Lacan Love,
Melbourne
seminars and other works
Jean
Allouch
El psicoanalisis ha sido sumergido bajo
tsunamis de diferentes psycho- tecnicas que se
manifiestan desde la psico-logia, pasando por el psico-coaching,
psico-auto ayuda hasta llegar a las drogas psico-tropicas,
entre muchas mas psico-etceteras. En este abanico psi se encuentra una de las razones para considerar que el metodo inaugurado por Freud y debidamente subvertido por la direccion trazada por Lacan, esta lejos de tener asegurada la continuacion o el futuro. Asi, mas que tratar de ser didacticos o exhaustivos, nuestra intencion es advertir al lector. Así ha devenido claro que el sintoma en el psicoanalisis goce y sufrimiento- se magnifica cuando algo ya no funciona, cuando lo Imaginario al resquebrajarse ya no puede seguir sosteniendo el imperio del sentido comun exudado como realidad. Esto constituye tambien lo ignorado tanto por los managers del alma como por los managers del soma quienes a contrario, y ayudados por algunos lacanianos siguen refaccionando y reforzando al viejo-buen-sentido-comun, al mismo tiempo que tratando por todos los medios de suprimir cuando no rechazar al sintoma. Estas multiples religiosas promociones de las que surgen las diferentes psico-tecnicas, son por supuesto las figuras del retorno al statu-quo-ante. Lacan solía repetir que la vida era como un rio que iba de banco en banco sabiendo nada de si misma. Y es en este mismo rio del sinsentido que el analista tanto como el analizante permanecen sumergidos con el agua hasta el cuello. El metodo psicoanalitico per se no ofrece el consuelo de la religion, la filosófia o una Weltanschauung. Es por todas las razones ya señalado que un cierto grado de reticencia, cuando no escepticismo, no solamente es bienvenido, sino que se hace necesario, cuando somos confrontados con la Prometea popularidad del psicoanalisis. Dado que tanto reconocimiento a igual que tanta denigracion, aun cuando aparentemente dirigida al psicoanalisis, se demuestran en cambio estar dirigidas a las ya mencionadas psico-versiones. Esto lleva a plantear que quizas sea tiempo para inaugurar la figura de la transferencia como la del sujetro-supuesto-no saber, en vez del abu-sado y mal-usado aforismo de Lacan del sujeto-supuesto-saber. De hecho, esto no es antitetico con la descripcion del inconsciente como la de un saber que no se sabe. Lituraterre presenta por vez primera en traducción al ingles El Amor Lacan Seminarios de Melbourne y otros trabajos. Este libro excepcional de Jean Allouch, permite una entrada novedosa a una topica clásica y contemporanea, que pone de relieve problemas nuevos que hasta ahora han sido mayormente forcluidos por psicoanalistas. María-Inés Rotmiler de Zentner Oscar Zentner |
Psychoanalysis
has been submerged under a tsunami of different
psycho-techniques; from psycho-logy, psycho-coaching and
psycho-self-help, to psycho-tropic drugs, and so on and
so forth. This, among others, is one of the reasons to consider that the method inaugurated by Freud, and duly subverted by the path followed by Lacan, has neither an assured continuation nor a certain future. Rather than being either didactic or exhaustive, our intention is to caution the reader. It has become clear that the symptom in psychoanalysis jouissance and suffering manifests itself when something does not work, when the imaginary cracks and it cannot any longer hold the realm of common sense; reality. This is something ignored both by the soul-managers and the soma-managers who, a contrario, and aided by some Lacanians, renovate and reinforce common sense, trying to suppress the symptom whilst simultaneously attempting to reject it. The multiple religious promotions of psycho-techniques, born out of it, are the attempts to return to the statu-quo-ante. Lacan used to repeat that life is like a river going from bank to bank, knowing nothing of itself. And it is in this same non-sensical river that the psychoanalyst, like the analysand, is up to his neck. The psychoanalytic method as such does not offer the consolation of religion, philosophy, or a Weltanschauung. It is for these reasons that a certain degree of reticence, if not scepticism, is not only welcome but also necessary when we are confronted with the Promethean popularity of psychoanalysis. Such recognition, or denigration, even when apparently addressed to psychoanalysis, often shows that the addressees are instead the different and varied aforementioned psycho-versions. Perhaps it is preferable, and also timely, to inaugurate the . gure of the transference as the subject supposed not to know rather than the misused and abused aphorism of Lacan concerning the subject-supposed-to-know. This in fact would not be antithetical with the notion of the unconscious as a knowledge that is not known. For the First time in the English language Lituraterre presents the translation of Jean Allouchs unparalleled book, Lacan Love, Melbourne seminars and other works. It affords a novel entry to classical and contemporary topics and it discloses new problems that until now have been, in the main, foreclosed by psychoanalysts. María-Inés Rotmiler de Zentner and Oscar Zentner |