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Revista temática de carácter independiente

Número 8:
Vacilaciones: la aporía y la paradoja
(Haga click sobre el título para comprar la revista por internet)
(Abril 2005)

El reverso del saber. Ricardo Bianchi

LECTIO:

TRANSLATIONIS:

LIBRARIUS:

HOMENAJE a Delia Elmer:

MEMORIAS para Jacques Derrida:

MESA REDONDA: "Lo que fundó Masotta, 30 años después". Germán García y Juan Ritvo

La mancha. Suplemento

Criaturas célibes. Aproximaciones al sentir de la cosa y al dominio de la paradoja. (Fragmento)

Adrián Cangi

"Me detengo en una carta fechada el 14 de julio de 1877 dirigida a Menella Wilcox firmada: tu afectuoso primo Charles L. Dodgson. Menella es una de las tantas niñas sin palabra que funcionaron como destinatarias de la correspondencia de Lewis Carroll. No se trata de Alexandra Kitchin o Alice Liddell sus modelos fotográficas predilectas. Tampoco es una de las muchas niñas vagabundas desconocidas y sin nombre retratadas en las imágenes del matemático, sino que se trata de un lazo de sangre. Carroll le escribe en la misiva: "ayer una niña pequeña estaba corriendo en un sentido, después en el otro, por la carretera, y se detenía siempre en el lugar donde yo estaba sentado". Este párrafo presenta una de las principales motivaciones de Lógica del sentido (1969). Para Deleuze, el sentido se halla en la frontera, en la grieta abierta en dos direcciones: las proposiciones y las cosas, el lenguaje y el inconsciente (hecho de representaciones de cosas, como Freud enunciaba). En ese lugar está sentado Carroll expresando las bodas del inconsciente y el lenguaje, del sentido y el significado en un equilibrio inestable, oscilando por el milagro de una danza que lo lleva de una dimensión a otra. Si Alicia no crece sin empequeñecer es porque Carroll no busca el sentido determinable sino la paradoja que es la afirmación de los dos sentidos a la vez."

 

Memoria, hambre y lengua: poesía y prosa Argentina del presente (Fragmento)

Paula Siganevich

"Me pidieron que hablara de la literatura Argentina. Que contextualizara la obra de Tamara Kamenszain y César Aira, aquí presentes, en el marco de la literatura Argentina contemporánea. Hablar de la literatura Argentina es como hablar de todo y de nada a la vez. Haremos lo posible, presentaremos algunas cuestiones que no serán el panorama completo de la literatura argentina, pero, al menos si algunas reflexiones que se pueden hacer en estos tiempos.

Primeramente quisiera fijar cuál es el lugar desde donde hablo, desde dónde leo. La gente de mi generación en Argentina está atravesada fuertemente por el trauma de la memoria. Somos los sobrevivientes de una guerra que dejó como saldo miles de muertos y un clima de autocensura que llevó años superar. Somos la generación de jóvenes desaparecidos y este hecho no puede pasar desapercibido a la hora de pensar cualquier manifestación de nuestra vida, en especial la escritura, la literatura. Perdimos a nuestros amigos y compañeros de estudio, gente muy cercana y querida, que en el mejor de los casos se alejó del país, se exilió en Europa, en los países de América. Podríamos hablar de muchas cosas al referirnos a la literatura Argentina pero es imposible no hacer referencia al trauma de la memoria, a la acción de recordar y al lugar marcado por el olvido. Y yo quiero hoy más que nunca hablar desde ese lugar."

 

Escrituras del cuerpo: Frida Kahlo (Fragmento)

Graciela L. Martínez

"El trabajo del desdoblamiento como estrategia en la pintura, evoca tanto la predestinación, la anticipación de una permanencia y una inmortalidad asumida en el júbilo de la totalidad corporal, como el terror que suscita el enfrentamiento con el semejante, que amenaza la unidad.

La "mise en abyme" representa sus tensiones. Las imágenes proveen un reflejo instantáneo y por su inmediatez, ofrecen una respuesta que toma la forma de un retorno de la demanda en la que Frida se hace reconocer, simula una respuesta implicándonos, y al mismo tiempo acusa la falla de no ser lo que falta. Fascinación narcisista en la que el juego de las miradas permite la reflexión y el desdoblamiento, ofrece la ventaja de volver a encontrar lo excluido y mantener al mismo tiempo esa exclusión, y hace posible preservar el poder de crear y recrear.

La oscilación metáfora- metonimia es el mecanismo por el cual la artista capta el narcisismo y da cuenta de ese narcisismo, preso entre lo imaginario especular y el surgimiento de lo simbólico.

Esa oscilación, condición del goce estético, en tanto hace coincidir y domina en una misma captura, dos oposiciones, es al mismo tiempo fuente de excitación autoerótica y conocimiento paranoico fecundo, en tanto permite acceder a una dimensión diferente, que es la inversión del punto de partida.

Frida coloca del lado del espectador sus propios enigmas con relación al reflejo que le devuelve la imagen desdoblada."

 

Ni un paso atrás (Fragmento)

Carlos Brück

"En algún momento de su enseñanza, como quien se pasea a cielo abierto, Jacques Lacan afirma que "hasta el más imbecil de los analistas....". Pero no concluye previsiblemente su frase sino que sin vacilaciones se reconviene a si mismo con uno de sus términos favoritos: "esto que he dicho es una impropiedad conceptual...".

Una impropiedad, en tanto que no hay analistas imbéciles (como algunos definen) ni inteligentes (como muchos quisieran serlo). Solo cabe suponer la función analista y alguien que ocupe entonces ese lugar. Esto es lo que hay cuando el dispositivo, la tienda de campaña, se despliega para alojar allí al sujeto de inconciente

Claro que las personas convocadas para trámitar esa función, más allá de que se muestren imbéciles en sus intervenciones o inteligentes en sus comunicaciones, pueden faltar a la cita, ya que esta dimensión implica un lugar más allá de las intenciones, de las cargas públicas, de las apariencias para ese funcionamiento.

Basta con recordar ese texto de Borges en el que un espacio, por vía de la paradoja, pasa a cumplir con la función asignada a los enredos del laberinto más obstinado. Algo así como " ...te dejaré en un lugar del que nunca podrás salir" le dice un rey a su enemigo traidor y lo confina en el desierto. El único lugar sin solución de salida.

Las aporías y las paradojas se plantean como fórmulas que ilustran precisamente esto: el problema de la salida. Hasta el punto en que algunas enciclopedias parecerían actuar redundantemente, desarrollándolas en una cinta de Moebius que va catalogando diferencias pero que no deja toda la tierra firme en lo que hace al afuera y al adentro, accesos y salidas."

 

Humo (Fragmento)

Pablo Zöpke

A María Luisa –este gusto de la mujer en mí.

"No...
ni es cielo ni es azul"

(H. Expósito)

 

"Estas son historias de la carne y del cuerpo fenomenal.
De la mano.
Del espacio de los amantes.
-de Heidegger a Celan.
Una lengua y un barco entrecruzan sus destinos.
El humo del Graf Spee se levanta en el estuario como una antorcha.
Hubo un suicidio y una mujer silenciosa.
De los puertos vienen las canciones más tristes."

 

Kant ante el paralogismo del yo (Fragmento)

Ricardo Bianchi

En el Libro Segundo de la Dialéctica Trascendental, y bajo el título de Paralogismos de la Razón Pura, Kant enuncia al Paralogismus lógico como una "incorrección del silogismo desde el punto de vista de su forma". La dificultad enfrentada por la Crítica de la Razón Pura nos es tan familiar que no es fácil de mostrar, y Kant vacila entre nombrarla concepto o juicio antes de poner su enunciado... ¿o su enunciación?... entre comillas y con cursivas: "Yo pienso". Leyendo la Crítica de la Razón Práctica encontraba Lacan alrededor de esta paradoja el diamante de subversión que aportaba la obra kantiana. Sin demorarse concluía entonces que "si hay algo a lo que nos ha avezado la deducción de la Crítica, es a distinguir lo racional de la suerte de razonable que no es sino un recurso confuso a lo patológico". Así la donación de la filosofía kantiana se anticipa a su porvenir desmoronando la Razón en su declive patológico. La Razón es fundamentalmente razonable. La diferencia del epígrafe entre sentido interno y apercepción envuelve la respuesta kantiana ante el padecimiento de nuestra Razón, porque el dominio de su razonabilidad determina pese a " la opacidad de lo trascendente", pese a que "el objeto está extrañamente separado del sujeto" , la prosecución de su movimiento, esta vez en el vacío. La razonabilidad nombra la inercia de la Razón condenada a padecer sus excesos, expuestos en el Paralogismus bajo los modos del fallido y la falacia.

 

La voz del silencio o la paradoja del decir: el lugar de la elipsis (Fragmento)

Juan Ritvo

"¿Y si las sustracciones fueran en última instancia –y es esto lo que el psicoanálisis indudablemente muestra cuando discurre sobre la censura psíquica– sustracciones de nada; no ausencia de sustracción, sino sustracción de nada, de nada que estuviera allí de antemano? Un relato, una novela, pueden comenzar así: "Estábamos los tres conversando junto al río". No sabemos quiénes son esos tres, quién es el relator, dónde están los interlocutores. Normalmente, el curso del relato suele aclarar la situación. Pero, ¿si no la aclara? Es un accidente astuto, se dirá, producto de la habilidad del narrador. Quizá. Pero planteemos la situación inversa: el relator que no quiere dejar nada sin despejar. ¿Es posible? Sabemos que no. Algo que está ausente desde el comienzo remite, siempre, a un origen perdido que no es posible identificar.

Estamos frente a un problema que interesa por igual a la retórica, al psicoanálisis y a la ontología.

Padecemos –en el sentido más rigurosamente aristotélico del vocablo– de la sustracción de aquello que opacamente causa nuestra vida sin que pudiéramos articularlo, sin que le otorguemos el cuerpo de una voz: el silencio, más allá de la ausencia de voz es, antes que nada, sustracción en el origen, imposibilidad de repetir el origen.

La expresión "cuerpo de una voz" es anfibológica: si nos atenemos a la lección de Lacan, lo que hace de una voz objeto, no es su cuerpo empírico sino la ausencia de él: la substancia última de la voz, aquello que la caracteriza es precisamente lo que no podría caracterizarla, al menos en los términos corrientes; me refiero al silencio, cuerpo intenso de la voz."

 

Presentación del Proyecto: Antimuro "Habrá Testigos" (Fragmento)

Por la memoria del Presente

Eugenia Bekeris

"La figura del testimonio, que se desplegó inicialmente como la búsqueda de mi propia identidad a través del desocultamiento del secreto del exterminio de mi familia en la Europa nazi, reconoce su momento actual en el dar cuenta de la exclusión social y la marginación que padecen cada vez mas extendidos sectores de nuestra sociedad. Si yo había intentado volver -en mi obra anterior- sobre los pasos de aquellos cuyas vida fueron apagadas con violencia en el contexto de la Shoá y de los desaparecidos durante la última dictadura militar, las víctimas de los dos atentados, a la Embajada de Israel y a la mutual judía AMIA ahora son los pasos de los que ya no tienen inscripción social, cuyas huellas quieren ser borradas, los que quiero que sean inscriptos. Dejar una huella es firmar un contrato con el espectador que lo obliga a reconocer la existencia de aquellos cuyas vidas -despojadas de trabajo y salud- sin trabajo se encuentran amenazadas de ser reducidas a nada. El proyecto del Antimuro -un espacio material poblado de inscripciones de huellas humanas, instalado en el corazón de los grandes centros urbanos donde el simple índice de una existencia humana se ve en riesgo de convertirse en mera vida desnuda biológica- constituye hoy para mi como artista el contenido de mi testimonio. La continuidad no descansa en el contenido, sino en el testimoniar. En cuanto al modo de trabajo este descansa en la acción colectiva de personas emergentes de cada locación que asumen la idea volviéndola hacia las formas específicas que las nuevas maneras de exclusión adquieren en cada sitio."

 

Sombras del acto... (Fragmento)

Wanda Donato

Todo ha sido dicho...
Pero no ha sido dicho del todo.

"Cuanto más cerca de la frontera, menos evidentes resultan las diferencias entre repetir e inventar algo. Apenas un paseo por sus territorios hace sospechar la dificultad de plantear una repetición plena, perfecta, ya que la mera presencia de un sujeto arroja alguna sombra de distorsión (invención). Lo mismo ocurre tentados de encontrar una invención pura, ajena a toda repetición. Lo ex nihilo de una creación no debe pensarse necesariamente como ausencia absoluta de repetición, cabe situarla en todo caso como efecto inesperado aunque incluso deseado.

En este camino pudiera quedar la repetición como lo más primordial, en anterioridad temporal, base necesaria donde situar lo nuevo. Pero el siglo XX se ha encargado de explorar las deficiencias de esta concepción lineal del tiempo y las complejas relaciones temporales que pueden establecerse entre causas y efectos, hasta el punto de hallar la destotalización temporal de la causa justamente en los efectos.

En todo caso la repetición funciona como alteridad, infectando cualquier invención en un origen-mutante que impide la localización de una identidad inicial, léase no ficcional. Y un origen ficcional no es relativo, es ficcional (constituido en trama). Invención fallada tanto como repetición malograda.

Desde esta encrucijada puede situarse el interés por diversas teorizaciones de la mimesis (repetición degradada, construida, excedida, impulsiva... inevitable) y la anómala situación de la traducción respecto a este contexto (repetición imposible)."

 

"En Memorias de Derrida" (Fragmento)

Lisa Block de Behar

"El azar, que a veces hace bien las cosas, se dio de manera que conociera a Derrida en la Universidad de Yale, hace veinte años, en un helado invierno de 1984. Me interesaba trabajar sobre la desconstrucción, sus relaciones con la hermenéutica, la retórica y la filología. Un año antes había terminado la tesis sobre Una retórica del silencio, donde analizaba el silencio del lector y los procedimientos de la lectura literaria pero todavía, en aquel entonces, era escasa o nula la bibliografía sobre esos temas mientras que, presumiblemente, las agitaciones críticas de Yale ofrecían el marco más adecuado para analizarlos.

Paul de Man había publicado un libro bastante interesante que se titulaba Allegories of Reading e intentaba discutir con él algunos aspectos que allí se planteaban. Pero, cuando llegué a Yale, de Man acababa de morir. Enterados de mi interés en la desconstrucción, Emir Rodríguez Monegal y otros colegas de esa universidad, me aconsejaron que asistiera al seminario que Derrida dictaría, como todos los años, en esa época. Debido a la muerte de de Man, Derrida dedicaría el seminario a su memoria. Para rendir homenaje a su gran amigo, sin apartarse de los objetivos académicos, Derrida replicó, a su manera, la interpretación que De Man hacía de un poema de Hölderlin dedicado a la memoria de un amigo. Eran sus temas: la amistad, la muerte y la memoria, en poesía."

 

Homenaje a Delia Elmer (Fragmento)

Alberto Tudurí

El Viernes 21 y Sábado 22 de mayo 2004, se realizó en el Colegio de Psicólogos de Rosario un homenaje a la psicoanalista-topóloga y matemática Delia Elmer organizado por el Espacio de Cultura.

Participaron el día Viernes: Silvana Cabeza – Alberto Tudurí – Adriana Les – José M. Ramírez. Sábado: Juan Ritvo – Damián Coirini – Hugo Jaime – Nicolás Garrera Ritvo. Coordinación de paneles: Marité Rivarola.

Un paseo contorneando el Cántaro

"Yo nunca pretendí ser Original, pretendí ser lógico"
J .Lacan

"La ambición del título desde el comienzo constituirá los límites de esta exposición o más exactamente de esta propuesta de trabajo: debo decir que la noción fundamental en Topología, una de las pasiones de la querida Delia y su transmisión es "esa función de límite, corte, recortes o bordes". Los espacios topológicos son relativos a esa idea precisamente de límite, así como los procesos que deforman un objeto permaneciendo sus propiedades invariantes (permiten doblarlo, retorcerlo, estirarlo o contraerlo) de manera continua hasta obtener otro como si fuera maleable o de goma. El límite topológico es justamente la barra que enuncia una alteridad fundante-fundamental.

Ahí en las márgenes, en la orilla de la estructura (del lenguaje) se produce el acontecimiento simbólico, como efecto muchas veces epifánico-revelador, aveces acercándonos a ese litoral casi impunemente (como ocurre en el Arte).

¿Acontecimiento de una revelación o revelación de un acontecimiento?

Quizá las dos cosas constituyen ese Acto."

 

Notas a Parque Chacabuco de Laura Estrin (Fragmento)

Hugo Savino

"Parque Chacabuco. Laura Estrin está costumbrista y no tiene miedo. Es una audacia, en los tiempos de la obediencia. Un salto hacia delante: baja a la calle y pone el oído y la lectura y se escapa del amante de la poesía, se la escribe para la obra misma, todo va a parar acá. La obra misma abre una esperanza de encuentro.

Poema I. Olor a gato mezclado con olor a flores. Una mujer gorda. Tragedias que se intuyen, vidas que se ofrecen: Parque Chacabuco no es para comprender, es un bouquet para la aceptación, para un sonido que está adentro.

Poema XXVI. Hay una voz: "digo siempre que parece La Boca" . Arranco con este poema. La Boca me toca justo. Los pintores de la Boca. Este diálogo me ocurrió alguna vez. Está ahí: lo escuché. Salto con Laura Estrin a lo imprevisible del pasado."

 

SIMPATHY FOR ZIZEK [Versión completa]

(Reseña del libro de Slavoj Zizek, "Violencia en acto" Conferencias en Buenos Aires Editorial Paidós. Buenos Aires, 2004)

Ángel Fernández

Encantado de conocerte
Espero que adivines mi nombre
Aunque lo que está confundiéndote
Es la naturaleza de mi juego.

Rolling Stone

 

"APERTURA

Nos encontramos con un nuevo libro de la "estrella de rock académica", tal como lo define Analia Hounie en el prólogo que lleva el sugerente título: Lacan y consecuencias.

Siguiendo esta caracterización de la prologuista voy a reseñar este último trabajo del filósofo esloveno –en este caso conferencias- como si fuera un disco. Un disco con seis temas-canciones-conferencias. Punteando, como se dice en jerga radiofónica cada uno de los temas con un breve fragmento elegido mas o menos arbitrariamente que nos de por resonancia, una idea de cada canción, y por extensión, del disco entero.

En segundo lugar voy a situar algunos tópicos recurrentes en los diversos libros de este autor para desentrañar ciertos procedimientos estilísticos, pero sobre todo para subrayar las sugerencias, las preocupaciones, que su discurrir pone en escena.

Tal elección pseudo metodológica responde a una pregunta que se impone cada vez que nos dona una nueva publicación: ¿se puede reseñar un libro en particular de Zizek? ¿o se trata de lo que se agrupa bajo su nombre?

Se entiende que no aludo al muy sano principio metodológico que insta a conocer el todo para entender, sapientemente, la parte. (¡No vaya a ser cosa que nos saquen, o saquemos de contexto¡).

Me refiero a lo obvio: Zizek publica más de lo que produce.

Más allá de los compromisos contractuales que afectan a todo rockero mas o menos exitoso y que él mismo reconoce públicamente, hay una insistencia en hacer sonar lo mismo desde los mas diversos lugares. Como si supiera que el psicoanálisis o mejor lo inconciente, o mejor lo real, es en un punto, inaudible.

Cualquier analizante crónico puede recordar al leer sus libros, uno tras otro, la dinámica a que impone el ritual reiterado de las sesiones analíticas.

En ese sentido propongo leer "Violencia en acto" a la par de otro: "Las metástasis del goce" subtitulado "Seis ensayos sobre la mujer y la causalidad" .

Este último, opera, me parece, o al decir de Lacan opeora sobre el primero como un diccionario. Por eso digo a la par. No uno y después otro.

Así encontramos en la introducción del segundo libro mencionado, claramente expuesto "el contexto teórico y político de este libro. La primera parte analiza el rol estructural de la violencia en el capitalismo tardío…

...la segunda parte está centrada en las vicisitudes de la figura de la mujer en el arte y la ideología moderna; el objetivo es "rescatar" para el pensamiento progresista a autores que habitualmente son descalificados como reaccionarios perdidos."

Entre ellos , muy sorprendentemente, a Otto Weininger, antifeminista que se suicida a los veinticuatro años, a meses de publicar Sexo y carácter, libro de culto para mas de cuatro analistas no tanto por la exactitud de sus premisas sino por lo que el mismo Zizek sitúa con precisión: "elevó la diferencia sexual y la relación sexual a tema central de la filosofía".

Y para cerrar la introducción aclara que las dos partes en que divide el libro en cuestión no pertenecen a ámbitos diferentes, sino que "el análisis de la ideología conduce a los lazos entre violencia y goce femenino... y el estatuto discursivo de las mujeres vira continuamente al tópico de las relaciones de poder."

Por último quien desee tener una visión de conjunto de las obsesiones de nuestro autor puede ir al final de este libro donde encontrará una suerte de manifiesto programático: Toma de partido: una auto entrevista.

Hay un detalle más de la propuesta de leer ambos libros a la vez, y que excede la evidente continuidad temática entre ambos. Es que al tratarse ensayos uno, de conferencias el otro, podemos captar ciertas sutilezas del juego –tan singular en este autor- entre oralidad y escritura.

Dicho esto, podemos pasar entonces a escuchar como suena el libro en cuestión.

 

Observé con alegría
Cuando tus reyes y reinas
Pelearon por cien años
Por los dioses que habían hecho
Yo grité,
quién mató a los Kennedys?
Cuando después de todo
Fuimos vos y yo.

Rolling Stone

PUNTEANDO.

TEMA 1: Hacia una nueva lectura de Kant.

"...En el universo prekantiano, los humanos eran simplemente humanos, seres racionales, que luchaban contra el exceso del deseo animal y la locura divina, mientras que con Kant y el idealismo alemán, el exceso a combatir es absolutamente inmanente, el corazón mismo de la subjetividad."

Hagamos un ejercicio: donde dice Kant leamos Freud. Comprobaremos sin asombro que el fragmento conserva intacto su sentido. Efectivamente, se trata de la inmanencia del exceso. Aquello, eso, esto contra lo cual no nos es dado luchar, en primer lugar porque no nos enfrenta, y por lo tanto mas cruel que cualquier enemigo, lejos de atacarnos, nos determina.

Es la diferencia decisiva: los filósofos que hablan de psicoanálisis desde la filosofía, y los que se analizan. Es decir, los que testimonian en el curso del trabajo filosófico el choque con lo inconciente. (Recordemos la escandalosa sencillez que lo define: lugar de pura afirmación, atemporal y carente de contradicción.")

Ilustro con un ejemplo: un día en el curso de una conferencia sobre Ser y tiempo al dictante, que participaba de la doble condición de filósofo y psicoanalista, se el impuso el siguiente lapsus: quiso decir Heiddeger... y dijo ...Freud. Como suele ocurrir, el equívoco en este caso tiene mayor alcance explicativo que cualquier matema. Se trataba de alguien que había tropezado con Freud. La arquitectura de su exposición presentaba el interés de no hacer de la filosofía un metalenguaje del psicoanálisis sino que hacía resonar la pregunta central: ¿Qué es la filosofía después del psicoanálisis?.

TEMA 2: El devenir edípico de Gilles Deleuze.

"La línea de Deleuze propiamente dicha es la de las grandes monografías tempranas (los trabajos claves son Diferencia y repetición y Lógica del sentido) así como la de algunos de los escritos introductorios mas breves (como Proust y los signos y la Introducción a Sacher-Masoch). En su trabajo tardío, los dos libros sobre cine marcan el regreso de Logica... Esta serie debe distinguirse de los libros que escribió en colaboración con Guattarí , y no se puede sino lamentar que la (acepción anglosajona de Deleuze y también el impacto político de Deleuze) sea predominantemente la de un Deleuze "guattarizado".

...NINGUNO de los textos propios de Deleuze es directamente político. Deleuze es en si misno un autor altamente elitista, indiferente a la política.

La única pregunta filosófica seria es pues: ¿qué callejón sin salida hizo que Deleuze se volviera hacia Guattari?"

Es una pregunta clave. Para este, y para muchísimos otros casos. Pero es obvio que no solo se trata de Deleuze sino también de sus lectores: ¿Qué callejón sin salida los conduce a leerlo como un emblema antifreudiano? ¿qué los mueve a reducirlo a un "contra", a la erudición querulante que "resiste" los embates de la institución psicoanalítica? ¿qué rulo, qué raro fervor autoriza a los lectores de este autor a no leer a Freud?

Vamos mas lejos. Cualquiera que haya transitado una carrera humanística, conferencias sobre esquizoanálisis, cursos de psicodrama, por decir algo, sabe bien que Deleuze es la referencia obligada para no leer... a Deleuze.

Me interesa dejar sonando esta pregunta ¿qué hay en él de inquietante que se lo suprime elogiándolo?

TEMA 3: Un alegato por la violencia ética.

"No hay nada mas repulsivo éticamente que la idea que detrás de una superficie de diferencias todos compartimos el mismo núcleo de humanidad, esperanzas y placeres humanos...Falsa concepción humanista de solidaridad".

Está dicho: nuestras diferencias no son superficiales. Estructurales, estructurantes, no las puede disimular ninguna farmacopea retórica. La solidaridad, preñada de buenas intenciones, reverso público de la culpabilidad, no puede fundar ninguna ética. Si hay una –y este es un tópico recurrente de nuestro autor- es de separación. O del infierno. O del horror. Enumero términos que no se superponen, pero chisporrotean en la noción de desamparo tal como la menciona Lacan en el Seminario 7: "Aquello en relación a lo cual la angustia es todavía un velo." Imposibilidad radical de recibir cualquier auxilio exterior.

Pero también de donarlo.

Cualquier proposición ética que no contemple este núcleo declina en el mejor de los casos en la universalización de la noción de víctima. "Si el otro no está en menos deseo no verlo". "Sólo veo víctimas, me hago ver como salvador". Sabemos en que termina o mejor, lo que empieza a ocurrir a partir de acá.

Entonces, contra el terrorismo de los buenos, cada vez que Zizek trabaja la cuestión ética intenta despegarla de las nociones implícitas de ayuda, auxilio, asistencia, respeto a las diferencias , pluralidad democrática, etc, o sea, de la vertiente heroica de la perversión.

TEMA 4: La dominación, hoy: del amo a la universidad.

"La "verdad" del discurso de la universidad... oculta tras la barra, es desde luego el poder, es decir, el significante amo: la mentira constitutiva del discurso universitario es que rechaza su dimensión performativa, presentando lo que efectivamente es una posición política basada en el poder como simple percepción del estado fáctico de las cosas"

O como se dice en el barrio: el burócrata sólo sabe una cosa: hacerse el estúpido. Y pretender que nadie lo note. Y al revés: me veo envuelto en lo estúpido cuando me hago el burócrata.

Hay quienes afirman: la universidad ha muerto.

Pero también hay, y siempre es divertido escucharlos, quienes siguen haciendo una "encendida defensa de la educación publica " docentes universitarios, psicoanalistas, que siguen hablando de "discurso universitario", como si estuvieran en Europa, como si no hiciera mas de veinte años que la universidad argentina decidió no sostener ningún discurso...

En fin, no hay mucho que decir sobre este punto, salvo quizá recordar una cita de Freud en una carta memorable a su dulce princesa en ocasión del suicidio de su amigo Nathan Weiss: "Si encontráis un cadáver y desconocéis la mano que le dio muerte, buscad entre los parientes mas cercanos, pues allí encontraréis al asesino."

TEMA 5: Mas allá de la democracia –La impostura liberal.

"...El único medio de permanecer abiertos a la oportunidad revolucionaria es renunciar a los llamados fáciles a la acción directa que necesariamente nos involucran en una actividad en la que las cosas cambian para que la totalidad siga siendo la misma."

Otro foco de insistencia del que se ocupó en "Mirando al sesgo": las trampas de la participación democrática. Está muy bien que los distintos sectores de la sociedad civil hagan valer sus reclamos particulares. Pero son funcionales a aquellos que pretenden combatir en la medida en que no proceden a una crítica de los fundamentos económicos-fantasmáticos en que se sostienen los sistemas de exclusión.

Cómo no recordar en este punto las ironías de Macedonio Fernández sobre las enormes ventajas del no-hacer. Pero también a Oscar Masotta eludiendo la militancia y la afiliación propuestas por el Partido Comunista, sin por eso –y éste es el punto- dejar de llamarse intelectual marxista y haciendo de los happenings la reinvindicación material de la politicidad del pensamiento.

TEMA 6: Las cabezas parlantes.

Si en un arrebato clasificatorio, podemos decir que la sonoridad de su prosa combina lo mejor de los Stone post ochenta con el AC DC de "Back in Black" en este tema de cierre, se agrega la oscuridad contenida, melódica de The Cure (es imposible no imaginar a Robert Smith, con el rouge corrido y la cabellera exasperada dando una conferencia sobre psicoanálisis.)

Oigamos este fragmento: "En el caso de la vagina parlante, no es la mujer, el sujeto femenino el que compulsivamente dice la verdad acerca de si. Es, mas bien, la verdad misma que habla cuando su vagina comienza a hablar: "Soy yo, la verdad, la que habla": yo, y no Yo (me and not I). Lo que habla a través de la vagina es la pulsión, el moi asubjetivo"

Por comentarios como este se suele decir que Zizek dice "cualquier cosa". Y en parte es cierto, a condición de no eclipsar un rasgo positivo que lo define: a diferencia del profesor medio atribulado por el temor a incurrir en falta de rigor teórico, nuestro autor sabe pensar en voz alta.

Cuando cada policía es criminal
Y todos los pecadores santos
Cuando el principio es el fin
Cuando el comienzo es el final
Solamente llamame Lucifer
Porque estoy necesitando cierta restricción
Entonces, si me conocés
Teneme algo de cortesía
Teneme algo de simpatía y de buen gusto
Usá tu bien aprendida amabilidad
O dejaré tu alma consumir.

Rolling Stone

 

DESPEDIDA

A esta altura es obvio que las notas precedentes, más que la reseña de un libro, se asemeja a un gesto celebratorio, a un ejercicio de admiración.

Por eso quiero irme con algunas palabras sobre lo que los psicoanalistas dicen de Zizek. Ya que la actitud general es de cierta reserva. Lo leen de lejos, con prevenciones.

Y debe aclarar que no hablo de quienes están aun descifrando el evangelio lacaniano, practican la vida monástica, oran en público y lograron hacer de Lacan una institución sacerdotal. Me refiero a los que uno quiere y respeta, a los que insisten en transitar un devenir clínico y en dejarse pensar por esa íntima ajenidad que llamamos diván.

Estos últimos, precisamente, mascullan algunas cosas sobre Zizek. Ubico tres:

-Que vino a usufructuar la ignorancia reinante y a bastardear la rigurosidad conceptual del psicoanálisis.

-Que es un reciénvenido que le encontró un par de vueltas a la cosa y esta como chico con chiche nuevo, pero que de clínica sabe poco.

-Que lo que el dice ya fue dicho antes y mejor por gran cantidad de intelectuales argentinos entre los sesenta y los setenta (quizás sea esta objeción la más importante y la más completamente acertada).

No es el lugar para detenerme en la inspección minuciosa de cada uno de estos puntos

Por ahora es suficiente decir que acuerdo parcialmente. Pero con la enorme diferencia que donde ellos ven lo negativo yo encuentro la gracia y el valor de este autor. Es gracias y no a pesar de estos puntos que nos interesa.

Es curioso escuchar como Zizek funciona como el reverso reprimido de quienes sostienen las criticas anteriormente mencionadas, efectivamente hablan de si mismos... unos años atrás.

En efecto, el trabajo de nuestra estrella de rock se me aparece como un efecto inesperado del freudismo tardío (post- Lacan) y buena parte de su interés radica en retomar un gesto, una insinuación rotunda de Freud en sus últimos tiempos: articular los procesos psíquicos con los fenómenos sociales.

También y no es menor, introduce en un orden narrativo aquello que queda afuera del saber psicoanalítico oficial. Tematiza lo doméstico y traduce lo nimio. Deleuze decía que el pensamiento tiene mucho más que ver con un animal herido que con la razón. Los libros de Zizek tienen el hedor de "la bestia triste", un pobre hombre pensando. ¿Qué mas se le puede pedir a un pensador que se cura públicamente, con Lacan , de esa extraña condición humana que llamamos filosofía ?."

 

Sobre El arte del olvido de Nicolás Rosa (Fragmento)

Jorge Panesi

"La escritura de Nicolás es móvil, acelerada, desasosegada, al acecho siempre de una presa que sabe anticipadamente perdida o indemne a las trampas, porque ella misma es otra trampa, otra trama. Pero ¿qué pasa si esta aceleración, esta gimnasia crítica se encuentra con el vigor de Sarmiento, y si además se contempla en el espejo de ese vigor? Entonces, la velocidad puede llegar al vértigo. Escenas, linajes, recortes, cartografías, topografías, fundaciones y delirios (podríamos seguir la serie). Nicolás multiplica las "trampas": siempre cae algo de Sarmiento, pero el todo-Sarmiento (esa entelequia que es opaca para el propio Sarmiento) se esfuma para que Nicolás vuelva a componer otra trampa textual.

¿Pero cuál es la trampa que acecha a la crítica? Nicolás la menciona varias veces: el delirio, el delirio interpretativo. Porque parece imposible que en algún punto un texto, cualquier texto, no se ponga a delirar o que no posea un ápice de delirio. La escritura es el lugar en que la lengua delira. Conozco pocos críticos argentinos que sean tan conscientes de este hecho y que persigan ese momento en el que el texto se encauza o se pierde en el delirio. (Así ocurre con Sarmiento: "orden delirante", "idea fija", "convicción delirante"). Los grandes críticos no deberían temer al delirio de los grandes textos. Todo gran crítico como Nicolás debe ponerse a delirar con sus textos, y en su propio texto, sin abandonar la razón, desde luego, porque siempre la razón acompaña al delirio como una sombra fiel que certeramente le va guiando los pasos del extravío."

 

Elección sin preferencia. (Fragmento)

Un estudio de la historia y de la lógica del problema del «Asno de Buridán»

por Nicholas Rescher, Bethlehem, Pennsylvania

Traducción de Martín Arias

"¿Puede un agente razonable elegir un curso de acción, o un objeto, sin una preferencia? A primera vista parece que esta pregunta debe ser respondida, ciertamente, de un modo negativo. Es un requisito, por el concepto mismo de «agente razonable», que una persona tal tenga razones para sus acciones. Parecería que cuando se efectúa una elección razonable entre alternativas ésta ha de basarse indefectiblemente en una preferencia por el objeto efectivamente elegido entre sus posibles alternativas. Parecería que cuando no hay preferencia no puede haber razón alguna para una selección, de modo que no podría existir, aparentemente, una manera razonable de hacer una elección. Este línea de razonamiento parece establecer el precepto: no hay elección razonable sin una preferencia.

Sin embargo, por plausible que pueda parecer a primera vista este argumento, no puede ser aceptado como enteramente correcto. Pues hay un contraejemplo muy conocido, de hecho famoso: el dilema o paradoja del Asno de Buridán. Esta criatura mítica es un animal hipotético, hambriento y situado a mitad de camino entre dos fardos de heno esencialmente idénticos. Se presupone que no hay razón alguna por la cual el animal deba tener preferencia por uno de los fardos de heno más bien que por el otro. Aun así debe comer uno u otro de ellos, o de lo contrario morir de hambre. En estas circunstancias, la criatura, siendo razonable, preferirá tener–un–fardo–de–heno a no–tener–un–fardo–de–heno. Por lo tanto, debe elegir uno de los fardos. No obstante, simplemente no hay, por hipótesis, razón alguna para preferir uno de ellos. Parece seguirse que la elección razonable debe –de alguna manera– ser posible en ausencia de preferencia."

 

El reverso del saber (Completo)

Ricardo Bianchi

La Universidad argentina ha muerto. Baste con dos testimonios. El primero es que se ha vuelto familiar en la Universidad argentina investigarlo todo: la mujer, el ensayo, el psicoanálisis, el rock nacional... Durante la segunda sesión del Seminario El acto psicoanalítico, en Noviembre de 1967, Lacan sostenía que la función de la Universidad en los países desarrollados era la de poner en circulación todo de modo que no trajera consecuencias. Y reconocía que en los países subdesarrollados, donde la Universidad no cumplía esa función, había tensión. Impiadosos pasaron los años y en la Universidad argentina esa tensión de comienzos de los años 70 se transformó 1 desde mediados de la siguiente década en una interminable desavenencia doméstica. De esas desavenencias, porque son enredos entre los moradores de una misma casa, el año pasado sufrimos varios sainetes. El segundo testimonio es de alguien entrañable, a quien escucho desde hace poco. Durante el invierno pasado hizo circular un mail en donde podía leerse: "...la Universidad que tenemos es la obra de camarillas que bajo distintos gobiernos ha reproducido en las últimas décadas las peores prácticas de la política de Estado a la zaga de las políticas educativas de los países centrales, convertidas aquí en burocracia, tecnocratismo improductivo y hasta corrupto, desprecio por el saber y, lo que quizá sea peor, haciendo de la Universidad una suerte de aguantadero político, un Purgatorio para quienes esperan acceder al Cielo de diputaciones o ministerios o, que cuanto menos y a falta de otra cosa, sea el preludio de una vejez bien remunerada, precedida de viajes al exterior, becas, canonjías varias e integración a la burocracia universitaria globalizada".

En su seminario de los años 1969-1970, El reverso del psicoanálisis, Lacan formaliza matricialmente sus cuatro discursos y anticipa: "llamo dominante a lo que me sirve para nombrar esos discursos" 2. Así la dominante del discurso universitario es el saber. La reversión psicoanalítica demuestra en lo tocante al saber dos teoremas cruciales. Primero que "hay una relación primaria del saber con el goce" 3. Segundo que "el deseo de saber no tiene ninguna relación con el saber" 4. Remito aquí al lector a la excelente reseña de Ángel Fernández sobre Violencia en acto, la recopilación de conferencias porteñas de Slavoj Zizek, en este número de Nadja. Punteando el discurso universitario en el libro de Zizek, Ángel concluye con no menos precisión que en el e-mail: "O como se dice en el barrio: el burócrata sólo sabe una cosa: hacerse el estúpido. Y pretender que nadie lo note. Y al revés: me veo envuelto en lo estúpido cuando me hago el burócrata" 5.

Los testimonios recién expuestos nos han descubierto finalmente al protagonista de nuestras Universidades públicas. El personaje tan sobrio como estúpido domina esta época y se prepara para durar. Y acá me encuentro en desacuerdo con quienes entienden que la Universidad argentina no se soporta en el discurso universitario, formalizado entre sus cuatro o cinco, por Lacan. Al revés, la universidad argentina rápidamente desde mediados de los 80 se ha identificado en esa matriz. Matriz en el sentido retórico o matemático, no Matrix... aunque la Matrix también habilita investigaciones, maestrías y doctorados.

La cita del mail terminaba precisamente mostrando que el discurso universitario ha reducido las resistencias que todavía en el 67 Lacan le atribuía a las Universidades de los países subdesarrollados. Pero ya no hay diferencias, todas funcionan bajo el régimen del discurso universitario, las Universidades europeas, americanas, argentinas o... eslovenas: "...ando dando vueltas. Es una locura. Mi fortuna fue el último acto de censura comunista. Recibí mi licenciatura en 1973, durante el último verano de la línea dura comunista. No me permitieron enseñar porque pensaron que podía seducir o influir demasiado sobre los alumnos, y me mandaron a un instituto de investigación para aislarme. Pero ahora quiero estar ahí. Es perfecto. Estoy en un sabático permanente, sin obligaciones. Me pagan para no hacer nada, no tengo obligaciones. Literalmente no tengo nada, ni una oficina. En los dos últimos años no pasé por ahí ni siquiera una vez. Pero me siguen pagando porque según las nuevas reglas, el presupuesto que recibe el instituto depende de la cantidad de publicaciones que se produzcan allí, especialmente las que aparecen en el extranjero. Les aporto "puntos". Me detestan, pero es el matrimonio perfecto: ellos reciben su dinero y me dejan tranquilo. Lo único que hago es llevarle la lista de mis publicaciones a fin de año 6".

También por la misma época, Juan Ritvo escribía en su sección Problemas y controversias de la revista Imago Agenda, Julio 2004, una columna titulada: ¿Salud mental? Juan recordaba el documento que durante Julio del 2000 (un mes después del lanzamiento de Nadja) "la mayoría de las instituciones psicoanalíticas de Buenos Aires 7" presentaran ante la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires solicitando "la inscripción del psicoanálisis en el campo de la salud mental y la participación de las instituciones en el Consejo Asesor a crearse ". Juan rechazaba en su columna el usufructo estatal del "monopolio de todas las transferencias, en el sentido psicoanalítico del vocablo". Y fundaba su rechazo precisamente en el acto analítico: "el analista interpreta en y por el equívoco de una ley inconsistente; las garantías de su acto sólo reposan en el acto que las produce; y allí está sólo, aunque la formación teórica y el análisis didáctico le brinden un horizonte de saber y la posibilidad –tan sólo la posibilidad- del hallazgo de la verdad. Se puede decir que la burocracia analítica –institucionalmente inevitable, desde luego- trata de mitigar como sea esa soledad, al punto de eliminarla eliminando así el lugar del analista". Hay que distinguir acá la soledad del acto analítico en la cita de Juan Ritvo, de esa otra que recientemente pudo enunciarse así: "el analista se forma en soledad". Según la última versión el analista en vez de sostenerse solo sobre la paradoja de su acto, se transformaría en un anacoreta, es decir... un aburrido.

Supongo que el lector que me acompañó hasta aquí quizás se pregunte ¿por qué un rodeo tan elíptico? Quiero responder. Porque la dificultad enfrentada por este número de la revista reconoce que la auténtica vacilación no es reductible a una lógica. Sólo hay paradoja, y quizás también aporía, en acto. La condición de posibilidad del número se decide así en una confrontación, anticipada otra vez durante el seminario El acto psicoanalítico. "Una enseñanza no es un acto; no lo ha sido jamás. Una enseñanza es una tesis como se lo ha formulado siempre muy bien en la época en que se sabía lo que era. Una enseñanza, en la Universidad, en los buenos tiempos en que esta palabra tenía un sentido, quería decir tesis. Tesis supone anti-tesis. En la antítesis puede comenzar el acto" 8.

No todas las colaboraciones publicadas parten de la antítesis. Pero casi. Hugo Savino concluye leyendo a Laura Estrin: "Todo lo separado que uno está sólo puede escribirse". Pablo Zöpke persigue en su poética las vacilaciones de la Fenomenología a través de Husserl, Heidegger y Binswanger para terminar con Celan: "Toda relación con el otro, antes y después de todo, es un adiós./ Pongo a Celan por testigo de la carie del Mitdasein". Un par de referencias nada más para anticipar al lector un número armado en el horizonte del des-ser 9.

Fue la misma retórica que nos empujó a Ángel Fernández y a mí a ponernos a trabajar, primero para el reportaje que nos concediera en Buenos Aires Germán García para nuestro programa radial, en Mayo del año pasado. Y después, atravesando dificultades y complicaciones, para lograr la visita, infrecuente en Rosario, de Germán durante los días 5 y 6 de Noviembre de 2004. El viernes para participar junto a Juan Ritvo en la Mesa redonda: Lo que fundó Masotta, 30 años después. El sábado para presentar junto a nosotros su última novela, La fortuna 10. Reitero aquí el agradecimiento a la Librería Homo Sapiens, auspiciante de los encuentros junto con Nadja y Sin-ton-ni-son, a Juan Ritvo, a Germán García quien además de viajar expresamente en respuesta a nuestra invitación, se prodigó incansable, y a los asistentes que concurrieron al Auditorio Rodolfo Shcoler, colmándolo la noche del viernes.

Hay que reconocer también que en el diseño de estos encuentros jamás estuvo ausente el deseo de promover un acto, del que teníamos la sospecha que excedería el escenario rosarino. La evocación de los treinta años de la Fundación de la Escuela Freudiana de Buenos Aires y la singular figura de Masotta, vacilante entre el psicoanalista y el conspirador, sumados al protagonismo polémico que aportaron Juan Ritvo y Germán García, produjo un efecto inesperado y tan sorprendente como difícil de olvidar. El lector encontrará publicado parcialmente en este número las intervenciones y posterior debate durante la Mesa redonda.

Unos meses después Germán me preguntaba por las repercusiones de esos encuentros. Las consecuencias se multiplicaron, y en algunos casos hasta precedieron a los mismos encuentros. Fue, según entiendo, la primera presentación de La fortuna en Argentina, mediante la cual se entregó la novela a sus lectores. Yo publiqué un libro, De auditore, donde además incluyo mis dos intervenciones en el Auditorio Rodolfo Shcoler. Estamos en camino para comenzar durante este 2005 (en que Nadja, Lo inquietante en la cultura cumple cinco años) el dictado del Seminario Nadja, que en esta primera edición tendrá la siguiente convocatoria: "Lo sustractivo: reserva y transferencia" . Este seminario será anual, los primeros viernes de cada mes, en el mencionado Auditorio de la Librería Homo Sapiens. Entre sus dictantes se encuentran: Perla Sneh, Leandro Pinkler, Hugo Savino, Pablo Zópke, Juan Ritvo, Silvana Rabinovich, además de otros invitados por confirmar y otras actividades de extensión como presentaciones y reuniones fuera de programa. Y todavía queda pendiente, del brindis ya en la madrugada de ese sábado 6 de Noviembre, la realización de una Fundación o un Instituto. Y recuerdo nada más las consecuencias que me tocan más directamente. Porque hay muchas otras.

Pero también es cierto que Nadja durante estos cinco años nunca dejó de encaminarse en la dirección del acto. Los encuentros de Noviembre entonces fueron otro paso. Nada más y nada menos. El programa radial que compartimos con Ángel, Sin-ton-ni-son. Trauma y cultura, sumó otro formato, y habrá que esperar por el Seminario Nadja. Pero en cada uno de esos proyectos hay una antítesis en el horizonte: promover la apertura plural de las transferencias; frente a un usufructo transferencial tan homogéneo que ya borra las fronteras entre lo privado y lo público, demasiado de moda por esta época en diferentes escenas pedagógicas. Por eso, mientras la paradoja del acto psicoanalítico permanece ininterpretada para toda burocracia, sostenida en el goce de su saber por el discurso universitario, quizás convenga que recordemos aquí a Sartre: "no es necesario tener esperanzas para obrar"11.

Nos despedimos así para reencontrarnos, según espero, durante el Seminario Nadja y en nuestro próximo número, el nueve: Del meteoro y la contingencia.

 

Mesa redonda: "Lo que fundó Masotta, 30 años después" (Fragmento)

5 de Noviembre de 2004, 20Hs. Auditorio Rodolfo Shcoler, Librería Homo Sapiens. Rosario

Participantes: Germán García y Juan Ritvo. Coordinadores: Ángel fernández y Ricardo Bianchi

Germán García: Entonces, planteemos la cosa. ¿La discusión en este momento es institucional, es de práctica analítica? Yo creo que la discusión sería al revés: ¿eso que usted hace cómo lo explica?

Juan Ritvo: Sí de acuerdo

GG: Cómo explica eso que Usted hace?

Entonces ahí está lo interesante porque yo también sé, creo que sofisticadísimas discusiones sobre el tiempo en todos niveles y lenguas conducen a prácticas totalmente rutinarias y separadas, y que hay una especie de esquizofrenia entre la hiperelaboración y la práctica cotidiana. Entonces el problema es: ¿Usted qué hace? Y... yo hago veinte minutos. Por qué? Porque se enojan los pacientes si hacen menos de veinte minutos. Ah! es una explicación... tampoco hay que enojar a la gente. Hay que empezar por algo. No? Mi discusión, yo tengo... voy a cumplir sesenta años...

JR: No yo tengo un poco más, voy a cumplir sesenta y cuatro.

GG: Entonces ahora como ya soy viejo, la gente se encariña, entonces me van a ver, se analizan conmigo, me piden supervisión... Un mambo en la cabeza... Se puede salir de explicar topología, a decir ¿qué hago con una chica que llora todo el día y se quiere suicidar? O peor! Hacer explicaciones sofisticadas y actuar en la práctica con el sentido común... Si una mujer es mayor, está casada, es fea y no tiene plata, es mejor que no se separe. Y eso lo sé de insignes lacanianos...

JR: Está bien, pero observá que hay una cierta malicia en vos...

GG: Por supuesto... hay que hacer un designio del propio mal

JR: Yo también soy malo pero tengo un estilo más virulento

GG: Eso es otra cosa... el estilo

JR: Pero lo que quería decir es otra cosa... Está bien, todas estas observaciones, la gente se ríe, está bien, pero cuando vos decís evitemos lo epistémico, está bien, no es momento para discutir, me entendés a qué voy. Pero vos me decís epistémico y suena medio feo porque muchas veces la gente dice... No, pero vos sos un epistemólogo... Ya me cansó...

GG: Ah, no, no... yo no vivo acá...

JR: Yo ya me cansé de criticar a la epistemología, yo no quiero saber nada con la epistemología.

GG: Yo cuando era joven decía ¡qué hermoso sería ser analista! Ahora digo, es un compromiso grande. Y bastante vergonzoso, lo digo con todo respeto.

 

Entrevista con el psicoanalista Germán García (Fragmento)

Un tipo de narrador integral

José Manuel Ramírez

El psicoanalista Germán Leopoldo García, de quien ha dicho Ricardo Piglia que "muchas veces pensó que encarna entre nosotros el narrador del que habla Walter Benjamin", estuvo en Rosario en ocasión de la presentación de su libro "La fortuna", de reciente edición. Momentos previos a la presentación que realizaran Ricardo Bianchi y Ángel Fernández, con café de por medio en el salón de la librería Homo Sapiens, Rosario/12 habló en extenso con el psicoanalista.

José Manuel Ramírez: ¿Cómo se ubica el hecho de escribir con relación a tu vida y también a tu práctica como psicoanalista?

Germán García: Parto del comienzo. Yo comencé a escribir cuando tenía 7 u 8 años. Lo primero que escribí fue un poema, o algo así, porque me había enamorado de una pelirroja que pasaba, que para mí era una mujer grande, ponele que fuese una mujer de 20 años, yo qué se qué edad tenía. Entonces escribí una especie de poema. Y después a los 12 años, o 13, conocí una chica. Hicimos como una alianza, porque yo iba a un club y mi déficit era que yo venía de clase obrera y el club era de clase media. Ella era de clase media pero era fea, entonces hicimos...

JMR: Se compensaba.

GG: Entonces yo escribía poemas y esta chica me los pasaba en caligrafía, ella sabía caligrafía. Ese fue el segundo tiempo. O sea que podemos decir que mi primera relación a la escritura era cierta respuesta a la seducción. Después el segundo paso (¿) fue que yo escribí un poema a Eusebio Mansilla, que era un corredor de autos de Junín, que se había matado en una carrera. Pero, en realidad el poema tenía que ver con mi padre, porque mi padre había sido del equipo de Eusebio Mansilla, mi padre había sido metalúrgico. Esas fueron las primeras cuestiones.

Después, cuando yo me fui a vivir solo, tenía 16 años, más o menos, estaba en Buenos Aires, me peleé con mi viejo y me fui de mi casa, y escribir era lo único que daba un sentido a estar ahí, es decir, yo tenía una libreta siempre (sigo teniendo), libretitas, y yo me despertaba a la mañana y se me ocurría una frase era un día feliz, si no se me ocurría era un vacío, y ahora más que antes. No significaba nada eso, porque nadie lo leía, un carajo, pero era lo que me sostenía, de alguna manera. A los 17, 18 años eso se me volvió muy oprimente. Empecé a leer tipos como Kafka, por ejemplo, después empecé a leer a Borges, bueno, la mitad de las referencias no las conocía, no las entendía, el vocabulario mío era una desdicha al lado de lo que era eso, una cosa que dije de acá no salgo más. Y ahí tuve la suerte que me encontré con Henry Miller. Henry Miller era para mí una cosa ¡ah!, una cosa maníaca porque era, bueno, no podés escribir, escribís eso. No te pasa nada, escribís que no te pasa nada, te pasa algo escribís que te pasa algo, entonces Henry Miller era la salida maníaca total. Sería, como diría un lacaniano rosarino, homologarse a la cadena significante. Y después encontré al que me hizo mejor de todos, que en literatura significa que te puede servir para algo,...

JMR: O sea, que la relación con Miller, pero Jacques Alain...

GG: Eso pertenece a la cadena significante rosarina. Te puedo dar más para alimentar esa cadena.

JMR: ¿Algún otro Miller?

GG: Mi vida está marcada por tres Miller, Colt Miller, cuando era pibe, el justiciero que lo leía en el Rayo Rojo, después Henry Miller, y después Jacques Alain Miller. Son los tres molinos de viento, porque Miller quiere decir molino.

Notas

1 Se trata de una expresión de Pablo Zöpke durante una de las reuniones preparatorias en vistas a la última eleccion del Decanato en la Facultad de Psicología de la UNR en el año 2003. Juan Ritvo la retoma en ese contexto para la elaboración de su escrito "¿Reforma del Plan de estudios o reforma del entendimiento?" donde reclama: "...apoyarse en las humanidades: es decir, en aquello que nombra hoy el lugar de resistencia contra las técnicas y las instancias que expulsan el lugar del sujeto".

2 Futuro pasado. Papeles de discusión (2). Publicación del Centro de Estudiantes de Filosofía y Humanidades (CEFyH) a.l.e.f.h. de la Universidad Nacional de Córdoba. Córdoba, Octubre de 2003.

3 Fragmentos de una praxis sin dios. Entrevista a Oscar del Barco. En Futuro pasado. Papeles de discusión (2). Octubre de 2003. Pág. 25.

4 Idem ant. Pág. 27.

5 Idem. ant. Pág. 25.

6 De Man Paul. Escritos críticos (1953-1978). Visor Dis. Madrid, 1996.

7 Waters Lindsay. Introducción. Paul de Man: Vida y obra. En Paul de Man. Escritos críticos (1953-1978). Visor Dis. Madrid, 1996. Pág. 12. En el Prefacio de L.W. que abre el libro, se recuerda la tesis de Dan Latimer según la cual Paul de Man encarnaría al ensayista irónico de Lukács (El alma y las formas) "un escritor que trata temas cruciales bajo la forma de reseñas de libros ". Waters confiesa enseguida: "De principio a fin, mi empeño ha sido configurar una imagen lo más coherente posible de la obra de De Man".

8 Idem ant. Pág. 12.

 

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