persona que sufriese lesiones o maltrato físico o psíquico por parte de alguno de los integrantes del grupo familiar podrá denunciar estos hechos en forma verbal o escrita ante el Juez con competencia en asuntos de familia y solicitar medidas cautelares conexas. A los efectos de esta ley se entiende por grupo familiar el originado en el matrimonio o en las uniones de hecho.

ARTICULO 2.- Cuando los damnificados fuesen menores o incapaces, ancianos o discapacitados, los hechos deberán ser denunciados por sus representantes legales y/o el ministerio publico. También estarán obligados a efectuar la denuncia los servicios asistenciales sociales o educativos, públicos o privados, los profesionales de la salud y todo funcionario publico en razón de su labor. El menor o incapaz puede directamente poner en conocimiento de los hechos al ministerio publico.

Esta Ley de Violencia Familiar 24.417, se constituye en un instrumento que permite luchar contra este fenómeno, intentando medidas protectoras para las víctimas del maltrato intrafamiliar. Esta sustentada en los tratados internacionales de derechos humanos y luego de la reforma constitucional tiene status de proteger la vida y seguridad de las personas.

En articulación con el discuso Jurídico de esta ley (24.417) está la Ley 23.277 del ejercicio profesional del Psicólogo que regla las prohibiciones, derechos, obligaciones del ejercicio de la profesión.

La denuncia puede ser manifestada en forma oral o escrita, ( art.1 y 2. Ley 24.417) La forma oral es un mecanismo ágil a la hora de proteger la seguridad de la vida, sin embargo las restantes peticiones deberán formularse en forma escrita mediante patrocinio letrado a fin de resguardar las formas y normas del proceso. Si se trata de un adulto, puede ser un sujeto denunciante, asi la formulación de una denuncia cae en la exclusiva decisión del mismo. Las Dras. Grossman y Martínez Alcorta se interrogan si no

Los profesionales y los distintos agentes del ministerio publico tienen la obligatoriedad de reportar el caso a la justicia. Para no actuar con imprudencia, impericia algunos juristas expresan la necesidad de que el texto legal indicara por lo menos la obligatoriedad de la derivación o la interconsulta con equipos especializados.

Se entiende por ministerio publico lo reglado por el Código Civil en su articulo 59 y 493. Y enunciamos su texto ya que: "los obligados a denunciar son los funcionarios o empleados públicos, como así mismo las personas que ejerzan el arte de curar, además por el art. 77 del Código Penal QUEDARIAN COMPRENDIDOS TODOS LOS TRABAJADORES DE LA ADMINISTRACION PUBLICA NACIONAL O MUNICIPAL, es decir casi la totalidad de las personas que atienden casos de violencia familiar en equipos interdisciplinarios.

La inclusión de lo legal en el abordaje clínico conlleva a interrogarse sobre la confidencialidad del secreto profesional, superando la dualidad entre lo ético y lo asistencial, pensando que "en el trabajo clínico de la violencia, el apoyo y la intervención psicológica representan un recurso, una ocasión aprovechable después de la activación del mecanismos judicial¨ (Cirillo y Di Blasio)

El secreto profesional esta comprendido en la ley 23.277 y dice

¨GUARDAR EL MAS RIGUROSO SECRETO SOBRE CUALQUIER PRESCRIPCION O ACTO QUE REALIZARE EN CUMPLIMIENTO DE SUS TAREAS ESPECIFICAS, ASI COMO DE DATOS O HECHOS QUE SE LE COMUNICARE EN RAZON DE SU ACTIVIDAD PROFESIONAL SOBRE ASPECTOS FISICOS, PSICOLOGICOS O IDEOLOGICOS DE LAS PERSONAS.

Por legitima defensa (art.34, inc.6) se entiende: recibir agresión ilegitima, la falta de provocación del que se defiende, y/ o la continuidad del delito ejercido sobre la víctima. El profesional debe evaluar si los motivos para revelar el secreto constituyen justa causa. De considerarlo negativamente ante la necesidad de declarar en un juicio es su deber profesional guardar secreto, basándonos en dos articulos del Cod. Procesal en lo Criminal:

¨Sera reprimido con multa e inhabilitación especial en su caso por seis meses a tres años el que teniendo noticias por razón de su estado de empleo, profesión o arte de un secreto cuya divulgación puede causar daño, lo revelare sin justa causa. Se considera justa causa las que eximen de lo reglado en las consideraciones del secreto profesional o las que marcarían el deber profesional y legal de revelar el secreto"

Si no existe esta condición de intervención inmediata y se da el espacio y el tiempo suficiente, para ser escuchado y poder desplegarse, una queja, y un mínimo de pedido inicial puede convertirse en el espacio de la busqueda de saber que sucede, implicandose subjetivamente en esa queja y dolor para dar paso a un analisis. La violación del secreto esta sancionada en el Código Penal.

El abandono de las entrevistas como punto resistencial en general se produce, cuando se debe avanzar mas alla del motivo de consulta o pedido inicial de tratamiento y comenzar realizar actos que produzcan cambios y acoten el goce.

La transferencia como soporte

La firmeza y claridad en las intervenciones es imprescindible para dirigir este tipo tratamiento Los analistas como agentes de corte, en tanto función paterna, intervienen con su presencia ejerciendo su función ante estos excesos El padre real del que habla Lacan es quien con su presencia sostiene, y soporta el lugar del agente del acto interviniendo sobre lo imposible: alli donde la palabra no alcanza, dando una orden de internación, o aviso a un juez. El analista intervendrá ahi para liberar al sujeto de un goce aprisionador, estatizante que lo hace esclavo.El artificio simbólico de su intervención lo separa,y lo libera del Otro.

En primer lugar muchas son las consultas "psi" sobre el tema de la violencia, pero como analistas debemos considerar que no somos consejeros para padres o esposas en dificultades que se convencen con gran facilidad de su incompetencia para resolver situaciones críticas y educativas cotidianas. Listos para dejar sus responsabilidades subjetiva en " expertas manos técnicas" no debemos estar tan listos como para hacernos cargo del guante arrojado tan rapidamente. El público, y no tiene porque ser de otra manera, suele confundir al psicoanalista con el psicosociólogo, el médico, el orientador, reeducador, juez, pedagogo, etc. considerando que va a influir, moralizar, estimular, razonar con una especie de sugestión que llevará a los sujetos a que se " comporten bien". El psicoanalista no agregará nada nuevo para decepción inmediata de quien lo consulte, pero sí permitirá encontrar una salida a las fuerza emocionales encubiertas, veladas que se encuentran en conflicto, será el mismo paciente quien debe surgir beneficiado con el develamiento de sus procesos inconcientes.

Ser admitidos como " violentos" en su entrevista inicial, es nada mas que una puerta de entrada, nos dice de que padecen, pero no sobre su padecer. Algo anda mal si como analistas no podemos leer en estos actos violentos una manera de decir en cada grupo familiar y en cada individuo que la conforma, que tiene para ellos una repercusión especial y única Si en la percepción de esas marcas que se llevan en el cuerpo , no podemos descifrar tambien un efecto de los signos del entramado social.Sabiendo que la agresión es constitutiva de la naturaleza del hombre y que la violencia se encuentra presente en sus actos, aun de manera potencial.

Durante un año de trabajo como supervisora del Area de Familia de Consultorios Externos de un Hospital Psiquiatrico llamó mi atención que las familias asistidas especificamente por episodios de violencia no habían consultado por ello, y que a pesar de haberse incrementado socialmente la demanda por estas cuestiones, solo acudían a espacios que en su enunciación ofrecián una nominación concreta y no a lugares que ofrecían multiples aspectos asistenciales. La institución funda un lugar Violencia Familiar y en tanto lo nombra, dice sin equívoco su significado, una identidad, algo de donde asirse y adonde acudir para esto que les duele en el cuerpo y el alma.

Esto que debe trabajarse en el acto y la palabra, no para estigmatizar a una familia sufriente, sino como unificación del pedido inicial que los aqueja. No para masificar ese encuentro, ni convertirlo en un lugar de rituales y recetas de la especialidad, sino para que cada familia pueda recortar su individualidad sobre ese fondo que las rotula. La violencia representará algo diferente, no solo para ellos, sino para los analistas con los cuales trabajen ya que a ambos les atañen los efectos institucionales. Otorgar una pertenecia tal como " familia violenta" o " profesionales especialistas en violencia familiar" puede encerrar una gran paradoja, pues los ideales y emblemas si bien nos dan un lugar, aniquilan la singularidad e impiden escuchar otra cosa.

Bibliografía

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Fluguel J.C. Psicoanalisis de la Familia. Ed. Paidos

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Noel J.F. M. Diccionario de la Mitología Universal. Ed. Edicomunicación.

Stingo y Otros- Psicosis, Intervenciones en la Emergencia. Ed. Interlínea

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