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APSADES
Asociación de Profesionales de la Salud de Salta

Desde Salta, del sufrido norte argentino, desde donde hace años se resiste el modelo económico, social, sanitario, que excluye y destruye a nuestro país y a su gente le enviamos este resumen de la situación, especialmente en salud.

Nuestra provincia tiene aproximadamente 1 millón de habitantes de los cuales la mitad reside en la ciudad Capital.

La riqueza de nuestra provincia es incalculable prueba de ello basta con ver las ganancias de las petroleras (especialmente la española REPSOL), extracción y venta de gas, electricidad (producción, generación, distribución y venta), agua potable, teléfonos, etc.

Prácticamente la actividad productiva a desaparecido solo nos queda la agricultura (léase tabaco y granos) algo de ganadería y mucho pero mucho de desocupación, pobreza, miseria como resultado de la exclusión del circuito productivo (trabajo - salario - necesidades básicas cubiertas) de sectores cada vez más amplios de la sociedad salteña.

Sociedad que a dado muestras, quizás difíciles de entender, en cuanto a capacidad de "aguante" ante la violencia que significa la crisis que la golpea.

La nuestra es una Asociación de Profesionales de Salud de Salta (APSADES), que nuclea a profesionales de la salud que desempeñan sus tareas en áreas del Ministerio de Salud Pública (Hospitales Públicos y Centros de Salud) y de la Secretaría de la Gobernación de Desarrollo Social en todo el ámbito de la provincia. Esto posibilita una relación directa con la población y el conocimiento de sus necesidades y carencias.

Es realmente doloroso, aunque no difícil, realizar un análisis racional de la situación de la salud pública en nuestra provincia, no por carecer de datos, sino por el matiz de los cambios implementados desde el Poder Ejecutivo Provincial en concordancia con la Propuesta Nacional, ya que nuestra situación no es nueva sino de varios años atrás.

En enero de 1996, el P.E.P. mediante un Dcto. de Necesidad y Urgencia, hoy Ley 6841 promulga lo que llamó "Principios Básicos para el Plan de Salud de la Provincia de Salta", que establece la modificación de la Carta Orgánica del Instituto Provincial del Seguro (Obra Social provincial, con 220.000 afiliados directos todos trabajadores estatales, 76.000 jubilados convenio PAMI, 30000 afiliados particulares, 30.000 convenios con otras Obras Sociales) y la implementación de los Hospitales Públicos de Autogestión conjuntamente con la creación del Seguro Provincial de Salud.

Dentro del primer punto y siguiendo las pautas propuestas por el Banco Mundial propugna como paso fundamental la creación del Seguro Provincial de Salud y deja abierta la puerta para la privatización y/o tercerización de la Obra Social.

Esto de por sí ya grave, se suma a la crisis del resto de las Obras Sociales y a la acción del sector de la medicina prepaga. Todo esto genera un caos profundo que recae sobre la población cubierta por la seguridad social.

Desde el punto de vista sanitario la provincia está dividida en Areas Operativas que se distribuyen a lo largo de su geografía, divididas en zonas: Norte, Sur, Oeste y Centro. Cada Area Operativa tiene como cabecera un Hospital a cargo de un Gerente General.

Se da en nuestra provincia el caso de que conviven bajo el mismo "sistema sanitario" y dependiendo del Ministerio de Salud Pública Hospitales Públicos, Hospitales Públicos de Autogestión (HPA) y Hospitales Públicos con gerenciamiento privado.

Con respecto a los Hospitales Públicos además de la autogestión y, siguiendo la misma línea que con la Obra Social, avanza en la tercerización de servicios hospitalarios, efectivizándose este proceso en forma primaria con servicios generales, mantenimiento y cocina en varios hospitales.

Curiosamente esta tercerización recayó en empresas creadas y presididas por el entonces Diputado Provincial del PJ y Secretario General de ATSA, Sr. Eduardo Ramos.

A pesar de las fuertes presiones a que fue sometido el personal hospitalario tendiente a lograr que se sumaran a la tercerización, "invitándolos" a esa opción se les planteó el Retiro Voluntario, logramos desde la gremial reubicar a casi 300 trabajadores en otras áreas incluso en otros ministerios como el de Educación. Estos últimos al día de hoy continúan con su trabajo, muchos de los que, engañados, optaron por la tercerización hoy se encuentran desempleados.

Estas medidas, autogestión, privatización, tercerización, fueron rechazadas en general por los trabajadores de los hospitales públicos pero el Ejecutivo avanzó autoritariamente y en la actualidad tenemos 10 Áreas Operativas Sanitarias de la provincia bajo el régimen de autogestión. Aunque se trata de una autogestión a medias y por lo tanto de resultados engañosos, mentirosos y que sirvió para implementar un sistema de arancelamiento hospitalario en el cual los pacientes para acceder a determinadas prestaciones debe abonar de su bolsillo por ventanilla.

Con respecto a la Obra Social el desmanejo a la que fue sometida por parte del Ejecutivo Provincial la llevó a una situación de anarquía y a la cesación de pago y por lo tanto la condenó a su casi desaparición.

Hoy, con el sistema de autogestión, tercerización, privatización fracasado, con hospitales públicos al borde del colapso con falta de insumos básicos (medicamentos) y recursos humanos insuficientes; con la Obra Social provincial prácticamente paralizada, vuelve a plantearse a la sociedad el tema de la privatización de la misma.

Una acción "institucional" llevada a cabo por el Poder Ejecutivo y el Ministerio de Salud Pública de la provincia ejecutada durante el año 2001 consistió, previa licitación, en la entrega del Nuevo Hospital El Milagro, para su gerenciamiento, a una UTE integrada por dos empresas españolas (GECESA y CODEH Internacional) y GESSAL empresa salteña. La concesión fue por 10 años de un hospital nuevo, totalmente equipado, con un perfil de agudos con "preponderancia" toco-gineco-neonatal con un presupuesto de 14 millones de pesos anuales es decir 140 millones de pesos por 10 años, y por si fuera poco el Poder Ejecutivo Provincial creó un fondo fiduciario para que en el caso que el Ministerio de Salud Pública no le pagara los aportes mensuales, esta empresa retire los mismos de las cuentas fiscales provinciales directamente.

Es así que este Hospital y por ende estas empresas gerenciadoras tienen asegurado su financiamiento mientras dure la concesión; diferente a la situación que tienen que soportar los otros hospitales y centros de salud de la provincia que como dijimos anteriormente están al borde del colapso.

Como se verá, no volvimos a nombrar el Seguro Provincial de Salud, al parecer, después de casi 4 años, un manto de silencio y olvido, previo cierre de las oficinas donde funcionaba, lo cubrió y quedó en el recuerdo...

Nada sabemos de quiénes, como Comisionados del Gobernador de la Provincia para crear el Seguro, estuvieron al frente del mismo y hoy están desaparecidos.

Al parecer el Poder Ejecutivo no tiene las mismas prioridades y necesidades de la población habida cuenta que en un lapso de 12 a 15 meses construyó un Estadio de Fútbol a un costo de casi 10 millones de dólares, construyó un Salón de Convenciones en la Casa de Gobierno por 3,5 millones de dólares, creó la Orquesta Sinfónica de la Provincia con un presupuesto anual de 1,5 millones de dólares y con un Director venezolano con un sueldo de 3500 dólares mensuales, modificó la estructura de la Finca del Gobernador propiedad de la provincia por varios millones de dólares, y así un sinnúmeros más de cosas descabelladas.

Una provincia con gravísimos problemas sociales, sanitarios y económicos, con un nivel altísimo de desempleo, sub empleo, economía informal, con un empobrecimiento cada vez mayor de amplios sectores, no merece ser tratada de esta manera, es un volcán próximo a estallar por lo cual requiere un mínimo de respeto, su gente está al límite.

Este informe quizás no sea lo completo que debiera pues dejamos fuera de análisis otros sectores tan importantes como la salud léase educación, cultura, trabajo, planes sociales, etc. Por lo tanto pedimos las disculpas del caso, pero como aproximación general al conocimiento de nuestra situación pueda alcanzar.

En salud pública muchas veces utilizamos indicadores que en lugar de medir la salud miden la enfermedad que es lo mismo que decir medimos el impacto de las políticas de salud o la falta de ellas sobre la población y generalmente "medimos este impacto en los sectores más vulnerables" como lo son los niños y las madres.

En Salta van cinco semanas consecutivas con marchas multitudinarias realizadas los días miércoles sin que un sólo incidente empañara las jornadas de protesta a pesar de la bronca, ira e impotencia que sirve de motor para la gente. Juntos marchamos trabajadores, trabajadores desocupados, agrupaciones de derechos humanos y políticas, jubilados, amas de casa, maestros, profesores, trabajadores municipales, estatales, gremios, colegios profesionales, tales como odontólogos, médicos, psicólogos, fonoaudiólogos, abogados, contadores, bioquímicos, ingenieros, arquitectos y transeúntes. Fuimos casi 6000 personas y 700 policías que nos custodiaban.

Nos hemos cansado y hasta diríamos que estamos hartos de hacer diagnósticos, hartos de hacer propuestas, hartos de coincidir con los amigos, hartos de enterrar los muertos y hartos que no nos escuchen desde el Poder.

En términos generales en muy pocas cosas erramos del análisis de la situación sanitaria en el transcurso de los años. Esto no es pedantería ni soberbia sino que la realidad nos dio la razón. Lo que dijimos que iba a pasar pasó.

Nuestro dolor mas grande es que a pesar de que dijimos lo que iba a suceder no supimos o no tuvimos los medios para lograr modificar en algo la realidad. No nos alcanza con saber que lo dijimos.

De lo que no estamos hartos es de seguir adelante, de seguir reuniéndonos, de seguir pensando, de seguir luchando, intercambiando ideas, de buscar coincidencias, de sumar cada vez más a otros, convencidos de que sino construimos poder jamás podremos cambiar la realidad no solo sanitaria sino de cualquier otro tipo.

Atte.

Dr. Domingo Oscar Gómez

Sec. Gral. de APSADES

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