Escuela Freudiana de Argentina
3° Jornadas
Oscar Masotta
22 y 23 de
septiembre de 2001
¿Qué
se entiende por clínica en psicoanálisis?
Reportaje a
Norberto FerreyraRealizado por Claudia Griffa
C. G: Que le parecieron las jornadas, que expectativas tenía. Se cumplieron?
Lic. Norberto Ferreyra: Bueno, para empezar voy a decir por qué se hicieron las Jornadas. Es necesario decir que se entiende por clínica en psicoanálisis, ya que, cuando se habla de clínica se pude entender de muchas maneras y sin llegar a un acuerdo en ello. Hay cosas que son fundamentales y otras que son una manera de decir. Tratar un tema enunciado de ese modo, puede tener inconvenientes pero nos pareció bien pues a través de diferentes personas de diferentes instituciones, de Buenos Aires y de Rosario en este caso, se dió la posibilidad de que cada uno hable de lo que entiende por clínica. En ese sentido las Jornadas Oscar Masotta cumplieron con su objetivo. Yo personalmente pienso que cada uno pudo decir lo que entendía por clínica.
Sea por que se refería de un modo general. Sea porque se refería al propio quehacer. El problema que surge siempre, más allá de la Jornadas es como provocar un debate. Hubo algunos momentos, durante las Jornadas donde se produjo algún debate. Pero esto es una cuestión general entre los psicoanalistas, depende de la suerte o del tema que haya lugar, para el debate.
Porque debatir en psicoanálisis lleva sin querer a una posición personal, a tomar a la persona que dice, en lugar de tomar lo que dice y, entonces los debates no se realizan. Hubo algunas cuestiones que fueron para debate y quedaron algunos temas planteados. Por ejemplo, en lo referido específicamente a la cuestión de la clínica. Me parece que hubo posiciones claras, pero que en ningún momento se opto por alguna conclusión.
En ninguna exposición se tomó la clínica como una cuestión aislada o que tiene su mundo propio más allá de la teoría. Por un lado se incluyó en el término práctica, en otro lado se dijo que teoría y práctica eran solidarias.
Después hubo algunas intervenciones acerca de lo que se llaman las presentaciones clínicas. ¿Qué es clínico? Históricamente es atención a alguien que está afectado por algo y por ello se encuentra acostado en el lecho. Ahí podemos encontrar una referencia a la medicina. La diferencia que quedó clara es que en psicoanálisis existe una clínica, que no es la médica y Freud mismo, cuando descubrió el inconsciente, él mismo tiene una clínica médica psiquiátrica, y eso está presente en muchos de los términos que utilizamos hasta hoy. En psicoanálisis, si bien la clínica puede tener esa repercusión médica como resistencia para algunos, se trata de un acto que está tomado por y en la transferencia. No por la transferencia como una manera de situar descriptivamente las cosas. La transferencia, que sea obstáculo y la facilitación para el tratamiento psicoanalítico, o para la dirección de una cura, hace que la clínica se separe radicalmente de lo que es la clínica médica. Separe quiere decir no bajo la ignorancia de lo que la precedió. No como un rechazo de lo que ha sido médico, el psicoanálisis es diferente a la medicina y a la psiquiatría, surge con Freud y con Lacan toma un lugar como discurso en la cultura, pero que no surge de otro lado que de la clínica. La práctica, que es la práctica de un discurso, porque una práctica también puede ser teórica; el analista puede dividirse cuando practica el psicoanálisis y se encuentra en la clínica. Es el analista el que hace la clínica, tanto para hacer el diagnóstico, o como escucha. La clínica esta hecha por la escucha e implicando al analista. No es que algún analizante venga con su clínica. El psicoanalista es el responsable de hacer la clínica.
C. G.: A mí me queda un cuestión pendiente acerca de uno de los debates que se planteo acerca de las diferencias entre los relatos de la clínica de hospital, el que narra esas experiencias está en calidad de autor, donde tal vez algo se trasmite pero no lo trasmite el analista.
Lic. Ferreyra: Es cierto, no sé si cuando alguien que habla de un caso o lo comenta se trata de eso. O es en una supervisión, ¿eso qué es? ¿Qué lugar tiene el relato, sea escrito o no? Una viñeta, una presentación. ¿Qué valor tiene? En principio de reaseguro. Que se trate de escribir en cuanto a textos o contestar textos o discusiones teóricas, esto tiene el apoyo de la palabra, donde quizás el analista puede incluir todo lo que hace en la clínica, pero en otros términos realiza otra dimensión. ¿Qué material hay? Ya es otra cosa, sea escrito u oral. Yo prefiero las cuestiones que son habladas porque permiten ubicar el relato que el analista hace, que no es el analizante, aunque cuando habla no deja de tener su relato una dimensión analizante.
Estas cuestiones, en el hospital u otros espacios, que se hacen no sólo aquí en Argentina, por un lado son necesarias, porque es dar lugar a lo que alguien está haciendo. Como se trata de palabras, uno como analista, como cualquiera, no pierde el sentido de las cosas, pero puede decir: 'son sólo palabras'.
¿En qué me sostengo?, ¿en qué sostengo esto que es mi práctica? Más allá de la necesaria autorización, que proviene de lo que haya hecho como analizante, es decir, la presentación clínica que tiene una función primaria, en el sentido de asegurar que hacemos algo, no que sirva sino además que tenga materialidad, por eso se dice el material. Lo que pienso es que es difícil para cada uno llegar a comprehender que el significante es una materialidad. Esto es una cosa muy hablada pero no aceptada, es un lugar clásico de la resistencia al inconsciente o bien la morada de la canallería.
Más allá de la función de la letra es difícil darse cuenta de la materialidad del significante. Porque parece, como se dice, que se los lleva el viento, o que no tienen ningún efecto y esto pese a que nos formamos por y en los efectos que esa materialidad tiene. Una presentación clínica tiene esta función primaria de sostener que algo hacemos. No somos confesores, ni estamos en una religión evangélica o cualquier otra. En todo caso estamos en una política que es la del psicoanálisis, y que no deja de incluir lo que es la dirección de la cura. Después puede servir para trasmitir determinadas cuestiones del análisis u operaciones, que a veces pueden contradecir puntos teóricos o la teoría misma. Porque como decía Freud, si encuentro un caso que pueda refutar tal cosa, no en el sentido popperiano, esto hace que me interrogue, pero no tomando ese dato como falso o verdadero, sino poniéndolo en la dimensión misma de un discurso donde está implicado el mismo Freud. No estamos por fuera de aquello que ha dicho el analizante, porque sería una psicoterapia, y eso hace que no se pueda hablar de una objetividad del material. El material es un objeto que sostiene, en el sentido que decía antes, y sirve para algunas operaciones a partir de la cual se puede pensar algunas cosas. Se le dice material, porque es una falla que hace a la estructura del sujeto, es válido si se cree en la materialidad de la palabra. La psicosis cree en esto pero encarnado, el analista cree en esa materia, no a la manera de la psicosis, pero tiene que tener esa posibilidad de que esa creencia sea efectiva en tanto se establece en relación a una ficción que no es un engaño.
C. G.: En el debate me pareció que se presentaban los ateneos clínicos como siendo parte de la clínica. Una de las partes apuntaba a que en esas presentaciones algo de la clínica se deslizaba del lado de la clínica, que se decantaba, pero no del lado de que el analista podía dar cuenta a modo de esto es la clínica. Sino que quedaba del lado del hacer y que algo se trasmitía, de una forma impersonal, no es el analista el que puede decir algo de esto.
Lic. Ferreyra: Yo te digo lo que pienso de esto. Se trata fundamentalmente que el analista hace la clínica. Cuando el analista encuentra su posición en relación con el discurso del analizante. El relato clínico, ateneo para el caso, no puede tener carácter de testimonio porque el testimonio es del analizante. El analista no puede dar testimonio del análisis. Puede dar las razones de su práctica pero la práctica es también dar esas razones. La clínica ocurre en un momento, lo que hay es un posible relato de lo que pasó, y de las razones por que pasó, implicándose el analista dado que no pasa sin él. Pero son dos espacios diferentes, posiblemente haya un efecto clínico en el sentido de que algo de lo que es singular en un caso, por ejemplo, puede haber varios obsesivos, pero lo que explica a uno no explica a otro. Hay una singularidad que puede objetar la pretensión de universalidad que el psicoanálisis como discurso también necesariamente tiene, fallida pero la tiene.
Es un problema importante porque la objeción a la universalidad que hace la singularidad no tiene función de particular, un caso más, sino que es una singularidad que tiene que ver con el deseo, hay algo que es intransmisible, pero sí lo que es trasmisible es cómo sucedió lo que sucedió. No es que se actualice en el relato que se hace, pero lo que se trasmite puede ser las razones de eso, lo cual no deja de tener efecto en lo que otros quizás pueden escuchar en ese momento. Otra cosa es cuando ya son reuniones escritas (en tanto relato) donde un relato apunta a ver la singularidad de la cuestión no a hacer el caso solamente. La clínica es irrepetible. El que puede dar testimonio es el analizante, en el pase, fundamentalmente, es singular porque se trata de su propio deseo.
C. G.: ¿Qué pasa con los debates o discusiones, hay una espacio posterior o simplemente cada uno se lleva algo, lo suyo?
Lic. Ferreyra: Sí, en la Escuela lo hay implícitamente o explícitamente. O a veces se retoma sin querer. A veces uno saca conclusiones sociales, y después consecuencias discursivas, como hacemos vos y yo acá, acerca de puntos oscuros que habría que aclarar o que interrogar más. Institucionalizar esto o no, es lo de menos, lo que se ha dicho se ha dicho Me parece que lo importante es que cada uno que, como vos dijiste, se vaya con los suyo. Uno cuando enseña no hace sino enseñarse también.
Cada uno se va con lo suyo y después tal vez lo pone en juego en otro lado. Cuando esto sale bien quiere decir que lo fructífero es que se pueda hablar de las cuestiones que quedaron sin salida, cómo debatir lo que se dijo, es necesario hacerlo. Sino puede quedar desajustado lo que se viene haciendo. Hay que tener una coherencia. No que no haya contradicciones sino cierto hilo conductor.
Esta vez además el tema era chocante, toca a cada uno lo que uno hace. Lo que decía antes, 'son palabras nada más', ¿por ejemplo? Es una de las cosas más difíciles.de aceptar esa efectividad material más allá de como una idea. Darse cuenta con el cuerpo también, de que eso es lo único que hay. Que todo lo que le pasa al sujeto tiene que ver con lo que está diciendo, y eso que dice es lo que le pasa y que se lo dice a otro, no es un metalenguaje sobre lo que le pasa, es un efecto de castración importante, porque pone una dimensión donde 'sólo son palabras' no es una frase inocente. Esta materialidad del deseo y del goce y sus diferencias es lo que trae el sufrimiento, o lo que es el sufrimiento mismo, el síntoma. De ahí la política del síntoma como la política del psicoanálisis, al decir de Lacan.
Hay un efecto de castración en análisis al darse cuenta de lo que se dice y es uno que lo está diciendo y además a otro, y es porque son palabras. Además hay algo que no puede decirse, que es imposible de decir, esto es corresponde a un situación lógica, real, no a lo innefable.
C. G.: Traigo una inquietud respecto al tema del Movimiento de Convergencia y las relaciones con la Escuela y la Fundación del Campo Lacaniano y si hay un acercamiento a Colette Soler. Pero como no estoy tan empapada en el tema, primero le quería consultar porqué se está inscripto en la Fundación del Campo Lacaniano.
Lic. Ferreyra: La Escuela Freudiana de la Argentina no tiene ninguna relación, Convergencia tampoco.
La Fundación del Campo Lacaniano surge en el 86 con un trabajo que se viene haciendo, en un principio en la Escuela Freudiana de la Argentina y luego, en 1990, este trabajo se separa de la Escuela, haciendo una hipótesis acerca de la existencia del campo lacaniano. Es algo que Lacan desarrolla como un anhelo de él, parafraseo: "en algún momento este campo del goce tendrá que llamarse lacaniano. Lamento no tener tiempo para esto". Es decir, que la Fundación del Campo Lacaniano por su historia y sus objetivos, no tiene origen ni se desarrolla en un oportunismo político, como efectivamente lo es en otros casos recientes ocurridos en el psicoanálisis.
A partir de ahí trabajamos en eso. La figura de la Fundación determina que aunque el gobierno pueda hacerse entre muchos, no tiene miembros, hay que estar inscripto. Hay un Consejo que dirige o puede haber un Consejo Científico que pueden elegirse entre todos los inscriptos en la Fundacion. Por eso se está inscripto, el único requisito es inscribirse en este trabajo, hacer un trabajo. Cualquier persona que este inscripta puede usar el significante para ser auspiciado por la Fundación.
Respecto de Convergencia, la Fundación no es por esto que no está en Convergencia. Sí está la Escuela. Digo que la Fundación no está por el tipo de agrupamiento que es, y aparte porque sería un poco especulativo, porque algunas de las personas que estamos en la Escuela estamos en la Fundación. De Convergencia yo no fuí, este año, a la reunión de Brasil que organizó el Comité de Enlace General, que es el que dirige la Convergencia y a la cual concurre un representante por cada una de las instituciones. Hasta ahora la característica es que hay reuniones generales, internacionales, este año fue en París y la próxima en Rió de Janeiro. Pero mientras tanto, cada región, cada país o ciudad tiene una Comisión de Enlace que promueve actividades u organiza o difunde la actividad o actividades que dos o más instituciones miembros de Convergencia, o grupo de personas de diferentes instituciones o bien sin pertenencia institucional inscriban su trabajo en Convergencia. Este trabajo de enlace se realiza todo el tiempo. En la Comisión General de Enlace cada uno es elegido por su institución, representa el uno por uno, es como el uno por uno por institución. No es el uno por uno que puede ser en una Escuela. Está en las perspectivas que este uno por uno de otro modo tenga su lugar en Convergencia. Por ejemplo, personas que no pertenezcan a ninguna institución.
En la Fundación del Campo Lacaniano, uno encuentra un lugar para hacer algo que sea de su interés y puede ser miembro de otra institución, no es una cuestión de pertenencia sino de inscripción y desarrollo de un trabajo.
Respecto a Colette Soler y su grupo no hay un acercamiento.
La Fundación no tiene la estructura de una institución de formación, en el sentido de una Escuela. Es de formación pero en otro sentido. No se requiere contestar dónde estás ni quién sos, sino el querer hacer algo en relacion al psicoanálisis. Ahora estamos tratando de promover el trabajo de una manera má s orientada a la hipótesis de existencia de este Campo Lacaniano. No está demostrado que exista. Se puede recurrir a la teoría del nudo, pero no está demostrado lógicamente. ¿Qué relación lógica tiene con el campo freudiano? Tiene que haber una relación lógica comprobada que le dé una existencia. El campo freudiano sí tiene asegurada su relación lógica de existencia. El lacaniano todavía es enunciativo, se están buscando los fundamentos, no en abstracto. En el '70 ya se hablaba de los lacanianos y eso hacia empíricamente una suerte de campo lacaniano, que se nombraba así. Remitía a Lacan pero no para separarlo de Freud. Esto se impuso.
Miércoles 26 de Septiembre de 2001.
Reportaje realizado por Claudia Griffa